El Mirlo
EDUCACIÓN
Artículo 2 de 10
El adiestramiento del ser humano
Queda prohibido, prohibir en absoluto.
Liberarnos hemos; de la imaginación protectora. Quien busca tranquilidad en sus sueños, únicamente engaño encuentra.
Ya estás abrigado, abrigada, por el universo entero, pero sobre todo y más significativo, por la profundidad inalcanzable, en lo más hondo de ti mismo, de ti misma. Que brota de la fuente incognoscible profunda, de la que todo y todos estamos brotando.
Por lo cual, no hay "mí" camino, mi historia, (16/10/09), mi logro. Ni nosotros ni ellos, somos todos algo conjunto. Mas ahora nos encontramos desintonizados.
En la comprensión está el descubrimiento. Y si uno, cualquiera, ya está entendiendo, su trabajo es hacer que los que están prohibiendo, a los otros y a su vez y por ello a ellos mismos, despierten a la mente abierta, la única que es capaz de verlo todo.
La prohibición proviene de lo fragmentado, de lo roto. Únicamente la ignorancia prohíbe, pues la inteligencia aprehende de sí misma.
En el entendimiento no se precisa ley ninguna. Cuando el ser humano comprende esto, y todas las inmensas implicaciones que hay en ello, su corazón se abre, y así atento al desorden, evitando tener que prohibir nada en esa nítida observación de los hechos. (26/10/09).
RICO PAR, (26 de octubre del 2009).
La Vida nunca se detiene
La vida es flujo, únicamente los recuerdos, que son registros, persiguen aparentar lo fijo. La vida jamás está quieta y tiende siempre a lo nuevo. Cuando el cerebro percibe este hecho claramente, entonces es cuando descubre que "aprehender" es precisamente un estado paralelo pero a la vez en contacto con ese movimiento indómito del flujo de la vida. Aprehender en y del movimiento de la vida es una constante en la completa vida. Así, ¿qué significa exactamente educación? Con lo expuesto debería quedar muy claro: educación es la relación entre dos o más seres humanos en el ahora vivo, en la que el énfasis se encuentra puesto en la exaltación del descubrimiento de la vida de forma participativa y conjunta. En el caso de la educación infantil y juvenil, tanto el adulto, que posiblemente se defina como maestro, aunque también como padre o tutor etcétera, aprende y descubre con la misma intensidad que los niños y los jóvenes lo están haciendo, de forma que en ese aprehender no hay división jerárquica ni funcional ninguna, pues juntos están compartiendo el descubrimiento y la investigación que el acto vivo implica para discernir si lo que de éste se percibe es auténticamente participativo y verdadero.
 
Todo se está haciendo en el Ahora
Ahora bien, ¿qué ocurre actualmente? El adulto, que se toma a sí mismo como "educador", lo hace partiendo de la premisa de que él contiene una determinada cantidad de conocimiento que puede transmitirle al niño, conocimiento del cual él no puede aprender nada nuevo, pues en su premisa ya está contenido el creer que ya tiene el suficiente para enseñarlo. El adulto "sabe", el niño o el joven "no saben". Si bien en cuanto a las artes y a las ciencias el adulto tiene una información que puede transmitir, no ocurre así en relación a lo psicológico, pues el adulto igualmente se "está formando", aunque él lo ignore y crea que ya "está hecho". Desde esta perspectiva es así como la acción de la educación se convierte exclusivamente en una clonación de conocimiento de un cerebro a otro. En esta situación, que es la que ahora generalmente predomina, se hace patente que el llamado educador, no se implica con su mundo interior, su sentir psicológico de la vida, pues exclusivamente expone ciertos hechos, (aunque también se enseñan falacias como si fueran verdades, en especial cuando de ciencias sociales se trata), acerca del mundo material, dejando de lado las cuestiones del fluir psicológico, las inquietudes del sentir mental, tan fundamentales de comprender tanto cuando se es adulto como mas especialmente cuando se es niño o joven, que uno se está "consolidando" físicamente, y es el período en el que ahora se inocula el espejismo psicofisiológico de centricidad. ¿Puede haber participación unísona entre varios seres humanos mientras existe un centro separándose?
Imagen: "Lucy in the Sky with Diamonds". The Beatles. Visitar en YouTube.
