El Mirlo
MEMORIA
Artículo 4 de 9
El Ahora, lo Eterno. (Parte I).
Limitación de la "expresión", del tiempo, y del que escribe.
Ya al comenzar apuntamos a la onda "claridad-confusión", que sugiere moverse como las olas en el rompiente del mar. También hablamos de la requerida atención del lector para discurrir a través de estos textos, pero nos parece, en algunos apuntes esto se hará más necesario que en otros. Éste en el que "ahora" nos encontramos, es precisamente uno de ellos. Sugerimos que para concluirlo con "buen pie", sin que ocurran tropezones, deba el lector leer con clama, sin prisa, y atendiendo en su propia vivencia lo que aquí se apunta. Nos parece que de no hacerlo así, puede encontrar todo lo que aquí se menciona como algo tan teórico, que termine por aburrirlo. Sin embargo, si pone su "cariño" en comprenderlo y determinar si puede despertar su propia manera de sentirlo con lo que proponemos, nos parece se le despertarán percepciones aquí no apuntadas. Transmitir la vislumbre de algo tan "enorme" como lo es el Ahora o lo Eterno, dos palabras que señalan la misma "cualidad", (nótese que ni el Ahora ni lo Eterno son alguna "cosa", pero que a su vez lo son todas), debe ser desde cualquier perspectiva algo que se hace complicado, pues toda palabra o compendio de ellas son una tremenda limitación en el espacio y en el tiempo como para poner de relieve aquello que no tiene limitación ninguna. Si a esto le sumamos la limitación inherente en el que escribe, ya que el sentimiento que aquí se transmite se encuentra en continuo "período de dilucidación", todavía se hace más preciso que el lector aporte su propio interés y paciencia en comprenderlo desde sí mismo.
RICO PAR (Julio 28, 2009)
Nota RICO PAR: Diferentes tensiones y carencias se han reunido en este apunte, de tal manera que aparenta, ahora que lo revisamos, quedar algo apartados de lo que a través de él se pretende comunicar. Tanto, que anticipamos al lector lo lea como si de un borrador se tratara, ya que de hecho, es en este sentido que está escrito. Ni una nueva revisión-corrección serían suficientes para ordenar correctamente los párrafos que aquí han surgido afectados por cierto desorden. Procurando huir de la sistematización por un lado, dejándonos llevar por la expresión rápida, no calculada, y por otro con el énfasis puesto en transmitir una inmensidad que el propio lenguaje es incapaz de apuntar, contribuyen a convertirlo en algo relativamente angosto. El flujo creacional que se desliza en el ahora, sugiere, desde nuestra perspectiva humana hasta ahora aceptada, basarse exclusivamente en el tiempo y el espacio, que los reunimos en eso que denominamos la materia; las cosas son fijas; los registros y los comportamientos rítmicos. Pero existe otro enfoque que nos aproxima en mayor medida a lo que verdaderamente sentimos cuando prestamos atención sin explicación ninguna: en una forma u otra todo está vibrando. Las vibraciones pueden ser comportamientos aprendidos y repetitivos, o libres movimientos que no se encuentran encadenados a oscilaciones pautadas. Esta diferenciación debe tenerse en cuenta cuando enfocamos el cerebro para que atienda estas cuestiones que se plantean al observar muy hondo el ahora, el flujo y la propia creación como un todo.
RICO PAR (Octubre 7, 2009)
De la totalidad de uno mismo al infinito
Carlos Castaneda: ¿Qué es la totalidad de uno mismo, don Juan?
Don Juan: Dije que nada más iba a mencionarla. Todavía quedan en tu vida muchos cabos sueltos que debes atar antes de que podamos hablar de la totalidad de uno mismo.
CC: Con eso puso fin a la conversación. Hizo un ademán para callarme.
…/…
Don Juan: ¿Sabes que puedes extenderte hasta el infinito en cualquiera de las direcciones que he señalado? –prosiguió–. ¿Sabes que un momento puede ser la eternidad? Esto no es una adivinanza; es un hecho, pero sólo si te montas en ese momento y lo usas para llevar la totalidad de ti mismo hasta el infinito, en cualquier dirección.
