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Psique humana, el
problema.
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¿Hasta dónde conocemos? Muchas
palabras "embafan"(1), para aquel que sabe bien de lo que se está hablando. Pocas quedan menguas, si no se está
familiarizado con aquello de lo que estamos tratando.
¿Se llega alguna vez a conocer algo en su totalidad?
¿Conocer algo en su forma completa? Atención y Comprensión. Encontrar el término justo a la hora de hablar es difícil
y complicado, ya que para ello es imprescindible "en la comprensión", (si la hay), la completa atención y dedicación del lector. Desde luego tanto así
como la del escritor. En último término
es uno mismo que ha de responder a toda cuestión. El acto vivo común
a cualquiera
Hagamos esto sencillo, y en esta lectura abramos la mente a captar la compleja e intrincada extensión que surge del lenguaje, en la acción de transmitir percepciones directas del acto vivo, que por serlo así, habrán de ser comunes a CUALQUIERA
puesto que CUALQUIERA es el ser humano,
y la verdad es común a todos nosotros, la
humanidad. La verdad y el ser humano Las explicaciones, unas "supuestas" y otras "impuestas", corren por
nuestra mente, la mente humana, de
miles o millones de formas diferentes, con sus implícitas
"permisiones y acatamientos", cuando las explicaciones no son la verdad. Pueden
apuntarla, pero la comprensión de la
verdad es un acto de totalidad y de vivencia,
ya que las explicaciones siempre son parciales.
Así, hacer un compendio del total de significado
que involucra el completo de la humanidad, que es
lo que cada uno de nosotros somos en el flujo
vivo, EL SER HUMANO,
precisa de eso, del completo ser humano para desarrollarlo. Uno es cualquier otro Mas si uno mismo es el ser humano, (y
esto es evidente, en un sentido total), si lo es cualquiera
de los que discurrimos en el flujo vivo, cualquiera de nosotros; entonces en un acto
de plena atención, uno puede descubrir
lo que ahora es obvio está oculto, precisamente
esta verdad de que UNO ES CUALQUIER OTRO SER
HUMANO. Verdad que ahora muy pocos, pareciera
que ninguno, tienen la lucidez de captar. La pregunta clave Este
hecho irrefutable, absolutamente lógico-matemático
y científico, tan verdad como que el
Sol crea seres vivos, y tan verdad como el
hecho de que ninguno de nosotros, (cualquiera de los
6.5001000.000(2) de seres humanos que ahora componemos la humanidad), repito, posiblemente ninguno o muy pocos, "tocan"
el profundo y misterioso pero a la
vez glorioso y bellísimo flujo creacional en su completo significado, (la carencia de ello
es extremadamente sobrecogedora y abrumadora),
hace que surja de forma natural una sencilla pero
extraordinariamente importante y seria pregunta: ¿Cómo es que si uno mismo es el ser humano, ahora la esencia
de uno es la separación de cualquier
otro ser humano? ¿Qué está
ocurriendo en nosotros los seres humanos que tenemos
la vida dividida en jerarquía, devenir
y sufrimiento, con todo lo enormemente turbulento
que esas tres confusiones implican? Discernir, discurrir en la inteligencia
a partir de este punto el torrente de explicaciones
es tan extenso como la cifra representada por el número
escrito más arriba (2).
Y lo verdaderamente arduo es discernir que la comprensión
de todo ello, ahora en apariencia excesivamente compleja
de alcanzar, no provendrá precisamente ni de
explicación ninguna ni de cualquier conocimiento
por extenso que pueda ser. Aunque es obvio que como
tenemos que hablar de todo esto, el problema
esencial que nos incumbe a la completa humanidad,
requerimos de unas ciertas dosis de explicación
y de conocimiento, pero el auténtico arte
y ciencia de discernir, discurrir
en la inteligencia, ha de ocurrir en el cerebro
de "uno", en el interior del ser
humano, más allá de cualquier
explicación o pensamiento. Y es en esa esencia de inteligencia
en la que podemos encontrar el completo sentido y
significado de todo lo que nos ocurre, de ir más
allá de ello, y fluir con la profunda
inteligencia implícita en la creación
de una forma que jamás hemos atisbado, o sólo
unos pocos lo están apuntado.
