El Mirlo
LA PERSONA
Artículo 7 de 11
Notas RICO PAR acerca del diálogo Ferran Monegal y Eduard Punset - I
La sanación de la mente, su liberación, puede expandirse con tremenda facilidad en el completo planeta, pero hemos de saber hacerlo, acceder a la verdad conjunta que es la única que existe, la única que nos une, que nos hace uno, lo que en verdad somos.
Monegal: Lo transmite toda la red de televisiones locales… (Catalunya).
La Mente Común
Cuando pensamos en la capacidad de comunicación que hemos desarrollado, y vemos que con una cierta organización podemos en un momento dado estar todos los humanos, una muy buena parte, prestando atención a una misma cosa conjuntamente, que tratándose de la verdad y por "ser la misma" para todos deberíamos realmente y en verdad verla igual, es cuando nos damos cuenta de toda la diversidad "postural egocéntrica" que pulula por la mente que se destila en nosotros. Nunca nos planteamos en serio que todo el problema humano proviene de lo psicológico, y que sin deliberar en ello, sin aprender qué está ocurriendo realmente en el cerebro, en cuanto a eso que decimos que somos "nosotros mismos", no alcanzaremos a ver claramente cómo las creencias, que son "yo y lo mío", impiden acceder a la mente común, la que participa de la totalidad envuelto-envolvente en la que la completa vida nos encontramos fluyendo.
El Flujo de la Verdad
Esta verdad que apuntamos, que no es polar, ni tiene color ni estatura, realmente es lo que nos unifica, pero la mente limitada no puede captarla, pues esta verdad se encuentra en estado de flujo, es un torrente en el que la mente debe discurrir, éste es el gran impedimento para comprenderla, captarla, pues como es obvio, ahora, para la mayoría la verdad es sólo aquello que puede ser pensado, y el pensamiento en sí mismo por su inherente cualidad limitada jamás podrá contener la verdad. Aquello a lo que nos referimos diciendo "es mi verdad", eso no es la verdad, es meramente un arreglo personal. La verdad unifica, pues ella es la misma para cualquiera. Pero la verdad se encuentra en estado de flujo, como la vida misma, no así como la verdad particular, que es algo fijo, una mera conclusión retenida.
El pensar-sentir científico que trae comprensión a la mente lo relegamos a un segundo plano, en beneficio del pensar-sentir psicológico-mitológico, y creemos que éste último movimiento, que lo circunscribimos a su forma "estancada", es la esencia de lo que somos, y aquella abierta captación factual de la creación que proporciona el pensar-sentir científico se desvanece perdiendo su significado.
Punset: Comprensión pública de la ciencia.
El pensamiento científico
Se hace evidente que la ciencia es "factual", se limita a los hechos. Y es obvio que su estudio y comprensión contribuyen a sintonizar la mente con el flujo creacional, pues es precisamente sobre éste que la ciencia discurre, y se hace patente lo necesario de su comprensión a nivel social, pues eso contribuirá a sanar lo que se mueve dentro del cerebro. El "pensar científico", el cual, por serlo, se debe ver obligado a considerar también la corriente de pensamiento mitológico, al mismo tiempo y en la misma medida debería verse obligado a cuestionar la corriente psicológica, pues todo ello se mueve como algo conjunto dentro del cerebro. El pensamiento factual debe ser capaz de desarticular el pensamiento mitológico y desvanecer el psicológico que ahora se encuentra congelado, por mera comprensión de ello. Es muy difícil encontrar en el par mujer-hombre dedicados a la ciencia, algún científico que en su cerebro no se muevan ni la mitología ni la egolatría, por lo cual, esa comprensión de la creación que desarrollamos a partir de lo científico se encuentra muy ensombrecida por esas otras dos corrientes. El sentido de totalidad y unicidad perceptivos al que se puede llegar cuando se comprende desde una perspectiva científica, se desvanece rápidamente tras el ego y su mito alimentado en base al "yo mismo".
