EL ESPEJISMO |
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Artículo 1 de 6 |
Espejismo e Ilusión,
contexto inicial. |
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Objeto con espejismo
Si no recuerdo mal, a mediados
del año 2007, encontré caída en la calle
una pinza de tender la ropa. La recogí, y mientras
caminaba fui jugando con ella a ejercitar los músculos
del pulgar y el índice, aprovechando la fuerza de su
muelle-tenaza. Era de plástico color azul y ciertamente
resistente. Más adelante, sentado en una terraza tomando
un refresco, me dediqué a estudiarla más a fondo.
Su diseño, los huecos y nervios dispuestos en sus partes
frontales, para darle consistencia. Toda ella formada por
dos piezas
iguales realizadas por inyección de plástico
en un molde. Ambas partes sujetas y unidas por el tradicional
y fuerte muelle-tenaza metálico. Una pinza especial,
pues nunca he vuelto a ver ninguna igual. Parecida a las otras,
pero con mayor "cuerpo" y diseño algo más
inteligente aunque quizá no tan atractivo como otras.
Incluso después de haber buscado por diferentes establecimientos,
no pude encontrarla. Ni nombre de fabricante ni anagrama figura
en ella. Se podría pensar que la perdió algún
extranjero, pues en ninguna tienda la habían visto
nunca.
Lo peculiar de esta pinza,
es la sorpresa que me llevé jugando con ella. Cuando
se observa por sus laterales, por sus medidas específicas,
sobre todo por su grosor y el alto del conjunto de las dos
partes, y por el radio de su ojo antideslizante de la ropa,
se puede ver claramente un punto interno de color negruzco,
relativamente transparente, pero como si se encontrara suspendido
justo en el centro de la circunferencia que forma el ojo.
Un auténtico espejismo, en cierta manera inducido.
Evidentemente comprobé que no fuera exclusivamente
a mí que me apareciera tal ilusión óptica,
y todos aquellos a los que pude mostrarles la pinza, lo reproducían
con igual facilidad como a mí me ocurría. O
sea, la verificación de que al menos el fenómeno
sucedía en los cerebros expuestos a la atención
de la pinza y de ese efecto óptico implícito
debido a su "arquitectura". Seguramente deberíamos
hacer más comprobaciones, pero para comenzar
Búsqueda
de Imágenes espejismos en Google
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este apunte nos parece buen ejemplo, aún la verificación
más amplia que precisaría.
La fotografía tomada a la pinza ha sido retocada para simular el efecto, ya que la cámara fotográfica no lo
registraba. Esto revela que la aparición de ese punto
se produce en el interior del cerebro.
¿Cómo podemos
explicar tal suceso? Lo que es evidente es que ese punto no
existe como una cosa en sí misma, una cosa como sí
lo es la pinza, por ejemplo. Entonces, ¿de dónde
surge la sombra punto? ¿Es la luz que queda prisionera
rebotando en el interior cilíndrico del ojo de la pinza?
Esto parecería muy extraño. Así podemos
pensar que de las precisas medidas que conforman la pinza,
que seguramente han sido diseñadas casualmente ignorando
este efecto, el cerebro, una vez reconstruida la pinza en
su interior a partir de la información que ha recibido
a través de los ojos, calcula que ahí debe formarse
un punto de reunión de sombra, así la proyecta
incluida como respuesta, y ella se percibe como si proviniera
de fuera, como si la sombra la generara la misma pinza, cuando
en realidad la está creando el cerebro. En principio
esto no es muy sorprendente, pues se han hecho estudios muy
avanzados en la gramática de la visión del color
y la forma, y con ello podemos apuntar el hecho de que prestando
atención a las cosas más superficiales de la
vida cotidiana, podemos descubrir con facilidad la diferencia
que en muchos casos hay entre lo que vemos y cómo lo
pensamos. Aunque nosotros de forma despreocupada, nos basamos
siempre en que lo que vemos y pensamos es lo mismo.
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Meteoros, espejismo,
ilusión. |
Se hace altamente
curioso, "lo real y lo irreal" se articulan
conjuntamente en un único campo, el creacional,
que es la totalidad fluyente. Decimos que el Sol
es real, está ahí, sentimos su luz,
su calor
etc. Sin él no existiríamos
nosotros. Tanto el Sol como el ser humano es algo
que consideramos real, perteneciente a la realidad.