Fotograma: Roger Daltrey en la secuencia
Jack Nicholson, Ann-Margret in Tommy
(Go to the mirror) Visitar
Vídeo
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La separatividad Lo triste de todo esto, y por lo que no podemos hablar
de inteligencia, es que esa misma cantidad de personas
mencionada más arriba (2)
se avendría en decir que en nuestra esencia
"nos sentimos separados".
De hecho toda nuestra estructura social y nuestro
sentimiento interior es que estamos separados, y que
entonces el trabajo o finalidad es juntar determinadas
cosas y personas para poder satisfacer la necesidad
imperante de sentir unión, de la que
extrapolamos supuesta seguridad. Se ha de
denotar que sin algún tipo de unión
nos sentimos perdidos. Desde la pareja, la familia,
los amigos, el grupo político, el religioso
o el deportivo, etcétera, en definitiva desde
cualquier relación humana, en el fuero interno,
si uno mira realmente adentro, está lacerante
el sentimiento de separación,
que con todas esas organizaciones que hacemos de la
vida, pretendemos trascenderlo para alcanzar ese otro
sentimiento de unicidad que atisbamos
e intuimos ahí, pero que la mayoría
morimos sin haberlo alcanzado nunca. Comprender más allá de la polaridad.
Esto hay que entenderlo yendo más allá de
los arquetipos que hemos desarrollado para paliar
y ocultar este ilusorio y por ello
doloroso hecho de la separación; repitamos: amigo, pareja, familia, grupos religiosos
y/o políticos, asociaciones, empresas, etc.
etc. Títulos sociales, escalafones, reverencia
por la grandeza, posesión, etc. etc. Reafirmación
y reconocimiento, etc. etc. Estas organizaciones posiblemente
no tendrían en sí nada de malo si no
fueran utilizadas por un ego-céntrico que en
la acción de llevarlas a cabo se separa de
otros egos-céntricos produciendo lucha y competencia
en muchos casos encarnizada, pero como mínimo
cruel y dolorosa. Si esas relaciones se basan en el
interés propio, lo que redunda en beneficio
de uno, entonces es evidente que no se trata de un
flujo de amor, sino más bien de un estado egoísta,
que es el estado del ego-céntrico. Con todo ello lo que hacemos es utilizarnos
y explotarnos en beneficio propio, en una
continua danza de lucha de pareceres, dominación y dependencia, que son precisamente de donde
se nutre el sentimiento de "ser humano
separado"; que nos embarga en el interior
haciendo de la vida una atrofiada merma en
lugar de fluir en su gloria. Aquí
lo hemos de señalar, como en relación
a todo lo que se está exponiendo, pero que
en este párrafo se hace más fundamental:
con todo lo aquí apuntado no se está
pretendiendo sugerir su opuesto, carencia de organización social y cotidiana, en absoluto. Sólo
la mente atrapada en lo polar es la que traduce lo
que recibe en forma de opuestos. Aquí
se está procurando enfocar aquello que a la
mente le puede hacer descubrir un orden y
un fluir nuevos, ahora desconocidos u ocultos,
por lo que no se pueden imaginar ni postular, aunque
sí sentir y discernir en la
medida que la comprensión
se va abriendo. Comprensión que significa encarar
los hechos nítidamente, sin tamizarlos con
las ilusiones propias. La polaridad es inevitable
en lo físico ya que es necesaria, pero utilizada
en la mente provoca importantes daños, pues
la mente no tiene polaridad ninguna. El espejismo de centricidad El
sentimiento interno de separación, común
a la mayoría, surge del espejismo de
centricidad, en principio en el aspecto físico
heredado del animal, y más adelante cultivado
por una mente atrapada en la ignorancia,
la cual es el cultivo del ego-céntrico.
Es diluir esta ilusión lo que abre una nueva
mente ahora desconocida. Y esto es lo que
vamos a procurar "tocar" y comprender aquí, transcendiendo el puente que el limitado
conocimiento supone para la transmisión
y captación de los hechos envueltos en esta
subliminal fatamorgana en el cerebro humano, el
espejismo de centricidad.
(1) - Enbafar: Verbo transitivo
de la lengua catalana para significar el hecho de: producir
en alguien con una comida (o figuradamente con otra
cosa) una sensación de exceso, de tener suficiente
pero demasiado.
Desde
esta definición de palabra podemos decir: Lo
que verdaderamente "embafa"
es el estado de nuestra psique enclaustrada
y prisionera.
RICO PAR
(10/12/08 - 28/2/09)
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