El Mirlo
EDUCACIÓN
Artículo 8 de 10
Humanística Educacional. Parte III.
Lo Técnico y lo Humano
La lógica la utilizamos profusamente en el completo campo científico y tecnológico. De hecho, sin la lógica ambos campos serían imposibles. Pero la lógica nos permitimos dejarla de lado cuando tratamos de lo humano, lo que bulle en el interior del par mujer-hombre psíquicamente. La ciencia y la tecnología no están exentas de la contradicción ilógica, al igual que tampoco lo está el aspecto psíquico del ser humano. Obsérvese que en relación a muchas cuestiones, sobre todo cuando aún no son conocidas completamente, existen diferentes estudios científicos que se contradicen unos a los otros. La lista de ejemplos es larga. Es cuando uno debe discernir por sí mismo para sacar agua clara de la contradicción científica promovida por los propios intereses de los científicos. Sin embargo, cuando uno lo mira más de cerca, ve que es el aspecto psicológico humano del científico, el que lo inclina en su investigación a conclusiones finales diferenciadas y opuestas, de lo que promueve un campo de disociación con lo que otro científico dice en relación al mismo tema. Ilógica contradicción. Si la racionalidad científica existe, es evidente entonces que ha de ser la misma para ambos, ya que de otra manera no podemos hablar de racionalidad científica. Cuando después de esforzándose por convencer a los otros de su propia percepción, todos los ciegos que separadamente palpan una parte del animal, se ponen de acuerdo en comunicar y reunir en un todo las "palpaciones" de cada uno, es cuando descubren que meramente cada uno está tocando una parte del elefante completo. Incluso se pone de relieve para todos, aquello que cualquiera de ellos estuviera tocando que no fuera el mismo animal que conjuntamente todos tocan. La analogía del elefante y la palpación de los ciegos, sirve exactamente para aplicarla al aspecto psíquico del ser humano, del par mujer-hombre, e incluso, tiene mayor y no comparable relevancia este segundo aspecto que no el primero, el científico, atribuido exclusivamente a lo físico. La funcionalidad es un aspecto secundario, el descubrimiento propio que implica el relacional, es la base primaria y ultima que tiene auténtica relevancia en y para el ser humano.
La psique humana infectada
Cuando nos referimos a lo establecido, las normas sociales y las pautas de conducta del individuo, que se manifiesta planetariamente así como
Prof. P. Krishna.
Por tanto, ¿es posible que podamos educar a los niños de tal manera que ellos pudieran tener una compresión profunda de las relaciones y puedan vivir armoniosamente, vivir cooperativamente?. Al parecer somos incapaces de hacerlo. Eso significa que deseo dar a mi hijo algo que yo mismo nunca he tenido. Nuestra generación pudo haber sido estúpida. Es juicioso aprender de ello, y no propagar la estupidez en nuestros niños –lo cual significa que hay la necesidad de crear una mente inquisitiva, que busque, que averigüe, y no una mente conforme o condicionada que acepte todo lo que los adultos están diciendo. No queremos que nuestro hijo venga y nos diga: mami pienso que estás del todo equivocada. Nos sentimos insultados. ¡Pero pudiera ser él que esté en lo correcto!
Procede del libro "EDUCACIÓN, CIENCIA Y ESPIRITUALIDAD", por el prof. P. Krishna.
