El Mirlo
POLÍTICA
Artículo 3 de 9
Jerarquía Psíquica
¿Largo y tortuoso camino?
Voy a hacer en estos primeros párrafos, una mengua valoración personal, lo cual quiere RICO PARdecir que todo lo que vengo desplegando, no lo siento como personal; estamos hablando de algo que nos incumbe a todo ser humano sin excepción, y sin pretender presuntuosidad siento que es el ser humano el que está hablando en estos textos, tanto como en los que recurrimos de otros seres humanos para esclarecer todo lo tratado. Pero hoy me siento algo tenso. Cuando empecé con estos apuntes, me pareció –teniendo tan claro de lo que siento se ha de hablar–, que se sucederían con rapidez, y que en un "plis-plas" como aquel que dice, los tendría resueltos. Pero veo el punto en el que la recopilación se encuentra; con el tema que aquí se nos presenta, la política y la jerarquía psíquica que ahora la coordina. Debería estar muy claro para todos, pero el desbarajuste, la continua pugna y el no llegar a soluciones reales, es lo que uno se encuentra cuando hace esta incursión en el campo humano desde la perspectiva política. Un auténtico mareo. Si por otro lado, en cuanto al trabajo de reunir
Jerarquía Psíquica
Búsqueda de imágenes
Búsqueda de texto
estos apuntes, tenemos en cuenta el condicionante de haber dado un cierto esquema de ordenación gráfica y contextual a las páginas, y en sí, sumado al acto de escribir transmitiendo las implicaciones más importantes que contribuyen a poner de relieve el espejismo de centricidad, que es a lo que verdaderamente estamos prestando atención, todo el trabajo de edición; dejado en muy segundo plano con el fin de adelantar… las búsquedas, las lecturas, la redacción… la cosa no está corriendo como desearía. Al menos así lo siento en este momento.
La dificultad es el reto
Otra dificultad con la que me enfrento, es que se hace difícil encontrar "materiales" para poder vincular como manifestaciones coordinadas con lo que aquí se está describiendo: el espejismo de centricidad. No digo que no existan, pues he de admitir que el trabajo de búsqueda con la consecuente lectura que se precisa de las direcciones Internet encontradas, lo realizo de la manera más rápida posible; únicamente reviso los diez o quince primeros ítems que google devuelve en sus respuestas, y al mínimo atisbo de no sintonizar en al menos ciertos aspectos importantes, rápidamente queda rechazado. Curiosamente me llevo sorpresas que no menciono todas, y tal vez estoy incluyendo a personas que más bien apartarán todo esto con un simple manotazo. Pero a la par es revelador que se descubre mucha gente que está verdaderamente interesada en dilucidar toda esta cuestión que nos incumbe, el ego-céntrico. Ahora… como vengo diciendo y haciéndolo de continuo, "estoy improvisando", y aunque no lo pudiera parecer sin "dormirme en los laureles", por eso no puedo hacer marcha atrás y comenzar a desestimar personas mencionadas, paginas, o textos ya concluidos. Si aquel momento pasado en el que se escribieron provino de auténticas vivencias, algo debe haber quedado en ellos.
Interrelacionalidad sin límite
Tocamos aquí, en esta página, una parte muy importante de la "arquitectura" que configura al ego-céntrico, la jerarquía psíquica, y sugerimos no se le haga pesado al

Pirámide representativa de la Jerarquía Psíquica establecida en el Cerebro Humano.
lector leer atentamente las definiciones primeras que se transcriben más abajo. Obsérvese que no tenemos palabras para apuntar a un estado del ser humano en el que no existe el ego-céntrico y por extensión tampoco la jerarquía psíquica, ahora todo lo que no sea jerarquía el ego-céntrico lo siente como desorden. Esto es terrible, qué poca creatividad hay en ello, ¿no? A medida que nuestro cerebro comience a funcionar en un estado de ausencia de centro, deberemos, (y seguramente surgirán espontáneamente), crear nuevas palabras que transmitan esas nuevas cualidades descubiertas que ahora permanecen soterradas y que todavía desconocemos en un sentido conjunto. Así, podríamos apuntar a la relación tanto de trabajo como psicológica entre seres humanos, por ejemplo, como una "organización interrelacional funcional participativa sin centro ni escala". Si el lector puede despertar un auténtico sentimiento de lo que esta frase organizada provisionalmente de esta manera procura señalar, extraerá, tanto de las definiciones como del desarrollo del tema, la jerarquía psíquica, una noción sentida muy significativa. Al menos el que ahora escribe lo hace para que así pueda ocurrir.
