el mirlo dice el mirlo Espejismo de Centricidad
Cúmulo Psíquico
Artículo 1 de 6
Cerebro. Lenguaje, conocimiento y sintonía.
Aclaratoria
Nos proponemos en los próximos apuntes desplegar una noción de la estructura psicofisiológica que se configura como un cúmulo psíquico, del que se proyecta el ego-céntrico. Nos parece que puede contribuir a entender más claramente cómo éste cúmulo psíquico se constituye si
Albert Einstein
La creencia en un mundo exterior independiente de los objetos percibidos está en la base de todas las ciencias de la naturaleza. Debido a que las percepciones sensoriales sólo dan una información indirecta de este mundo exterior, por ejemplo, de lo físico–real, éste sólo puede ser comprendido por nosotros a través del camino especulativo. De esto se desprende que nuestra interpretación de lo físico–real nunca será definitiva. Tenemos que estar siempre dispuestos a modificar esta interpretación, esto es, el fundamento axiomático de la física, para justificar de una manera lógica, lo más completa posible, los fenómenos de la percepción. De hecho, una visión del desarrollo de la física muestra que este fundamento axiomático ha experimentado profundos cambios a lo largo del tiempo.
MI VISIÓN DEL MUNDO, Albert Einstein.
previamente tenemos una cierta captación de lo que es el registro, el recuerdo, pues desde cualquier perspectiva el cúmulo psíquico no es más que eso, una formación neuronal que apunta a determinados contenidos. Lo que nos lleva al cerebro y al conocimiento. Como en todos los apuntes que aquí venimos "recolectando", se hace necesaria la participación del lector no sólo en comprender intelectualmente, y desplegar sus propios conocimientos de ciertas cuestiones que aquí únicamente señalamos sin extendemos en ellas, sino que también el sentir surgido de la atención se hace imprescindible, del completo movimiento en y del cerebro.
Puede ayudarnos indudablemente el conocimiento que tengamos del cerebro, de cómo utiliza el pensamiento y el conocimiento, y lo pone a circular a través del lenguaje, de la plasticidad que el propio órgano biológico manifiesta, de cómo él puede "hervir" en emociones y sentimientos, a la vez de cómo se refuerzan sus estructuras que de él mismo resultan en comportamientos repetitivos y por ello reafirmantes y así atenazando a la psique en esos comportamientos. Es de esta cualidad de "solidificación" del cerebro a raíz de sus contenidos fijos que se hace necesaria una percepción directa de todo el movimiento sin ideación ninguna; esto debería abrir las puertas para denotar por uno mismo la "inmovilización" que llamamos el cúmulo psíquico, y que se compone de una larga ristra de órdenes, "comandos", que delimitando el contenido del cerebro igualmente lo delimita a él en su configuración física..
Se hace extremadamente difícil reducir algo tan complejo como lo es el cerebro, el completo de sus cualidades, (por lo menos las conocidas), su capacidad, por un lado de su contenido, y por otro de la comprensión interrelacional que él puede llegar a elaborar. Sus funciones intelectivas, anímicas y perceptivas. La generación de la conciencia que en él se produce. Y una larga lista que, como se hace evidente, al no introducirla en esta reducida sinopsis sobre él que realizamos en este apunte, deberemos estar de continuo, limitándonos a mencionar los elementos claves que procuren transmitir la noción que sentimos debe aquí ponerse de relieve, para nuestro propósito; de desvelar el cúmulo psíquico que en el cerebro se forma y por el cual él mismo es formado. (24/5/09).
Imagen y texto derecha: De la sección ESTUDIOS CIENTÍFICOS, del epígrafe,
La influencia de Maxwell en el desarrollo de la concepción de lo físico–real.
