El Mirlo
EDUCACIÓN
Artículo 4 de 10
La Filosofía Educacional. Parte I.
La gráfica simbólica de Cuestiones principales
Por aquel tiempo, (Octubre del 2008), cuando iniciamos intensivamente la realización de este compendio de apuntes, realizamos una búsqueda en Internet por simple curiosidad de diez palabras muy concretas. Como se hace evidente al ser la búsqueda tan generalizada con los términos utilizados, la significación que le debamos dar también ha de contemplar esta generalización obviamente tan extensa. En aquel momento se nos ocurrió introducir las siguientes palabras:
Dios, Amor, Paz, Creación, Vida, El Mal, Odio, Guerra, Destrucción, Muerte
Una búsqueda por palabra. El gráfico 1 muestra los resultados. Lógicamente los temas que en algún sentido deben utilizar tales palabras deben ser de lo más diverso, pero supongamos que esos valores nos están dando noción de algo, aunque en principio
Gráfico 1. Resultados Google de búsquedas de palabras realizadas en Octubre del 2008.
no sepamos bien qué nos podrían estar explicando. Lo que a primera vista podemos ver claramente es como la palabra "Vida" despunta vertiginosamente por encima de las otras con 500 millones más de entradas sobre una extensión de 200 millones en la que el resto de ellas se mantienen. Se hace alentador, ya que manifiesta una alta "conciencia de vida", cosa que de hecho no nos debe extrañar, pues es lo que somos. Pero si bien esto parece hacerse claro, también aparenta sugerir, quedando el resto de palabras agrupadas dentro de un rango relativamente homogéneo, (en comparación con la primera), que la claridad que pudiéramos tener de esa serie de términos fuera más confusa, pues siendo ellos en diferentes aspectos importantes bastante, sino algunos de ellos totalmente distintos, ninguno alcanza a emparejarse con la acepción "Vida". «La vida prolifera en la vida», suena recursivo, tal vez raro, pero hay en ello un hondo atisbo de verdad.
Debiéramos aquí comentar que estos criterios que esbozamos a partir de estas gráficas, lo hacemos pensando de forma latente acerca de Internet como de una extensión, en forma de "red-neuronal", del producto unificado de todos los cerebros que componemos la humanidad, o sea, el ser humano. De hecho, es así en buena medida una de las formas en como está Internet operando. Aunque por el momento seamos nosotros los que actualizamos sus contenidos y los únicos que los comprendemos. Pero tal vez en un futuro próximo aparezca un "robot inteligente", contenido en la propia red Internet, y así abasteciéndose de manera directa de todos sus contenidos, interrelacionándolos y desprendiendo nuevos significados, pensando por su cuenta. Proporcionándole el software adecuado, o cuando el potente hardware que ahora se encuentra en los laboratorios de investigación y pruebas sea operativo, ¿no ocurrirá que Internet se convertirá en un macro cerebro con prácticamente el completo contenido del cerebro humano en sí mismo? En la Web "robots" podemos encontrar de múltiples especies, pero son mero software, no tienen conciencia de sí mismos ni del universo. No saben de la creación. ¿Puede Internet tomar conciencia de sí misma proporcionándole… conciencia?
Ordenando los términos
El gráfico dos muestra los mismos términos ordenados de manera descendente, y de nuevo surgen sorpresas en las posibles interpretaciones.
Vida, Amor, Guerra, Paz, Dios, Muerte, Creación, Odio, Destrucción, El Mal
Desde luego, tenemos en cuenta que el lector puede descubrir sus propias valoraciones y ser tan buenas como las que aquí esgrimimos, o entenderlas éstas como muy
Gráfico I1. Resultados Google de búsquedas de Octubre del 2008 ordenados por tamaño.
imaginativas, pero el juego es divertido y clarificante. Observemos que el primer término que le sigue a Vida es "Amor", aunque 500 millones de entradas más abajo, y desmarcándose de los otros por unos menguos pero significantes 100 millones de entradas, ya que en una extensión igual se ordenan "confusamente" el resto de palabras. «Tenemos muy claro que somos vida, comenzando a tener un atisbo de que su significado es el amor, y con respecto a las cuestiones de nuestras creencias y comportamiento andamos hechos un lío"», podría decirse. Seguidamente el término Guerra comienza con la ristra de palabras desmarcadas de esas dos primeras, (Vida, Amor), y cayendo lentamente a través de algún paralelismo con otras, como Paz y Dios, (las tres comparten nivel y sucesión), desciende paulatinamente aproximándose a cero con el término "El Mal". Curioso ¿verdad? Somos inconscientes del mal, o lo relegamos a la última cuestión. «La guerra que es el mal, conteniendo nuestras creencias, nuestras carencias y nuestro comportamiento».