localmente, obsérvese que no apuntamos a determinadas personas, sino que a una especie de "energía configurada" en el ahora vivo, que mantiene la psique humana en el cauce de la división y la contraposición como motor inevitable, es a lo que estamos apuntando. Los seres humanos que hoy en día están organizando el mundo, fueron en su momento niños y jóvenes que sintieron que el mundo estaba equivocado, por su incipiente crueldad y creciente conflicto, como a todo niño le ocurre. Y en ese flujo libre que eran, se les fue impregnando de manera más o menos intensa, esta energía fragmentada, que se alimenta de su propia contradicción, infectando la psique humana, asumido como algo propio a medida que pasaba el tiempo, y el "virus" se iba instalando en el cerebro tomando cada vez mayor control de la psique. Cualquier ser humano que haga un ejercicio honesto y directo que permita despertar la inocencia del niño que quedó oscurecida, soterrada, tendrá la oportunidad de descubrir que lo que ahora siente como irreversible e irrefutable de sí mismo y del mundo, no es más que un programa en el cerebro que se dirige a sí mismo, pero que incapacita al auténtico ser humano a despertar en el profundo y extraordinario acontecimiento de la vida. Sin arribar a este profundo cuestionamiento de uno mismo, de darse cuenta de que ha terminado aceptando aquello que en cierto momento comprendió claramente que era nefasto, aunque en el estado de niño no pudiera ser expresado y ordenado mentalmente, no tiene oportunidad de despertar en sí mismo la vibrante y desconocida significación del acto creacional no dirigido, quedando impedido de fluir en relaciones humanas armoniosas y carentes totalmente de conflicto. Mientras los adultos no aprendamos a diluir el condicionamiento del cúmulo psíquico "solidificado" en el cerebro, como un acto de educación en el momento vivo, es enormemente difícil, sino imposible, que los niños y jóvenes puedan desarrollarse sin reproducir en su cerebro la enquistación ego-céntrico, resultado del gobierno impositivo de esa energía en el ahora que a la mayoría nos domina creyéndola la base de nosotros mismos. Identificados entonces muchos en ella, se esfuerzan en promulgarlo y forzarlo de manera ineludible, engañándose a sí mismos, haciéndose creer que verdaderamente el ser humano es eso, el ego-céntrico inoculado. No quieren ver que es algo que han recibido y no tiene nada de original, de propio.
RICO PAR (Noviembre 29, 2009).
"Educalia", en la Tierra de siempre jamás.
¿Nos abrirá el conocimiento a la nueva mente desconocida?
Cuando nos zambullimos a buscar personas que estén hablando de la educación, de la nueva y desconocida mente humana, se hace sorprendente el extenso caudal de ellas que van apareciendo, las cuales apuntan de continuo a un ser humano libre, responsable y creativo. Aquí nos estamos sumando a ello desde la perspectiva "psico-biológica-cósmica", (que ahora esto suena muy raro). Y uno se exalta con ello, a la vez de quedar perplejo. Ya que esa nueva mente libre en lo desconocido, esa psique del ser humano en estado de flujo e interrelación indivisa continua, en la vida cotidiana se sugiere no despertar interés alguno. En la realidad lo que se ve son seres humanos muy erguidos por el eje central que es el ego-céntrico, y procurando mirar lo más que se pueda por encima de los otros. ¿Estamos presos en la teoría? Estas verdades de las que ningún ser humano puede eximirse ¿pueden dejarse para determinados momentos de "acto filosófico", pero en la vida cotidiana continuar con la falacia del logro personal y el placentero entretenimiento? ¿Máquinas biológicas que dan noción de respuesta verdadero-falso, pero inconscientes del auténtico significado que esas verdades implican? ¿Como una CPU de silicio, que puede hacer nuevas preguntas y contestarlas incluso declarando su porcentaje de verdadero o falso, pero en la inconsciencia supina? Incluso diríamos más, puesto que los seres humanos que tienen acceso a los medios, que en cierta manera implica la posibilidad de poner al corriente a las masas humanas de lo que precisamos averiguar es verdadero y de lo que sabemos es falso, parecieran inconscientes del verdadero y auténtico problema de la fragmentación humana con el consecuente conflicto que ella genera. ¿No será que de ninguna clase de conocimiento puede producirse algún cambio en la mente? Si ahora la psique sufre estando presa al pasado, ¿No será la mutación psicológica precisamente diluir todo recuerdo emocional y no volver a conservar ninguno de nuevo? Hacemos ciencia para comprender el universo, para comprendernos a nosotros mismos, como individuos y como sociedad planetaria, incluso, al margen de la funcionalidad que ello nos devuelva. ¿Por qué no hacemos ciencia en nuestra vida cotidiana? Véase, la dejamos como una obligación para ganarnos la vida, entonces para entretenernos de esa obligación, aprovechamos la tecnología para producirnos el mayor placer posible con un buen montón de cosas vacuas. Y el problema central, la psique turbulenta y el ego-céntrico luchando con desespero por ser reconocido y premiado, es lo que funciona en nuestra base. Así, se hace obvio que dejamos de lado la evidente verdad que se nos pone ahí delante.
