Apuntes acerca del Espejismo de Centricidad, por RICO PAR. |
|
"
la crisis", por Jiddu Krishnamurti. |
"
la crisis", por Jiddu Krishnamurti. Veremos
cuán importante es despertar en la mente humana una revolución radical.
La crisis, es una crisis de conciencia. Una
crisis donde ya no podemos más aceptar las antiguas
normas. Los antiguos moldes. Las antiguas tradiciones.
Y considerando el estado actual del mundo, con toda su
miseria, todos sus conflictos, su brutalidad destructiva,
su agresividad, y etcétera
que el hombre
continúa igual; aún es brutal, violento,
agresivo, codicioso, competitivo, y ha construido una
sociedad en concordancia con estos términos
¿Qué
es lo que nos deja toda esta discusión? Es una
reflexión sobre si podemos lograr el cambio radical
de nuestras mentes. No aceptar las cosas tal como están,
sino entenderlas, intuirlas, examinarlas, con el corazón,
con la mente, con todo el ser. Para encontrar una manera
diferente de vida. Pero eso depende de ti y de nadie
más. Porque en esto no hay maestro ni alumno,
no hay líder, ni gurú, no hay maestro
ni salvador. Tu mismo eres el profesor y el pupilo,
eres el maestro, el gurú y el líder
tu lo eres todo. Y
entender es transformar lo
que existe. |
Si somos Creación
¿cómo es que no nos extrañamos
de
nuestro sentimiento de separatividad?
|
Desde
muy antiguo el par mujer-hombre nos hemos preguntado
por qué vivimos en el conflicto, en el temor,
y aceptando no poder descubrir nunca esa desconocida
inteligencia de donde surgen los órdenes que
configuran esta inmensa creación incapturable
que somos. Siempre lo hemos resuelto atribuyendo la
violencia y la hostilidad como algo ineludible y sustancial
en la base creacional, como algo indisociable del comportamiento
natural, como algo irremediable de nosotros mismos.
Desde este esquema mental a la par nos creemos la cúspide
de la evolución, de ser el motivo del sentido
de tan desbordante acontecimiento, el flujo creacional.
Sin embargo nos encontramos atrapados en el miedo y
el conflicto. Ilógica contradicción entre
lo que creemos ser y lo que en realidad somos. Esta
paradoja la damos por resuelta con una explicación
basada en una creencia, y con esa creencia intentamos
disimular que existe el conflicto, el miedo, en nuestro
interior. No hay duda de que sentimos lo natural, la
creación, como nosotros nos sentimos en lo psicológico.
Y ese sentir es una irresistible y en apariencia irremediable
sensación de centro que denominamos el ego, el
"yo" que creemos somos y "sentimos"
que significamos. Ese centro lo experimentamos como
surgido del propio flujo natural, y jamás lo
cuestionamos. Engañándonos a nosotros
mismos eludimos que precisamente ese "centro interior"
que cultivamos y que denominamos "yo" es del
que surgen todos los problemas que padecemos y es el
auténtico responsable de sufrir la vida en lugar
de discurrir en su dicha y fluir en su gloria.
RICO PAR
(Septiembre
28, 2009)
|
|
|
|
David Bohm: la crisis
El único sistema inmunológico que puede protegernos de este virus, la única forma
de atajarlo, consiste en reconocerlo, darnos cuenta de
su presencia y ver de qué se trata. Cuando así
lo hagamos estaremos observando el origen del problema,
un origen que es idéntico en cada uno de nosotros.
Porque, aunque atribuyamos el origen del problema a algo
o alguien «exterior» a nosotros, lo cierto,
sin embargo, es que se trata de algo mucho más
profundo y se asienta en el proceso global del pensamiento,
algo que es colectivo y nos afecta a todos nosotros. |
La
afirmación «esto me supera», por ejemplo,
puede ser cierta desde determinado punto de vista pero,
desde otro, es
falsa. Si usted afirma que la crisis no es más
que un fenómeno externo algo que tiene lugar
en el mundo exterior, lo convertirá en algo
que se halla fuera de su alcance y se verá «superado»
por ello. Es como si hubiéramos construido mal
un dique que fuera erosionándose hasta que se derrumba
y el agua termina desbordándose. Es evidente que,
en ese momento, no tendremos ya la menor posibilidad de
enderezar las cosas. Lo realmente importante es llegar
a descubrir cuál es el proceso mediante el cual
construimos mal la presa y la forma en que vamos erosionándola,
que es, en suma, lo que ocurre de continuo a un nivel
más profundo.