De la ciencia al silencio
Esta misma verdad irrefutable que postulamos acerca del pensamiento científico, lo preciso de su comprensión socialmente, nos muestra al mismo tiempo el estado en el que nos encontramos al carecer de ello; no lo precisaríamos si ya lo tuviéramos. Lo científico depurando las tres corrientes: la propia científica, la mitológica, y en la base de ellas y como culminación en la comprensión la corriente psicológica. Ahora el orden de prioridad en cualquier cerebro, en la mayoría, es: primero "yo", después "mi mito", y por último lo científico, lo factual. Para ver esto, uno lo ha de constatar en su propio vivir cotidiano, en cualquiera de las cosas que se encuentra haciendo, y despertar esta atención es difícil pues ahora el énfasis está ajustado en base a ese orden descrito: "yo-mito-ciencia". Por otro lado, una vez deslizándonos en ese extraordinario campo de comprensión acerca de la creación que nos despierta la ciencia, hemos de tener de forma latente y evidente en mente el "principio de incompletitud del conocimiento", que es en lo que la ciencia se basa, conocimiento, el cual siempre se encuentra limitado. De esta forma se hace evidente que la comprensión a la que estamos apuntando va mucho más allá del conocimiento: es una comprensión del completo "ser". La ciencia nos lleva hasta un punto, hasta un horizonte, hasta el momento en que se evidencia su limitación, a partir de ahí la exploración entra en un campo de una dimensión totalmente diferente en la mente. Sólo los científicos y divulgadores de ciencia que tienen esto claro son capaces de expresar, comunicar, los alcances "sanadores" que la comprensión científica proporciona, en un nivel asequible para todos, pues a la vez saben transmitir esa "abertura" de la mente donde fluyen la deliberación, la libertad, la atención y el silencio.
El conocimiento es un campo unísono, realmente muy extenso, aunque para comprenderlo podemos hacer tres subdivisiones iniciales: psicológico, mitológico y científico. Los tres se encuentran imbricados en el cúmulo psíquico, incluso cuando el consciente y el acto volitivo pueden esforzarse en poner el énfasis en uno de ellos sugiriendo no estar operando los otros.
Monegal: ¿Nos falta el componente animal, quiere decir Señor Punset?
¿Intelecto o animal?
Es curiosa la pregunta proviniendo del Señor Monegal que precisamente en su programa y discurso está de continuo cuestionando lo irracional de determinados comportamientos psicológicos del ser humano, pero conociendo su estilo de entrevistar se atisba lo que por detrás de la pregunta sugiere. ¿Cómo podemos estar carentes del animal si es lo que en realidad somos? Pues aunque parezca que el intelecto trasciende al animal, a tenor de los hechos, producimos mucha más irracionalidad nosotros que el resto del ecosistema completo que toda la vida en el planeta compartimos.
El par mujer-hombre: ¿racional o irracional?
Seguramente nos avendríamos en decir que de forma muy frecuente parece más irracional el comportamiento del par mujer-hombre que el de las otras especies animales. Sin embargo muy pocos ven y sienten esto en sí mismos. Ninguna otra especie animal pone el planeta en peligro de extinción o permanece en su existencia basando su éxito en la explotación o destrucción de las otras o de sí misma. Ninguna otra especie manifiesta un ego-céntrico en movimiento de compresión, recuerdo doloroso, y competición aniquiladora por lo ideal, por lo etéreo e ilusorio del pensamiento confundiendo al sentimiento. Todos los animales tienen muy claro lo que sienten, sólo nosotros andamos continuamente confundidos con lo que sentimos.
Comportamientos mecánicos
Esto aún cuando al movernos dentro de una cuadrícula de obligaciones y comportamientos, exigencias, nos sugiera que por eso tenemos muy claro lo que en realidad ocurre dentro de nuestro cerebro. Asumimos que esas monótonas pautas de comportamiento psicológico primero heredado y aceptado, y más adelante autoimponiendonoslo convirtiéndose en lo que nos rige, nos proporcionarán sentirnos verdaderamente claros de sentimiento. Sin embargo de claridad interior es de lo que más carecemos. ¿Cómo es que no nos damos cuenta de que precisamente todos los problemas que generamos en el Mundo y en el quehacer cotidiano precisamente están surgiendo de ese confuso sentimiento de lo que somos?