Entonces, ¿qué es lo irreal? ¿Podríamos
contestar diciendo:? Todo se encuentra en la realidad,
pero lo irreal, aún cuando se encuentra imbricado
con lo real, no puede tomarse como realidad. ¿Hemos
explicado algo con esta declaración? La sombra
de un objeto, o el arco iris, por ejemplo, son fenómenos
reales en cuanto a que son subproductos de otros
hechos anteriores, pero en sí mismos son
insustanciales, están afectados por una gran
dosis de irrealidad. Un pensamiento puede ser real
en sí mismo, pues está ocurriendo
en el interior del cerebro, pero el contenido de
ese pensamiento, su significado, puede ser completamente
irreal. De esto tenemos innumerables pruebas. Vemos
que aquí se mezclan diferentes percepciones
de lo mismo, lo real-irreal, verdad-falso, existencia-inexistencia,
ser/no-ser, etc. etc.. Si lo irreal no existe ¿cómo
es que lo reconocemos? 'Esta es toda la clave, reconocemos
lo irreal, lo que en sí mismo no existe,
no es verdad, por los efectos que ello produce. |
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Meteorología
Quizá
una de las ciencias que con mayor oportunidad brega con
fenómenos que colindan con el espejismo y así con la
ilusión sea la meteorología,
Meteorología
(IX),
Los Meteoros, (II).
por
Fernando
Llorente Martínez
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aún cuando otras también participan
en mayor o menor grado de acercarse a ellos. Los llamados
fotometeoros son fenómenos que podemos incluir
en una hipotética rama de los efectos ópticos,
esto quiere decir que se precisa de un ojo que está
recibiendo la determinada acción física
que los genera, y como colofón final se construye
en el interior del cerebro la secuencia recibida. Así,
desde la perspectiva que aquí enfocamos, el meteoro
es una "ilusión" en el cerebro a causa
de un determinado comportamiento físico natural
externo. Ocurre lo mismo con los colores, ellos no existen
en sí mismos, son el resultado de la luz que los
objetos no absorben y la reflejan al exterior de sí
mismos cambiando la dirección que la luz llevaba.
El ojo recibe esas frecuencias de luz y las distribuye
en los colores fundamentales, que luego el cerebro reúne
e interpreta en conjunto. Esto se hace curioso, porque
el color que vemos de las cosas es precisamente la frecuencia
lumínica que la cosa "no quiere", no
la absorbe y la arroja lejos de sí. Sin embargo
para nosotros su color es ese que la cosa no quiere, y
no precisamente el que asume integrándolo en sí
mismo, que no es realmente con el que lo caracterizamos.
Esta línea de "división", por
otro lado muy difusa en muchos casos, entre lo que denominamos
"auténtico" y lo que es meramente un
subproducto de
lo auténtico, la encontramos hacia cualquier punto
que enfoquemos en el completo conocimiento humano, pero
también cuando prestamos atención a lo que
la percepción es, y cómo ella trabaja utilizando
el cerebro y sus sentidos. Mas a tenor de que el organismo
humano está abrigado, "incubado", en
la biosfera, sin esa complejísima membrana terrestre
no podríamos existir, así cuando los meteorólogos
están estudiando el comportamiento de los fenómenos
atmosféricos, lo hacen de esa "membrana"
de la que somos indisociables, la biosfera. Esto apunta
a la idea de que los horizontes entre campos no son líneas
totalmente definidas y abruptas, sino que son difusas
en función de la interrelacionalidad que los horizontes
están abrigando. Cuando uno se ve afectado por
la presión atmosférica, por ejemplo, que
lo pone malhumorado e inquieto, ocurre porque el organismo
se encuentra sintonizado a variados niveles con la biosfera,
convirtiéndose así en un movimiento conjunto,
sin embargo, psicológicamente, nos sentimos separados
del Universo, incluso de la misma Naturaleza, sentimos
un horizonte que es una auténtica línea
recta sin difusión ninguna. Ilusión, espejismo y alucinación Prestemos
atención a los significados de esta palabra, "ilusión", y veamos lo sorprendente de ellos. Inicialmente, denominamos
como ilusión a aquella imagen que se nos forma
en la conciencia diferente de como ella es en la realidad.
En el hecho físico, existen factores que inducen
a realizar una lectura "ilusa" de lo percibido.