RICO PAR (Noviembre 29, 2009).
En lo profundo de uno mismo … toda la historia del hombre.
Interlocutor: ¿Qué valor asigna usted a las ciencias sociales y a la comprensión del hombre?
KRISHNAMURTI: Señor, cuando usted tiene dentro de sí mismo todo el laboratorio, ¿por qué quiere “estudiar al hombre”? Estúdiese a sí mismo, al ser humano total, a usted, estudie toda la complejidad, la belleza, la extraordinaria sensibilidad que es usted mismo. ¿Por qué quiere estudiar Krishnamurti 1972lo que algún otro dice acerca del hombre?
Toda la humanidad es usted. Y usted en su relación con otro es la sociedad. Usted ha creado este mundo feo, terrible, el cual se ha vuelto tan por completo carente de sentido que los jóvenes se están rebotando en todas partes. Para mí, ésta es una vida muy insensata. La sociedad que el hombre ha creado es el producto de sus propias exigencias, de sus propias urgencias, de sus instintos, sus ambiciones, su codicia y su envidia. Usted piensa que leyendo todos los libros que se han escrito acerca del hombre y dedicándose al estudio social, va a comprenderse a sí mismo. ¿No sería mucho más sencillo empezar con usted mismo? Mírese, sin condenarse ni justificarse, sólo mire, observe el modo como habla, como argumenta y discute, mire todos sus prejuicios, sus ambiciones, sólo mire. En lo profundo de sí mismo tiene usted toda la historia del hombre y, sin conocerse directamente a sí mismo, no puede crear un nuevo orden social. No es que no deba estudiar a la sociedad y lo que otras personas han escrito respecto del hombre y todo lo demás. Yo, personalmente, no he estudiado nada de esto. Uno lleva dentro de sí mismo toda la cosa; mire, y sabrá muchísimo.
J. Krishnamurti. CONVERSACIONES CON ESTUDIANTES. Pláticas en la Universidad de Puerto Rico, San Juan. Puerto Rico. Procede del Capítulo 3, (7 de Septiembre de 1968).
Visitar libro en formato .pdf en la Biblioteca J. Krishnamurti de UPASIKA.
Todo comienza siendo niño
El Niño, el inicio del Ser Humano
En la Web www.robertexto.com encontramos un artículo titulado "LA FINALIDAD DE LA EDUCACIÓN SEGÚN PIAGET" por el autor Bravo Peralta Erandi Curi, en el que se despliegan los criterios principales de lo que Jean Piaget entendió como educación del niño, a partir de largos estudios científicos que realizó en este sentido. En el mencionado texto se apunta como objetivo:
… un desarrollo pleno de la personalidad humana …
Es forjar individuos capaces de autonomía intelectual y moral; que respeten esta autonomía en el prójimo, en virtud precisamente de la regla de la reciprocidad.