La jaula interior
Los seres humanos nos diferenciamos de las otras especies en que nosotros somos portadores de una jaula interior en forma de cúmulo psíquico que se encuentra proyectando el espejismo de centricidad. Toda nuestra acción como individuos proviene de ese ilusorio centro en el cerebro, sin concordancia con el auténtico flujo vivo, aunque el mismo centro ilusorio devaneándose en las células cerebrales se esfuerza por dominar lo vivo y ajustarlo a sus igualmente ilusorias necesidades de reafirmación y logro. Todo ese movimiento es la jaula.
Centricidad en contra de la inteligencia natural
Este espejismo céntrico en el cerebro, al proyectarse al exterior, cosa que es su necesidad primaria pues la reafirmación de sí mismo es su propia energía básica que lo impulsa, distorsiona el flujo vivo, las auténticas relaciones que en él están aconteciendo. El ego-céntrico quiere "atornillar" las relaciones del ahora en base a sus predilecciones y rechazos. Este esfuerzo, esta lucha con el auténtico flujo genera inevitablemente confusión y conflicto. Una ilusión no puede fluir en concordancia con lo real, un espejismo no puede afectar la realidad a menos de convertirla en irreal o grotesca, que por cierto es lo que hacemos. Es sostenerse, como ahora se promulga, en la presunción de que es posible hacerlo, ajustar el flujo vivo a nuestros intereses, lo que genera perturbación en la inteligencia natural, emanando todos los conflictos y crisis que sufrimos.
Matanza organizada
Las especies animales que por desgracia se ven sujetas a relacionarse con el ser humano, muchas de ellas sufren los tormentosos efectos de nuestra irracionalidad cultivada, consistente en alimentar el ego-céntrico. Muchas de las especies que no se extinguen es a causa de la matanza organizada que infringimos sobre ellas que las mantiene: vacas, cerdos, gallinas, etc.. Pero otras se encuentran gravemente esquilmadas y también las hay ("las hubo") que han desaparecido para siempre. La matanza organizada y sistemática también la aplicamos con seres humanos, con nosotros mismos. Y si lo observamos de cerca, eso que llamamos "estado de paz", en los países que hace ciertos años no se origina la guerra, en realidad es un estado de guerra contenida, minimizada. Estos países mantienen sus ejércitos que llevan a luchar a otras tierras o los utilizan en la defensa de lo que se denomina terrorismo, que por cierto surge del mismo inseparable conjunto del comportamiento humano. La matanza organizada tanto de animales como de humanos está imbuida en la psique humana, de cada uno de nosotros, sin embargo en nuestro sentir se pretende vivir como si ello fuera algo ajeno a uno. Como si esa acción se encontrara fuera y no dentro. Poder dejar de sentir esta falsa y terrible percepción con todas sus implicaciones, es el ego-céntrico que proyectando esta ilusoria sensación de frontera intransferible lo está impidiendo.
¿Animal irracional?
El completo reino animal fluye sin distorsionar el flujo vivo, discurre en él deslizándose en su propia inteligencia, lo que hace a las otras especies racionales desde nuestro punto de vista, fluyen en la inteligencia natural. El ser humano vivimos en la distorsión y la cultivamos, maltratando el flujo vivo, incluso destruyéndolo, nos disociamos de la inteligencia natural, la que como seres humanos nos corresponde. Es esto lo que nos hace irracionales, no haber descubierto todavía la inteligencia natural que como humanos nos corresponde. ¿Cuál es el verdadero componente animal del ser humano?
El flujo natural creacional es un movimiento sin esfuerzo, como un río: fuente, caudal y desembocadura son una sola cosa. Ello sucede como un todo, y el propio énfasis se encuentra en el acto de ocurrir, "estar sucediendo", en el que no hay obligación ninguna. El cúmulo psíquico en sí mismo es un acto de esfuerzo, el cual proviene de la obligación, de lo obligado. ¿Cómo puede lo mecánico, lo preso, aprender de lo que es libre?
Punset: Nos falta la componente científica. Si lo que hemos heredado en los genes no me sirve de nada o casi nada, y lo que me han enseñado en el colegio es falso, fijémonos en lo que dice la ciencia, esto es más útil para vivir que el dogmatismo, las ideologías y todo lo que nos han enseñado.