RICO PAR (21/07/09)
Investigación y Transformación Social
por José Padrón Guillén.
Conferencia inaugural en las X Jornadas de Investigación, Colegio Universitario Francisco de Miranda Caracas, Venezuela, 24 de Marzo de 2004. Visitar Artículo.
De la belleza de la matemática a la interrelacionalidad
Apuntamos aquí a un artículo que casi se podría definir como "psico-lógico-matemático" (si se nos permite utilizar esta terminología que tanto nos agrada), suscrito por el autor mencionado: José Padrón Guillén. A todas luces podemos descubrir ¡qué bella se hace la matemática! cuando se pone al servicio de la racionalidad, incluso como en este caso, cuando nos enfrentamos a cuestiones que a la matemática se le hace muy complejo ordenar, como es la psique del ser humano, de la cual están surgiendo todas estas divisiones que hacemos de la sociedad. No vamos a comentar dicho texto, pues recomendamos sin excepción que el lector lo lea atentamente, ya que los planteamientos y consecuencias que en él discurren, están suficientemente bien expuestos para reproducirlos aquí, aunque nos valgamos de algunos párrafos, que desde luego no recogen la totalidad de lo que en él se plantea, pero con ellos confiamos suscitar el interés del lector en no dejar de pasar su lectura. Ocurre que además de considerar todo lo que en tal artículo se pone de relieve, una vez comprendido y absorbido completamente, nos despierta la fascinante sensación de "interrelacionalidad", de la cual estamos tan exentos, y que los seres humanos podemos desarrollar socialmente, aunque en realidad más, podemos despertarla, ya que la interrelacionalidad está implícita en nosotros como especie, pero dormida, o peor todavía, atrofiada.
Rico:PAR (22/07/09)
El Individuo y la Comunidad
Interlocutor: No sé muy bien cómo formular esta pregunta, pero siento fuertemente que la relación entre individuo y la comunidad, esas dos entidades opuestas, ha dado lugar a una larga historia de males y prejuicios. La historia del mundo, del pensamiento, de la civilización, es, después de todo, la historia de la relación entre esas dos entidades opuestas. En todas las sociedades el individuo está más o menos reprimido, debe conformarse y ajustarse a un patrón determinado por los teóricos. El individuo está tratando siempre de salir de esos patrones, y el resultado es una lucha continua entre los dos. Las religiones hablan del alma individual como de algo separado del alma colectiva. Ellas enfatizan lo individual. En la sociedad moderna –que se ha vuelto mecánica, uniformada y colectivamente activa– el individuo trata de identificarse, preguntando lo que él es, o haciéndose valer. Toda esa lucha no lleva a ningún sitio. Mi pregunta es: ¿qué está mal en todo esto?
Krishnamurti: Lo único que realmente importa es que haya en la vida acción de bondad, amor e inteligencia. ¿Es la bondad, individual o colectiva; es el amor, personal o impersonal; es la inteligencia, suya, mía o de alguien más? Si es suya o mía entonces no es inteligencia, ni amor, ni bondad. Si la bondad es asunto del individuo o de la colectividad, de acuerdo con la preferencia o decisión de uno en particular, entonces deja de ser bondad. La bondad no está en el patio del individuo ni en el campo abierto de lo colectivo; la bondad florece únicamente cuando se está libre de ambos. Cuando existe esta bondad, amor e inteligencia, la acción no consiste entonces en lo individual o en lo colectivo. Como carecemos de bondad, dividimos el mundo entre lo individual y lo colectivo, y además dividimos lo colectivo en innumerables grupos de acuerdo con la religión, la nacionalidad y las clases. Habiendo creado esas divisiones, tratamos de salvar la distancia entre ellas formando nuevas agrupaciones, las cuales también extraemos dividiendo otros grupos. Vemos que toda gran religión existe para conseguir, supuestamente, la hermandad del hombre, cuando, en realidad, lo impide. Siempre tratamos de reformar aquello que ya está corrupto. No eliminamos fundamentalmente la corrupción, sino que sólo la reordenamos.