MI VISIÓN DEL MUNDO – Albert Einstein – Edición de Carl Seelig
Título original: Mein Weltbild © Europa Verlang A.G. Zurich
Traducción de Sara Gallardo y Marianne Bubeck – Diseño de la cubierta: Claret Serrahima
Tusquets Editores, S.A. Barcelona, 1985
El cerebro como comportamiento
En sí mismo el cerebro es registro, pues todos sus componentes (neuronales, sinapsis, etc.) se reúnen y se configuran recurriendo a unos "registros previos" que contienen la información de cómo utilizar la propia información registrada que "enseña" cómo configurar un cerebro. Ahora bien, un registro lo podemos también entender como un comportamiento, algo que "vibra" de una manera determinada y en un sentido amplio monótono y recursivo. Así, estos "registros previos" u "ondas vibratorias", comportamientos con la información del "saber hacer" un cerebro, tenemos por el momento tres formas de entenderlos:
– una que la información se sucede a través de los genes y que es en ellos donde se encuentran las claves para constituirlo
– Más recientemente se ha propuesto los campos mórficos, una sutil energía, un campo vibratorio, que transporta el "saber hacer" (de cualquier organismo o cosa) y con la que sintoniza el organismo o cosa que se está configurando.
– Y una tercera sería una interrelación de ambas, pues la segunda, que por diferentes indicios sugiere reflejar lo que realmente sucede en el acto creacional siempre en movimiento, a su vez parece hacerse evidente que ambas, los genes y el campo mórfico, deben interactuar en alguna forma.
Ilustración CEREBRO proviene de:
ISAAC ASIMOV Nueva guía de la Ciencia Título original: ASIMOV'S NEW GUIDE TO SCIENCE
Traducción de Lorenzo Cortina
© 1960, 1965, 1972, 1984 by Basic Books, Inc. New York.
© De la traducción española PLAZA & JANES EDITORES S.A. Barcelona, Diciembre 1985.
El contenido del cerebro
Las funciones formativas y de automantenimiento del cerebro se mueven a un nivel subconsciente. Inicialmente el cerebro puede funcionar y desarrollarse sin darse cuenta de esos mecanismos. Sobre estas funciones subconscientes, que articulan el completo cerebro-organismo, surge como una cualidad del cerebro el darse cuenta de lo envolvente, del medio en el que discurre, de lo que puede tornarse consciente hasta cierto grado en la medida del animal al que nos refiramos. Esta función del cerebro en relación al medio en el que se desarrolla, el cerebro ha de darse cuenta del medio, proviene en principio de la necesidad de alimentarse y protegerse, ambas acciones resultantes de la relación ineludible con lo envolvente. En el caso humano, decimos que "darse cuenta" de todo este proceso es la conciencia la que nos lo permite. Entonces extendemos la misma percepción que tenemos de lo envolvente, a nuestro interior, y podemos "darnos cuenta" del movimiento psicológico que ocurre en el cerebro. Esta "incursión" del cerebro en lo envolvente y a su vez en lo envuelto en el cerebro, éste se encuentra de continuo registrándola, de tal manera que se produce una acumulación de información en registros. El cerebro registra continuamente. Esto es una parte de lo que llamamos recuerdo y conocimiento. Información de datos y sucesos retenida. Esta información acumulada es de tres tipos básicos, factual, mitológica y emocional. Y de la misma manera que el cerebro registra de forma inherente y constante, pone de manera automática a funcionar los registros en el flujo del pensar y del sentir, a través de las cualidades intelectivas, cognitivas y de emoción-sentimiento, todas sosteniéndose por la memoria. Los problemas y las dificultades surgen en la incomprensión y relación de estas tres formas de conocimiento retenido inseparables, y del énfasis diferenciado y desproporcionado que el cerebro les da a cada una, y de ello la incomprensión de cómo y en qué medida se relacionan.