Monegal: ¿Y las religiones?
Punset: Y las religiones incluido.
La verdad la ocultamos
Señores, mundo completo, escuchemos atentamente esta aseveración que hace el Señor Punset: "lo que me han enseñado en el colegio es falso". ¿No asombra que esta tremenda verdad no cunda en la mente del ser humano desbordando todas las consecuencias que hay en ella? Cuando cualquiera que le preste atención ve la extraordinaria verdad que revela. Pero son muchos los órdenes sociales en los que esto incomoda sobremanera y no quiere verse de una vez por todas. Puesto que esta verdad se está refiriendo al conocimiento psicológico y mitológico que se nos ha "inoculado" en el cerebro, ella no incluye el conocimiento científico, que precisamente llevado por un cerebro atrapado en el ego y el mito, lo utiliza para perpetuar su ignorancia basada en la violencia y el miedo. La mente completa del ser humano, ha sido adiestrada a la jerarquía psíquica, con toda la crueldad que conlleva aceptarla, imponerla y mantenerla. Ésta es la causa de que no quiera verse esta verdad acerca de la inmensa necesidad que tenemos de una nueva enseñanza basada en el auténtico descubrimiento del ser humano, tanto del que enseña como del que aprende, en forma conjunta y unísona, pues en realidad y en verdad el ser humano no es algo dividido. Vivir es aprender de continuo sea cual fuere la edad que se tenga.
¿Cómo podremos aprender lo nuevo?
Es en este punto que uno se da cuenta que de continuo está ahí lacerante la pregunta ¿Cómo es que los organizadores no se dan cuenta de esto? Pues es a través de ellos y de la aceptación de los organizados, que tampoco se dan cuenta, que el entrenamiento psicológico circunscrito al ego-céntrico surgido del espejismo de centricidad se mantiene en las generaciones, viviendo en el cerebro. Los genes utilizan células para sucederse en el flujo del ahora, y el ego-céntrico utiliza el cerebro para perpetuarse en la memoria, para permanecer en los registros que se encuentran en el ahora que contienen el pasado parcialmente. ¿Cómo puede florecer una sociedad sana, libre de una vez por todas de la violencia y el miedo, adviniendo a la inteligencia, verdaderamente interrelacionados unos con otros, si esta terrible trampa del tiempo no se percibe, no se comprende claramente? Diciéndolo de otra manera ¿qué hará que entremos en razón y veamos la verdad de nuestro deterioro mental a causa de un espejismo? Pues ahora, indudablemente, estamos viviendo en el absurdo psicológico, sufrimos, y preferimos no tocar el tema, pues se destruyen todas nuestras ilusiones si lo hacemos. ¿Preferimos vivir en la jaula a pesar de todos los males que conlleva?
Error y cuestionamiento
Cuando uno mira el mundo, tanto globalmente como en las relaciones que surgen en el día a día, parece que el sentir conjunto está muy lejos de esta percepción de error en la que vivimos, y que nuestros órdenes de convivencia y de las cuestiones prácticas se encuentren perfectamente establecidos, y los damos por correctos, aún cuando de continuo nos estamos quejando. Nos relacionamos disimulando nuestro desconcierto. Tratamos nuestro quehacer cotidiano y el rumbo que toma el mundo como algo bien hecho, o que no podemos hacerlo de ninguna otra manera, por eso lo aceptamos. El error no se siente ni se pone de relieve. Esto delata que la verdad la dejamos de lado, y preferimos vivir en nuestros sueños, a pesar de que nos proporcionen dolor e incertidumbre. Dejamos de sostenernos en la verdad de forma mimética, "es lo que todos hacen", y el que lo señala de continuo es un bicho raro que no es escuchado. Así, ¿Preferimos realmente lo que estamos haciendo? ¿Un mundo cruel y una vida con muy poco significado? ¿Cómo despertaremos el sentido de atención que ponga de relieve el error que ahora cultivamos como si fuera lo verdadero? Sólo aquellos que del par mujer-hombre sienten responsabilidad por sí mismos y por la vida completa son los que se cuestionan esto y lo plantean en sus relaciones. Cuando este cuestionamiento nos lo hemos de plantear todos los seres humanos, y de forma muy especial aquellos que organizan las pautas sociales.