El guerrero sin borrador
No podemos ensayar el ahora
¿Podemos hacer ensayos de lo que es vivir el ahora? Es el pensamiento el que en sí mismo es tiempo, y el ahora no es tiempo, entonces… ¿podemos fluir en el ahora percibiéndolo sin tiempo? Siendo el ahora infinito flujo sin término, siempre tendiendo a lo nuevo, ¿cómo preferimos vivir "enquistados" en el tiempo, con el sufrir que de ello se deriva? Hemos de descubrir el "guerreo interno" que no es un luchador, como corrientemente se entiende al guerrero externo, sino que el guerrero interno es el pensar crítico, la incisiva duda, y la potente pero fugaz certidumbre que se revela en el ahora siempre cambiante. En un borrador podemos ensayar de continuo, perfeccionar una técnica, pero en ello hay mucha repetición para desplegar el cambio hacia lo nuevo. La acción en el ahora irrepetible no puede por más que ser directa e igualmente irrepetible. Únicamente lo mecánico se repite, la libertad siempre es algo nuevo. Es el "guerrero interno", con su pensar crítico, su continua duda, y la vaporosa certidumbre, el único capaz de sintonizar con el eterno torrente de energía y cambio que fluye en el ahora.
RICO PAR (Octubre 8, 2009)
La mente revolucionaria
Cuanto más atención le prestamos, con mayor claridad lo vemos. La palabra "guerrero" es una muy ambigua analogía. Nos sirve para apuntar al estado de atención alerta que se precisa para confrontar la acción en el ahora vivo. Pero su sentido de lucha y resistencia confunde ese aspecto alegórico. El sentido de que estamos consiguiendo algo, acercándonos a algo que ahora no somos, impiden la atención del ahora, pues ella entonces se enfoca a nuestros deseos. Y el cerebro atrapado en los deseos de la psique, es incapaz de ver otra cosa. Al mismo tiempo, luchar, que implica perseguir alguna cosa, no permite la paz "interna", y sin ella no hay manera posible de sintonizar con el ahora. Indudablemente, la paz no es algo acerca de lo que uno pueda pensar, ya que la paz jamás está quieta y sin embargo, ella es la quietud completa. Una palabra que apunta mejor a ese estado de "comunión" con el ahora es "revolución", el estado revolucionario de la mente, cuestionándolo todo, no afianzándose jamás a conclusión ninguna, y siempre abierta al descubrimiento de lo nuevo. La mente revolucionaria discurre en los hechos y niega todo lo que es falso. Una mente fluyente en la atención y el darse cuenta.
RICO PAR (Octubre 11, 2009)
EL CAMINO DEL GUERRERO
Nick Nolte (Sócrates), Scott Mechlowicz (Dan Millman), en el film "EL CAMINO DEL GUERRERO" (2006), dirigida por Víctor Salva. Guión: Kevin Bernhardt, sobre la novela autobiográfica de Dan Millman.
Visitar fragmento de la película
El Camino del Guerrero en YouTube.


… tal y como explica Dan, su experiencia de sufrimiento en el accidente y su posterior convalecencia le habían cambiado profundamente. Se había comenzado a plantear de verdad las cuestiones trascendentes de la vida y su propósito.


— Del apartado "Acerca de la película":
… una historia que muestra una impactante forma de existir y en donde sólo se debe vivir el presente.
Del apartado "El comentario":
”Al margen de lo bien narrados que están el libro y la película, es imposible ser indiferente a ciertos diálogos que le calan a uno profundamente en el corazón: "Un guerrero no deja de hacer lo que el ama, el encuentra el amor en lo que hace"; "Todo tiene un propósito, hasta esto, y a cada uno le concierne encontrarlo". Efraín Espitia.
