El Mirlo
LA PERSONA
Artículo 2 de 11
Conversación entre Desconocidos
Conversación entre Marina D.C. y RICO PAR, dos desconocidos.
La siguiente conversación transcurre a través de siete correos. Se han omitido las salutaciones y las despedidas de cada uno para facilitar su lectura. En cierta forma es un epílogo de la conversación mantenida anteriormente por un período de aproximadamente tres meses acerca de los temas que aquí se mencionan. No se incluyen en esta página comentarios previos ni finales a excepción de este párrafo. El contenido de esta página no es siguiente a la que le precede, ni anterior a la que antecede, como viene ocurriendo con otras páginas, aunque en un sentido global del conjunto completo de apuntes, y más específicamente en este apartado, "La Persona", sí existen importantes correlaciones. Ambos contertulios, aquí, exponen su punto de vista y cómo lo sienten, en cuanto a... "¿qué, cómo y cuando?" definimos... el estado... "liberado", o de liberación, obviamente de la mente. Finalmente, es de esperar la aceptación y el agrado de Marina DC, por haber incluido estos textos como un apunte más en el completo conjunto, habiéndolo hecho sin su previo consentimiento, pues a todas luces, también son algo suyo.
RICO PAR (7/6/2009)
¿Teoría o Hechos?
¡Cuán confuso puede convertirse el pensamiento,
cuando él deja de ser un mero reflejo de lo que en verdad se está percibiendo, tomándose entonces como la verdad del hecho, en lugar de sintonizar con la verdad directamente.


3 de diciembre de 2008 10:45
RICO PAR: Ahora hace un tiempo que no charlamos, el frío me ha hecho recordarte. A pesar de que hoy hace un día soleado, pero con cierto viento... que mientras que no entre en la mente...
Acerca de esto... ¿Cómo está la "abertura" de la mente? ¿Pasas por
algún cambio significativo? Si te apetece me hablas acerca de ti y de todo esto, ¿vale?

5 de diciembre de 2008 23:29
Marina DC: Si, hacia mucho tiempo que no nos comunicábamos. Sigo tratando de darme cuenta de mi mente, y de la vida en general. Últimamente sin búsqueda, solo observando lo que es, o al menos intentándolo. Procurando que la perspectiva sea lo más amplia posible. Procurando darme cuenta que las limitaciones las pongo yo, con mi ignorancia, porque la realidad es inmensa.

13 de diciembre de 2008 10:20
R: Me pregunto: ¿cómo puedo captar la inmensidad mientras el yo y su ignorancia es lo que está activo, operando? Mientras en la conciencia se mueve el sentimiento del yo ignorante, "yo que tengo que captar la inmensidad", ¿qué posibilidad tiene el cerebro de que en la mente discurra la inteligencia, que es la libertad de captar sin el ego?. A fin de cuentas, ¿no será todo lo que ahora hacemos procurar e intentar el mismo movimiento del yo ignorante, que quiere trascenderse a sí mismo? Esto es lo que me pregunto. Si quieres compartir el interrogante puedes exponer cómo sientes esto.

16 de diciembre de 2008 23:42
M: Por mi parte, y en este momento de mi vida, procuro no razonar tanto, y percibir más. Me gusta dejar espacio en mi mente para ver lo que sucede, sin buscar nada. Procuro aceptar mi ignorancia como parte de mí, y aceptar mis momentos de mas claridad, también como parte de mi. Y me gusta dejar espacio en mi interior para poder darme cuenta que solo soy un granito de arena que forma parte del todo en el que estoy inmersa... Y que mis pequeñas preocupaciones no son más que parte de ese granito de arena que soy. Y que lo que me da grandeza es ese todo del que formo parte.

