Esta expresión puede hacerse algo rara cuando uno la oye por primera vez, sin embargo en sí misma rápidamente induce una sensación que uno, incluso lo poco que haya podido considerar el movimiento psíquico que cualquiera significa, debería fácilmente despertarle una cierta intuición de lo que apunta. Si bien éste cúmulo psíquico está constituido por un caudal de juicio, prejuicios, conclusiones,

Como lágrimas en la lluvia. Film Blade Runner. Nota RICO PAR: El replicante, la "máquina", presto a morir al concluir su tiempo de vida, después de haberse resistido a su muerte inevitable, incluso llegando a matar, tiene un atisbo creacional, de la inmensidad del universo, de la vida, y el programa "yo soy" que se le programó inyectándole recuerdos de un hipotético pasado, pierde toda la relevancia frente a esa comprensión creacional. Muere en la creación siendo "uno" con ella. (Agosto 9, 2009) Rutger Haver en la mencinada sencuencia del film Blade Runner. Visitar Procedencia Vídeo

sentimientos retenidos, presentimientos, resentimientos, etcétera, etcétera, se ha de denotar el hecho de que todo ello no es solamente ideas y conceptos, sino que todo ese conjunto se sostiene porque el cerebro ha construido todas las conexiones precisas entre neuronas, valiéndose de las simapsis, y sin extendernos en la parte técnica, de hecho, todo un compendio psicofisiologicamente que domina al organismo completo. Así, la "arquitectura biológica" del organismo, se encuentra completamente emulsionada con el sentir "ideológico" que es el completo programa "yo soy" en continuo proceso de acumulación, sobre todo, una vez habiendo surgido a la biosfera desde el interior de la madre en adelante. Por esta razón lo denominamos utilizando esa expresión, pues el cúmulo psíquico es un compendio de una parte física, cerebro y sentidos, una parte archivada, recuerdos, y la completa sensación-sentimiento de todo el conjunto como una unidad. La "parte biológica", con los contenidos almacenados, forman el caudal de "circuitos" que se han ido formando en el organismo, en especial en el cerebro; para retener y hacer operar el caudal de registros que contienen las experiencias de cualquier tipo. La psique delimitada por una estructura "física", y retenida en el pasado.

Lo que reducimos con el término -el programa "yo soy"- es muchísimo más complejo de lo que esta misma expresión apunta, pero suponemos que no es necesario listar aquí el completo de las implicaciones. Hablamos de ello en otras páginas. Aunque sí denotaremos el hecho de que para expresar el "yo soy", como se hace evidente, precisamos de un pasado que se encuentre

La Replicante que no replica. Film Blade Runner. Nota RICO PAR: A un nuevo modelo de androide (femenino) que no se comporta como el resto de los replicantes, le son revelados como falsos sus recuerdos psicológicos, de su cúmulo psíquico, y ella se resiste sufriendo, y creyendo que es un engaño que le hacen al decirle eso. No se cree que todos sus sentimientos le han sido inoculados, y hasta enseña fotografías de cuando era pequeña, para corroborar la autenticidad de lo que recuerda. Con esto, lo que ella no sabe es que no se conoce el tiempo que puede durar su vida, o sea, que continuará registrando sentimientos, los cuales, los tratará igual que aquellos en los que ahora se sostiene; los que le fueron programados. (Agosto 9, 2009) Sean Young en la mencionada secuencia del film Blade Runner. Visitar Procedencia Imagen

archivado, que podamos recobrar a través de la memoria. Desde luego lo que ahí quedó registrado, que es una muy pequeña parte de la vivencia, generalmente distorsionada por los contenidos almacenados previamente en el propio cúmulo psíquico en el momento de experimentarla, y por ello y al mismo tiempo viéndose relativamente afectado, y cambiando en cierta medida. Este cambio, se añade al cúmulo psíquico en su programa "yo soy". Esto hace evidente que el cúmulo psíquico se está moviendo siempre en formato de pasado, y la vivencia en el presente vivo está de continuo traducida por ese pasado, que es el propio cúmulo psíquico. Es este pasado dirigiendo la acción, que es un compendio que se experimenta con el completo organismo, el que al ser proyectado en el momento de la vivencia, la convierte en experiencia, y es ahí donde se produce el espejismo, cuando la psique "bullendo" en el cerebro se identifica con esa proyección como si ella fuera realmente esos residuos pasados. Más aún, pues para la psique, esa proyección ilusoria es una realidad, al mismo nivel que la realidad física que percibe a su alrededor. En este momento se manifiesta la sensación de centro, el programa cerrando el ciclo pone de manifiesto el "ego-céntrico", y la psique es completamente "asimilada" por él. Es entonces cuando dice "yo soy". En este punto comienza el completo "duelo" de moverse de continuo del pasado al futuro, pues para paliar el desequilibrio (dolor) que significa cambiar el momento vivo por un pasado muerto, requiere "soñar" que llegará a un determinado futuro que le permitirá dejar de sufrir. Es un bucle pasado-futuro, completo movimiento a través de los registros de la memoria, quedando la psique prisionera en esa ilusión proyectada, y ocultando así el auténtico flujo vivo y su inseparable significado.