Del apartado "Opiniones":
“El director incluye a sus recurrentes personajes fantásticos en un entorno realista. En realidad la cinta promociona el libro, pero hace pasar un buen rato, usando la premisa de la paz espiritual y el descubrimiento del guerrero interno”. Rubén Armenta, Cinextremo.
Fotos procedentes de fragmento película. Visitar en YouTube.
Extracto de texto procedente de sinopsis y extensa documentación del film en la Web septimoarte.org.

EL AHORA (Parte I)
El Pulso del Ahora
Con la palabra "ahora" nos referimos al instante activo, vivo. Desde luego esta referencia tiene varias significaciones en función del contexto
–Tú sabes exactamente lo que necesitas –dijo.
Respondí que a veces creía saberlo, pero que la mayor parte del tiempo carecía de confianza en mí mismo.
–Me temo que confundes las cosas –dijo–. La confianza de un guerrero no es la confianza del hombre común. El hombre común busca la certeza en los ojos del espectador y llama a eso confianza en sí mismo. El guerrero busca la impecabilidad en sus propios ojos y llama a eso humildad. El hombre común está enganchado a sus prójimos, mientras que el guerrero sólo depende de sí mismo. Andas en pos de lo imposible. Buscas la confianza del hombre común, cuando deberías buscar la humildad del guerrero. Hay una gran diferencia entre las dos. La confianza implica saber algo con certeza; la humildad implica ser impecable en los propias actos y sentimientos.
–He tratado de vivir de acuerdo con sus consejos –dije–. Tal vez no sea yo lo mejor, pero soy lo mejor de mí mismo. ¿Es eso impecabilidad?
–No. Debes ser aún mejor. Debes empujarte siempre más allá de tus límites.
–Pero eso sería una locura, don Juan. Nadie puede hacer eso.
–Muchas cosas que haces ahora te habrían parecido una locura hace diez años. Las cosas esas nunca cambiaron, pero sí cambió tu idea de ti mismo; lo que antes era imposible es ahora perfectamente posible, y a lo mejor el que logres cambiarte por completo es sólo cuestión de tiempo. En este asunto, el único camino posible para un guerrero es actuar directamente y sin reservas. Ya conoces el camino del guerrero lo suficiente para desenvolverte bastante bien; pero te salen al encuentro tus malas costumbres.
Diálogo Don Juan y Carlos Castaneda.
Proviene del libro: "RELATOS DE PODER".
en el que la utilicemos, pero en este texto nos ajustaremos más bien a su sentido primigenio: el ahora es este preciso momento en el que podemos percibir el flujo del movimiento creacional de forma directa y unísona, que es como verdaderamente está aconteciendo, un único ahora. Sólo en el ahora podemos sentir el "latir" que ocurre únicamente en el ahora.
El ahora no es tiempo
Una cualidad fundamental del ahora es que no es tiempo. Captémoslo, el ahora no es tiempo. Esto es fácil detectarlo cuando se presta atención al hecho de que el tiempo es registro, pues sin la memoria no hay tiempo, y el ahora no es en ninguna forma registro, ya que el ahora no es memoria. Precisamente, para sentir el ahora no se puede hacer con la memoria, y ésta se ha de silenciar si se procura sentir el ahora. De lo contrario lo que se "percibe" es el pasado.
El ahora es lo Eterno
Así, atisbando una sutil captación de esta desbordante, más bien ilimitada inmensidad del ahora, podemos percibir que el ahora es eterno, por lo cual podemos decir que la eternidad es el ahora. La eternidad y el ahora son la misma esencia. Es en el ahora, en la eternidad, que el flujo creacional se desliza en su juego de aprender y crear. Creación, nacimiento, culminación y disolución de lo creado, en infinitos ciclos y dimensiones, fluyendo en el ahora.