En principio algo que parece ser bastante sencillo de comprender por cualquiera, sin embargo esta "regla de reciprocidad" que implica desarrollarla en la relación niño-niño, niño-joven, niño-adulto, requiere de completa ausencia de comparación, precisamente algo de lo que la actual educación no puede presumir, ya que no sólo se hace una "valoración" del niño, que siempre implica algún modelo, sino que precisamente esta evaluación proviene de la comparación que se hace entre los propios niños. Tras esto nos hemos de cuestionar, ¿puede surgir una nueva educación que difiera radicalmente de las pautas sociales establecidas? ¿Puede una escuela desarrollar una nueva conducta interior del ser humano mientras la sociedad se regodea en retozar en los viejos cánones basados en la exclusión que la jerarquía psíquica
JEAN PIAGET para principiantes.
promulga e impone? La educación no es un juego de magia, y por mucho que se modele teóricamente, si los adultos responsables de ella, maestros y padres, están impregnados hasta la "medula" del escalafón y la grandeza, meros actos conceptuales comparativos, se hace indudable que por mucha insistencia y cuidado en el desarrollo de las clases en las aulas y en el hogar, de forma subrepticia los niños asimilarán ese comportamiento. De hecho, esto está ocurriendo de esta manera. La reciprocidad es imposible mientras se inculque la comparación, la supremacía sobre otro a cualquier nivel, pero sobre todo al transmitir unas reglas morales y éticas en forma teórica que no se encuentran en el verdadero acontecer de las relaciones.
Los niños aprenden actuando sobre las cosas
La educación intelectual es obviamente imprescindible, pero no puede ser únicamente el centro de atención, se precisa una educación moral paralelamente, que implica la relación humana. Cuando se sobrevalora la respuesta de un niño que sugiere ser más brillante que el grupo del que forma parte, los pilares elementales de la moral se han ido por tierra, y se ha introducido en lo intelectual la contradicción de la ilógica. Uno es más o menos que otros por su capacidad intelectual, lo cual, es en esencia una inmoralidad, pues se utiliza para ir formateando los escalafones que más adelante ocuparán en una sociedad estratificada por egos-céntricos que se valoran por encima de los demás por sus títulos y posesiones. Jerarquía psíquica que a todas luces es inmoral. Esta supremacía del ego-céntrico, ahora ya la están impartiendo los adultos, profesores y padres, al reticular al niño dentro de un campo en el que no tiene decisión ninguna ni oportunidad de descubrirla y a lo único que tiene acceso es a la sumisión y a la obediencia. Hemos de insistir ¿puede el niño aprender algo que el adulto no está haciendo? En el aspecto técnico, por ejemplo, el adulto que enseña está altamente familiarizado con
Busto de
Jean Piaget
en Ginebra.
De WikipediA
.
el tema concreto que desarrolla, la asignatura, enseña algo que sabe hacer, pero… ¿ocurre lo mismo en el aspecto ético y moral? Hasta cierto punto el niño puede actuar sobre los aspectos intelectuales, en cierta medida son mecánicos y se pueden poner fuera del cerebro a través de texto, dibujos, etc. Pero el aspecto ético y moral, que es una percepción de valores relacionados en la relación de dos o más individuos ¿puede el niño aprender a actuar sobre ellos si el adulto él mismo no sabe cómo hacerlo? La teoría sobre comportamiento es una cosa, y la acción que es el propio comportamiento es otra muy distinta y desde luego a todas luces lo real. Esta disociación en la que ahora nos encontramos los adultos, tomar como verdad la intelectualización que hacemos de nosotros mismos en lugar de ver nuestro auténtico comportamiento, no sólo es lo que está solapando cualquier atisbo de nueva educación, sino que es de lo que los niños se están impregnando desde su base. ¿Cómo se puede despertar la reciprocidad entre las personas si a lo que se las está educando realmente es a competir entre ellas?
Vivencia versus clonación
Los instrumentos con los que el niño aprende son los objetos físicos pero también los objetos mentales, en el sentido de los conocimientos retenidos como memoria y la comprensión de sus significados. Estos a su vez pueden ser meras "clonaciones"; el conocimiento se ha registrado por mera fijación memorial, en la mayoría de los casos a base de "repetición", o pueden ser una asimilación procedente de un contacto directo del niño, una vivencia, con el hecho que el conocimiento está apuntando.