Sin obligación ni esfuerzo
Está claro que en una sociedad sana, el mismo quehacer cotidiano, sería el orden surgiendo de cada ser humano, desde ahí el orden social es completo, total. Pero este orden nuevo no podemos imaginarlo, sólo podemos vivirlo, y sin poner de manifiesto el error que ahora de continuo cometemos, sin investigarlo y comprenderlo, no es posible que despertemos a ese nuevo orden que ahora no conocemos. Mientras en el interior haya confusión, desorden, eso es lo que se proyectará en las relaciones sociales. El trabajo de regeneración lo ha de realizar uno mismo, cada ser humano. Lo nuevo interior no puede acontecer mientras se esté imponiendo lo viejo exterior. No hay manera de despegar hacia lo nuevo mientras lo viejo, el recuerdo mitológico, esté imponiéndose. La inteligencia no puede fluir presionada bajo el dogmatismo. La ley psicológica, el mito y el dogma, en sí mismos son ignorancia, con lo cual impiden la inteligencia. ¿Cómo pueden los niños y jóvenes despertar en ellos la libertad de la verdad, que es inteligencia, mientras los adultos se encuentren inoculándoles el espejismo de centricidad que ellos mismos heredaron? Aprendemos por vibración, por empatía, movimientos que carecen de esfuerzo y de obligación. Si el adulto no tiene esto, una clara percepción de sí mismo, de cómo está de continuo descubriendo la vida, ¿cómo podrá una nueva generación advenir a la inteligencia que iluminará el cerebro desvaneciendo la ilusión ego-céntrico?
Lo creativo y lo pensado, el flujo y lo fijo. Lo creacional y el registro.
Monegal: Esta espectacular lección de moléculas y aminoácidos de izquierdas, como creativos, y los de derechas como pensantes… o de alguna manera ¿eh? vagos, esto es muy espectacular, pero ¿es realmente así o es un titular?
Creativos y pensantes
Este planteamiento es muy sutil, y prestándole atención revela aspectos muy importantes. ¿Podemos hacer esta diferenciación: creativos y pensantes? Puesto que la diferencia entre ambos estados del cerebro parece ser substancial y muy grande, tanto, que no se puede hablar de diferencias; son cosas absolutamente distintas. Y sin embargo abrigan una compleja relación que debe comprenderse.
Lo nuevo y lo creado
Podemos definir como creativo al cerebro que está discurriendo con el flujo creacional, esto es obvio, pues crear significa movimiento que se desliza siempre hacia lo nuevo, y esto sólo ocurre en el flujo vivo. Es lo nuevo lo que es creativo. Lo que está creado ya está fijo y excluye el flujo. Lo creado es un mero recuerdo del flujo, sólo puede evocarlo. Además hemos de denotar aquí que sin flujo no puede existir lo creado, el registro, pues todas las formaciones se configuran por la existencia del movimiento. El creativo se encuentra en estado de flujo para estar creando, luego a través de registros reduce ese acto vivo a un recuerdo almacenado en distintos soportes, que puede ser funcional en algún aspecto, pero ha dejado de ser el acto vivo una vez ya definido como lo creado. Lo fijo sólo puede servir de puente para transmitir el movimiento. Es por esto que lo que ha sido creado que en su expresión suscita el movimiento, es a lo que denominamos como algo creativo. Así queda claro que el creativo y lo creativo discurren en el movimiento, tal como la vida y la creación se encuentran, fluyendo. Es el propio flujo creacional que le da el atisbo de lo nuevo al cerebro en estado creativo. Lo nuevo no proviene de los registros, y por regla general lo confundimos con ellos. Lo creado, una vez registrado, ya no es nuevo. Así, existe el acto creacional y los registros que en él son utilizados.
Memoria, deliberación, conclusión.