Creencias: Paz, Dios. Ya que la Paz no la conocemos y meramente la imaginamos, y Dios está atrapado en sí-Dios/no-Dios, que igualmente lo convierte en una creencia. Curiosamente se ordenan seguidamente Guerra (nuestra realidad), Paz (nuestro ideal imaginario), y Dios, que es el que nos ha puesto
Vida
704.000.000
Amor
213.000.000
Guerra
117.000.000
Paz
109.000.000
Dios
106.000.000
Muerte
56.800.000
Creación
38.900.000
Odio
28.500.000
Destrucción
8.020.000
El Mal
7.230.000
en tal confusa tesitura; soñando con la paz perdidos en la guerra de sí-Dios/no-Dios.
Carencias: Paz, Muerte, Creación. Sin paz no podemos comprender la creación, así, tampoco podemos comprender la muerte. Carecemos de creatividad, pues carecemos de comprensión en cuanto a lo fundamental.
Comportamiento: Odio, Destrucción. De nuevo curiosamente, se ordenan los pilares de nuestro actual comportamiento. El odio, (¡qué horrible significado al que apunta esta palabra!), que es un sentimiento que se extiende desde sutilezas casi imperceptibles hasta demoledoras evidencias de cómo nuestros cerebros están atrapados a la pugna y al maltrato ajeno. Palabras que reflejan los hechos que aseveran esto tenemos muchas, xenofobia, racismo, etcétera, etcétera. El odio nos a llevado a tener la Tierra, el planeta, en peligro de inminente auto-aniquilación con sólo poner en marcha el mecanismo de los "botones rojos", que pondrían en acción el inmenso arsenal de bombas atómicas que mantenemos en activo, precisamente por la premisa del considerado ineludible odio.
Han surgido tres ces, CCC, creencia, carencia, comportamiento. «Nuestro comportamiento se sostiene en la creencia que en sí misma es carencia». La creencia es carencia de realidad.
Otro aspecto curioso es cómo la palabra Dios divide en dos partes el gráfico, agrupando por un lado Vida, Amor, Guerra y Paz y por el otro Muerte, Creación, Odio, Destrucción y el Mal. Pareciera que el término Creación se ha confundido de lado. Sin embargo, si atendemos a este segundo grupo, podemos ver como alrededor del término Odio orbitan en forma polar, la Muerte y la Creación por un lado, y la Destrucción y el Mal por otro. ¿No debería ser del Amor de donde todas ellas surgieran?
Tómese este ejercicio que acabamos de desplegar como un juego ideo-gráfico acerca de ciertas cuestiones importantes del ser humano, pero sin desestimar la relaciones que hemos esbozado.
Rico:PAR (Noviembre 15, 2009)

Reproducimos de nuevo aquí "La destrucción del "yo", ya presentada en el Artículo Cerebro. Lenguaje, conocimiento y sintonía. de la Sección El Cúmulo Psíquico. Si el lector ya la leyó antes, no le dé pereza volver a hacerlo con la misma atención como si fuera la primera vez que lo lee.
Simbolización Ideo-Gráfica
Susanaga Weeraperuma
Los monjes budistas y los swamis hindúes han sentido siempre una gran afinidad con las enseñanzas de K pero los rabinos y los sacerdotes cristianos rara vez les han prestado atención. Por eso fue una alegría ver a un barbudo sacerdote cristiano visitar a K. Después de una reunión en privado, el sacerdote informó de cuanto sigue: «Krishnamurti es una persona encantadora. Me hizo ver el símbolo de la cruz desde una perspectiva completamente diferente. El crucifijo que llevo colgado del cuello no es un adorno sino un signo de mi fe cristiana. Como ya sabrán ustedes, nuestro Señor Jesucristo fue crucificado. Lo condenaron a morir clavado en la cruz. Creemos que la muerte de Cristo fue el acto supremo que salvó al mundo. La santa cruz nos liberó de las fauces de la muerte. Pero Krishnamurti me enseñó el significado oculto de la cruz. Dijo que la cruz simbolizaba la destrucción del “yo”. Cuando se traza una raya horizontal sobre la palabra “I” 1 obtenemos una cruz» (1: I, en inglés, yo. (N. de la T.)