– en la clonación únicamente hay repetición,
– en la vivencia, contacto directo, hay descubrimiento de lo nuevo.
Estas dos declaraciones significan que en el acto de la vivencia no hay pensamiento, éste surge luego a causa de ella. Se hace obvio aquí, que ambos, maestro y niño, deben tener claro y en modo de presente activo esta diferenciación en el aprendizaje. Lo que implica en el maestro una actitud espontánea y constante, en la que él transmite al niño por explicación, pero sobre todo por sentirlo en sí mismo mostrándolo de manera natural, la extraordinaria diferencia entre lo que es clonación y lo que es vivencia. Entonces el niño tiene la oportunidad de aprenderla desde el principio en su crecimiento. Esta "enseñanza" de las dos formas de "aprender", memorizar intelectualmente y asimilar por vivencia, debe realizarse con el ejemplo vivencial del propio maestro, con su comportamiento, en la completa secuencia de acciones subsecuentes que implica el conocimiento intelectual y a su vez con el descubrimiento vivencial que no tiene ordenación ninguno. Pues el propio maestro ha de estar descubriéndose como algo nuevo a sí mismo, ya que de hecho, toda circunstancia siempre es nueva. Si el maestro no se encuentra vivenciando, que únicamente está repitiendo información, los niños van exclusivamente a aprender a repetir, y el torrente psíquico de vivencia irá quedando oculto resecándose sin prestarle atención.
Jamás engañar al niño
El conocimiento instrumental, a su vez, debe transmitirse con una muy honda claridad de cuando se está desplegando un hecho, un pseudo-hecho o una suposición.
– el hecho, irrefutable para cualquiera. Por ejemplo: El Sol alimenta la vida.
– el pseudo-hecho: un cierto hecho, que deja de serlo en parte, por la información contradictoria que al apuntarlo surge y hace dudar, no hay verificación acerca de ella, tamizando el hecho en sí con una cierta parte de verdad y otra de falsedad. Ejemplo; el baso lleno de agua hasta la mitad, está medio vacío y al mismo tiempo está medio lleno. "Te quiero y también te odio", sería otro ejemplo.
– lo supuesto: un conocimiento no verificable, una suposición tomada e integrada como verdad. Ejemplo: al morir nuestra alma va a algún otro lugar. Donde hacemos dos suposiciones, la de ser un alma y la de permanecer después de morir.
Esta premisa fundamental de no engañar al niño, de la cual él podrá ir desarrollando un sentido de veracidad de las cosas, pero sobre todo de acérrima confianza, y en igual medida advertir dónde se camufla lo falso, como puede fácilmente comprobarse no circula en la educación. Podemos tomar como ejemplo las costumbres navideñas que se centran en una exaltación del deseo y de la candileja irreal, insuflándole al niño de auténticas falsas magias. El delirio de ilusión de los adultos se les inocula deliberadamente aunque de manera inconsciente, pues los adultos no se dan cuenta de la mentira psicoanímica que en los niños arraiga a partir de esas celebraciones. Incluso, existe la idea de que en eso no hay nada de malo. ¿Una nueva educación en un estado de ilusión e inconsciencia?
Educación psicológica, vivencia y descubrimiento.
La atención es un estado, y la concentración una cualidad. Si bien un estado en sí mismo puede entenderse como una cualidad, hacemos la distinción con el fin de clarificar, pues la atención no tiene centro ni foco, como si los posee la concentración. Lo único que ambas comparten es que son una acción. Si bien desabollamos técnicas para la concentración, no ocurre igual para la atención, pues no hay técnica que nos lleve a ella. La atención que devenga de una técnica, que implica entrenamiento, repetición, estará constreñida por el propio
Ilustración
desarrollo del niño hasta los dos años, en la Web usuaris.tinet.org
adiestramiento de la técnica, y se habrá convertido en concentración. La concentración así proviene del esfuerzo, precisamente todo lo contrario que hace la atención, que ocurre cuando no hay esfuerzo alguno. Pues cualquier esfuerzo, se convierte en concentración. En la atención no hay horizontes, es un campo abierto sin límites ni centro. En la concentración hay inclusión y exclusión, es un campo cerrado. Pero esto no nos ha de hacer sentir que ambas son algo polar, pues en la atención hay atención a la concentración, sin embargo, la concentración excluye la atención en su propio movimiento de inclusión-exclusión.