RICO PAR (Mayo 24, 2009)

Del libro "CARTAS A LAS ESCUELAS"
Autoridad: agresión y servilismo.
Está la relación entre el educador y el estudiante. ¿Mantiene el maestro , consciente o inconscientemente, su sentido de superioridad y permanece así siempre sobre un pedestal, haciendo que el estudiante se sienta inferior, uno que debe ser instruido acerca de todo? Obviamente, en esto no existe la relación. De ahí surge, por parte del estudiante, un sentimiento de tensión y fatiga. En consecuencia, el estudiante aprende desde su juventud esta condición de superioridad; se le hace sentir empequeñecido y, por lo tanto, o se vuelve el agresor a lo largo de su vida, o es continuamente acomodadizo y servil.
Ocio: infinito tiempo para la observación.
Una escuela es un lugar en el que se dispone de ocio, y donde el educador y el que ha de ser educado están ambos aprendiendo. Este es el hecho fundamental de la escuela: aprender. Por ocio no queremos decir tener tiempo para uno mismo, aunque eso también es necesario; no significa tomar un libro y sentarse bajo un árbol o en el dormitorio para leer indiferentemente alguna cosa. No significa un estado plácido de la mente. Y por cierto que no significa ser perezoso o emplear el tiempo para soñar despierto. Por ocio entendemos una mente que no está de continuo ocupada con alguna cosa, con un problema, con algún deleite, con algún placer sensorio. Ocio quiere decir una mente que dispone de infinito tiempo para observar; observar qué ocurre alrededor de uno y qué es lo que está ocurriendo dentro de uno mismo. Implica tener tiempo libre para escuchar, para ver claramente; implica libertad, la cual generalmente se traduce como hacer lo que a uno le plazca, que es lo que de cualquier modo están haciendo los seres humanos, ocasionando con ello mucho daño, desdicha y confusión. El ocio significa una mente quieta, significa ausencia de motivo y, por tanto de dirección. Esto es el ocio, y es únicamente en este estado que la mente puede aprender, no sólo de ciencia, historia, matemática, sino también aprender acerca de uno mismo; y es en la relación donde podemos aprender acerca de nosotros mismos.
J. Krishnamurti de la carta, primero de Octubre de 1978.
Título del original en inglés: Letters to the Schools. Traducción Armando Clavier.
Publicado por EDHASA, 1984, Barcelona.
Más allá de la codicia, el Ocio de la Mente.
Cumulo psíquico, ego-céntrico; el espejismo.
Hemos definido el cumulo psíquico como la retención de "impactos" vivenciales que suceden con y en la psique en el acontecer de la vida. Esta memoria emocional retenida, con sus cargas de predilección y rechazo comparativos, asumidas por el "ser" como la realidad de "sí mismo", proyectan el ego-céntrico, el programa "yo soy" con su completo caudal de conocimiento mitológico, del cual el cerebro se identifica "creyéndose" ser ese cúmulo psíquico almacenado. Un movimiento que impregna el completo cerebro-organismo condicionándolo a ese espejismo, en el que la proyección no tiene realidad en sí misma en la auténtica realidad que ocurre en el ahora. Éste movimiento céntrico y centrípeto que es el espejismo ego-céntrico, que experimenta la vivencia como "yo", en el acto de identificación proyecta al mismo tiempo un campo de "lo mío", la propiedad, junto con el influjo de "poder" que se ejerce en lo envolvente a raíz de esa propiedad; ambos: propiedad y poder, son un movimiento en la codicia. En la misma medida que el ego-céntrico tiende a cerrarse sobre sí mismo, con la fuerza desprendida del programa "yo y lo mío", en proporción inversa se separa de lo envolvente, al tiempo de luchar y esforzarse para que lo envolvente

Educando al Educador por J. Krishnamurti,
en el BLOG de SALTRONIC
¿Qué papel puede desempeñar la educación en la actual crisis mundial?
Visitar Apunte
se ajuste a sus predilecciones y rechazos. Se hace obvio que hay una energía dividida contraponiéndose a sí misma, tiende a un centro a la vez que se esfuerza por expandirse en el entorno. Y ese mecanismo funciona como un bucle. Una vez iniciado, se repite y se repite de forma continua creando los resortes "candado" que contribuirán a que la ilusión no deje de operar en ningún momento.