2 de enero de 2009 10:51
R: He dejado pasar unos días para que "reposara" lo que me dices y me diera cuenta de lo que siento con ello. No sé si escribes con una sutil incomodidad, yo lo hago suponiendo que a ti te vendrá de gusto mirarlo desde la perspectiva que propongo. Aseveras no razonar tanto, y sentir más, pero las afirmaciones que haces acerca de ti son un movimiento, un resultado de la razón. ¿Crees que podemos dejar de razonar? Razón y comprensión son dos cosas distintas. Es verdad que razonar no lleva al silencio, pero la comprensión si que lo hace. Para comprender se ha de discernir, y para comunicar el discernimiento se ha de razonar. ¿Qué es la comunicación? ¿Qué es discernir?
Después, en tu expresión, hay un continuo fluir del "mí" en tu texto, o sea, que todo está ahí dentro, dentro del "mí", por muy pequeñito que lo sientas (el granito de arena). Perdona que lo exprese de esta forma y no lo tomes como agresión pues no lo es, pero el circuito es: Yo, me, mi, Yo me, mi, Yo, me, mi ... etc. etc. etc. Vuelve a leerlo y por ti misma lo verás. La parte no puede darse cuenta nunca de la totalidad, pues la parte siempre es restrictiva y exclusiva. La parte imagina, proyecta la totalidad, pero no la percibe. ¿Puede ser uno consciente de la totalidad? ¿Es el darse cuenta un acto de conciencia?
Lo que me pregunto es, ¿puede un centro psicofisiológico almacenado en registros, (el "yo" es un recuerdo, es eso que sentimos es "uno mismo"), tener un atisbo de lo que fluye y está vivo sin centro? Porque ahora en la percepción está interfiriendo ese sentimiento que uno tiene de que es eso, "yo", por grande o pequeño que se sienta, un centro. ¿Captas el asunto? ¿Podemos dejar de ser mecánicos "en la mente" y fluir en el ahora que es donde todo se mueve? Lo cual implica descubrir en el discernimiento tanto como en la razón. Implica darse cuenta del tiempo y de cómo afecta a la percepción.
Aquí no estoy presumiendo nada ni de ti ni de mí. Simplemente, que si hay intención de abrir la mente, uno se ha de cuestionar estas cosas, ¿no te parece? Puesto que una mente abierta ha de ver claramente lo que es registro y lo que es flujo. O sea, lo que es el ego-céntrico dando vueltas alrededor de sí mismo, y lo que es una mente sin fronteras libre del imán de los registros, del pasado, del sentimiento de centro. O como mínimo para empezar, dándose cuenta de la necesidad de comprender qué es lo que ahora hace que de continuo esté el registro en forma de ego-céntrico dominando la percepción.

12 de enero de 2009 0:05
M: Me dices que "en mi expresión hay un continuo fluir de MÍ". Sí, y no es la primera vez que me lo dices.

Me comunico contigo desde "mi ser, mi persona", es mi manera de comunicarme. Me muestro como soy. También podría hablar de "teorías". O de estadísticas, o de lo que les pasa o dicen las personas a las que conozco... O lo que dicen los libros. Pero no es esa mi intención.
Me interesa decirte "como veo" lo que hay a mi alrededor después de digerir las teorías que conozco, y como siento la vida.... y cosas así. Evidentemente, con todas mis limitaciones de ser humano.
Me parece que el razonamiento excesivo limita mucho nuestra vida. Que todo es infinitamente mas grande que lo que podemos razonar e imaginar. "Capto" lo que me dices del "Yo limitado, formado por los recuerdos...." Sí, pero no sirve darle vueltas y vueltas, cambiando las palabras, para volver a decir lo mismo.
El discernimiento llega cuando nuestra mente está más en silencio, se ve con más claridad. El razonamiento nos lleva a encontrar en todo "pros y contras". Por eso me gusta hacer el intento de "mirar" por encima de mis razonamientos, no es que consiga mucho, pero me gusta más, mucho más que dar vueltas y más vueltas a las "Teorías" que he leído en los libros... ¿?
Por otro lado, supongo que lo que dices en tus mensajes es el reflejo de como vives, de como sientes, en definitiva un reflejo de ti, al menos yo así lo entiendo. ¿Te parece posible mostrar lo que no somos cuando nos comunicamos? Me gustaría saber tú opinión.