Atención y concentración
El niño a partir de los dos años debe comenzar a conocer, a través del juego y la relación, en primer lugar a desarrollar la atención, comprender su diferencia con concentración. Darse cuenta de su movimiento interior así como del envolvente, y hasta qué punto son diferentes pero a la vez se complementan. En la educación escolar y en el hogar se ha de poner el énfasis en las relaciones sociales y la atención interior, que se irán desplegando en mayor profundidad en el transcurso de los períodos subsiguientes pasando por la adolescencia, momento en el que tendrán un alto grado de conciencia de sí mismos y de la interrelación social, y de la imposible separación de éstas, pues lo habrán estado descubriendo desde muy tiernos. Un ejemplo abstracto que podemos poner para la manera de realizar esto es: en primer término el niño lo observa, (que es atención), el interior y su relación con lo envolvente, seguidamente exterioriza la vivencia de la observación a través de un texto, gráfico o dibujo, para concluir con una experiencia a través de una actividad real que le proporcione el contacto directo con la cosa, en este caso la inseparabilidad del interior–exterior.
En el artículo apuntado Piaget nos dice:
“El principal objetivo de la educación consiste en formar personas que sean capaces de hacer cosas nuevas y no simplemente de repetir lo que en otras generaciones han realizado. Se necesitan hombres que sean creadores, que estén pletóricos de inventiva y que sean capaces de descubrir algo original. El segundo objetivo de la pedagogía consiste en formar mentes críticas, ávidas de licor de la verdad y que no estén dispuestas a aceptar gratuitamente todo lo que se les ofrece. El gran peligro que se cierne sobre nuestras cabezas consiste hoy en día en los tópicos, en las frases hechas y que repiten como papagayos las masas. Tenemos que ser capaces de resistir a esta presión, de criticar y de distinguir entre lo que es verdad y los que es mera opinión. Necesitamos para ello alumnos activos, capaces de aprender por sí mismos, en parte gracias a su actividad espontánea y en parte también a través de los datos que les brindemos; alumnos que aprendan rápidamente a distinguir entre lo que es verídico y lo que es gratuito.”
Visitar artículo titulado "LA FINALIDAD DE LA EDUCACIÓN SEGÚN PIAGET" por el autor Bravo Peralta Erandi Curi.
RICO PAR (27/Julio/09).
Ser Estudiantes de Krishnamurti por el prof. P. Krishna
Acerca de estudiar a Krishnamurti
P. Krishna: Ser estudiantes de Krishnamurti significa lo mismo que ser estudiantes de la vida misma, porque sobre lo que él habló fue sobre la vida en relación –relación con la gente, con la naturaleza, con la propiedad, con la sociedad, con el conocimiento e ideas, con todo. La educación tiene que ver con la comprensión de nuestra relación con todo esto en la vida. Y la pregunta sobre la que vamos a deliberar es:
¿Cuál es la educación correcta en el contexto de los problemas que la moderna sociedad está encarando?
Deberá el lector visitar el libro "EDUCACIÓN, CIENCIA Y ESPIRITUALIDAD", del profesor P. Krishna, de imprescindible lectura y estudio. Visitar Libro.
La obra se presenta repartida en tres preguntas fundamentales:
– ¿Podemos crear una mutación en la conciencia y hacer surgir una Nueva Cultura?
– ¿Cuál es la Educación Correcta frente a los Retos del Mundo Actual?
– Nuestra Relación con el Mundo.