Y el pensante, la misma palabra lo dice, se encuentra en el acto de estar pensando. El flujo creacional proporciona la energía para estar recuperando registros y a través del intelecto estar creando de nuevos. Pero el pensador, que es el mismo acto de estar pensando, se está moviendo en un ciclo de premisa procedente de la memoria, o sea, recuperación de registros, de su deliberación que hace a través de las funciones del intelecto con esos registros, el intelecto únicamente maneja registros, y por último de conclusión, como una forma de resolución que es un nuevo registro resultante de todo el proceso. El ciclo memoria-deliberación-conclusión que se ciñe exclusivamente a registros. Aun cuando en la deliberación hay movimiento, el flujo del pensar, pero éste simplemente "baraja" registros. El pensamiento se mueve de continuo en los registros, no percibe el flujo vivo pues el pensamiento en sí mismo al ser registro no lo contiene directamente. El flujo vivo contiene a los registros pero no ocurre a la inversa, los registros no contienen al flujo vivo. Es por esto que se motiva la sensación de que el pensante es "vago", pues todo registro es fijo, en comparación con lo creativo, que es un estado de flujo, movimiento. Para percibir el flujo vivo los registros deben silenciarse, y esto cualquiera puede comprobarlo en el ahora que es donde acontece el flujo y la percepción que pueda de él tenerse.
Lo circunscrito y el infinito
Aquí nos encontramos con uno de esos puntos de fuga creacionales, inicialmente en apariencia paradójicos, (pero el misterio creacional no es paradoja alguna), que se vierten al infinito, que para visualizar el sentimiento de ello nos sirve como metáfora la cinta de Möbius. El estado creativo es el descubrimiento del flujo en el ahora, el cual puede valerse del pensamiento para transmitirlo, para dejar una noción de él en forma de registro, pero el cerebro para poder estar moviéndose, encontrarse en estado creativo, ha de fluir más allá del pensamiento, a de vivenciar el todo. El creativo utiliza el pensamiento luego, en "segundo" lugar, en un principio el movimiento que lo define como tal, como creativo, es el estado de flujo. Y el pensamiento, que sólo se mueve en lo fijo, ha de quedar en silencio para que el cerebro pueda discurrir en lo creativo. Sin embargo lo creativo precisa de los registros, del pensamiento, para manifestarse. Por otro lado, pero al mismo tiempo, el pensamiento se mueve en el interior del cerebro, está envuelto, y el estado creativo ocurre en el completo campo de lo envuelto-envolvente. El pensamiento y el estado creativo fluyen en diferentes momentos, y tienen un horizonte de relación que podemos representarlo, aún lo abstracto que esto pueda parecer, con la vuelta que hemos de darle a una cinta cilíndrica en estado de polaridad total, para convertirla en una cinta Möbius, que ha perdido la polaridad y se ha precipitado en el infinito. El pensamiento está en el estado previo, la cinta cilíndrica, atrapado en lo polar. Y lo creativo está en estado de cinta Möbius, se mueve tendiendo al infinito, y la relación entre ambos estados es la vuelta, el "salto", que le hemos de dar a la cinta para pasarla de uno a otro estado. En nuestro caso ese "salto", ocurre en el cerebro a nivel perceptivo; el pensamiento se mueve en lo polar, y la percepción sin pensamiento se mueve en lo infinito. Tomemos la cinta Möbius como un gráfico representativo para apuntar a la verdadera cosa que estamos refiriendo, el movimiento del pensar y el movimiento creativo, los cuales han de ser comprobados por uno mismo.
El pensamiento, las ideas, no son la culminación de la creación. La belleza es un flujo de total libertad, al cual, ahora, en conjunto la humanidad no tenemos acceso, a causa del pensamiento, de nuestras ideas. Simetría es armonía, pero la armonía también puede ser asimétrica. Toda la cuestión es que ahora nosotros no somos armónicos.
Punset: En contra de lo que creemos y de lo que queremos, que es un mundo simétrico, buscamos esta simetría en todas las cosas, pero el mundo resulta que está lleno de asimetrías, y empezando con lo más sencillo que son las moléculas y los aminoácidos.