21 de enero de 2009 18:45
R: Cuando uno dice mi ser, mi persona, ¿quién es ese "mí" que tiene un ser y una persona? No sé si lo planteo claro. ¿No te lo preguntas? O sea, hay una entidad que tiene un ser, una persona, una manera de comunicarse, etc. ¿Y quién o qué es esa entidad? Yo postulo que esa entidad es pasado, registros, recuerdos, el cúmulo psíquico, el cual proyecta el espejismo de centricidad, que es esta casi indiscutible sensación de que uno es un centro. ¿No te has fijado? Parece que todo borbotea desde el centro interior hasta fuera, y eso crea el sentimiento de centro. Donde hay un centro hay devenir, llegar a ser, porque el centro es tiempo, registro, recuerdo. De ahí que en la observación cuando es nítida, hay carencia de centro, porque el pasado no opera.
Ahora tú dirás, esto es teórico. Bueno, como en todo lo que venimos charlando, estás en tu libertad intrínseca de sentirlo como quieras o puedas. Pero si lo miras con calma, le prestas atención, en el cerebro, a medida que el pensamiento discurre, tienes ocasión de comprobar por ti misma esto. En el descubrimiento no puede existir el centro, pues cuando éste está operando, o sea, que hay una gran sensación de yo, de mí, todo lo que se ve es proyectado por este cúmulo psíquico que en sí mismo es la sensación de centro.
Ahora, es cierto que el sentimiento y desarrollo egocéntrico se nos ha inoculado desde tan pequeños, desde tan tiernos, que parece algo muy real. Al mismo tiempo son muy pocos los que lo cuestionan, la mayoría de la sociedad se mueve en la tradición y el recuerdo, que son la base del ego-céntrico, son sus ritos y sus mitos. Todo esto hace la cosa compleja. Por eso es evidente que si uno no siente... digamos... el anhelo, la necesidad, de trascender esa educación falsa, errónea, es casi como si no le interesara hacerlo. Yo lo entiendo, hay mucho mimetismo imitativo en como hacemos las cosas. Y mirar realmente adentro, ver cómo de verdad está operando lo mecánico a lo que se nos ha adiestrado, implica un movimiento que únicamente puede hacer uno, y eso es sentir y percibir la soledad interna y externa completa. Uno necesita extrema austeridad para dejar de ser, y con ello fluir.
Desde luego la inmensidad es incapturable. Pero... el asunto es... ¿puede el cerebro, suponiendo que en el ha acontecido una depuración regenerativa, sintonizar con esa inmensidad? De la cual, por cierto, está todo surgiendo en el ahora, que es el único "lugar" que existe. Nada, ni el tiempo ni el espacio, ni el cerebro, pueden escaparse del ahora. Pero para esta "sintonía", para esta "comunión del todo", parece obvio que no deba de haber ningún centro, que en sí mismo implica la parte. En resumen, el trabajo es depurar la mente, y esto no puede hacerse sin un continuo cuestionamiento del movimiento que ahora hay en el cerebro. No sé si te planteas esto.
Cuando uno comprende, entonces el razonamiento no se interpone. Sólo cuando uno está confuso, es que la razón lo lía todo. Pero... por cierto... hemos de razonar, y con cordura, racionalidad, de la misma forma que hemos de sentir, y ambos flujos razón y sentimiento que no pueden separarse, deben fluir en armonía, en estado armónico. Claro, de nuevo, desde donde estamos adiestrados, esto parece muy difícil. Esa es la tarea, averiguar cuan difícil es liberarse. En este mismo trabajo la comprensión va surgiendo. Entonces, desde la comprensión a la liberación sólo hay un paso. Es la mente atrapada en el tiempo a la que le cuesta mucho entender esto.
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