El movimiento crea el espacio-tiempo
Es obvio y evidente que el flujo creacional precisa para sus creaciones de alguna "cosa" en esta eternidad, puesto que de otra manera no habría creación, y para arrojarla brota de la eternidad el movimiento, del que sintomáticamente nacen el tiempo, que son registros y memoria, y el espacio, que es consustancial al tiempo. Movimiento: tiempo y espacio, registros y memoria, son la base inicial de la que nace la infinita creación, que fluye en el eterno ahora. Entonces podemos aseverar que el ahora contiene la totalidad del espacio y del tiempo, pues todo movimiento ocurre en el ahora.
Insistiendo en el ahora
Volvamos a decirlo para procurar matizar este profundo sentimiento de lo que significa el ahora: la completa creación está sucediendo en el ahora. La vertiginosa complejidad que percibimos a través de los diferentes tiempos y espacios multidimensionales que constituye en este instante la creación, todos ellos se encuentran fluyendo en el ahora, y no hay nada fuera del ahora, pues es el ahora con su flujo creacional lo único que existe. O sea, tanto el pasado como el futuro, el adentro y el afuera, lo más grande y lo más pequeño, se encuentran en el ahora. Así, sentir de nuevo, en el ahora, que es la eternidad, acontece la creación completa. Dicho de manera más sencilla, la completa historia de la creación se encuentra en el ahora.
Jugando con el tiempo y el espacio (para atisbar la inmensidad del Ahora)
Ahora, procuremos hacer un "acto de atención mental" para comprender en qué medida el tiempo y el espacio son exclusivamente una cualidad precisa para que la creación pueda estar haciendo eso, crear, pero que ambos, tiempo y espacio, se encuentran en el idéntico ahora. Tanto es así, que no es difícil apreciar que el tiempo y el espacio son relativos, puesto que precisamente han de ser moldeables, de otra forma las infinitas variaciones de movimiento no podrían fluir, y sin movimiento y sus infinitas modulaciones no hay creación. En la atención vislumbraremos la totalidad del universo, con sus "completos" infinitos de tiempo y espacio contenidos en el ahora.
La "flecha" del tiempo
Aquí debemos matizar una colosal sutileza. La pareja tiempo-espacio como hemos señalado son dos aspectos consustanciales, sin espacio no hay tiempo y sin tiempo no hay espacio. El espacio es el tiempo que hay entre dos movimientos, y viceversa, el tiempo es el espacio entre dos movimientos. Tiempo y espacio están "interemulsionados", no pueden existir por separado, son lo polar del movimiento, del que toda la "magia" creacional comienza. Ahora bien, el tiempo y el espacio también son lo contenido en un movimiento. Así todo movimiento crea espacio y tiempo en sí mismo Y todo movimiento "se encuentra al mismo tiempo" contenido por un espacio-tiempo mayores, por un movimiento mayor. Es desde el movimiento que surge "lo envuelto y lo envolvente", al que afecta y por el que es afectado. A su vez, onda primigenia formativa resultante del tiempo y el espacio que se va sucediendo, aprendiendo y evolucionando para ir llegando a la complejidad incapturable. Pero así como el espacio lo podemos recorrer en cualquier dimensión y sentido de dirección, apreciar las ordenaciones en él, es evidente que todas las cosas se distribuyen sujetas a la ordenación que las relaciones entre ellas implican y así en el espacio se ordenan los registros, el tiempo nos sujeta a un único sentido, obligados al ciclo elemental de formación, nacimiento, culminación y muerte. El tiempo está sujeto a éste sentido de ordenación unidireccional, lo que algunos científicos llaman la "flecha del tiempo". La completa creación sigue este patrón de tiempo, que es elemental y básico para cualquier cosa creada, pues en cualquier forma de percibirlo podemos decir que sin tiempo y su sentido unidireccional no hay procesos formativos, elementales en la acción y el hecho de crear, o "estar siendo creado"
El tiempo lo manifiestan los registros
Es en este punto que podemos ver con claridad que el tiempo en realidad lo están manifestando los registros, que a su vez son comportamientos.