Vemos así que la psique, que debe fluir con el propio flujo de la vida, esto se hace obvio por sí mismo cuando se le presta atención al tiempo y al momento vivo, por identificación se convierte en el cúmulo psíquico con su programa "yo soy", interrumpiendo el flujo. Esa misma interrupción del movimiento de la psique, a causa de imponerle algo fijo, es el mismo dolor que implica vivir en el pasado, que se proyecta entonces al futuro para poder ser "paliado". Mas toda esta actividad del espejismo proyectado y la identificación de la psique con él, ocurre en el ahora vivo, pero de forma oculta, sin ser visto ni sentido, de lo que surge, al existir la "ocultación" de ese hecho, el miedo. Ya que al darse cuenta de ello el cerebro, la psique, esa visión clara en la mente diluye el miedo. Pero el miedo al no ver claro y el

La Persistencia de la Vida Nota RICO PAR: El replicante, la máquina hecha por el hombre, pierde el miedo a morir, entonces su odio es disuelto. En ese estado sin miedo y sin odio, se le despierta el atisbo del amor de la vida, salvando a su perseguidor, precisamente al que le quería arrebatar la suya propia. Su nuevo sentimiento descubierto, a pocos pasos de su consciente muerte, da sentido prístino a su existencia, contribuye a que la vida persista. ¿Por qué los seres humanos no fluimos en la gloria de la persistencia de la vida, y más bien la tenemos estrangulada al borde del precipicio de una destrucción completa de ella? Lo hacemos la mayoría cada día, hasta en las cosas más pequeñas. Uno debe darse cuenta de nuestro estado por iniciativa propia. (Agosto 9, 2009) Rutger Haver y Harrison Ford en la mencinada sencuencia del film Blade Runner. Visitar Procedencia Imagen

esfuerzo por evitar el mismo miedo, a su vez se convierten en el motor que hace girar de nuevo el bucle; es el estado de devenir del ego-céntrico, de lo que fue llegar a ser algo diferente. Se aferra al pasado, sin embargo quiere huir de él. Para conseguirlo proyecta el futuro, donde presume que alcanzará la realización, la felicidad liberadora del miedo. Pero el pasado nunca muere y se convierte en una carga, y el futuro nunca llega, siempre está en el futuro, y en realidad es cada vez más tenebroso. La psique está atrapada en el espejismo, que es un bucle que se retroalimenta de manera infinita. La psique, encarcelada en el cúmulo psíquico, encadenada al ilusorio tiempo, queda entonces ignorante del auténtico movimiento vivo, precisamente el auténtico sentido del significado de la psique. De esta forma, la atemporalidad que es el ahora, no es percibida, y ausente esta cualidad en la mente, es el centro y su contorno el que toma la relevancia. Pareciera hacerse imposible que la psique llegara a desprenderse de la ilusión del ego-céntrico, pues cualquier movimiento que hace sujeta al cúmulo psíquico lo será siempre del pasado. De ahí lo trascendente de aprender a escuchar, de la total atención de este completo movimiento mecánico en el cerebro. En esa atención el tiempo no opera, puede entonces comprenderse todo el "mecanismo", y de esta forma el espejismo no es proyectado. En este estado, en el que el cúmulo psíquico no opera por haberse diluido, o se está viendo claramente como se inmiscuye en lo vivo pero sin hacer nada al respecto, es en esa atención que la psique tiene la oportunidad de descubrir profundos significados que revelan el sentido del acto creacional, que es el ahora vivo. Esa atención y la inmensidad contribuyen sin duda a dilucidar el cúmulo psíquico disolviéndolo.

Ahora, el "trabajo" es arduo, porque esta explicación no es lo mismo que darse uno verdaderamente cuenta en vivo de lo que con ella se está apuntando. Véase aquí lo insistentemente entrenados que estamos al cultivo del cúmulo psíquico, o sea, a sublimar el espejismo del ego-céntrico. Por ello, se ha de tener muy claro, de donde procede la energía, la intención, de que el cúmulo psíquico deba ser comprendido. En esa intención, no puede haber motivo alguno, pues el motivo siempre lo es del ego-céntrico, precisamente lo que debe ser comprendido, y de esa comprensión disuelto.