La psique fluyente en la realidad
El contenido del cerebro es, entonces, por un lado, el "saberse hacer" a sí mismo, en cuanto a entidad físico–biológica, y por otro la de "reunir" en un único campo lo envuelto y lo envolvente. Esta interrelación de estos dos campos envuelto–envolvente moviéndose en y con el cerebro, ponen de manifiesto la psique, que es el movimiento en el cerebro-organismo que "siente" el completo proceso de interrelacionalidad. En todo ser biológico se manifiesta una psique, indudablemente con una complejidad proporcional a la complejidad del organismo, pero hemos de resaltar que todo lo vivo está sintiendo. Aunque muy probablemente también lo que denominamos inerte lo hace, aunque en otro grado y sentido. (5/8/09). Esta psique, que es el flujo que ocurre en el compendio denominado cerebro-organismo, que su sentido es discurrir con y en los nuevos acontecimientos que se van desarrollando en el flujo del ahora, al quedar "fijada" en el pasado emocional retenido, en lugar de fluir en un comportamiento libre y siempre nuevo como es el flujo creacional en el ahora, se comporta, vibra, en base a esas retenciones del pasado. Se convierte en un comportamiento mecánico recursivo y repetitivo. Lo nuevo y original que acontece en el ahora queda excluido, y siendo la sintonía de la psique con el ahora precisamente la funcionalidad primera del cerebro, se hace evidente que queda mermada por la ilusión que el pasado meramente "imaginativo" proyecta en el cerebro e igualmente lo proyecta en el ahora. Identificándose la psique con lo proyectado desde el pasado y sintiendo que este movimiento en estado de bucle retenido es la entidad "yo-soy". La centricidad es proyectada en forma de ego-céntrico.. El ego-céntrico proyectado desde la memoria operando como real en la psique y en lo psicofisiológico. Es un comportamiento "reactivo", la psique responde al nuevo reto del ahora, siempre diferente, poniendo en marcha la emoción-sentimiento "muertos" convirtiéndolos en una realidad viva. El espejismo de centricidad a camuflado la auténtica realidad, y el cerebro y la conciencia de la mente han quedado engañados. (Enero 1, 2010).
RICO PAR, (fechas en texto)

Rupert Sheldrake
«Cada especie animal, vegetal o mineral posee una memoria colectiva a la que contribuyen todos los miembros de la especie y a la cual conforman. Si un animal aprende un nuevo truco en un lugar (por ejemplo, una rata en Londres), les es más fácil aprender a las ratas en Madrid el mismo truco. A cuantas más ratas londinenses se les enseñe ese truco, tanto más fácil y rápido les resultará a las ratas de Madrid aprenderlo.»
Visitar Artículo de Isaías Garde en formato .pdf en la Web isaiasgarde.myfil.es
"RUPERT SHELDRAKE – BIOLOGÍA TRASCENDENTAL"
"Nuestras ideas y actitudes podrían influir a distancia sobre otras personas
sin que nos demos cuenta."
Susanaga Weeraperuma
La destrucción del "yo".
Los monjes budistas y los swamis hindúes han sentido siempre una gran afinidad con las enseñanzas de K pero los rabinos y los sacerdotes cristianos rara vez les han prestado atención. Por eso fue una alegría ver a un barbudo sacerdote cristiano visitar a K. Después de una reunión en privado, el sacerdote informó de cuanto sigue: «Krishnamurti es una persona encantadora. Me hizo ver el símbolo de la cruz desde una perspectiva completamente diferente. El crucifijo que llevo colgado del cuello no es un adorno sino un signo de mi fe cristiana. Como ya sabrán ustedes, nuestro Señor Jesucristo fue crucificado. Lo condenaron a morir clavado en la cruz. Creemos que la muerte de Cristo fue el acto supremo que salvó al mundo. La santa cruz nos liberó de las fauces de la muerte. Pero Krishnamurti me enseñó el significado oculto de la cruz. Dijo que la cruz simbolizaba la destrucción del “yo”. Cuando se traza una raya horizontal sobre la palabra “I”1 obtenemos una cruz». 1 I, en inglés, yo. (N. de la T.)
Antología de
Susanaga Weeraperuma, "KRISHNAMURTI TAL COMO LE CONOCÍ".
Traducción de Celia Filipetto. Epígrafe "DESINTERÉS"
Acerca del conocimiento mitológico
Una de las cosas realmente "divertidas" en la vida, es observar cómo los acontecimientos surgen y ocurren de manera no deliberada, espontáneamente, esto se debería hacer claro para cualquiera. Pero ya vemos como lo que impera es querer tener atornillado el tiempo.