La siguiente lista de declaraciones, unas verdades que hay que despertar desde muy temprano, otras falsedades que hay que evitar por ver claramente la falacia que significan, proviene de una extracción del libro del Prof. P. Krishna de la obra aquí apuntada. Decir que no es una extracción literal, sino que la hemos "retocado" para poder reproducirla como ítems bien diferenciados, aunque es lógico que los contenidos a los que todos ellos apuntan están interrelacionados sin encontrarse separados en la realidad que señalan. Indudablemente esta lista no sustituye el texto original discursivo del profesor P. Krishna, que insistimos al lector no deje pasar de leerlo y estudiarlo. (Los ítems marcados con "D" significan cuestiones verdaderas a despertar, los marcados con "CD" cuestiones falsas a comprender y disolver).
D– Si existen, valores que debe asimilar el niño.
D– La mente global que se extiende al sentido de ser humano total y a la completa naturaleza, la biosfera y todo lo que en ella vive.
D– Los sentidos de reverencia, respeto y amistad con los seres humanos, con los animales, con las plantas, con los ríos y las montañas.
D– El sentido de flujo ecológico con lo natural, sin codicia ni explotación por parte del ser humano.
CD– Completa ausencia del falso principio sentido de "interés propio".
D– La percepción de la multidimensional interrelacionalidad atendiendo al hecho de que el conocimiento únicamente ve una parte de ella.
CD– No erigir en la mente el poder como forma de explotación, matanza y destrucción.
D– Erigir el poder como forma de construir, mejorar, hacer feliz al mundo.
D– Encontrar el sentido de amor, de afecto, de responsabilidad en las relaciones.
CD– Evitando la fragmentación del dominio del hombre sobre el hombre en cualquier ámbito social, impidiendo así, la amargura, los pleitos, el coraje, la conspiración, la intriga… etc.
CD– ¿Puede la educación despertar una comprensión profunda de las relaciones que conduzca a la armonía y la participación, cooperativamente? (El sentido vivencial del nodo-anímico de unisonidad humana y cósmica que venimos apuntando en el compendio del espejismo de centricidad).
D– Despertar la mente inquisitiva, que busca, que averigua.
CD– No la mente que se conforma condicionada a lo que lo establecido le promulga.
D– Completa libertad de expresión, de opinión. Libertad para crecer, pensar, escribir sobre lo que uno siente y ve. Libertad para cuestionar, a uno mismo y a la sociedad.
D– Desarrollar la auténtica democracia y la verdadera libertad política.
CD– No educación en el gobierno, que siempre es dictatorial.
D– Sí educación en la organización funcional participativa, en la que la disidencia se convierte en una clarificadora cualidad, en lugar de un motivo de represión.
CD– No encarrilar a la gente, al niño y joven, en qué pensar y qué hacer y qué no hacer.
D– Atender y sostenerse en el potencial intrínseco que la democracia tiene para autocorregirse a sí misma.
D– Atender a lo que democracia no es: "grupos de presión rivalizando entre ellos por el puesto".
D– En la democracia nadie sabe cómo hay que organizar, qué leyes hay que crear, cuál es la mejor manera de hacer las cosas, pero juntos nos sentamos a dialogar, a cuestionar a averiguar la correcta cosa que hay que hacer.
D– Toda conjunta deliberación democrática se ha de desprender del interés conjunto, donde hay ausencia completa de negociación, pues el problema particular se convierte en problema plural conjunto.
"EDUCACIÓN, CIENCIA Y ESPIRITUALIDAD" Prof. P. Krishna TRES CONVERSACIONES. Incluyendo Preguntas y Respuestas. Título en inglés: "Education, Science and Spirituality". The Theosofical Publishing House, Adyar. First Edition 2000. Traducción: Salvador D. Rojas. Octubre 26, 2004. Visitar Libro.
 
La finalidad de la
Educación según Piaget
por Bravo Peralta Erandi Curi
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