–Mencioné también que en esa ocasión cobré con­ciencia de que suspender el diálogo interno implicaba algo más que sólo reprimir las palabras que me decía a mí mismo. Todos mis procesos intelectuales se de­tuvieron, y me sentí como suspendido, flotando. Una sensación de pánico surgió de esa vivencia, y tuve que reanudar mi diálogo interno como antídoto.
–Te he dicho que el diálogo interno es lo que nos hace arrastrar –dijo don Juan–. El mundo es así como es sólo porque hablamos con nosotros mismos acerca de que es así como es.
Don Juan explicó que el pasaje al mundo de los brujos se franquea después que el guerrero aprende a suspender el diálogo interno.
–Cambiar nuestra idea del mundo es la clave de la brujería –dijo–. Y la única manera de lograrlo es parar el diálogo interno. Lo demás sólo es arreglo. Ahora estás en la posición de saber que nada de lo que has visto o hecho, con la excepción de parar el diálogo interno, habría podido de por sí cambiar nada en ti, o en tu idea del mundo. El asunto, por supuesto, es que ese cambio no sea un trastorno. Ahora entenderás por qué un maestro no presiona a su aprendiz. Eso nada más fomentaría obsesión y morbidez.
Diálogo Don Juan y Carlos Castaneda.
Proviene del libro: "RELATOS DE PODER".
Esta verdadera aseveración no puede dejarse pasar por alto. Las tremendas e increíbles implicaciones que hay tras la clara comprensión de este hecho, pueden contribuir a conectar el cerebro humano con la auténtica y única "Fuente" del flujo creacional, que es el ahora. Este sencillo hecho, "el tiempo lo crea el movimiento y los registros (lo aprendido) lo manifiestan", al mismo tiempo que esta misteriosa acción de estar creando emulsionando los registros, aparentemente fijos, y "lo vivo", lo que manifiesta el flujo, todo ello ocurriendo en el ahora, a través de aprehenderlo, da al cerebro la noción de lo que es condicionamiento por un lado, y libertad por otro, y únicamente la inteligencia puede comprenderlos a ambos relacionados y sin distorsionarse mutuamente. (8/9/08 - 7:29 p.m. Revisado: 8:13 p.m. Revisado: 25/10/08 - 13:19:25).
Tanto lo inerte como lo vivo son movimiento
Nuestro organismo, el cuerpo y el cerebro humano, en sí mismo implica una gran cantidad de tiempo, a la vez que un cierto espacio donde mantenerse organizado para poder fluir en este intervalo de tiempo. Tiene el tiempo acumulado por la naturaleza para aprender a hacer un cuerpo humano, y el tiempo que utiliza en el presente en forma de "encontrase estando siendo hecho". Pero lo vivo, el flujo, está transformando los registros en base a su propio comportamiento, y a su vez transformando el propio flujo vivo que aún en parte discurriendo a través de registros, sin embargo es un movimiento que se exalta en lo nuevo, ya que para este "movimiento libre" los registros no son más que el puente, una "herramienta", para suceder el flujo creacional palpitante. La evolución biológica da un buen sentido de esto, mas la atención del cerebro revela la potencia de la completa energía aprendiendo en el ahora.
La onda nacimiento-culminación-muerte.
Esto le ocurre a todas las cosas que podemos ver en el ahora, se encuentran en estado de flujo en un período de su ciclo creativo. Surgen en la eternidad valiéndose del movimiento, utilizando espacio y tiempo y simultáneamente creando más espacio y más tiempo, formándose. De una manera u otra esa formación se manifiesta como nacimiento, entonces las cosas recorren un ciclo de culminación, que termina por llevarlas a su final, que es disolverse. Observándolo cuidadosamente, veremos que todas las cosas en la creación, tienen una gran cantidad de tiempo acumuladas para reunirse en el ahora de la forma que se encuentran configuradas. Este tiempo que tienen acumulado las cosas, registros a través de los que ellas se configuran, es el intervalo de espacio que han requerido para aprender a formarse y así configurarse. Pero tanto el intervalo de tiempo para aprender, como el estado formativo en el que se encuentran, ocurre en el ahora,
Un ruido súbito interrumpió su regocijo. Oí un extraño sonido grave, como golpeteo sobre madera, procedente del chaparral. Don Juan echó la mandíbula hacia adelante, haciéndome seña de permanecer alerta.