Buscando el término "conocimiento" en Internet, una de las primeras entradas es la de WikipediA, y curiosamente, como ilustración del término han utilizado la pintura de Lucas Cranach el Viejo, "Árbol del conocimiento". Tema extraído del Génesis, mitología en la que se explica la prohibición de Dios a Adán y Eva de no comer frutos del árbol "del bien y del mal", o sea, del árbol del conocimiento. Entonces ha surgido como un flash, al ver esa pintura, la comprensión del asunto. Ahora hay que describirlo con palabras, confío ser escueto y fidedigno a la captación producida.
Hubo un momento en que el ser humano separó los acontecimientos en buenos o malos en función de lo beneficiosos o perjudiciales que podían ser para él. Hasta cierto punto, en el aspecto de lo físico, tiene cierto sentido, pues un huracán que lo barre todo, para él es desastroso, algo "malo", y es bueno poderse proteger de él. Pero no lo dejó en eso solamente, que podría ser práctico, pues lo trasladó al comportamiento de sus congéneres, igualmente desde el punto de vista del beneficio propio. Entonces "inventó", la ética, la moral y la justicia. Con todo el galimatías consecuente. Pero tampoco lo dejó ahí, pues creyendo por un lado que el conocimiento, el saber del bien y del mal, lo protegía, por otro su desconocimiento de lo total, del abismal universo, le producía temor, y no se sentía protegido, entonces inventó la "divinidad", una entidad "divina", la cual era la auténtica responsable de que existieran el bien y el mal. Esa divinidad lo había creado todo; el par mujer-hombre, la tentación, el conocimiento, el bien y el mal, la prohibición, y por último el castigo al desacato.
Esa explicación del comienzo de la vida del hombre, es evidente que se sostiene en el mito, y desde que alguien o algunos la postularon se ha tomado como una verdad, pretendiendo eludir su auténtico sentido ilusorio y figurativo, aunque tal vez mal interpretado. La historia de la prohibición de Dios, es un cuento mitológico, igualmente, que la propia definición y descripción de Dios. Ahora, la mitología, escuchada como un cuento, una metáfora, una analogía, puede explicar muchas cosas. Así, Dios no les "prohibió", sino que sencillamente les advirtió, en primer lugar por el amor hacia las criaturas que Él mismo había creado… y en segundo lugar, a tenor de como Él mismo había hecho la naturaleza; de que se dieran cuenta en lo que consistía un cerebro, con acceso al conocimiento, y el peligro de quedar atrapado en la dualidad, (el bien y el mal), a causa de la identificación del cerebro con el conocimiento. ¿Y qué otra cosa podían hacer sin el conocimiento? El paraíso, la percepción, libre y en la libertad, de la creación. La creacionalidad en la que ser y estar siendo creados tienen el mismo significado: el flujo creacional palpitante.
Dios es la metáfora de la Inteligencia Natural, que se "filtra" en el cerebro del par mujer-hombre, y les induce a sentir que el conocimiento, el árbol, y sus frutos, el bien y el mal, son un peligro si su cerebro y su sentir se quedan atrapados en él. Siendo el conocimiento entonces algo mal utilizado. ¿Por qué no así destruir desde el principio el árbol y sus frutos, no incluirlo en la creación, eliminando todo problema? Porque no se puede destruir, pero se puede comprender. Él árbol, el conocimiento, forma parte del jardín, del cerebro, y cumplen su función en la interrelacionalidad. La belleza del árbol y lo práctico del conocimiento. Pero tanto lo bello como lo práctico se pueden convertir en placer, y es ahí cuando el par mujer-hombre lo prefieren a la libertad de la percepción. Y ese acto de decisión, voluntad, de elección, se convierte en soberbia. Entonces ambos: soberbia, y el dolor que siempre acompaña a la persecución del placer, como fruto de su unión surge el temor. Desde entonces, con y en el miedo, el par mujer-hombre, padecemos la creación, en lugar de gozarla como en un principio quizá pudo ser. ¡Cuidado tenga el lector!, esto es un cuento metafórico.