Interlocutor: ¿Quiere usted decir que no tenemos que desperdiciar tiempo en esas interminables negociaciones entre el individuo y la colectividad, Krishnamurti en California, 1972o tratando de probar que son diferentes o que son similares? ¿Dice que únicamente la bondad, el amor y la inteligencia son la cuestión planteada, y que los mismos están más allá de lo individual y de lo colectivo?
Krishnamurti: Sí.
Interlocutor: De manera que la verdadera cuestión parece ser cómo el amor, la bondad y la inteligencia pueden actuar en la vida diaria.
Krishnamurti: Si estos actúan entonces resulta académica la pregunta sobre lo individual y lo colectivo.
Interlocutor: ¿Cómo deben ellos actuar?
Krishnamurti: Pueden actuar únicamente en la relación: toda existencia se da en la relación. Por lo tanto, la primera cosa es estar consciente de la relación de uno con todas las cosas y todas las personas, y ver cómo el «yo» nace y actúa en esa relación. Este «yo» es la acción de la mente y el corazón humano; es el «yo» lo que es tanto lo colectivo como lo individual; es el «yo» lo que separa; es el «yo» lo que actúa colectiva e individualmente, el «yo» que crea el cielo y el infierno. Estar consciente de esto es comprenderlo. Y el comprenderlo es la terminación de ello. La terminación de ello es la bondad, el amor y la inteligencia.
Procedente del libro de J. Krishnamurti "URGE UN CAMBIO PSICOLÓGICO".
© Krishnamurti Foundation, London 1973.
© de la edición española, EDHASA,
Editora y Distribuidora Hispano Americana, S. A. Barcelona 1973.
Foto portada interior del libro: Krishnamurti en California, 1972.
¿Jerarquía Psíquica o Reciprocidad Funcional?
Términos, definiciones, sinónimos y antónimos.
jerarca
– Persona que tiene elevada categoría dentro de una organización, particularmente en la iglesia.
Presidió el acto el obispo como máximo jerarca de la diócesis.
Para tratar de la situación se reunieron los jerarcas de las diversas organizaciones.

Foto: calle ABD EL-KADER, Barcelona, 23/10/2008
Autor graffiti: (¿?, firmado en la ilustración).
jerarquía
– Orden y subordinación de categorías, poderes y dignidades.
Hizo una brillante carrera y ascendió rápidamente en la jerarquía eclesiástica.
– Cada una de las categorías de una organización.
El generalato es la máxima jerarquía en el ejército.
– Persona que en una organización tiene elevada categoría.
Presidieron el acto las autoridades y las altas jerarquías políticas.
jerárquico
– relativo a la jerarquía:
La iglesia católica es una organización jerárquica.
jerarquizar
– Organizar en forma jerárquica.
En cuanto se hizo cargo de la empresa procedió a jerarquizar los mandos intermedios.
Durante el feudalismo la nobleza se fue jerarquizando.
Siguen sinónimos de ciertas palabras. Se indica con el signo <-> (flecha de opuestos) los antónimos de los siguientes términos:
jerarquía
– orden, grado, rango, subordinación, escala, escalafón, función, graduación, cargo. <-> anarquía.
orden
– colocación, disposición, clasificación, organización, categoría, clase, concierto, ordenación, sucesión, relación, función, posición, correspondencia, dependencia, subordinación, gradación, armonía, equilibrio, euritmia, tenor, proporción. <-> Desorden.
– método, regla, sistema. <-> Confusión.
– instituto, comunidad, hábito, cofradía.