–Esa es la polilla que te llama –dijo en un tono carente de emoción.
Me levanté de un salto. El sonido cesó instantáneamente. Miré a don Juan en busca de una explicación. Él hizo un gesto cómico de impotencia, alzando los hombros.
–Todavía no has cumplido con tu cita –añadió.
Le dije que me sentía indigno, y que tal vez debiera irme a casa y regresar cuando tuviera más fuerza.
–Esas son idioteces –repuso, cortante–. Un guerrero toma su suerte, sea la que sea, y la acepta con la máxima humildad. Se acepta con humildad así como es, no como base para lamentarse, sino como base para su lucha y su desafío.
"Nos demoramos mucho para comprender eso y vivirlo por entero. Yo, por ejemplo, odiaba mencionar la palabra humildad. Soy un indio, y los indios siempre hemos sido humildes y no hemos hecho nada más que agachar la cabeza. Yo pensaba que la humildad no tenía nada que ver con el camino del guerrero. ¡Me equivocaba! Ahora sé que la humildad del guerrero no es la humildad del pordiosero. El guerrero no agacha la cabeza ante nadie, pero, al mismo tiempo, tampoco permite que nadie agache la cabeza ante él. En cambio, el pordiosero a la menor provocación pide piedad de rodillas y se echa al suelo a que lo pise cualquiera a quien considera más encumbrado; pero al mismo tiempo, exige que alguien más bajo que él le haga lo mismo".
"Por eso te dije hace rato que no entiendo lo que debe sentir un maestro. Yo sólo conozco la humildad del guerrero, y eso jamás me permitirá ser el amo de nadie".
Diálogo Don Juan y Carlos Castaneda.
Proviene del libro: "RELATOS DE PODER".
pues de hecho ambas cosas son la misma. Lo vivo se vale de la "simulación" que lo inerte lleva a cabo para ser algo fijo valiéndose de registros, de comportamientos, de espacio y tiempo, para ir culminando en el flujo creacional, pero ambas cosas, lo vivo y el registro, se encuentran como una única unidad en el ahora, y todo ello en estado de flujo. En este flujo hay una constante, la onda nacimiento, culminación y muerte.
Lo envuelto y lo envolvente, interrelación prístina en el ahora.
Reiterando en el ejemplo del ser humano, podemos ver desde el interior de la matriz de la mujer (lo envolvente), que la formación del organismo físico (lo envuelto), recorre toda la evolución biológica por la que la naturaleza aprendió a crear un ser humano. Denotar que para hacerlo ella ha creado un muy extenso y profundo campo de vida biológica, la completa biosfera con todas las especies, tanto las existentes como las acontecidas en la completa historia biológica planetaria, que aún cuando muchas de ellas han quedado absolutamente borradas de la memoria, pues todos sus registros se han diluido totalmente y no hay forma material de poder tener un indicio de su existencia, muchas otras permanecen en alguna forma a través de ciertos registros que de ellas se han mantenido en el flujo vivo, o de manera más significativa, implícitas en los animales que ahora están vivos, de los que podemos extraer cierta información de cómo eran o vivían aquellos primeros. Incluso de cómo han afectado a la historia planetaria y por extensión a la especie humana. Mucha de esa información se encuentra en los seres que están siendo hechos en el ahora. De esta manera podemos apreciar el hecho de que todo ese aprendizaje de la naturaleza se encuentra en el ahora en forma de registros que están siendo utilizados para conformar lo creado en el ahora, en el flujo vivo del ahora. La totalidad está aconteciendo en el ahora.
