No
hay orden previo. Estamos obligados, cuando de escribir
se trata, a seguir un orden secuencial, pero lo
escrito no tiene por qué ajustarse a la sucesión
en la que se escribió. Esto es lo que ocurre
con estos apuntes. No están en el orden en
el que se materializaron. De la misma forma, el
lector puede comenzar a leer por el apunte por el
que más atraído se sienta. No es preciso
seguir en la lectura el orden indicado en este índice,
lo cual no quiere decir que no hayamos seguido un
orden y sucesión coherentes en los planteamientos
propuestos en la completa obra.