– mandato, precepto, ordenanza, decreto, ordenación, bando, disposición, prescripción, mandamiento, ley, edicto, ucase.

Foto: c/. Torrent Lligalbe , Barcelona, 15/6/2009. Autor graffiti: "EoX".
subordinación
– sumisión, dependencia, sujeción, acatamiento, obediencia, menoría. <-> superioridad.
correspondencia
– correo, relación, conexión, conformidad, correlación, consonancia, reciprocidad, proporción.
<-> inconexión.
organización
– orden, ordenación, coordinación, funcionamiento, arreglo, distribución, clasificación. <-> desorden.
categoría
– condición, esfera, clase, jerarquía.
autoridad
poder, mando, imperio, dominio, facultad, potestad, jurisdicción, crédito, fe, prestigio.
anarquía
– Falta de gobierno en un estado:
En el terreno político era un ferviente partidario de la anarquía.
– Perturbación de la vida pública por ausencia o relajación de la autoridad.
La carencia de directrices del gobierno sumió al país en la anarquía económica.
– Desorden, confusión:
La habitación se hallaba en completa anarquía, con periódicos y botellas por todas partes.
anarquía
acracia, anarquismo, nihilismo. <-> absolutismo, totalitarismo. || Desorden, confusión, desgobierno. <-> disciplina, orden.
Procedencia de las definiciones y los ejemplos: "Diccionario PLANETA de la lengua española usual". © 1892 Editorial Planeta, S.A. Barcelona.
Procedencia de Sinónimos y antónimos: "DICCIONARIO DE SINÓNIMOS Y CONTRARIOS - TEIDE. Décima edición 1983. © 1966 Editorial Teide, S.A. Barcelona.

Jerarquía psíquica: pantomima humana.
No es en vano que el término jerarquía lo encontramos asociado a poder, que en sí mismo entraña el dominador y el dominado. Un ser humano, cediendo al espejismo de centricidad, heredándolo, y más adelante "conquistando" para hacerlo más grande, se erige a sí mismo titulándose el conductor de los otros,
INVESTIGACIÓN Y TRANSFORMACIÓN SOCIAL por José Padrón Guillén.
…/… de las oligarquías, de los monopolios y oligopolios económico-comerciales, …/… de las elites…/… Visitar Artículo
con supremacía sobre ellos, los cuales aceptan que así debe ser, pues la idea de que las masas humanas precisan ser encauzadas y gobernadas, que uno mismo no puede tener el control de sí mismo, se encuentra arraigada en el propio hecho de ser un ego-céntrico. Siendo los seres humanos tantos como somos, y aceptando esta jerarquía que del espejismo de centricidad se deriva, se crea una pirámide de escalafones ascendentes en la que el número de constituyentes a cada nivel se reduce substancialmente a medida que ascendemos por ella, pues en la cúspide sólo hay uno, o dos si lo acompaña la pareja. El poder se vierte como un flujo de mando-obediencia que desciende desde lo más alto, distribuyéndose en diversos estratos y menguando la energía de decisión en cada uno de ellos a través del conformismo y el acatamiento, a medida que vamos descendiendo hasta el completo grupo en la base, ¿los calificamos a éstos últimos, o ni se lo merecen? ¡Qué cínico se puede volver uno cuando tiene a flor de piel la mentira y la pantomima humana!
La escala jerárquica
El ego-céntrico, del que emana la idea-sentimiento de jerarquía; bien por el caudal de conocimiento que se ha acumulado en el cerebro, rodeado así por aquellos que veneran el saber apoyándolo pretendiendo explicar el profundo sentido de la creación que a todos nos incumbe con igual facultad; bien por la capacidad desarrollada para imponer la fuerza en la agresión, que se encubre con la precisión de orden y la
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…/… modelo Individualista:
la Competitividad y las Leyes de Selección Natural, las mismas que rigen para el Estado de la Selva
requerida defensa; bien por tener que conciliar el concierto o desconcierto socioeconómico entre el dominador y el dominado, entre el rico y el pobre, entre el intermediario de Dios y el hombre de la calle, etc. hemos asumido que, desde nuestro primigenio instinto animal, debamos aceptarla, cultivarla y adherirnos a ella de forma incuestionable. Es el estado en el que ahora se encuentra la psique humana: anclada en el cúmulo psíquico. El ego-céntrico precisa medirse a través de compararse con los otros egos-céntricos. Deberemos repetirlo, "el grande", el que sabe, el noble, el digno, en un extremo. "El pequeño", que no sabe, deshonroso, indigno, en el extremo opuesto. "Entre medio" toda una gama de graduaciones impregnadas hasta cierto punto de esas dos cotas psíquicas extremas.