Del epígrafe "DESINTERÉS", del libro "KRISHNAMURTI TAL COMO LE CONOCÍ". por Susanaga Weeraperuma Traducción de Celia Filipetto
Visitar el libro en formato .pdf en la Biblioteca de la Web UPASIKA.
«El ser humano como problema» por Sandra Lagardera Muzás.
¿En qué nos diferenciamos de los animales?; ¿somos libres?, ¿qué significa animal racional?, ¿qué hace que seas tú mismo?, ¿cuál fue el primer ser humano y cómo era?, ¿cómo sabemos que estamos enamorados?, ¿eres tú quién decides lo que te pasa o tu vida tiene un sentido?, ¿ese sentido está aquí o en una vida futura?
Visitar Artículo
"El ser humano como problema" en la Web FOROSOFÍA.

¡Llevemos la ESCUELA a los niños!, no, como ahora hacemos, que llevamos a los niños a la ESCUELA. Una vez han pasado de los dos años, que ya andan y se han iniciado en el lenguaje, todo su impulso es "tocar el mundo" extendiendo el horizonte cada vez más lejos, y a medida que continúan con el desarrollo físico, paralelamente se va desplegando el ir aprendiendo a tocarlo mentalmente. La ciencia, como es obvio, desde sus variados puntos de vista y realizando un acercamiento sintético para el niño, es la mejor herramienta para despertar en él la noción de creación, y que a su vez, aquello que está aprendiendo de nuevo a base de tocarlo, físicamente y mentalmente, estén correlacionados por partir de la misma fuente, en este caso, la "realidad física " por un lado, y la "realidad mental" por otro, que deben formar un tándem unísono únicamente divisible a un nivel conceptual momentáneo por algún interés de estudio, mas esos dos "niveles" de aprehensión deben ser una vivencia unísona sin contradicción. Ir despertando entonces, camino de la adolescencia y algo más allá, la conciencia de ello, que implica, la conciencia de uno mismo, de la que se hace indisociable la conciencia de grupo o sociedad. Pero todavía hay algo más importante moviéndose en esa aprehensión descubrimiento, el nodo-anímico que vivencia sensación, sentimiento y emoción, una psique que siente, y la posibilidad de retener "relativamente" la vivencia como recuerdo. Es en este aspecto que las cosas ahora se complican en demasía, quedándonos enredados en una liada madeja de pensamientos, emociones y sentimientos paradójicos. Entonces el estudio científico queda relegado a una obligación de supervivencia y de supremacía, perdiendo todo el aroma creacional que hay en él implícito cuando discurre a la par de manera unísona con el conocimiento propio, que es el conocimiento del ser humano. La comprensión del nodo-anímico.
Nota RICO PAR Noviembre 16, 2009.
El problema VITAL: la apropiada clase de ESCUELA.
Interlocutor: ¿De qué modo puede el niño descubrir cómo es, sin la ayuda de sus padres y maestros?
KRISHNAMURTI: ¿He dicho yo que puede, o es ésta una interpretación de lo que he dicho? El niño descubrirá cosas acerca de sí mismo si el ambiente en que vive le Krishnamurti 1972ayuda a hacerlo. Si los padres y maestros se interesan realmente en que el niño -esa joven persona- pueda descubrir lo que él es, no lo forzarán a ello; crearán un medio en el cual podrá llegar a conocerse a sí mismo.
Usted ha formulado esta pregunta, pero ¿es éste un problema vital para usted? Si sintiera profundamente que para el niño es importante descubrir acerca de sí mismo y que el no puede hacerlo si está dominado por la autoridad, ¿no ayudaría usted a crear el ambiente apropiado? Es otra vez la misma vieja actitud: díganme lo que debo hacer y lo haré. No decimos: “resolvámoslo juntos”. Este problema de cómo crear un ambiente en el cual el niño pueda conocerse a sí mismo, es un problema que nos concierne a todos –a los padres, a los maestros y a los propios niños. Pero el conocimiento propio no puede ser impuesto, la comprensión no puede forzarse; y si éste es un problema vital para usted y para mí, para el padre y el maestro, entonces juntos crearemos la apropiada clase de escuela.