RICO PAR (06/08/09)
La Limitación del Conocimiento
Ejercicio de captación y comprensión.
La premisa del lenguaje
Comencemos este ejercicio denotando que el lenguaje no es algo que los seres humanos hayamos desarrollado por volición. Muy al contrario, esta compleja facultad, con sus herramientas físicas necesarias, laringe e intelecto, (por abreviarlas), surgieron de forma natural y espontánea en un momento de la evolución biológica en el planeta Tierra, promovidas por el propio flujo creacional del cual los humanos no sólo dependemos, sino que somos resultado de él. Este hecho, al ser el lenguaje algo que no hemos proyectado nosotros, sino que proviene de la propia inteligencia creacional, nos sitúa, para comenzar nuestra indagación acerca del conocimiento, en una posición de prestar atención, investigar y descubrir los movimientos implícitos en tal facultad, aún sospechando que muy posiblemente no podamos encontrar ni el principio ni el final de esta "sofisticada herramienta", el lenguaje:
1 – Cualquiera de los sistemas que emplea el hombre para comunicarse con sus semejantes.
2 – Facultad humana que sirve para la representación, expresión y comunicación de ideas, por medio de un sistema de símbolos.
3 – Manera de expresarse, estilo o modo de hablar o escribir de cada uno en particular.
4 – Figuradamente: Conjunto de señales que dan a entender algo.
5 – En etología: lenguaje animal.
6– En informática: lenguaje máquina, algorítmico, de alto nivel, de bajo nivel, de programación, simbólico.
Centrismo e interrelación
Estas definiciones de lenguaje, establecidas por consenso y convenio son conceptos muchos de ellos con una cierta historia de metamorfosis, y son los que aceptamos generalmente para definir el significado de lenguaje. Han sido extraídas de un diccionario corriente. Y obsérvese nada más comenzar, que de los seis ítems definidos los tres primeros se refieren de forma directa al ser humano, el último de forma indirecta pero también a él, pues la informática, la máquina, es una prolongación de sus sentidos, y únicamente un ítem hace referencia al mundo animal, el quinto. Se hace evidente el centrismo humano e iremos explicando el porqué, por si todavía el lector no lo ha denotado. Existe un ítem, (el cuarto), que se considera un significado figurado, que quizá no lo sea tanto, pues de hecho si lo comprendemos bien está otorgando la cualidad del lenguaje al completo campo creacional, o sea, a todas las cosas y seres. Es entonces desde esta nueva noción, de interrelacionalidad indivisa de la totalidad que se hace obvia la centricidad con la que el humano nos impulsamos.
Interrelación implica intercomunicación
Y lo que se intercomunica lo hace utilizando señales que transportan una información. Por ejemplo, en el mundo físico, cuántico, podemos entender las fuerzas que coordinan todos los elementos como el resultado de las "señales" que éstos intercambian entre sí para establecer las relaciones que contribuirán a organizarlos juntos, interrelacionarse, y así crear nuevos "niveles" de significado. Más adelante avanzando en la complejidad, en el campo biológico por ejemplo, donde la química se manifiesta en todo su esplendor,
Eduard Punset
Desde la perspectiva humana, el cerebro crece muy rápidamente. (Desde la perspectiva animal, el crecimiento no es tan rápido: los cerebros de los animales se configuran mucho más rápidamente que el cerebro humano). «Cuando tenemos 3, 4 o 5 años, el cerebro ya tiene prácticamente el tamaño completo», nos decía el profesor Harry J. Jerison. «A esa edad, prácticamente ha triplicado el tamaño que tenía al nacer. En términos generales, cuando nacemos, el cerebro pesa unos 350 gramos y, cuando tenemos 5 años, pesa alrededor de mil gramos, un kilo aproximadamente, o incluso más». Es decir, que todo parece concluir en torno a los cinco años. El proceso de crecimiento se establece en ese periodo de tiempo. (Atención, madres y padres: ese periodo es crucial). «En realidad», nos decía el profesor Jerison, «casi todo está hecho».