La jerarquía psíquica galopante
Una vez comprendido lo que es el cúmulo psíquico desde el contacto directo con ello, o sea desde la unisonidad que hay implícita en el acto de estudiarlo, de comprenderlo, de prestarle atención, pues es un acto en el que uno mismo está observándose a sí mismo, en cuya acción no debe haber división alguna entre la entidad que observa y la entidad observada, pues ambas son la misma cosa, entonces podemos comenzar a sondear ciertos criterios y pretensiones en los que el cúmulo psíquico se sostiene desprendiendo la jerarquía psíquica de la que supone ordenar el completo conjunto social, pero que sin embargo de esta manera los conflictos internos y sociales son un constante goteo a variadas intensidades. De hecho, vivir en la armonía y el equilibrio siempre es algo que está en formato de futuro, por lo cual jamás es algo vivo en la vivencia, ¿no se ha dado
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por José Padrón Guillén.
Según la Competitividad, se trata básicamente de ascender, incluso a costa del descenso o estancamiento de los demás. Según las Leyes de la Selección Natural, en las cuales el hombre es un lobo para el hombre, como decían Plauto y Hobbes, se trata de que gane el mejor, de que el poderoso triunfe sobre el débil, de que los más vivos acaben con los más torpes, de que los mejores se impongan sobre los peores en la perpetuación de la especie, etc.
cuenta el lector de esto?. Lo vivo, es el ego-céntrico luchando para conseguir sus metas, dándose de "codazos" con los que igual que él corren en la misma forma por escalar peldaños sociales. La jerarquía psíquica galopante.
Jerarquía psíquica: la división del ego-céntrico
Lo polar es una de las cualidades en la que el ego-céntrico procura fijar su sostenimiento. Es en la dualidad donde encuentra razón a su "verdad", y al hacerlo comete dos errores de base. El primer error es separarse de la verdad enunciando "mi verdad", que es particular, y aún cuando algunos la puedan compartir, otros quedan excluidos de esa verdad particular. Mi verdad es un acto de alejamiento de la verdad completa, total. Entonces postula que la verdad absoluta no existe, o sencillamente es la suya, no la de los otros. El segundo error, continuando la psique atrapada en lo polar, en lo dual de los opuestos, esgrime "los que están conmigo y los que están contra mí", y peor aún, a eso le adhiere sentimiento y emoción, que aún lo confunde todo más. El ego-céntrico es obvio que orbitando alrededor de sí mismo crea un campo de exclusión. Entonces la división está servida, y al intentar ordenar esa división se manifiesta la jerarquía psíquica.
¿Se puede unir la separación?
Esta fragmentación que genera el ego-céntrico, es en esencia lo que el mismo ego-céntrico es, pues el cúmulo psíquico es reticular en su esencia, es un compendio de trozos incompletos. Después, todo su esfuerzo se pierde en pretender cohesionar esa división que el mismo genera y es, jugando inconsecuentemente a creer que hace algo bueno persiguiendo esa realización de unión, cuando en realidad es él mismo desde su centrismo que ya se está separando de los otros. Él ego-céntrico se lo oculta a sí mismo sin querer ver que en realidad su movimiento es puramente "interés propio", que le proporciona placer e inventada seguridad. Desde ese estado ególatra concibe el escalafón, los que se encuentran por encima de mí, a los que he de obedecer, y los que yo puedo dominar, conducir, de los que yo soy el más grande, el más importante. La jerarquía psíquica entonces está servida en bandeja.