Los candados del bucle ego-céntrico
Para que este movimiento cíclico no sea interrumpido, para que su energía sea tan fuerte que pueda mantenerse en el ahora replicándose en todo cerebro humano que en el flujo creacional va surgiendo, se precisa de unos resortes que impidan que pudiera esta energía estancada diluirse. A tenor de que la mayoría del planeta nos encontramos afectados por esta dolencia psíquica, el espejismo de centricidad, y que ello viene aconteciendo ya por innumerables generaciones, se hace evidente que tal mecanismo retroalimentado con sus candados que lo protegen es muy potente. Estos bloqueos en forma de candado, son una larga ristra de rotundas aseveraciones asumidas como imposibles, de los que el espejismo se alimenta dificultando, sino más bien impidiendo, el flujo natural de la auténtica energía existente en la realidad más allá del espejismo. La propiedad, la codicia, consideradas inevitables y promulgadas y reconocidas como beneficiosas, que crean un campo de competencia entre los múltiples egos-céntricos, es una de esas verdades imposibles que aseveran que la única manera de relacionarnos es continuamente compararnos compitiendo entre nosotros con el fin de conseguir la supremacía. El poder sobre los que nos rodean. El candado dice, ordena: "no es posible vivir sin comparación y competencia". Candado que se instruye practicando la comparación y la competencia prácticamente desde que el niño da sus primeros pasos. En las aulas esto es una constante. Entonces, si la mente precisa encontrarse en el ocio, en ese estado de atención sin centro ni dirección en el que se atiende al todo sin reserva alguna, ¿de qué manera puede ocurrir esto, si todo lo que hay es empeño, el propio ego-céntrico que tiene un horizonte delimitado al que arribar el cual está siendo marcado por la comparación con los otros, en la que se cuecen la predilección y el rechazo? La nueva mente, la nueva conciencia, indudablemente ocurren cuando el espejismo se ha diluido. El trabajo que se requiere no sólo en las aulas sino en las relaciones sociales, es el de "desarticular" el espejismo de centricidad, y de ahí comenzar el desconocido camino de aprehender y descubrir siempre en lo nuevo.
RICO PAR (Noviembre 11, 2009).
Jiddu Krishnamurti
¿Podemos vivir con felicidad, creativamente?
Ciertamente, sólo cuando toda esta competencia sea erradicada.
De la ambición al conflicto
Cuando fuera de la escuela están ustedes con sus padres, cuando leen los diarios o hablan con la gente, tienen que haber notado que casi todos quieren producir un cambio en el mundo. ¿Y no han advertido también que estas mismas personas están siempre en conflicto unas con otras sobre esto o aquello –sobre ideas, propiedad, raza, casta o religión? Sus padres, los vecinos, los ministros y los burócratas, ¿no son todos ambiciosos, no están Krishnamurti 1972luchando por una posición mejor y, en consecuencia, no están siempre en conflicto con alguien? Ciertamente, sólo cuando toda esta competencia sea erradicada, habrá una sociedad pacífica en la que todos nosotros podremos vivir con felicidad, creativamente.
Más allá del impulso destructivo de la ambición
Ahora bien, ¿cómo puede hacerse esto? ¿Pueden la regulación, la legislación o el adiestramiento de la mente para que no sea ambiciosa, eliminar la ambición? Exteriormente, puede uno disciplinarse para no ser ambicioso, socialmente puede dejar de competir con otros; pero internamente seguirá siendo ambicioso, ¿no es así? ¿Y es posible erradicar completamente esta ambición que está trayendo tanta desdicha a los seres humanos? Es probarle que no hayan reflexionado sobre esto antes, porque nadie les había hablado así; pero ahora que alguien les habla sobre ello, ¿no quieren averiguar si es posible vivir en este mundo plenamente, creativamente, de una manera rica, feliz, sin el impulso destructivo de la ambición, sin la competencia? ¿No quieren saber cómo se puede vivir sin que la vida de uno destruya a otra persona ni proyecte una sombra en su camino?
Proviene del capítulo 7, LA AMBICIÓN, del libro EL PROPÓSITO DE LA EDUCACIÓN,
por J. Krishnamurti. Visitar libro en Biblioteca de la Web UPASIKA.