Del capítulo Cerebro y lenguaje, epígrafe:
Un cerebro extraño para un animal extraño.
El alma está en el cerebro, Eduard Punset.
también podemos definir las interacciones que a través de ella se producen como un conjunto de señales con las que se organizan las diversas formaciones "intercambiando" entre ellas la información que las señales transportan, emergiendo una vez reunido el caudal el significado implícito en la información y manifestándose en la nueva reunión. Esto podemos extenderlo a ecosistemas, biosfera, planetas, estrellas, galaxias… etc. No es difícil ver desde este punto de vista, que todas las cosas que se pueden considerar formadas, y por ello aparentar una cierta independencia de las otras, sean ellas lo que fueren, emiten y reciben señales, de las que obviamente se desprende al recibirlas y "descodificar" la información transmitida un significado, que influye en como las cosas se comportan a causa de esas recepciones asimiladas. Señales que van metamorfoseando a un nuevo significado cuando los diferentes objetos se han reunido interrelacionándose en base a la integración de varios en uno nuevo y más desarrollado, con mayor complejidad creacional. Aun cuando en esos diversos elementos que entran en relación a partir de las señales que intercordinan sugiera no existir conciencia de que están haciendo eso, interrelacionándose a partir de transmitir un conjunto de señales que dan a entender algo que otros elementos pueden "comprender" y de alguna forma integrar como parte de su propio comportamiento, sí sugiere haber como fondo y base una inteligencia como fuerza motriz que contribuye a despertar la organización desprendida de la interrelación. En principio a ésta tendencia de la energía organizándose la denominamos la inteligencia natural. Hacer algo en común a partir de eso, de reunir comportamientos diversos, entendiendo así por comprender la asimilación de lo recibido cambiando el propio comportamiento a raíz de esa integración, una "asimilación", y convirtiéndose en algo nuevo al interrelacionarse, es la función principal que realiza el lenguaje, "intercambio de señales", y posterior "unificación". Deberemos mantener por el momento en suspenso la cuestión de lo que es la conciencia, ya que a partir de esto que así llamamos entramos en un sendero o campo altamente peliagudo y complejo, y esto incluso cuando lenguaje y conocimiento están muy interrelacionados con ella, pero ahora nosotros pretendemos ceñirnos al conocimiento, del que el lenguaje, (que es precisamente a su vez conocimiento), es el que lo transmite.
Lo pensado no es la vivencia. Separatividad.
Esto es una parte de lo que venimos nombrando como interrelacionalidad, pues ésta es infinita y la podemos comprender desde innumerables perspectivas, pero para nuestra vida cotidiana, ahora, esta multi–interrelacionalidad de la que nada se puede escapar, nosotros los humanos la mantenemos en un nivel puramente conceptual, muy acomodada a lo polar y al dogma o a la axiomatización, y así no la sentimos como algo vivo. De la misma forma que no sentimos que nuestro estado real sea el de flujo, pues nos "experimentamos" como algo que se encuentra ya formado, hecho, fijo, cuando en realidad el cambio no cesa nunca. Tenemos puesto el énfasis en lo registrado, no en el flujo que es lo que está cambiando, donde verdaderamente se encuentra la acción. Ocurre lo mismo al percibir la interrelacionalidad, la sentimos limitada a un menguo mapa psicosocial con un campo muy grande de exclusión a su alrededor. La multi–interrelacionalidad no la sentimos, cuando ella está ahí de forma latente, evidente y patente. Nuestra vida de relación y la forma en como sentimos las cosas; desde luego todo ello proveniente de como sentimos psicológicamente
Eduard Punset
Además de esos característicos chasquidos, los delfines también emiten silbidos con la parte profunda de la laringe. Se cree que unos y otros forman parte de un sofisticado sistema de comunicación. Los silbidos son muestra de excitación sexual y, quizás, de otras emociones. Recientemente se ha comprobado que los delfines salvajes se saludan y que utilizan un silbido particular para cada individuo… ¿Un «nombre»? Además, tras un entrenamiento adecuado, los delfines pueden llegar a comprender mensajes humanos complejos.