No hay jerarquía en lo natural
El orden es la cosa más fundamental en la creación, pues es sencillo ver que sin él no habría creación; los pájaros no volarían, las nubes no hidratarían al planeta, etc. etc. La vida no se podría cohesionar sin orden. Pero una cosa es el orden natural y otra el orden del cúmulo psíquico, el cual aun siendo una "producción" de la misma creación, pues está aconteciendo en ella, es algo
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por José Padrón Guillén.
…/… la felicidad de una sociedad está en las relaciones de compatibilidad, solidaridad y complementariedad de los objetivos y logros individuales.
artificial a partir del momento en que el acto volitivo del ego-céntrico toma decisión en la acción, separándose así de lo natural. Obviamente, el acto centrípeto del ego-céntrico, excluye lo envolvente a él, y esto aleja al "ser" de la totalidad. No existe jerarquía en la naturaleza, es nuestro cerebro ahora engañado por el espejismo de centricidad el que la proyecta, ve, siente jerarquía en lo natural. Lo natural es infinita interrelacionalidad multidimensional indivisa. El ego-céntrico únicamente es una sombra que dándose a sí misma "valor real", engañando al cerebro y a la psique, se sitúa en una escala meramente lineal que él mismo ha inventado a partir de su auto-adoración, es la esencia de la egolatría. La evidencia del desorden a nivel colectivo, mundial, e interno, psicológico, que se pone de manifiesto en lo que hacemos de la vida cotidiana, denota lo artificial que es el cúmulo psíquico.
La identificación del cerebro
Es precisa la organización conjunta, pero no en base a la jerarquía psíquica, "el grande y los pequeños", pues además de ser esto algo absolutamente ilusorio e inventado, decadente y con extrema falta de inteligencia, crea la domada crueldad en la que transcurre nuestra vida humana. El cúmulo psíquico precisa construir en sí mismo un campo de divisiones en el que pueda distribuir a sus congéneres en clases y rangos, eso le hace sentirse seguro aunque hacerlo de esta manera genere perturbación en otros y en sí mismo. Ser adorado o adorador, es lo mismo, todo ello proviene de la jerarquía psíquica, que es algo inventado pues no existe por sí misma en ningún lugar en la creación. Sólo existe en nuestras ideas y sentimientos y porque nosotros la hacemos, entonces se la vemos a todo aquello que miramos. Creemos que es real porque la imponemos en nuestro cerebro adhiriéndonos a ella fortaleciendo el ego-céntrico; se la imponemos a nuestra psique aferrándonos al ego-céntrico que creemos que somos, con el
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por José Padrón Guillén.
El adscrito al modelo Individualista incluso llega a condenar a los infelices atribuyéndoles incompetencia y desidia o, en otros casos, atribuyéndoles mala suerte. El hecho es que, bajo este modelo, cada individuo busca su propia felicidad, independiente e insensiblemente a las carencias y a la infelicidad de los demás. Este enunciado se halla caracterizado en la literatura universal bajo la figura del llamado "pariente pobre" en las familias, al que nadie atiende, del que todos huyen y al que todos condenan por incapaz o desafortunado.
que el cerebro se identifica. Desde luego hay muchos ejemplos, pero pondremos uno, "no es la "reina" del hormiguero", "es la MADRE del hormiguero completo", véase en esta disociación la tremenda falacia en la que vivimos.
El ego-céntrico posicionándose en la escala
Esto no es teórico, el lector como ser humano que es, puede observarlo en sí mismo, si es que tiene la ferviente necesidad de descubrir la verdad de todo esto. Puede verlo en el campo de relaciones de su vida misma, y cómo hay un escalafón de importancia desde los considerados grandes a los considerados pequeños. Desde los que adoramos hasta los que despreciamos. Desde los considerados los míos, a los que no tienen nada que ver conmigo. Nosotros mismos nos situamos en uno de esos rangos. Al que tenemos por grande en el fondo lo tememos pues su poder nos podría aplastar, y adornamos ese temor con simpatía hacia él, hasta congeniamos. Aunque cuanto más importantes nos sentimos más miedo y más arduo que podamos dejar de tenerlo. El que consideramos nadie, no produce ningún efecto en nosotros, indiferencia, o en último caso desprecio. El vagabundo abandonado en la calle es una manifestación de esto, pero hay otras muchas como se hace evidente.