La
auténtica crisis no consiste en los hechos a los
que nos enfrentamos, las guerras, la delincuencia,
las drogas, la contaminación y el caos económico,
sino en el pensamiento que ha generado todo eso. Y, puesto
que todos somos capaces de pensar, todos podemos hacer
algo al respecto. Uno de los obstáculos con los
que solemos tropezar es la creencia de que «yo estoy
haciendo bien las cosas y son los demás quienes
las hacen mal». Éste, a mi juicio, es un
error, porque el pensamiento nos invade, es como
un virus, una enfermedad del pensamiento, del conocimiento
y de la información, que se propaga por todo el
mundo. Y cuantos más ordenadores, aparatos de radio
y de televisión haya, mayor será la velocidad
con que se propague, porque ellos nos transmiten, sin
darnos cuenta siquiera, como si fuera un virus, la modalidad
de pensamiento que nos caracteriza.
|
Párrafos procedentes
del capítulo 3, "La Naturaleza del Pensamiento
Colectivo", del libro: Título original
de la obra: ON DIALOGUE, de David Bohm.
SOBRE EL DIÁLOGO, David Bohm
1996. Edición a cargo de Lee Nichol.
Edición española: Editorial
Kairós S.A. 1997. |
|
|
|
|
|
Afecto y Atención Emisión escrita y recepción Generalmente escribimos para que otro lea lo escrito. Escribir
es una forma indirecta de hablar con alguien, y entrar
en comunicación. En ciertos casos no se recibe
respuesta directa del lector, convirtiéndose
¡Ojo
con la
pereza mental!
Nota de Noelia Jimena
acerca de Gordon MacDonald.
|
entonces este sistema de comunicación en algo
unidireccional. Pero la respuesta se produce de cualquier
manera, aunque en un sentido mucho más general
y amplio, cuando el que ha leído a otro, si
"lo ha escuchado", el descubrimiento que
haya hecho de sí mismo a través de los
asuntos tratados, de una forma u otra, con mayor o
menor intensidad, aflorarán en su vida cotidiana,
lo que ya en sí significa una respuesta. Escuchar
es un acto de afecto Todo
el que escribe desea ser leído, generalmente.
Y que esto se produzca, viene marcado por distintas
dependencias, de las que se hace la primera, una vez
salvadas las que ponen el texto frente al lector,
que uno, cualquiera, cuando lee, se sienta familiarizado,
sino con los contenidos del mensaje, que es lo nuevo
que se supone va a encontrar en él, sí
con la forma en cómo el que escribe se expresa.
Se hace evidente que cuando uno no sintoniza,
o se le hace difícil por su forma de exponerlo,
la comprensión de lo que el que escribe está
transmitiendo, con mayor facilidad se puede "desconectar"
el lector de la requerida atención en la lectura,
y así fácilmente dejarlo de lado. Indudablemente, el lector ha de hacerlo, "escuchar", a partir
de un acto de "afecto atrayente". Si de
entrada siente rechazo, es obvio que sus dificultades
para comprender lo que otro dice van a ser numerosísimas. El significado brota de lo interno
Estos textos, que parece hacerse
obvio por su extensión, pero sobre todo por su
contenido, no pueden ser leídos en un "periquete",
añadiéndole a ello los enlaces que apunta,
por lo general de igual imprescindible lectura, nos
hace sugerir que para comenzar, al concluir este texto
que ahora se lee, lo haga el lector por el ÍNDICE,
y lo recorra completo como si de una sección
más en el conjunto se tratara, y de ahí,
entonces, saltar al tema o epígrafe que el lector
prefiera o le parezca más atrayente para comenzar.