La ambición compite, el Amor Coopera.
Hasta este momento me ha sido muy fácil escribir sin referirme de manera directa a mí mismo, como persona o nodo-anímico, y continuaré haciéndolo. Esto es muy sencillo, pues estamos "discurriendo" acerca del ser humano que es "algo" que va mucho mas allá de eso que denominamos el "uno mismo", y que nos incumbe a todos los que nos encontramos en el flujo vivo. Pero en este momento, atendiendo al texto que debe seguir esta impresionante y clarificadora declaración de Krishnamurti, encuentro un texto rubricado por SERIECITO en el BLOG AVANTO, que me ha hecho recordar una profunda sensación de la adolescencia, que no ha desparecido pues aún se mantiene, pero pareciera que la incipiente sorpresa de entonces haya menguado. Siempre me costaba mucho entender cómo no se exaltaba la alegría por hacer las cosas en grupo, de forma participativa, sin que nadie estuviera sobresaliendo. Y cuando uno intentaba crear ese clímax de concierto participativo, todos te miraban como un bicho raro. Tuvieron que pasar ciertos años para comprender las causas que impedían esa comunión conjunta. La egolatría y la competencia que en las relaciones se destila a causa de ella, eran y son las que de continuo están impidiendo que sintamos la pluralidad sin ningún atisbo de centro. El autor Seriecito, en su texto titulado "¿COOPERAR o COMPETIR?", partiendo de una referencia al libro de Eduard Punset "Viaje a la Felicidad", acerca del "modelo educativo imperante", el cual no puede dejarse pasar por alto, se extiende a partir de él en desplegar esta noción de "divisibilidad ineludible", candado psíquico al que no sólo somos educados, sino que cultivamos y reinyectamos de manera indolente y negligente a nuestros descendientes.
La nueva conciencia hay que alcanzarla, no viene sola.
Seriecito: … lamentablemente nos han educado así, nos han programado para esto, día a día con machaconería e insistencia y durante muchos años. Lo malo es que el modelo sigue y por tanto es de esperar, que las próximas generaciones repitan lo mismo.
¿Qué podemos hacer para que el ser humano nos abramos a la verdad? ¿Qué hace que ella no cuaje? ¿Es tan sencillo como un problema de hábito? ¿O se requiere de un despertar "interno" que manifieste la interrelacionalidad indivisible? Ahora, toda investigación en este sentido, nos llevará de continuo al primigenio problema, más bien paradoja, el espejismo de centricidad operante. Pudiera parecer aburrido mencionarlo tan insistentemente, seguramente sólo para aquel que no está prestando atención a todo esto, pero no sólo es la finalidad de estos apuntes ponerlo de relieve, de ahí la insistencia desde diversas perspectivas, sino que mientras que no aclaremos verdaderamente esta dificultad a la que la ilusión nos conduce, no podremos plantearnos cuestiones más profundas y verdaderamente creativas. La educación impositiva, cuadriculada a determinada norma, proviene del estado violento de nuestra mente, del codicioso ego-céntrico. Cuando una fábrica deja

¿Cooperar o Competir?
por Seriecito.
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de producir hay que cerrarla. Para que una fábrica de armamento no se cierre, se deben conseguir pedidos, y la manera de lograrlo, es creando división y conflicto. A esta división y conflicto se adiestra en la escuela y maestros y padres lo permiten, pues lo tienen asimilado muy hondo. A pesar de que es una división y un conflicto tan acaramelados por los buenos modales y la pretendida apariencia de inteligencia, que ocultan la larga ristra de candados psíquicos que con la fragmentación competitiva se están formando en los cerebros. Indudablemente esto es una carencia total de creatividad, que es a lo que somos adiestrados, a la clonación psicológica del espejismo. Y curiosamente, para comprender, para tener un atisbo de esta nueva conciencia humana revolucionaria en la interrelacionalidad, es imprescindible discurrir en la creatividad. Los candados psíquicos que el ego-céntrico desarrolla y se impone individual y colectivamente, surgen como ratas a la huida una vez sondeamos en los intersticios internos donde se encuentran agazapados operando todos esos condicionamientos. Pero este trabajo de "desmantelamiento" del ego-céntrico, debe estar haciéndose en las aulas, en la vida profesional, y en los núcleos familiares y sociales. En todo tipo de relación en la vida.