Ego-céntrico: placer y sufrimiento.
Así, la jerarquía psíquica no es inteligencia, pues ella divide, anula y destruye. La energía base de la que la jerarquía psíquica se sustenta es el miedo, y éste jamás es inteligencia. El miedo biológico es inteligencia, el miedo psicológico es neurosis. ¿Cómo puede ser bondadoso un humano
INVESTIGACIÓN
Y TRANSFORMACIÓN SOCIAL

por José Padrón Guillén.
…/… en el modelo Individualista el mundo soy yo, mientras que en el modelo Colectivista el mundo somos todos.
que se siente "más" que los otros, "un elegido", por cualquier inventada creencia? Y en el acto de organizar la sociedad ¿no se encuentra el cúmulo psíquico en primer término pues está su realización propia, aunque tal vez amagada por detrás del interés colectivo? No existe la jerarquía en lo natural, nunca es algo físico, siempre es algo exclusivamente psicológico, es la realización del ego-céntrico, que vistiéndose de falsa humildad en realidad está practicando la egolatría, que le proporciona placer en muy variados aspectos. Placer, con el que por detrás de él, oculta el sufrir que el ego-céntrico genera en sí mismo y en los otros.
La negativa a escuchar
El cúmulo psíquico no aceptará esto que se está diciendo, es evidente, al tiempo de ser una tremenda pena. Desde luego si llegara de cualquier manera a plantearse escucharlo. Parece ser que esto únicamente lo escuchamos aquellos que "trabajamos" en comprenderlo, que vemos su racionalidad implícita y explícita. Puesto que sólo aquellos que quieren despertar a la creación y su verdad pondrán el ímpetu para poner al descubierto al ego-céntrico. Únicamente dándose cuenta uno mismo de lo que supone y significa esta psique enclaustrada que heredamos y cultivamos, se puede despertar a la verdadera ordenación
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por José Padrón Guillén.
Si creemos que lo importante no es llegar a estar al lado de los ricos y los poderosos, sino lograr que todos seamos un poco más felices, si trabajamos por reducir las distancias entre pobres y ricos, por disminuir los márgenes de exclusión y por lograr una sociedad sin injusticias, entonces veremos la Universidad y la Investigación como recursos adicionales para esos logros. Visitar Artículo
fluyente de la funcionalidad que precisan nuestras necesidades en cuanto a lo físico. Que es lo único que podemos ordenar, "nuestra funcionalidad" en lo material. Pero el movimiento de la vida cotidiana, el flujo de la psique en nuestras relaciones, no se puede ordenar, debe descubrirse a cada nuevo paso. Y esto es imposible si hay una "fijación" psicológica en el cerebro, la cual utiliza toda su energía precisamente para mantenerse fija. Vivir en flujo no quiere decir que la vida deba ser algo caótico, todo lo contrario, pues la verdadera creatividad se encuentra en estado de flujo. Esto únicamente puede comprenderlo un cerebro en el que el espejismo no se está proyectando, se ha diluido. O la persona, el ser humano que uno mismo es, se encuentra en procura, atento, de darse cuenta de todo el proceso. La graduación en la organización colectiva tiene sentido cuando es solo funcional, sin ápice de egocentrismo. Es una reciprocidad funcional interrelacional en la que no existen cargas psíquicas de ninguna clase, esta es la verdadera "colectividad" social, si es que podemos calificarla con esta palabra: "colectivo". Porque lo colectivo se convierte en el terror cuando se hace jerarquía psíquica, que es lo que cultiva prácticamente la completa sociedad planetaria. Y por cierto que si podemos hablar de colectivo, hemos de puntualizar que únicamente existe uno, la especie humana, el ser humano sin división ninguna.
RICO PAR(22/9/08 - 17/10/08)
 
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