El Mirlo
DIOS
Artículo 3 de 7
La Egolatría de Dios, sin herir "sensibilidades".
En una búsqueda por la web en relación a la palabra "egolatría", encontré un foro donde se invitaba a hablar acerca del tema. Su título "La egolatría de Dios, sin herir susceptibilidades". La entrada del texto sin rubricar, se refería a ese ya "clásico encuentro" en la calle con una pareja de jóvenes muy bien vestidos en mangas de camisa y con corbata, predicando acerca de sus creencias. Me ha ocurrido alguna vez y he intentado dialogar proponiendo dudas, pero se hace muy difícil, pues ellos tienen las ideas muy claras de qué es Dios y del sentido de la vida. En el foro, el autor planteando este tema explicaba cómo ellos le hablaban de Dios y de todas las "proezas" que en Él encontraría si se abriera a su creencia. Esto algo más extendido y con su particular forma de expresión, digámoslo de paso, ordenada y simpática, contestando que no necesitaba creer en Dios, y que no sufría por ello, que por favor no intentaran acosarle con miedos u ocultos influjos que a todas luces él mismo no veía. No se definía como ateo, pero admitía que podía vivir tranquilamente en paz consigo mismo y con los otros sin precisar de esa creencia. Desde luego esto lo comunicaba seguramente con otras palabras. Adjuntaré la dirección pues creo que la conservé, pero ahora estoy rememorando y escribiendo sólo de memoria. Esta persona, que a través de su texto me pareció un chico joven, invitaba al diálogo acerca de su punto de vista y el de los creyentes que no estuvieran con él de acuerdo.
La mayoría de respuestas que habían llegado, se referían a su falta de entendimiento, increpándole a que se abriera pues no se daba cuenta de las "ventajas", de las "maravillas" que habían implícitas en Dios, en creer en Él, tal como lo entendí en aquel momento, recriminándole su falta de "fe". Nadie hasta ese punto en las entradas de respuesta había escrito desde el punto de vista ateo, o desde la comprensión de que todo tipo de creencia es una mera proyección de la psique, con poca, tal vez ninguna, concordancia con la realidad que a todo ser humano nos envuelve y al mismo tiempo somos. Me sentí "tentado" de añadir una visión distinta de lo que las respuestas que había recibido indicaban, y escribí el texto que adjunto. Seguro que ahora que lo reviso haré algún pequeño cambio, pero voy a procurar dejarlo tal como surgió en aquel momento y especificar lo nuevo que pueda incluir ahora al revisarlo.
Decir que lo apelo "vagabundo" sin intención de desmerecerlo, al contrario. Tal cómo el escribía yo recibí esa sensación, que estaba apuntando a que precisamente no le importaba tener ese sentimiento de no pertenecer a nada ni a nadie para poder sentirse tranquilo y feliz en la vida. No sé cómo pudo él recibir el texto que adjunté en su Blog, pero pasados unos días volví a visitarlo y éste había desaparecido, él había decidido no incluirlo. No sé bien si por largo, o por pensar que a partir de él nadie más querría continuar escribiendo. O tal vez por algo que ahora no veo. En mí no había intención de supremacía o descalificación ninguna, y sí compartir ese estado interior de libertad total que significa poder tener la mente clara sin ningún tipo de creencia como asidero. No quise insistir y ahí dejé la cosa.
RICO PAR (2 de Noviembre del 2008)
Revisando este apunte volví a visitar la página un tiempo después, y encontré que mi texto había sido incluido de nuevo, entonces pensé que seguramente mi anterior visita en la que no aparecía había coincidido con algún momento de edición de la página, parece la explicación más lógica.
RICO PAR (11 de Noviembre del 2008)
Y lo más sorprendente; hoy, Agosto 19, 2009, haciendo la revisión final de este apunte, visito de nuevo el BLOG y ¡ya no existe! Frente a esta tesitura decido insertar seguidamente el texto que lo encabezaba, rogando al autor, (¿F3do?) en caso de que se encontrara ahora leyendo este texto, que si no está de acuerdo en que aquí aparezca el suyo, nos lo haga saber, que lo borraremos. Al margen de cualquier decisión nosotros quedamos aquí previamente agradecidos al autor del BLOG "La Egolatría de Dios, sin herir susceptibilidades"
Texto del autor ¿F3do? acerca de la Egolatría de Dios.