Fragmento del CAPÍTULO II, "El problema de la libertad". Del libro "EL PROPÓSITO DE LA EDUCACIÓN" de J. Krishnamurti.
Visitar el libro en formato .pdf en la Biblioteca de la Web UPASIKA.
¿Por qué no discurre la "concordancia"?
Parece que somos muchos los seres humanos que nos sentimos verdaderamente interesados en que la nueva y desconocida conciencia, de la que algunos seres humanos a través de nuestra historia han estado hablando, y otros venimos intuyendo de forma muy intensa, cunda en la humanidad completa. Que despertemos al auténtico orden creacional por el que la misma naturaleza nos ha creado. Y el empeño pareciera que se torna en un muy largo reguero de conocimiento acerca de nosotros y de por qué ahora vivimos en la división colectiva y la confusión interna. Sin embargo ese conocimiento se va acumulando, llenando estanterías o memorias de silicio, sin realmente producir auténticos cambios en nuestro cerebro. Obsérvese que incluso auténticas verdades científicas demostradas tampoco se reflejan en nuestro comportamiento. O sea, lo que el intelecto comprende no es suficiente para que cuaje en el ser completo transformándolo. Mirándolo someramente, medios de comunicación y vida cotidiana, la mayoría se mueven en lo superficial, sino todavía más lejos, en la ilusión de los sentidos y en las quimeras egocéntricas. ¿Cómo podemos cambiar el mundo si no nos ponemos de acuerdo y cambiamos interiormente cada ser humano? Y… ¿cuál es la causa de tal desconcertante desequilibrio relacional en el que los problemas se nos están echando encima?
Sin "mirarlo" no podemos encarar el problema
No podemos conformarnos en ser meras réplicas de un patrón cerebral que se transmite de generación en generación sin ápice de cuestionamiento alguno, y hemos de darnos cuenta de que en todo ser humano existe la potencialidad de la originalidad pura, aunque esto a muchos les pudiera parecer un sueño dorado, y por ello anquilosan la originalidad en sí mismos impidiéndole que emerja. Sólo por el hecho de que alguien nos lo señale, la potencialidad original que cada uno incubamos, somos responsables con uno mismo y con la completa vida que nos envuelve, por descubrir si esta declaración es falsa o una verdad incuestionable. Es desde ahí, desde esa "inquisición" en la mente, por puro amor a la verdad, que emergen las ondas que conducen a la sintonía de la mente. De lo contrario, viviendo en la interferencia, en la distorsión, que es lo que ahora predomina, deberemos estar de continuo preguntándonos si nosotros los seres humanos somos el problema. Y cualquier otra pregunta, que inevitablemente provendría de la creatividad incipiente en el indomable ahora, de poco podrá servirnos mientras no encaremos la inicial fuente que genera la discordia. Encontrándonos prisioneros de un espejismo en el cerebro, ¿qué posibilidades tenemos de comprender cualquier otra cosa profunda en esta creación imparable que somos?
Nota RICO PAR (Noviembre 16, 2009).
El ser humano "es" el problema.
Hola afectuosa Sandra:
Estoy escribiendo un artículo para un espacio web que estoy procurando mantener: www.mentefactual.com, que titulo "El espejismo de centricidad", y una de las directrices que me planteo es vincular alguna información de la que hay en la web que pueda ayudarme a prescribir lo que intento apuntar.
Realizando una búsqueda en Google utilizando Firefox con la pregunta:
¿cuál es el problema de los humanos?
me ha dado como respuesta:
… aproximadamente 2.550.000 páginas en español de ¿cuál es el problema de los humanos? con Safesearch activado. (0,38 segundos)
Es fácil ver que no los revisaré todos, y aún lo diverso que aparece en esas páginas en relación a las palabras más significativas: problema y humanos, el número es considerable. Ojeándolas por encima en muchas de ellas van apareciendo diferentes crisis de las que padecemos. Pero casi ninguna enuncia resumirlas todas ellas en un único problema. Entre los primeros índices ha aparecido tu página, que de hecho sugiere la respuesta a la pregunta formulada. Prácticamente el único titular apropiado, entre los pocos revisados, pues con él y su artículo ya dispongo de una buena dosis de respuesta para expresar lo que estoy sintiendo.