Podríamos
decir que el cerebro ha sido "engañado"
por esos factores naturales para ver algo que en sí
mismo no existe en la realidad, aunque su atención
está puesta en algo real. Ejemplos tenemos muchos,
en diferentes profesiones se utilizan los mecanismos que generan este tipo de ilusión con diferentes
fines, pero incluso, hay una que su nombre es descendiente
directo de esta palabra, obviamente nos referimos al "ilusionismo" dentro del campo de la magia de entretenimiento. Deberíamos
aquí matizar de paso la palabra "alucinación"
que es lo que se se produce en el acto de "alucinar",
en el cual el sujeto experimenta sensaciones o percepciones
imaginarias, pero esta palabra se utiliza mayormente en
contextos fisiológicos, alteraciones del organismo
Espejismos,
Primera parte.
por Luis
Ruiz Noguez
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causadas por drogas o enfermedad, o deficiencias físicas.
Sin embargo, deberíamos admitir, que ambas, ilusión
y alucinación, como hasta aquí las hemos
descrito, se sintetizan como proceso final en la "imaginación"
que el cerebro utiliza para "reconstruir"
lo sentido tanto de fuera como del interior del organismo,
o sea, que ambas participan en cierto grado en su significado
sutilmente diferenciado. Pero todavía hay más
en la palabra ilusión pues la utilizamos para
referirnos a la alegría que nos produce cierta
esperanza o cuando realizamos algún deseo: Me
hace mucha ilusión decimos. Casi como si
dijéramos "me produce mucha irrealidad
y qué feliz me hace". A fin de cuentas,
la esperanza y el deseo no son más que proyecciones
de futuro, ya que cuando realizamos algo deseado, es
alegría y conformidad, paz, más que "ilusión"
lo que experimentamos. Al mismo tiempo, volviendo a
la palabra alucinar, también la utilizamos cuando
somos cautivados de manera irresistible. He aquí
lo revelador de estos términos, por un lado nos
indican "la irrealidad de lo irreal", sin
embargo por otro los utilizamos para sentimientos muy
fuertes que experimentamos de exaltación anímica;
¿no serán esas emociones precisamente
ilusiones imaginadas?
ilusión: percepción falsa de la realidad.
Esperanza, alegría por "llegar a ser". espejismo: percibir algo irreal. ilusión Imagen, ficción, quimera,
sueño, engaño. || Esperanza, confianza,
deseo.
alucinar Ofuscar, confundir, engañar, cegar,
cautivar, ilusionar, seducir, deslumbrar, embaucar. espejismo Espejo, ilusión.
(Términos procedentes de diccionarios mencionados
en anteriores páginas.)
RICO PAR
(Septiembre 2, 2009)
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Contexto
inicial
Comenzamos aquí el apartado
de apuntes del "espejismo de centricidad"
propiamente dicho, en su sentido físico. Ya hemos
ido desplegado muchas de las cuestiones que abriga y
de las evidencias de su existencia, y perspectivas perceptivas
para que cualquier ser humano pueda ponerlo de relieve
en sí mismo. Aún así se hace indudable,
que un enfoque científico conciso, ayudaría
y posiblemente debería contribuir a corroborar
todo lo que venimos señalando. En cierta forma
venimos procurado mantener ese punto de vista matizando
el discurso en base a cierta lógica matemática
aunque no utilicemos su simbología y su estricto
formalismo. Mas a tenor de que esto son meros apuntes,
y lo que más procuran es una generalización
inicial para "todos los públicos",
que cualquiera al margen de su nivel de conocimientos
científicos pueda verlo y descubrirlo en sí
mismo, haremos aquí en la sección "el
espejismo" alguna puntualización concreta,
pero enlazaremos a diversa información externa
que daremos por incluida en el discurso aunque no la
mencionemos. Evidentemente la extensión de tal
trabajo, reunir el conocimiento del cerebro y de cómo
está funcionando, y las pruebas científicas
que corroboran el espejismo de centricidad, es altamente
extenso, por eso el lector debe tener su propia percepción
de lo que entendemos por cerebro, los sentidos que le
proporcionan la información de lo envolvente
así como lo que el propio organismo envuelve,
y todo lo que acerca de él se conoce y se está
descubriendo.