«Caminando por una oscura calle y con un aspecto descuidado, (para los ojos comunes y corrientes) es detenido por dos tipos de aspecto "gentleman"; "Dios te quiere entregar este mensaje", yo, perdón, el personaje, que andaba demasiado alegre y sociable se tomó el tiempo de poner cara de agradable y les responde: –no gracias, no me interesa el mensaje que me quieren entregar. "¡Amigo! ¿Cuál es su problema? ¿Qué lo acongoja?" –Sinceramente me siento superbien, no tengo ningún problema. "¿Esta seguro?" –¡Se lo estoy diciendo! "Ah qué bueno, lo que Dios quiere es que usted tenga la dicha de conocer su palabra" –¿cuál palabra? "¿Usted cree en Dios?" –La verdad que no, (y con su mirada siento que tengo un tercer ojo en la lengua). "¿Por qué no cree? –Mmm… porque lo que ustedes me van a decir es una invención de otro ser humano como usted y yo, que en algún momento inventó un Ser superior para sacar provecho de ello, además todas las instituciones llamadas «Iglesias» dicen que su «palabra» es la verdadera de este tal dios. "Pero señor, esta es la verdadera verdad.", (–eso me dio risa), "que dios quiere que usted sepa" [[–]]. –Mmm– ya, en este momento ya no tengo tiempo. "Bueno joven, si fuera tan amable de darnos su dirección, para que lo podamos visitar y tener un momento de oración y reflexión de la "santa palabra". –Mmm– ¿y también para pasar a tomar un té? No gracias, no tengo dirección,. que tengan un buen día, como yo lo tengo. "¦Usted también".
Incluimos por cortesía la dirección al BLOG F3do existente, desconocemos los motivos de haber anulado el artículo "La Egolatría de Dios, sin herir susceptibilidades". Confiamos en no molestar al autor tomándonos la libertad de incluir aquí su texto.
El Mendigo expulsado del Vaticano
SU SUTIL SENTIDO DEL HUMOR
Un día, mientras K y yo almorzábamos en Gstaad, Suiza, me preguntó con curiosidad qué lugares de interés cultural había visitado en mis vacaciones de verano en Roma. Le comenté que lo más interesante de mi viaje había sido el día que pasé inspeccionando los estantes de la maravillosa Biblioteca Apostólica Vaticana. Le describí con entusiasmo los antiguos manuscritos, los primeros libros impresos y otros tesoros de esta institución. Le referí a K que los administradores de esa gran biblioteca habían aceptado agradecidos algunos libros que yo había escrito sobre sus enseñanzas. También les regalé algunos libros de K que fueron muy bien recibidos. «Será muy divertido» dije, «cuestionar sus creencias y dogmas y sacudir los cimientos mismos de la Iglesia Católica Romana. ¿No le parece necesario estimular a los teólogos a que lean libros relacionados con sus enseñanzas?»
K me preguntó: «¿De veras están interesados?»
Le contesté: «Pues tenemos que hacer que se interesen. ¿Cree usted que al Papa le interesaría asistir a sus charlas?» La ingenuidad de mi pregunta lo sorprendió. Me lanzó una mirada incrédula y me dijo: «¿El Papa en Saanen? No lo creo probable». De inmediato, K se puso a hablar de las magníficas obras de arte que había visto en el Vaticano. Me dio la impresión de que no había tenido una audiencia con ningún Papa, pero me comentó que Juan Pablo I muy sonriente lo había saludado con la mano. K sentía una simpatía especial por ese Papa, al que describía como «un hombre amistoso». K lamentaba que hubiera muerto repentinamente después de un breve reinado. Muy divertido, K me contó esta historia:
Encontraron a un mendigo harapiento orando en la Capilla Sixtina, la capilla del Papa, decorada con frescos de Miguel Ángel y otros pintores. El Papa notó enseguida la presencia del mendigo y de inmediato manifestó su fastidio. «¿Quién es ese hombre que está ahí arrodillado? No lleva la ropa adecuada». El Papa ordenó al mendigo que abandonara de inmediato la Capilla Sixtina. El hombre tuvo que obedecer. El mendigo se sintió decepcionado por el rechazo del Papa, pues para él, que era muy devoto, aquello casi equivalía a haber sido excomulgado de la Iglesia Católica. Regresó a la sórdida habitación que ocupaba en un barrio bajo de Roma. Y en la soledad y el silencio de su cuarto se arrodilló para rezar. De repente, Dios se le apareció en persona. El pobre hombre no daba crédito a sus ojos al ver al Todopoderoso en todo Su esplendor. Dios se dirigió a él amorosamente y le preguntó:
«¿Cuál es tu problema?»