Desde luego esto sin desmerecer el resto de caudal informativo significante que debe discurrir en el resto de links, pero se hace obvio que el estudio de todos ellos requeriría un enfoque diferente.
"El ser humano como problema".
Sugiere plantearse tomar al ser humano como problema, y lo que en estos textos se intenta aseverar es: el ser humano es el problema. Entiendo que aún cuando tú lo indicas a modo de propuesta, en realidad ayudada del subtitular y el resto de incisos que desarrollas, lo que estás diciendo es lo que yo postulo, quizá de manera más indirecta.
Y bien, tanto mientras leía el artículo, como al concluirlo, han ido apareciendo distintas ideas-sentimiento que desearía compartir contigo, al tiempo que con el resto de navegantes Internet, pues mi intención es insertarlo tal como lo escriba para ti como un ítem más en el conjunto del compendio "el espejismo de centricidad".
Es obvio que leer, recibir información nueva, implica averiguar, estudiar y comprender, documentarse. Este hecho denota con claridad que todo conocimiento es limitado, pues siempre hemos de recurrir a más conocimiento y jamás conseguimos completarlo. Esto se puede sentir de continuo, pero en este caso me ocurre con el Sr. Terencio, que después de haber dicho una verdad tan primigenia y auténtica como la que utilizas a modo de leyenda del titular, desconocido de ello como yo estaba, ahora tengo que averiguar quién es o fue él, y qué promulga o promulgó para la vida:
"Soy humano, y nada de lo humano me es ajeno"
Como lo siento, tanto titular como su leyenda enmarcan la cuestión elemental que nos incumbe a la humanidad completa, a cada uno de los que somos un ser humano, sin exclusión ninguna. Más bien podríamos decir que el problema en la vida desde cualquier perspectiva es el ser humano, o sea nosotros. El movimiento que ocurre dentro de nuestro cerebro al que denominamos conciencia, es en donde se cuece todo el problema, entonces este movimiento cerebral se proyecta al mundo impregnando la completa sociedad planetaria, ¿somos conscientes de verdad de nuestros problemas? ¿Del problema central que nos incumbe?. Puesto que todo problema está surgiendo de nuestro cerebro. Así, esa unisonidad en el ser uno humano y a la par ser el ser humano, "sentimiento de humanidad", que es lo que implica lo que Terencio señala, no se despierta ni en la escuela ni en la vida cotidiana, no se esparce en la educación, en el enseñar la vida, pues en lo que ahora estamos atrapados es en el cultivo del ego-céntrico, que por lo general borbotea en detrimento de otros convirtiéndose en ajeno. De hecho es de este cúmulo psíquico orbitando en el interior del cerebro de donde surgen todos los problemas; lo que evidencia que el problema esencial es nuestra conciencia, o sea, nosotros mismos.
"El ser humano como problema", por
Sandra Lagardera Muzás.
Obviamente, tal como está la educación ahora, que proviene del comportamiento de lo adulto, el "yo" no se siente la humanidad completa, y muchas cosas de las que les ocurren a otros muchos humanos, para el "uno mismo" le son ignoradas. Y esto es así puesto que el uno mismo lo único que hace es preocuparse de sí mismo.
En tu texto es fácil descubrir que has procurado abreviar la exposición en lo posible, e indudablemente enfocándolo desde la perspectiva científica, pero pienso que los puntos que has ido tocando están muy interrelacionados y señalan cuestiones primordiales a investigar. De la misma forma decir que planteas muchos interrogantes, cosa que hemos de considerar es muy buena, pues hace que la mente se mueva en procura de responderlos y eso de una manera u otra conduce a la investigación y a la comprensión, que es lo más importante. No sé si yo podré ser tan resumido, pero preciso contestar algunas cosas de las que señalas pues el artículo completo, su vitalidad, la energía de fondo que transmite, me ha movido por dentro, lo que a la par me ayuda a que pueda sugerir mis interrogantes, y aunque los escriba más bien de forma afirmativa, preciso subrayar que no estoy aleccionando, sino más bien sugiriendo y compartiendo. Y esto vale para todo lo que escribo.