Incluso, saltar a la lectura de los vínculos
propuestos si lo siente necesario. No es preciso seguir
un orden lineal, ni permanecer continuamente en estas
páginas. Esto es muy importante, ya que la pretensión
del conjunto de estos apuntes y sus "extensiones
externas" (bibliografía y vínculos
web), es que el lector arribe a una captación
de un estado de la mente, que no puede describirse con
palabras, y que precisamente a causa de ello, de que
ningún orden puede explicarlo, es el propio lector
que ha de descubrir su propio orden, en la consecución
de la incursión que en estos apuntes se hace
para poner de manifiesto determinados hechos acerca
de la confusión en la que vivimos, sugiriendo
a su vez qué planteamientos pueden contribuir
a trascenderla. El descubrimiento nace en uno mismo,
nunca puede transmitirse. Lo que se transmite es meramente
una señal que apunta al auténtico significado,
y éste y su comprensión siempre brotan
de lo interno, es un acto de inmanencia.
El lector tiene la última
palabra
Otra dificultad inicial con la que el lector va a encontrarse,
es el hecho de que por lo general, cuando oímos
algo que
Jiddu
Krishnamurti
y Amigos/as.
En BLOG
"Sea una LUZ para usted mismo"
|
"destartala" la creencia o convicción
en la que nos sostenemos, fácilmente nuestra
atención declina. Esto cuando ocurre es a causa
de que no se ha aprendido a escucharlo todo hondamente,
ya que aquello que contradice lo que sentimos como
verdad irrevocable, nos pone fácilmente nerviosos,
alteración amagada en lo interior, o manifestándose
abiertamente. Es de esta cuestión que nos vemos
en la necesidad de ROGAR al lector, si ha decidido
la incursión en la deliberación aquí
manifestada y propuesta, en el compendio el "espejismo
de centricidad", aproveche para observar atentamente
el balanceo, incluso los abruptos cambios, que se
irán produciendo en su sentir a medida que
preste atención a lo expuesto. Usted mismo
ha de descubrir si estamos fluyendo con la verdad
o deteniéndonos en falacias. La floración del fondo interno Estimado lector, debo pedirle un nuevo ruego: "prestar
atención interna". Aquí lo importante
no es el que escribe, ni los escritores que apuntamos,
sino el significado que subyace en lo que nos estamos
entre todos comunicando. Ocurrirá, si usted
se toma el tiempo y la paciencia requerida para suavizar
el paso cuando se encuentre con asuntos que se le
hagan complejos, o sienta diferentes, que tendrá
oportunidad de observar sus movimientos internos,
ineludibles a causa del imparable flujo. Lo que aprenda
de ese movimiento interno que en usted fluye, es lo
verdaderamente relevante. Piense en este sentido,
que el que escribe también ha hecho de lector
al tiempo de materializar estos apuntes, o sea, "ha
escuchado" asimilando lo apuntado. Verá
entonces, que en muchos momentos se le disparan destellos,
percepciones de hechos, que tal vez no se estén
mencionando en el punto concreto en el que esté
leyendo, pero que de alguna manera se encuentran relacionados.
Esos
El Arte de Escuchar, por J. Krishnamurti.
|
afloramientos provienen de su propio fondo, y es ahí
donde están todas las respuestas que se requieren
para comprender lo que es ser un "ser humano" bueno.
De hecho, todas las respuestas que requiere el ser humano
se encuentran dentro y no pueden provenir de afuera.
Precisamente, aunque posiblemente le parezca extraño,
esa fuente interior es de la que todos surgimos sin
división ninguna.
Escucharse a sí mismo
Dos amigos se escuchan fervientemente,
incluso cuando pudieran estar en desacuerdo en la forma
de ver o sentir algunas cosas, pero es precisamente
ese afecto mutuo que se tienen, el que no impide que
se escuchen, y no existe divergencia alguna que pueda
destruir su cariño mutuo. Pues en el acto de
ser amigos, aún cuando el intelecto tiene una
cierta importancia pues a través de él
transcurre la comunicación y cierta parte de
la interacción relacional, la auténtica
energía que une a los amigos y los convierte
en uno, (más hondamente siempre han sido uno),
es precisamente el amor que surge de sus corazones,
en el que no hay pensamiento ni idea alguna. Tenga el
lector presente este imprescindible punto en todo paso
que dé en estos textos, pues ya le vaticino que
si así lo hace, el significado que encuentre
en ellos usted lo sentirá muy diferente. Ser
amigos, cualidad imprescindible en cualquier cosa en
la vida, implica de manera muy importante, poner la
misma atención que se pone en escuchar al otro,
en escucharse uno a sí mismo. Ya que si uno no
se da cuenta de su movimiento interno ¿cómo
puede llegar a comprender al otro?