Unicidad Creacional
En el caso del organismo humano el ciclo de existencia que él cubre comienza con dos células madre-padre separas que se unen en la matriz interior de la mujer. Aportando cada una de ellas una serie de registros de cómo se deben interrelacionar ambas células juntas y qué es lo que deben hacer una vez fusionadas valiéndose del medio, en este caso el organismo de la madre, e indirectamente a través de ella del resto de la biosfera, para realizar el ciclo de formación de un ser humano. A distintos niveles hay un espacio y un tiempo envueltos, memoria en las dos células iniciales, que resultará por convertirse en un espacio y un tiempo envolventes, el ser humano ya formado en el interior de la matriz materna listo para surgir a la biosfera. La memoria: pasado y futuro; el tamaño: lo micro y lo macro; la interrelación: lo envuelto y lo envolvente, (correcciones 9/09/2008 - 4:51 p.m. - 16/09/08) son cualidades elementales que el movimiento arroja, del que a través del filtro de la inteligencia, misteriosa pero vivenciable cualidad de la eternidad, del ahora, brota el crear del aprender en las relaciones, que es la inmensurable creación de complejidad organizada que somos el completo flujo vivo, el completo flujo creacional. Cualquiera que se ponga con plena atención a sentirlo puede vislumbrar el hecho de que la creación es una y completa, no hay escardas ni divisiones en ella, puesto que la creación es un continuo interrelacionado y único.
El ahora contiene al completo tiempo y espacio
Siendo la creación el ahora, podemos apreciar que todo absolutamente se encuentra en este preciso y único ahora. Por ejemplo, el completo universo, que sabemos se está expandiendo, está creando espacio y tiempo al hacerlo, pero el ahora en el que él se encuentra, es el mismo para todo él. Esto es obvio, la cabeza se encuentra en el mismo ahora que los pies, sin embargo entre la cabeza y los pies hay tiempo y espacio. Este ahora del universo, es el mismo en el que se encuentran las galaxias que se separan entre sí alejándose unas de otras en el espacio y en el tiempo. Pero es el propio movimiento que precisamente está creando espacio y tiempo, por lo que el ahora de las galaxias más separadas, como el de las que se encuentran colindantes, más cercanas, es el mismo, el único ahora que existe. El organismo físico al crecer crea espacio y tiempo, mas lo hace en este ahora eterno. Nunca nos encontramos en "otro ahora" pues no existe. Parece paradójico visto desde el pensamiento, que es espacio y tiempo, pero al percibirlo sin medida de tiempo y espacio, se siente obvio, puesto que el ahora no es ni tiempo ni espacio aunque él los contenga. La finalidad del cerebro animal es conectar con el movimiento del ahora, y la finalidad del cerebro humano, además, es conectar con el propio ahora, con lo eterno.
EL Ahora es uno y único
Mirándolo desde lo envolvente, el completo de todas las galaxias se encuentran en el mismo y único ahora, pero atendiendo a la relación entre ellas, mirándolas desde lo envuelto, descubrimos el espacio y el tiempo, mas el conjunto de todas ellas existe en el mismo y único ahora. Un ser humano puede hablar con su antípoda en el planeta, y aún estando separados por espacio y tiempo, los dos comparten el mismo ahora. Es el ahora del universo, de la creación. En igual forma el cuerpo humano se encuentra en este mismo ahora, y el completo espacio-tiempo multidimensional que envuelve el organismo físico, se encuentra en el mismo y único ahora del espacio-tiempo envolvente que es el universo. Curiosamente, el cerebro, que es espacio y tiempo, en un estado de atención pura, cualidad que puede despertarse en él, tiene acceso a sintonizar con el ahora habiendo abolido el espacio y el tiempo.
El Eterno flujo Creacional
Todo acontece en el ahora. Esta realidad del ahora subyace en todo lo que la creación contiene y es: ocurre en el completo cosmos que percibimos y detectamos, y también fuera de él, más allá de los horizontes que ocultan la multiplicidad multidimensional de infinitos universos. También ocurre dentro de cada galaxia, y dentro de todo lo que cada galaxia contiene. Ocurre dentro de las estrellas y también fuera de ellas. Y ocurre en la tierra, en el árbol, en el pájaro, en la lagartija y en el humano. Todo se encuentra en el mismo ahora. Un ahora que es el flujo creacional en donde el movimiento nace, aprende, crea, culmina y muere. Nada de lo que existe fluyendo se escapa de esto, todo absolutamente ocurre en el ahora, y todo absolutamente está en este ciclo de movimiento, nacer-aprender-culminar-morir. La completa creación se encuentra en el ahora en un eterno flujo de interrelación y cambio. (Revisiones 16/09/08 - 20/10/08).