(Me disculpo con las ratas por haberlas utilizado como alegoría para describir algo nefasto en nuestra mente, pues lo terrible que ellas nos pudieran parecer a nosotros, es una falsa sensación que proviene de nuestros prejuicios infundados).
 
Trampolín a la nueva y desconocida conciencia
Seriecito: … hagamos una "enmienda" a la totalidad y postulemos una educación desde la infancia, basada en el desarrollo personal no competitivo, donde sean reconocidas y potenciadas las cualidades personales intrínsecas de cada uno, …
… inyectándose entonces estas cualidades en el grupo. Y en igual medida, las cualidades del grupo reinyectándose en uno. Cuando estamos verdaderamente sintonizados en la mente lo personal desaparece. Sólo cuando no hay centro interno es que la totalidad puede ponerse de manifiesto. Cuando un grupo de personas aprenden el auténtico diálogo, que las conduce a la sintonía, es cuando se pone de relieve el ser humano, y lo personal es un mero detalle en la totalidad conjunta. Pero esto, hemos de repetirlo, el ego-céntrico no puede comprenderlo más que como un sueño imaginario, cuando es algo que para ser comprendido, su envergadura y la indescriptible significación que tiene, debe ser vivenciado por la mente libre de espejismo.
RICO PAR (Noviembre 11, 2009).
Acerca de la Educación
educación Formación, enseñanza, instrucción, adoctrinamiento. || Urbanidad, crianza, cortesía.
educando Colegial, escolar, alumno.
educar Formar, enseñar, dirigir, encaminar, instruir, adoctrinar. || Afinar, perfeccionar, desarrollar. || Desarrollar las fuerzas físicas por medio del ejercicio, haciéndolas más aptas para su fin. || Perfeccionar, afinar los sentidos.
¿Qué es la educación?
Tema complejo, y a tenor de nuestro comportamiento pareciera que poco sabemos de lo que esta acción pueda verdaderamente significar. Es cierto que atendiendo al proceso completo, desde los estudios básicos hasta los superiores, podemos decir que formamos buenos técnicos, profesionales con un alto grado de preparación, en cuanto al conocimiento científico y tecnológico, carreras, oficios y maestrías. Prueba de ello es la vida "protésica" de la que dependemos. En ciertos aspectos nos proporciona comodidad y bienestar, pero en otros un buen caudal de dolores de cabeza, que aceptamos como irremediables. Pero educación no es sólo conocimiento técnico, ya que nos hemos de preguntar ¿qué pasa con el ser humano?
Educación no es "amoldar"
Como a la mayoría de palabras a esta también le alcanza la dualidad, pues la podemos comprender de dos maneras bien diferenciadas. Nos ajustaremos aquí a las palabras que mejor nos parece señalan las diferencias que se precisan poner de relieve: enseñar, formar versus instruir, adoctrinar. Aclaremos las dos que no consideramos educación, que son instruir y adoctrinar. Ellas dos nos hablan de una actividad de completo amoldamiento, se fuerza al sujeto, tal vez con su propia aceptación, a integrar en él diferentes comportamientos y concepciones ceñidas a un determinado patrón que persiguen un fin concreto y delimitado que implica su ordenación, la del sujeto, en un campo mayor de relación, del cual él dependerá en beneficio de otros y en cierta medida quizá contribuirá a su "supervivencia" física, pero en su aspecto anímico psicológico andará ciego. Instruir y adoctrinar son una especie de adiestramiento, y si bien pueden tener un cierto nivel de significado, más bien apuntan a reprimir hasta hacer desaparecer la iniciativa propia del sujeto adiestrado o adoctrinado.
Empezar a entender a los demás
En la base de nuestro comportamiento está la educación. Recordemos las palabras de la doctora Taylor: «La educación puede ser una liberación y sus contenidos pueden ofrecer una gran resistencia al lavado de cerebro», pero ella misma no escondía que muchos sistemas educativos se pueden convertir en atroces lavados de cerebro. Esto se llama adoctrinamiento.