Algunos experimentos muestran que los delfines tienen un alto grado de conciencia: no solo pueden reconocer a otros, sino que también pueden reconocerse a sí mismos.
En cautiverio, estos seres inteligentes también sienten estrés y tristeza, e incluso pueden morir de estrés. Aunque sea con una sonrisa.
Del capítulo Cerebro y lenguaje,
epígrafe: Inteligencia y sonrisas.
El alma está en el cerebro, Eduardo Punset.
la vida y el universo completo. Que es precisamente desde la configuración psíquica de la que provienen todos nuestros esfuerzos, que se pueden reducir en uno solo: que ella, la psique, "sea lo más fija posible". Es precisamente desde esta fijación de la psique desde donde se está abasteciendo, lo que fluyendo el lenguaje transmite. O sea, la auto-imagen con sus cargas de sensación, emoción, sentimiento… etc., en formato de pasado, que nos alimenta y al mismo tiempo alimentamos, de nosotros mismos y del mundo exterior. Así se pone de manifiesto, que la auto-imagen, que es lo que uno realmente cree que es, y evidentemente siente y actúa a través de ella, siendo en sí mismo un movimiento excluyente, se desprende entonces que todo el conjunto se sienta como separado, a trozos. Fragmentación tanto en el interior como en el exterior, y es ahora esa fragmentación lo que se pone en "circulación" a través del lenguaje y de las relaciones. Esta es la razón de que por el momento no dispongamos de palabras que apunten bien lo que es el estado de un cerebro, de una mente, no atrapada en el tiempo. El lenguaje no es más que una serie de símbolos inicialmente sónicos, aunque también visuales, táctiles, olfativos, etc. etc. también electromagnéticos, las fuerzas nucleares, etc. pero convertidos en una determinada información con su consecuente significado filtradas tanto por el emisor como por el receptor involucrados en la interrelación. En nuestro caso es el intelecto el que reúne toda las señales recogidas otorgándole un raciocinio, elaborado a través del flujo del pensar sostenido en el conocimiento, del que se despliega un significado, que puede ser cierto o erróneo. Creamos un "mapa mental" de lo que sentimos en base al lenguaje, y a su vez restringimos el lenguaje a esa misma delimitación, quedando en todo este peripatético acto la psique ceñida al pasado, que es precisamente, aunque pudiera no parecerlo, el mismo lenguaje. Todo este completo proceso en sí mismo es conocimiento. Entonces se hace obvio aquí que todos los significados y relaciones que podamos comprender desde el conocimiento, lo que el lenguaje transmite, el intelecto lo "opera", y la "conciencia" lo experimenta como "el darse cuenta de ello", vendrán tamizados, ellos estarán impregnados de ese sentimiento de separatividad, "de trozos" que es lo que las palabras y los conceptos son en sí mismos. Separatividad que nosotros mismos luego sentimos como algo real psicológicamente, y que al mismo tiempo las palabras, los conceptos que son el sentimiento psicológico en su base, se encuentran reestimulando de continuo la separatividad.