«Mi problema» le contestó, «es que me echaron del Vaticano».
«No te preocupes» le dijo Dios, «porque a mí tampoco me dejan entrar».

Antología de Susanaga Weeraperuma.
"KRISHNAMURTI TAL COMO LE CONOCÍ"
. Traducción de Celia Filipetto.
Procede del epígrafe"SU SUTIL SENTIDO DEL HUMOR".

Creyente, ¿puedes escuchar un momento?
"Casi con ganas de llorar".
(Sigue el texto que se incluyó en el BLOG La Egolatría de Dios).
Hola vagabundo sin nombre, (pues no lo pones). Igualmente hola al resto de contertulios, más allá de con lo que cada uno llene su mente, si es que la mente es propiedad de alguien.
Quiero decir que
COLORAINA DEL DEMONIO (01:23:06)
…/… PERSONAS COMO TU NO HAY, SOLO TU!!!
el texto escrito en la entrada es real como la vida misma, y siento igual su sentido y significado. El problema es que aquí no voy a poder extenderme, pues si la enclaustración de la mente se encuentra al nivel que denota, el comprender por qué es así, debe llevar cierto tiempo para referirlo, y aquí no hay mucho espacio.
Comentar que es cierto, la mayoría de las iglesias y religiones predican un dios que ha creado esta creación que jamás se queda quieta, y que muy posiblemente el cerebro nunca podrá capturar la profunda e inimaginable eternidad de la que surge. Pero a todas luces después de ver el comportamiento humano, por algún lugar hay un error tremendo. Matizar que hay una iglesia norteamericana, que te cobra importantes sumas para que te dejes programar por ellos, que lo que promulgan, sino de forma directa sí indirectamente, es que dios es el hombre, aún cuando para poder imantar a la gente aceptan todo tipo de creencia, algo similar a lo que sienten los teósofos, con la gran diferencia de que éstos últimos no te cobran nada y verdaderamente "creen" en la liberación de la mente. Personalmente no creo ni profeso ninguna religión, ni el ateísmo.
A todas luces dios es un concepto muy bonito. Pero el asunto no es creer o no creer, pues toda creencia mire
MELI: (18:08:48) …/…CUANDO TODO ESTE PERDIDO TE VAS A ARREPENTIR, Y YA VA A SER DEMASIADO TARDE.
como se mire es invención. Los hechos no son creencia. Hay una base creacional de la que todo movimiento surge y brota, esto parece obvio si uno mira la creación en estado de flujo, que es como ésta se encuentra en el ahora, único lugar donde uno puede percibirla. Pero resumir esta inmensidad creacional en un dios, es simplemente la proyección de un cerebro ignorante, que no capta el sentido de la creación, y por miedo precisa de eso, de un creador. Si este dios ha hecho al ser humano tan mezquino y cruel como somos y tenemos nuestra vida organizada, debe ser un dios terrible.
No estoy haciendo oposición, cada ser humano tiene derecho y libertad a hipnotizarse con lo que quiera. Pero siento hondamente que precisamente la liberación de la mente, que es lo único que puede conducir a la inteligencia y al amor, cosa que a tenor de nuestras sociedades no tenemos, sólo puede
Isa (18:08:48): …/… ya perdiste tu oportunidad …/… lo siento mucho por ti, me das pena…
provenir de «captar lo falso en lo que es falso, y la verdad en lo que es verdad», que cuando así lo es, ella es común a cualquier ser humano. La verdad no es ni tuya ni mía, o sea «la verdad no tiene dueño», como la creación, y aquello que puede separarse, el ego con sus creencias, es el error en el que estamos atrapados.