Lo Polar y la Interrelación
La primigenia cualidad que surge con el movimiento es lo polar, y aún cuando ahora no nos detendremos a poner de manifiesto lo extraordinariamente substancial que esta cualidad es en el completo del entramado creacional, sí podemos ver que tanto el tiempo como el espacio son cualidades polares. Polaridad del movimiento, pero en sí mismas ellas también desprenden polaridad. El espacio crea
Los diálogos de Carlos Castaneda con don Juan distribuidos en esta página provienen de su libro: "RELATOS DE PODER", primera parte, "Un testigo de actos de poder", del epígrafe" Cita con el conocimiento".
Disponible en formato .zip en la biblioteca del Portal Web santuario.cl.
dimensiones, arriba-abajo, aquí-allí, etc. y el tiempo registros, pasado y futuro, la polaridad del movimiento, comportamientos sujetos a la unidireccionalidad del tiempo, que se ordenan en el espacio. De hecho son las ordenaciones que crean el espacio, y también el tiempo. Lo polar y el orden, lo ordenado, son consustanciales. Y la interrelación es el orden de lo polar.
La polaridad del movimiento
Así, matizando de nuevo, el espacio y el tiempo no solo contienen en sí mismos lo polar, sino que ambos conjuntamente implican la cualidad de lo polar, y esto queda de manifiesto al comprobar que el tiempo y el espacio no se pueden separar. El espacio y el tiempo son lo polar del movimiento, como ya hemos mencionado. Todo movimiento ya contiene en sí mismo estas cualidades que venimos mencionando, tiempo y espacio, en sí mismos polaridad. Todo movimiento es polar, pues es espacio y tiempo. El espacio y el tiempo se encuentran tanto fuera del movimiento como dentro de él, así el movimiento tiene polaridad interior y polaridad externa, y a su vez lo interior-exterior es una cualidad polar. Un único movimiento ha creado lo envolvente a él y lo que él envuelve, lo envuelto. El tiempo desde que el movimiento nace hasta que muere, conjuntamente con el espacio que lo envuelve, y también el tiempo que existe en el espacio que cubre el propio movimiento, que por ser una dimensión interna en él, crea el tiempo interior al movimiento. La polaridad es substancial a todo movimiento. El movimiento crea tiempo-espacio tanto interno como externo a él, crea lo envuelto y lo envolvente, es entonces cuando ya está dispuesto para interrelacionarse y aprender.
Multiplicidad y complejidad
Ahora bien, si en la creación sólo existiera un único movimiento, parece difícil que se pudiera generar multiplicidad, cosa fundamental para poder producir la exuberante complejidad que descubrimos, por lo cual se hace evidente que el movimiento debe tener infinitas modulaciones, hasta el punto de manifestar que lo que hay son infinitas entidades moviéndose que de alguna forma se encuentran separándose cuando en realidad el movimiento primigenio es sólo uno, la primigenia acción para crear, pero que desde lo singular y lo más sencillo se desdobla a lo plural y lo más complejo a través del énfasis en la atracción y la repulsión, las fuerzas para generar lo envuelto-envolvente, del que se forman conglomerados que aparentan ser independientes entre sí unos de otros, pero todos ellos son olas del mismo océano. De esta ilusoria independencia de las diferentes aglutinaciones que el movimiento crea es que surge la variabilidad creacional, la diversidad y multiplicidad, cualidades de las que surge la complejidad. (16/09/08 - 21/09/08).
RICO PAR (Fechas interior texto)
 
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