El lenguaje existe a causa del conocimiento
Obsérvese, que para llegar al conocimiento, hemos tenido que recurrir en primer término al lenguaje, y denotar su relación con la psique. No en vano, una de las funciones de la psique es el intelecto, que es precisamente el que permite hacer surgir, desarrollar y sostener el lenguaje, del cual, uno de sus componentes imprescindibles es el conocimiento. Sin conocimiento no hay lenguaje. Y sin lenguaje no hay comunicación. Ahora, si consideramos al conocimiento como aquello que está "archivado", retenido en registros de cualquier índole, información, recuperables a través de la memoria, y puestos a "correr" en el flujo del pensar, entonces esto sugiere que los contenidos tanto del conocimiento como del lenguaje se encuentran siempre en pasado, y que en todo caso, aquello que nos puede hacer fluir en lo nuevo, lo vivo, el significado candente en el ahora, pueda ello contribuir a que suceda auténticamente el diálogo participativo, que sostenido por el flujo del ahora, utilice el conocimiento simplemente como un trampolín para desplegar el auténtico sentido y "significado fluyente conjunto", entonces, la psique tenga la oportunidad de vivenciar el significado en el momento vivo, ver claramente todo el compendio de acciones que entrelazadas están ocurriendo como un todo, en las cuales ella no es una parte sino el mismo todo, en lugar de experimentarlo exclusivamente desde el pasado, que hace que se sienta lo separado. Vivencia así, de la que se accede a poder desprender comprensión directa y conjunta. No así de lo experimentado que simplemente es una exaltación de registros. Algo parecido a poner en marcha un proyector de cine y ver la película proyectada. Lo pensado acerca de algo nunca es la auténtica vivencia de ello. Sin embargo, el cúmulo psíquico, que es meramente conocimiento "endurecido", lo sentimos como la cosa más real de la vida, y por él y con él nos peleamos y sufrimos.
RICO PAR(24/5/09)
Krishnamurti, la mente que no mide.
Fragmento del epígrafe: El Significado del Vivir Cotidiano
Nuestro pensar es el resultado del conocimiento, y el conocimiento es siempre fragmentario. El conocimiento marcha siempre mano a mano con la ignorancia. No hay un conocimiento completo acerca de nada. Uno puede ser un científico, ingeniero, psicólogo, etc. pero su pensar, que nace del conocimiento, es siempre limitado, restringido, y lo que es limitado debe inevitablemente crear fragmentación cuando actúa. El pensamiento mismo es la causa de todas las divisiones, de todas las fragmentaciones. A menos que uno comprenda la naturaleza y estructura del pensamiento, no puede ir muy lejos; y para llegar muy lejos uno tiene que empezar muy cerca –y ese muy cerca es uno mismo, la manera en que uno piensa– y descubrir por sí mismo que el pensamiento es siempre limitado. El pensamiento puede inventar a Dios, lo inmensurable, lo innombrable, lo invisible, lo supremo, pero eso sigue siendo el producto del pensamiento. De modo que el pensamiento es uno de los principales factores de nuestro conflicto, de nuestra desdicha, de nuestro dolor. A menos que uno comprenda esto básicamente, profundamente –no de manera intelectual, verbal, argumentativa o lógica– a menos que uno comprenda la naturaleza del pensar, no puede comenzar a descubrir por sí mismo un nuevo instrumento, un instrumento por completo diferente. Porque el único instrumento que tenemos ahora es el pensar, y el pensamiento ha creado problemas increíbles, los más complejos problemas; y el pensamiento trata de resolver esos problemas, creando así más problemas. Ustedes deben haber notado esto en lo político, en lo religioso, etcétera. Tenemos que encontrar juntos un nuevo instrumento, y eso es lo que vamos a hacer cuando hablemos acerca de la muerte, de la religión, de la meditación. Y para comprender, para descubrir, para dar con algo que no sea hecho por el hombre, ese algo debe estar más allá del tiempo, más allá de toda medida.
KRISHNAMURTI – la mente que no mide
Título de la obra en inglés: Mind withoud Measure
Traducción de Armando Clavier
© Krishnamurti Foundation Trust Ltd. London 1984, English version.
© Krishnamurti Foundation Trust Ltd. London 1985, versión en español
© EDHASA, 1985, Barcelona.
 
Conocimiento
En Web WikipediA
Teoría del Conocimiento,
Epistemología.

Autor
Latiniano
Qué es el Conocimiento
DAEDALUS, S.A. MADRID
 
   
Sólo nos tenemos a
nosotros, los seres humanos.
Cerebro: Lenguaje,
Conocimiento y Sintonía.
En la Niñez,
el Cúmulo Psíquico.
Cúmulo Psíquico
Artículo 1 de 6
Espacio Descubrimiento y Dilucidación
Esponsoriza y Aloja:
Espejismo de Centricidad - RICO PAR - 2008/09
http://www.tmirlo.com