El profesor Trujillo nos aseguraba en el plató de Redes que, en realidad, no estamos formando a nuestros jóvenes. Les estamos ofreciendo información masiva, estamos intentando que gestionen esa información de un modo más o menos adecuado, pero no estamos haciendo nada para instaurar los pilares fundamentales en cuanto a las emociones y el comportamiento. Y estos pilares, el control de la emoción y el comportamiento, son imprescindibles para que los individuos puedan gestionar adecuadamente semejantes niveles de información. Estamos creando jóvenes frustrados –y por tanto, agresivos, consigo mismos y con los demás–. «Hoy por hoy», nos decía Humberto Trujillo, nuestros chavales, nuestras nuevas generaciones, chicos y chicas de 12 a 13 años, no tienen un verdadero "apoyo social percibido", o no tienen la percepción de ese apoyo social. Es posible que lo reciban, pero lo importante no es lo que uno recibe, sino lo que cree que tiene y de lo cual dispone. El apoyo social es un elemento de sosiego y de aproximación que permite a la persona un equilibrio suficiente como para empezar a entender a los demás».
Procede del capítulo VI, "Lavado de cerebro". Epígrafe: Técnicas modernas… de persuasión. Del libro de Eduard Punset "El alma está en el cerebro".
Visitar Web oficial de Eduard Punset Casals.
Enseñar, mostrar.
Mucho más adecuadas para referirnos a educación son por un lado "formar", ya que de hecho, partiendo de la premisa de que todo se está formando en un grado u otro, la educación sería la acción que contribuye a que tal formación discurra en su flujo natural de "configuración". La sutileza aquí es: "ser formado", que sugiere alguien que induce en la formación constriñendo el campo relacional, o "estar formándose", que implica un flujo natural sin coacción abierto a la completa interrelacionalidad. Sea quizá esta matización la que nos haga dudar de utilizar la palabra "formación" como educación. El término que sí refleja muy bien lo que entendemos por educación es "enseñar", en su sentido de mostrar; lo que se puede "ver" señalándolo, y lo que no se puede ver apuntándolo para despertar la noción de ello. Así, el adulto únicamente enseña al niño o al joven, "le muestra", "le apunta", una realidad y una verdad, no le instruye ni lo adoctrina sobre ella. El niño asimila entonces la noción o la verdad por "vibración", por "simpatía" directa con el adulto, pero de manera más especial por despertarlas el en sí mismo por sí mismo. Esta diferenciación es fundamental.
Educación es acción
Generalmente entendemos por educación la transmisión de conocimiento desde "uno que sabe" hasta "otro que no sabe". Esto es cierto en cuanto al conocimiento técnico, que lo podemos axiomatizar y responde en un alto grado a la mecanicidad. Pero en cuanto a la vida y el vivenciar, esta concepción se derrumba, pues tanto el adulto como el niño se encuentran en igualdad de condiciones, ambos fluyendo en el flujo vivo siempre nuevo. He aquí el gran error que ahora se comete, pues mayormente, al que se le denomina "educador", se le considera capacitado para enseñar lo que es ser un ser humano, lo cual es una fatal equivocación. El ser humano, que es el acto de vivir siéndolo, siendo un ser humano, es un acto de continuo aprender durante el completo transcurso de la vida, pues nunca estamos hechos del todo, lo que implica el descubrimiento continuo. Cuando el responsable
Elecciones Europeas IV: Educación juvenil.
… una democracia que dice hacer libres a las personas y lo que hace es criar burros dependientes …
… como resultado vemos a los jóvenes desorientados … se creen que … ya no es necesaria la memoria o la capacidad de razonamiento. Este es el logro de la democracia: orejas de burro.
de desplegar el acto de educación parte de la premisa de que "él sabe" en cuanto a esta esencia de ser un ser humano, ha introducido la egolatría, y ahí lo único que ocurrirá será la clonación de pensamiento. Así, educación es un acto continuo en la acción siempre nuevo y por ello sujeto al descubrimiento. Nunca cesa.
Educación polar, desorden social.