Inteligencia natural y flujo
Podemos decir que en la arquitectura creacional, que se encuentra en estado de flujo, desde lo más pequeño hasta lo más grande, todo ello proviene de la inteligencia natural. Ésta no nos la vamos a cuestionar, puesto que a tenor de prestar atención a la creación, todas las configuraciones que en ella fluyen, se hace evidente por sí misma, ¿no es así? Esta inteligencia natural vemos que aprende a través de la creación de registros, que de hecho son comportamientos aprendidos. O sea, todo registro es un comportamiento aprendido, y es con ellos que la inteligencia natural aprende y se "desliza" a través del flujo creacional tendiendo siempre a lo nuevo. Lo aprendido son los registros y a través de ellos se producen los cambios en el flujo que se manifiestan como lo nuevo. Comenzando con lo más sencillo y llegando a la complejidad "inalcanzable", el flujo creacional es "conducido" por la inteligencia natural a través de lo que ella aprende. Inteligencia que es la base de la completa creación "bullente".
Simetría e irregularidad
Observando de cerca las cosas vemos que la simetría perfecta es más bien rara en la completa creación, ella es alcanzada en algunos casos, pero la simetría "ideal" que el cerebro puede proyectar, utilizando por ejemplo la geometría, la inteligencia natural la genera en muy pocas configuraciones, un ejemplo pueden ser los cristales en un nivel muy bajo de complejidad. Pero cuanto más de cerca miramos las cosas más comenzamos a encontrar irregularidades. La fractalidad, sino es evidente en un nivel superficial, siempre la encontramos como fondo de la complejidad. Podemos observar, por ejemplo, el caparazón de un erizo de mar y a simple vista ver simetría perfecta, pero más de cerca descubrir irregularidades asimétricas. La inteligencia natural rara vez alcanza la simetría perfecta, incluso parece que su énfasis lo pone en sugerir perseguirla pero manteniéndose en el umbral donde la irregularidad da noción de la libertad a la que el flujo creacional tiende. Un ritmo configurado con no-ritmos, y viceversa. Las ideas crean simetría perfecta, pero son una ilusión del pensamiento, que desde luego éste puede materializar hasta cierto punto, a través de la generación de las cosas físicas, la arquitectura por ejemplo, de alguna manera imitando a los cristales, pero esta simetría no se da en el mundo natural, sino que es un resultado funcional del pensamiento, el cual, en sí mismo es resultado de las ideas. Las ideas no son la culminación de la creación, son una simple parte funcional más en ella.
Belleza y relación.
¿Qué es más bello, una catedral surgida del pensamiento, o unas montañas con sus frondosos bosques surgidos de la inteligencia natural? ¿Dónde está la belleza, dentro del cerebro, en su pensamiento y emoción, o se encuentra en la completa creación, que es el flujo del ahora? Estas preguntas y el atisbo del significado que nos devuelvan son de una importancia abismal. Si la belleza se encuentra en el pensamiento, entonces lo tenemos muy mal, ya que los seres humanos nos encontramos divididos interiormente e igual en lo social, en la relación, cosa que a todas luces es "fea", carece de belleza. Esto es así porque la belleza del pensamiento se encuentra exclusivamente en la superficie y siempre fragmentada, por lo cual deja de ser belleza. Desmerecer lo total, la profundidad, conlleva la fealdad que la fragmentación del pensamiento es. Tomado como lo bueno, como la verdad, el pensamiento se convierte en lo grotesco del absurdo de nuestra relación humana. ¿Qué belleza podemos atisbar ahí, en como nos estamos relacionando? Si no hay belleza en nosotros mismos ¿cómo podemos percibirla en lo que llamamos "lo externo"?