Espejismo
e Ilusionismo
Existe una dedicación dentro
de un campo que se le ha dado en llamar, "la magia",
y
al que la practica se le llama "mago". Esta
actividad se ordena dentro del área de las artes
de entretenimiento, recreativas, y el propósito del que la
realiza es producir "ilusiones", aparentar
una realidad que no existe de tal manera que el espectador
la siente como real, incluso, cuando sabe que a todas
luces es falsa. Como ejemplo nos sirve el conocido truco
de trocear a una persona metida dentro de una caja sin
hacer correr la sangre ni matarla. Por regla general,
los espectadores, frente a un acto de ilusionismo, quedan
embobados, como si dijeran: -¡Oh!, me has hecho
sentir algo que no es verdad, algo que no existe como
si fuera real, ¡estoy maravillado!-. O sea, "me
encanta que engañes a mi cerebro, que me hagas
creer cosas que no son verdad". Y los especialistas
de la ilusión, que no se ciernen exclusivamente
al campo de la magia, pues otros campos del conocimiento
también la explotan, y que conocen los entresijos
que la genera, sienten una embriagadora sensación
de "mística oculta" produciendo ese
efecto de engaño en los espectadores o en la
sociedad. Obviamente, la magia de entretenimiento es
un juego, y como tal hasta ahí no tiene nada
de malo. Pero la misma "artimaña" se
utiliza en otros órdenes de la convivencia, entonces
la cosa se vuelve grave. Ya que un espejismo, ver algo
que no existe y tomarlo como realidad, no puede por
más que producir problemas, pues un espejismo
es una irrealidad, es una ilusión producida por
la naturaleza, o inducida por el hombre, pero que no
existe, es falsa.
Los sensores de la realidad Se
están haciendo importantes estudios de cómo
funciona el cerebro, en muy variadas áreas,
de cómo recibe los "imputs" de la
realidad envolvente a él a través de
los sentidos. De cómo "recolecta"
toda esa
información separada y desmenuzada en impulsos
eléctricos, y la reconstruye, inicialmente
en base a funciones desarrolladas con y por el propio
cerebro a nivel biológico, pero más
adelante, (especialmente en el cerebro humano), por
la experiencia que él almacena y que recupera
a través de la memoria. Esa realidad que en
él penetra desde fuera, se ve desde diferentes
aspectos "transfigurada" por ambos procesos:
por el propio biológico, pero de manera más
incisiva en el humano, por todo el "material"
acumulado, (que precisamente a su vez le da forma
física al cerebro), al tiempo que incide en
unos contenidos u otros en función de un "acto
volitivo" que todo ese compendio proyecta. Incluso,
llegando tal "acto de decisión" a
imponer a los sentidos que "sientan" de
determinada manera o únicamente sientan determinadas
cosas. Cuando los sentidos y las funciones que el
cerebro ha desarrollado para coordinarlos y utilizarlos,
deben dejarse funcionar desde la propia atención
del cerebro, y no desde la irrealidad "construida"
que se le obliga a tomar como verdadera. De esta manera
se hace imprescindible un estudio muy hondo de las
"cosas" materiales que hay implícitas
en el hecho de fondo que referimos en este apunte,
que la percepción de la realidad a través
y por el cerebro humano, que en síntesis es
toda la cuestión que nos interesa resolver,
se las ha de ver con el horizonte que interrelaciona
lo real con lo irreal. Sin ver la imbricación
y cómo se afectan mutuamente estos dos aspectos
lo real y la irrealidad, poco, sino nada, podremos
avanzar en la comprensión de uno mismo.
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Poesía,
Arte, y Psique.
Dividiendo los
sentidos
Y
como es obvio nos dejamos campos. Las
ramas del conocimiento que estudian la
percepción del cerebro, evidentemente
a través de los sentidos físicos
que conocemos, unos con mayor claridad
que otros, son variadas y abundantes,
indudablemente en las ciencias, pero también
en lo que muchos llaman las seudo-ciencias,
así definidas por carecer de la
rigurosidad demostrativa que la ciencia
impone. Si hiciéramos un listado
de todas ellas quedaríamos sorprendidos
por su abundancia. Por regla general cada
una de ellas pone el énfasis en
algún sentido concreto, y quizás
sea en las artes, tanto puras como funcionales
en las que se puedan reunir todos los
sentidos en conjunto. Pero ciertamente
lo general es atender a los sentidos por
separado, y no le prestamos mucha atención
al hecho de que el cerebro construye una
resultante con todo el material "absorbido",
en un conjunto único, así,
¿quién o qué es lo
que divide esa percepción unísona
potenciado unos sentidos y menguando otros?