No puedo extenderme, pero me he sentido impulsado a dejar este comentario, pues la mayoría de los que habéis escrito lo único que hacéis es intentar inculcar miedo y en cierta forma desprecio por el autor del texto de entrada. Cuando él sólo describe un hecho, y los demás defendéis una creencia.
Todo lo que pensáis de Dios os lo han contado, no lo habéis descubierto por vosotros mismos. Si nunca os hubieran hablado de Él tal vez no habríais
Chris (23:06:14) …/… Dios busca que lo adoren con espíritu y verdad…
caído en esa cuenta. «Creer o no creer es la misma cosa». Pero comprender, más allá del pensamiento, es tener contacto directo con la creación, con el flujo vivo. Y esto sólo puede hacerse por uno mismo, sin recurrir a ningún otro, pues esta es la primigenia libertad implícita en ser un ser humano con acceso a la captación y comprensión de la creación. Es decir, sin ningún ánimo de ofender ni molestar, uno se ha de dar cuenta de lo que le han metido en la cabeza, en forma de cultura y creencia, pues si no lo hace no tiene oportunidad de cuestionar nada y descubrir nuevas dimensiones que no se encuentren atrapadas por el miedo y la egolatría.
Sólo una mente encadenada al ego-céntrico es la que proyecta un dios, que a su vez es centrismo. Decir que existe o que no existe proviene en ambas formas de una mente que percibe la creación, el universo con todo lo que contiene y es, desde una configuración egocéntrica acumulada en el cerebro.
naty (19:36:48)
…/… lo siento por ti que eres un fariseo y un cobarde …/… arrepiéntete y busca a Dios que Él te ama.
En la creación no hay centro, y todo lo que en ella fluye es creación. Esta desbordante e inimaginable energía organizada creando formas y seres, significado, no precisa de un creador, de un centro, para encontrarse como uno puede percibirla en el ahora. Y esto cada cual puede comprobarlo por sí mismo sin recurrir a que nadie le explique nada. (n) Mas aún, todo lo que otro pueda señalarnos, ha de pasar por el tamiz de la comprensión interna. Aunque tenemos que admitir que el estado de nuestra mente se encuentra tan "ladrillado" por todo el conocimiento mitológico almacenado por tantos siglos, que desvelarlo deba implicar una cierta dosis de diálogo y cuestionamiento.
A fin de cuentas el ser humano somos creación, cada uno de nosotros, pero con todos nuestros largos siglos de cultura, de tecnología, de conocimiento acumulado y de creencias proyectadas, aún guerreamos y nos explotamos unos a otros. Sufrimos tanto por ser como por no ser. El planeta, la humanidad y el resto de especies, nos encontramos al filo de diferentes crisis que conducen a la aniquilación. Esto es un hecho. Y en lugar de encarar la verdad de la mente, recurrimos a quedarnos atrapados en una serie de ideas, que por serlo siempre son limitadas, pues todo pensamiento por noble o sublime siempre es limitado. Es precisamente de la limitación que surgen las creencias, religiosas, políticas y de cualquier índole. Y es toda esta ristra de conocimiento no factual el que nos tiene prisioneros en la fatamorgana.
Y si todo este descalabro en el que vivimos es verdaderamente importante para uno, el primer paso que dará es investigar en sí mismo, en descubrir qué es el conocimiento, la psique, el cerebro, y averiguará qué hay detrás de ello por sí mismo con sensibilidad a la verdad, no al programa previamente inoculado. Cuestionará lo heredado, puesto que lo heredado tiene al mundo dividido y haciendo de la vida una lacra que no permite el gozo, la inteligencia y el amor que en la creación hay implícitos, aunque por desgracia ahora no lo veamos.
Gracias por escucharme y confío no haber herido sensibilidades.
Que la gloria de la creación y la bienaventuranza del amor y su inteligencia "os" fluyan por la mente.
RICO PAR (23 de Agosto del 2008)
Revisado 02/11/08. Son añadidas las diéresis «» para referenciar menciones de J. Krishnamurti, estos signos no figuraban en el original. El texto indicado con (n) señala también que ha sido añadido en esta revisión. Las entradas repartidas por el texto en cajas azuladas, provienen de la página original "La Egolatría de Dios, sin herir susceptibilidades", de comentarios registrados por usuarios itinerantes.
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