Concluyo aquí el encabezamiento de mi respuesta a tu artículo, pero voy a continuar esbozando algunas cuestiones más que éste me ha despertado. Es mi anhelo que encuentres bien este impulso no dirigido en principio que me está llevando a realizar este trabajo en relación con el tuyo. De cualquier forma, una de las cosas que tienen en común, es que ambos son de "regalo", en el sentido de que cualquiera tiene acceso a ellos.
Afectuosamente, Pedro.
RICO PAR (23-24/9/2008).
Comprensión y Transformación
Jiddu Krishnamurti
Para comprender algo, cualquier problema humano o científico, ¿qué es lo importante, qué es lo esencial? Una mente tranquila, ¿no es así? Una mente que esté resuelta a comprender. No una mente que sea exclusivista, que trate de concentrarse, lo cual, una vez más, es un esfuerzo de resistencia. Si yo deseo realmente comprender algo, en seguida se produce en mi mente un estado de quietud. Cuando queréis escuchar música o mirar un cuadro que os gusta, que os emociona, ¿cuál es el estado de vuestra mente? Ella queda inmediatamente en calma, ¿no es así? Cuando escucháis música, vuestra mente no vaga por todas partes; escucháis. De un modo análogo, cuando queréis comprender el conflicto, ya no dependéis para nada del tiempo; os enfrentáis simplemente con lo que es, o sea con el conflicto. Entonces se produce de inmediato una quietud, una serenidad de la mente. Cuando ya no dependéis del tiempo como medio de transformar lo que es, porque veis la falsedad de ese proceso,

"El Lector Pingüino". Recopilación de
J. Krishnamurti, por Blanca González Cáceres.
entonces os enfrentáis con lo que es y como estáis interesados en comprender lo que es, resulta natural que tengáis la mente quieta. En ese estado mental alerta y sin embargo pasivo, surge la comprensión. Mientras la mente esté en conflicto, censurando, resistiendo, condenando, no puede haber comprensión. Si quiero comprenderos es obvio que no debo condenaros. Es, pues, esa mente tranquila, esa mente serena, la que trae la transformación. Cuando la mente ya no resiste, ya no elude, ya no descarta ni censura lo que es, sino que se encuentra simplemente perceptiva de un modo pasivo, en esa pasividad de la mente, si ahondáis de veras en el problema, hallaréis que ocurre una transformación.
La revolución sólo es posible ahora, no en el futuro, la regeneración es ahora, no mañana. Si queréis experimentar con lo que acabo de decir, encontraréis que habrá una regeneración inmediata, una cualidad de cosa nueva, fresca, por que la mente siempre está serena cuando está interesada, cuando desea o tiene intención de comprender. La dificultad para la mayoría de nosotros está en que no tenemos la intención de comprender, porque tenemos miedo de que si comprendemos, ello podría traer una acción revolucionaria en nuestra vida; y es por eso que resistimos. Es el mecanismo defensivo lo que está en acción cuando nos valemos del tiempo o de un ideal como medio de transformación.
Proviene del CAPÍTULO XVI, "EL TIEMPO Y LA TRANSFORMACIÓN - PREGUNTAS Y RESPUESTAS", de la Compilación " EL LECTOR PINGÜINO"
Compilación de los libros:
– “La Libertad Primera y Última” Editorial Sudamericana XII edición. 1986 (“The First and Last Freedom”).
– “El Arte de Vivir” Editorial Kairós 1997 (“Life Ahead” ).
– “El Propósito de la Educación” Editorial © Edhasa, 1992 (“This Matter of Culture”).
Compilado por Blanca González Cáceres, Santiago de Chile, Julio 2008.
Visitar el libro en formato .pdf en la Biblioteca de la Web UPASIKA.
 
K y los jóvenes
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El papel de la educación
en la Web KFLA
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La Bondad
en la Web KFLA

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Sensibilidad
de la Vida
La Filosofía
Educacional. Parte I.
La Filosofía
Educacional. Parte II.
EDUCACIÓN
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Espacio Descubrimiento y Dilucidación
Esponsoriza y Aloja:
Espejismo de Centricidad - RICO PAR - 2008/09
http://www.tmirlo.com