La belleza del amor y su inteligencia
Parece clara la resolución a este problema, pero como con todo lo que venimos poniendo de relieve para llamar a su atención, el pensamiento para definirlo siempre se quedará menguo, es por lo que hemos de captar y comprender más allá de las palabras, de las ideas: El cerebro humano debe descubrir la inteligencia natural que le corresponde en el flujo creacional, que es el ahora del que nada ni nadie nos podemos escapar. Mas para "arribar" a esto, es preciso comprender que ahora el cerebro se encuentra en un estado de confusión, tiene miedo por no llegar, por carecer, por morir. Se disocia de la inteligencia natural, y no comprende su lugar en el concierto total. Proyecta la belleza en lo que él hace, desestimando la belleza natural, que la explota y la destruye, y dedica toda la energía a conservar lo que él produce, despreocupándose del mal externo que ocasiona para conseguirlo. Con la belleza ocurre como con el amor y la inteligencia, no sabemos lo que es, y es obvio que ocurra con las tres, pues no pueden separarse. La belleza del amor y su inteligencia es lo que nos corresponde a los seres humanos en el flujo creacional, pero a tenor de que no tenemos ni idea ni noción, ni intuición ni realidad de lo que estas sutiles y a la vez inmensas cualidades significan, tenemos la vida atrapada en el miedo y el odio. No en vano, el movimiento céntrico interno que cultivamos a cualquier precio, es un movimiento de separación y exclusión. ¿Qué belleza puede haber en lo desintegrado?
El viejo tabú, "ser o no ser". Pensamiento, conciencia, percepción directa.
Monegal: "Pienso, luego existo" (Descartes).
Punset: "Existo, luego pienso". Es lo exacto.
Registro-pensamiento y conciencia
El pensamiento en su base, en su nivel más elemental, es registro, que a su vez es medida. Al mismo tiempo, y a partir de esta premisa de registro-pensamiento, nada en la creación se escapa de contener una cierta dosis de pensamiento, pues toda ella fluye a través de y con los registros. Esta cantidad de registro-pensamiento que tiene cada cosa en la creación puede ir paralelo con una cierta dosis de "conciencia" acerca de ella, o manifestarse inconsciente. Esto de hace más manifiesto en el mundo animal, lo cual no quiere decir que el mundo mineral carezca de tal culaidad. La conciencia no es exclusiva del ser humano, y quizá la percepción no sea el ser humano el único que pueda alcanzarla.
Existencia Pensamiento
Aquí nos parece que las dos aseveraciones precedentes acerca del existir y el pensar son: un acto del pensamiento, (ego-céntrico), la primera, y un acto de conciencia, (darse cuenta), la segunda. Ambas juntas procuran solucionar el aparente paradójico problema del "huevo y la gallina", ¿cuál fue primero? En este caso utilizamos esta supuesta paradoja huevo-gallina como ejemplo gráfico de las declaraciones que nos ocupan, pues de alguna forma en principio las aseveraciones del existir y el pensar parecen estar tratadas como un problema similar.
¿El huevo o la gallina?
Este ejemplo acerca del huevo-gallina, difiere en su base de la cuestión central que nos ocupa, pues en ella nos preguntamos qué es primero, la existencia o el pensamiento, y sólo por esta semblanza en la pregunta lo utilizamos como metáfora. Pero la diferencia es muy grande. Ateniéndonos a la prescripción que hemos hecho de pensamiento en su forma más básica, podemos encontrarlo allá donde miremos desde el continuo micro-macro Universo al que alcancemos, ya que todo se mueve en base a comportamientos, muchos de ellos convertidos en registros por su persistencia. O sea, que al mismo tiempo tenemos existencia y pensamiento, ninguno de ambos es el primero. Desde los átomos a las galaxias, o desde las cuerdas a los multiuniversos, existencia y pensamiento fluyen unidos como una manifestación de la polaridad del movimiento. Esto se manifiesta desde la cosa más sencilla hasta la más compleja. Ajustándonos a esto, ambas declaraciones son correctas si las mantenemos juntas en forma polar, pero separando la fuente de donde cada una de ellas procede, ya que es en la procedencia donde estriba la diferencia.
Percepción directa en el flujo
Desde el punto de vista de la conciencia, sugiere ser verdadera la de existir y pensar luego. Desde un punto de vista del ego-céntrico sugiere ser la correcta pensar primero y existir luego. Atisbar el movimiento unísono del que ambos enfoques inciden, el movimiento que ya es en sí mismo existencia-pensamiento, implica un acto de percepción directa que es flujo, en donde el existir y el pensar están abrigados. Esta percepción directa del movimiento completo sintoniza al cerebro en un acto de atención con la "propia" Energía que está moviendo el Eterno Ahora.
RICO PAR (Diciembre 2008)
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y conciencia
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