Hemos dividido la educación en educador y educando, y si bien en el aspecto tecnológico puede tener cierta significación, el aspecto principal en la educación es el despertar del ser humano. Esto es evidente. La ciencia y la tecnología, el oficio y la maestría, son aspectos secundarios. Lo principal es despertar la "luz interior", pues cuando ésta existe, las artes y las ciencias son consecuencia directa de esa luz, y no de la mera repetición. Existe el acto de la educación, en la que todos los que participan están aprendiendo, pero cuando nos dividimos en educador y educando, es evidente que cierta energía ha quedado estancada. De esta retención surgirá el conflicto y el desentendimiento. A todas luces ocurre así en las aulas, y de manera más significativa en el completo espectro social. Véanse la cantidad de leyes, en cuanto a comportamiento humano, que debemos implantar para poder disponer de cierto orden, puesto que el orden interior no ha acaecido, de lo contrario no las necesitaríamos. El orden humano ocurre en su interior y de ahí se extiende a las relaciones. Cuando éste proviene de un esquema "ideográfico-emocional" previamente diseñado, al que el ser humano debe amoldarse, en ese patrón se están induciendo ambos comportamientos, tanto el que se acepta como el que se prohíbe.
El acto de la educación
La educación es "estar haciendo", o sea, la acción. ¿Y qué es lo que desarrollamos con tal acto? Indudablemente el descubrimiento. Aprenda uno a estar abierto a descubrir, adobado ello con la completa atención, que implican afecto y consideración, y conocerá las dos formas básicas del aprendizaje. El aprender en el que acumulamos información, por regla general relativa a aspectos físicos de la vida, y el aprehender en el que no se produce acumulación ninguna, sino una transformación de nosotros mismos a través de la aprehensión. El conocimiento es mecánico y no transforma el interior del ser humano, sólo se precisa de la memoria para conservarlo. El descubrimiento y comprensión de uno mismo es vivencia, y no se sirve de la memoria, más bien es un estorbo el recuerdo que podamos alimentar de vivencias pasadas. El descubrimiento y la comprensión sí cambian el interior humano. Cuando el ser humano cambia por dentro, la sociedad cambia con él. Así, el acto de la educación, es un flujo en la vivencia de todos los que están implicados en él. Cuando hay vivencia hay descubrimiento, cuando únicamente hay recuerdo de lo conocido, que la vivencia es solapada, no hay descubrimiento, aunque sí se pueda producir la clonación del conocimiento de un cerebro a otro. La vivencia es intransferible. El ser "ser humano" significa encontrarse en estado de educación, comprensión y descubrimiento, descubrimiento, comprensión y educación… etc. etc. etc. un interminable ciclo en el completo decurso del vivir-morir.
Imagen Graffiti Urbano Autor ¿?. "Niño castigado con orejas de burro".
Pintado en persiana kiosco Plaza "Revolución de septiembre de 1868".
RICO PAR (Noviembre 4-10, 2009).
La conducción de las "masas" humanas.
El dibujo pertenece a la película "SUBMARINO AMARILLO" de los Beatles, en la secuencia de la canción "Lucy in the Sky with Diamonds". La técnica gráfica utilizada en la misma sugiere cómo el flujo del ahora cambia afectando al aspecto de las cosas. Esto se visualiza en variados fragmentos donde las formas y sus colores se encuentran en metamorfosis continua a través del movimiento. Incipiente creatividad siempre nueva. Lo mismo que le ocurre al cerebro cuando "le permitimos" fluir en estado creativo, que se encuentra abierto a lo que se despliega en el ahora transformándose en algo nuevo.
En el clip hay otra imagen que se nos ha hecho reveladoramente alegórica, la imagen que adjuntamos al lado, porque ilustra muy bien cómo ahora los niños y jóvenes son "adiestrados". Se les implanta en el interior del cerebro a modo de caramelo una serie de ideas, conceptos y adherencias anímicas con respecto a diferentes creencias y supuestos egocéntricos y sociales. El "yo soy" en el que los seres humanos creen encontrarse seguros, sin embargo sin darse cuenta que es precisamente esas ideologías las que los dividen como conjunto, resultando inseguridad de ello. Pero dentro de este aparente original cúmulo de ideas en el cerebro, que es lo que el ego-céntrico siente como realidad interna de sí mismo, nunca encuentra la concordancia con los otros, únicamente, compartiendo el adiestramiento, que implica seguir a pies puntillas todos la misma dirección, en masa, siendo conducidos, sin apenas mirarse unos a otros.