|
|
|
|
|
|
|
|
|
El Esquema Básico Cúmulo
Psíquico
A través de la herencia
y la tradición, en lo cultural y en lo
educacional, la manera de "sentir" la
naturaleza, uno mismo y el mundo, "la sociedad",
las relaciones humanas; tofo ello se "inocula"
en el cerebro "fijándolo" en
las células cerebrales a través
de formarse una red de neuronas y sinapsis que
conforman una arquitectura biológica cuya
finalidad es mantener todos
esos contenidos lo más "estáticos"
posible. Esta configuración del cerebro
a nivel celular a raíz del propio contenido
que las células conservan, lo denominamos
aquí el cúmulo psíquico,
un "soporte" físico conformado
por la organización neuronal al tiempo
que por los mismos contenidos que esa red cerebral
adhiere, defiende y de continuo se esfuerza por
mantener y engrandecer. Un conjunto de registros
en cierto grado factuales y en otra medida subjetivos
e imaginativos en el nivel del sentimiento y la
emoción, que "solidifican" el
cerebro a través de la constante fijación
de sus registros.
El espejismo
de centricidad
El cúmulo psíquico
no es más que memoria, de la que se proyectan
por un lado el pensamiento factual, y por otro
el pensamiento emocional "recordado".
Encontrándose el cerebro completamente
unido al organismo a través de la espina
dorsal, el sistema nervioso, sanguíneo,
etcétera, el compendio cerebroorganismo
configura una potente base anímica para
que la ineludible psique que en este compendio
se produce lo experimente como una unidad interna,
el propio organismo y la memoria emocional retenida
del pasado, de lo que se desprende el sentimiento
de "centro". Sin embargo, esta proyección,
es una mera ilusión que el cerebro crea
a partir de esos contenidos emocionales retenidos.
Los proyecta desde la memoria en el propio interior
del cerebro, y éste identificándose
con lo proyectado crea el ego-céntrico
sintiendo todo el conjunto como algo "substancial".
El pensamiento factual no proyecta ilusiones,
el pensamiento emocional, que siempre se encuentra
basado en el pasado, crea el espejismo de centricidad,
del que se deriva la "separación"
que la psique siente como real, cuando la realidad
es que nada está separado. El pasado emocional
fragmenta la percepción del ahora, y en
ese rompimiento proveniente de lo que el cúmulo
psíquico está proyectando, surge
¿Puede
el cerebro transformarse a sí mismo?
El "ego"
es el movimiento de identificación
del cerebro con el pasado.
|
de forma psicofisiológica la irresistible
sensación de centro, "yo soy",
el espejismo de centricidad operante.
El ego-céntrico
Si bien el almacenamiento
y utilización de lo factual en sí
mismo no produce distorsión pues generalmente
se encuentra interrelacionado con aquello que
ese conocimiento factual apunta de la realidad,
ocurre de forma muy distinta con el conocimiento
emocional, pues éste al ser pasado se halla
disociado de la realidad "viva", creando
una distorsión en el ahora, el espejismo
de centricidad. La psique experimenta éste
fenómeno como una realidad factual, la
ineludible sensación de ego, de "ser
alguien", movimiento centrípeto y
a su vez movimiento céntrico. Por un lado
"lucha" por reafirmar ese centro, y
por otro al mismo tiempo, "se esfuerza por
extenderse" en sus congéneres a través
de las relaciones. Restricción interna
e imposición externa. El ego-céntrico,
resultado del espejismo de centricidad, elabora
desde esa ilusión una estructura psico-conceptual,
que se manifiesta como la jerarquía psíquica,
pura mitología de la que se derivan todos
los males en los que la humanidad nos encontramos
atrapados.
Sin comprender a fondo,
de manera directa por uno mismo, esta asombrosa
y a la vez extraordinaria paradoja alojada en
el cerebro y que domina nuestra mente, la mente
humana, no concluiremos de forma definitiva el
resolver los problemas y dificultades a los que
nos ha llevado aceptar esta paradoja cerebral
y mental como algo real e ineludible.
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Portadilla Inicial
Espejismo de Centricidad |
|
|
|
Portada
de los Apuntes acerca del
Espejismo de Centricidad
|
|
Índice de los Apuntes
Espejismo de Centricidad
|
|
|
|
|
|
|