Imagen: "Lucy in the Sky with Diamonds". The Beatles. Visitar en YouTube.
RICO PAR (Noviembre 12, 2009).
mentor Consejero o guía de otro. El que sirve de ayo.
ayo Persona encargada de la custodia, crianza o educación de un niño.
Revolución Psicológica Interior
 
EL DOCTOR E.W. ADIKARAM
Hacia el final de su vida, Adikaram reconoció que la educación no era la panacea de todos los males sociales tal como había pensado. La educación hace de nosotros personas bien informadas, no sabias. Cuando un delincuente es instruido, ¿acaso se convierte automáticamente en mejor ser humano? Esto no significa que los delincuentes no deban ser educados, pero lo que suele ocurrir es que la educación les permite continuar con sus acciones criminales de una forma más astuta y elaborada. La naturaleza humana no puede cambiar con la educación; sólo se consigue cuando la psiquis se desprende del egoísmo y de rasgos antisociales como la violencia, la ambición, el odio y la envidia. Sólo una revolución psicológica interior es capaz de transformar la naturaleza animal innata del hombre. Esta visión fue algo que había aprendido de su gran mentor, K. Las enseñanzas de K moldearon profundamente el espíritu de Adikaram y de la mayoría de sus compañeros.
Nota RICO PAR: Desde este punto de vista tal vez pudiéramos encontrar otra palabra en lugar de "educación", o bien, realmente aclarar éste término. Si admitimos que educación es aprehender a aprehender, en primer término, seguidamente aprehender a investigar, descubrir y comprender, y como compendio de todo ello despertar la total conciencia sin frontera ni horizontes de la "aprehensión", que es lo que en el momento vivo se está aprehendiendo, podemos decir que el acto de educación es el despertar y el desplegamiento de la total observación de y en la totalidad. Completa atención y observación a la totalidad emergente "a través" de una conciencia carente de centro alguno. Esta nueva conciencia sin límite que ahora desconocemos, pues andamos anclados al espejismo de centricidad, está sintetizada en la completa enseñanza humanista K. Como se indica en el anterior párrafo, es una revolución psicológica interior, que fundamentalmente consiste en que la mente pudiendo discurrir a través de pensamiento y comprensión, jamás queda retenida en el tiempo, lo cual significa libre de toda fijación de la psique, es un estado de continuo flujo, atención, observación y comprensión. Este acto en la totalidad, pues únicamente ocurre cuando no hay centro, es un acto de religiosidad, pues hay comunión con la totalidad. Sentimos que podemos decir que educación es la responsabilidad por despertar y descubrir tanto en uno mismo como en los otros, la nueva conciencia que ha trascendido el ego-céntrico, acción imprescindible para que la inteligencia pueda "aflorar" en la mente. (12/11/2009).
Cuando Adikaram consiguió su primera audiencia con K en la intimidad de un cuarto, las lágrimas bañaron las mejillas del insigne médico. Lloró largo rato y K se limitó a seguir sentado y a observarlo en silencio sin decir palabra. Adikaram dejó de llorar de repente al advertir que se había comportado como un niño y lo invadió una enorme timidez por haber llorado en presencia de K. Fue entonces cuando K cogió la mano de Adikaram para consolarlo y le dijo: «Muchos de los que vienen a visitarme lloran en mi presencia. Es una especie de sensibilidad. ¿Acaso no siente ganas de llorar cuando ve algo muy hermoso o bien cuando oye un canto melodioso?»
Del epígrafe "EL DOCTOR E.W. ADIKARAM", del libro "KRISHNAMURTI TAL COMO LE CONOCÍ". por Susanaga Weeraperuma.
Visitar el libro en formato .pdf en Biblioteca de la Web UPASIKA.
 
Cartas a las Escuelas
por Jiddu Krishnamurti
El estado creativo de la mente
por Jiddu Krishnamurti
La Libertad interior
por Jiddu Krishnamurti

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Introducción
Educación
El adiestramiento
del ser humano
Sensibilidad
de la Vida
EDUCACIÓN
Artículo 2 de 10
Espacio Descubrimiento y Dilucidación
Esponsoriza y Aloja:
Espejismo de Centricidad - RICO PAR - 2008/09
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