Imágenes sin fin
Se hace evidente
que el sentido primigenio es el tacto; todos
lo sentidos reciben algún tipo de
"contacto", a través del
que "absorben" una información,
entonces, desde este punto de vista, el
cuerpo entero es como un "radar"
muy sofisticado. Pero hemos de observar
aquí que esta manera de sentirlo
está poco evidenciada. Como se hace
claro, esto se debe a que en nuestro comportamiento
social, esa obertura de los sentidos simplemente
la dejamos para situaciones muy concretas
en las que nos arrojamos a abrirlos sin
ninguna resistencia, mas hemos de denotar
especialmente cómo el resto de relaciones
están bañadas por una cierta
graduación de una determinada dosis
de "disimulo", que de forma deliberada
pero oculta, aceptada por consenso
Chesterton dijo una vez que, mientras el filósofo procura meterse el cielo en la cabeza,
el poeta sólo aspira a proyectar
su cabeza hacia los cielos. Cuando
uno pregunta, en la jerga actual
«¿dónde tienes la
cabeza?», lo ideal sería
responder que uno la tiene en el
cielo, pero he aquí que casi
todos vivimos en ciudades donde
los rascacielos y el humo nos ocultan
el paisaje celeste. La gente no
comprende siquiera que cada hogar
puede ser un hogar con paisaje la
visión del cielo puesto
que vivimos sobre un planeta, y
no miramos hacia arriba, sino hacia
fuera.
El Futuro del Éxtasis y otras meditaciones, Alan
Watts. De la meditación: Encantamiento de las Estrellas, Julio de 1971.
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tácito, se vierte de forma además
"disimulada". O sea, disimulamos
el disimulo. Lo que verdaderamente sentimos,
con los sentidos, queda amagado, y lo que
se manifiesta, está relacionado
con
¿no lo deduce el lector?
Claramente como venimos viendo, lo que realmente
circula en las relaciones, es la "macro-idea"
que tenemos prefabricada de nosotros mismos.
La cual en la mayoría de los casos,
de manera consentida o de forma obligada,
se ajusta a la "imagen" que los
otros tienen de uno mismo, y que proyectan
sobre nosotros. Generalmente aceptamos ser
lo que los otros esperan que seamos. El coherente
flujo de los sentidos entonces ha sido interrumpido
por un caudal de presunciones. De esta forma
lo único que circula son las "imágenes" mentales. El
"ilusorio" pasado almacenado convertido
en "espejismo"
A causa de que ceñimos
la percepción en el momento vivo
a imágenes que abrigan sentires psicofisiológicos
de acontecimientos pasados, que ya no existen,
que ya no se encuentran en la realidad,
ocurre que de esa manera no sabemos bien
lo que sentimos en el ahora, ya que el recuerdo
lo solapa, pero todavía nos "agarrarnos"
más a la memoria, eso nos da seguridad
y nos parece alejar el miedo, ya que en
lo psicológico se nos ha adiestrado
a temer la incertidumbre. Esto, cuando los
sentidos precisamente la tienen integrada
desde su base, ellos deben estar alertas
a lo nuevo, a lo imprevisto. Así
el conocimiento, las imágenes, las
emociones que ellas archivan, hacen perezosos
a los sentidos, ya que entonces ellos no
tienen más que "replicar"
unos impulsos "sobre-sabidos"
y limitados, pierden la cualidad de estar
alerta. Lo más curioso de todo esto,
si se ve claro el boceto que aquí
se está perfilando, es que cuando
no corremos en ese torbellino de imágenes,
entonces nos sentimos aburridos. Y siempre
necesitamos de nuevas. Nuevas emociones
y experiencias que podamos ir recolectando.
La quietud nos asusta. El sentir que no
vamos a ninguna parte nos pone nerviosos,
y por regla general, solos o en grupo, perseguimos
el "hacer" lo que nos haga sentir
que a algún lugar o cosa, o realización,
nos dirigimos. De ahí el no parar
nunca repitiéndonos con el pasado
y creyendo que fluimos en lo nuevo.
Figura
derecha interior caja: Cubierta del
libro de ALAN WATTS
"El futuro del éxtasis
y otras meditaciones".
Título original: Cloud-hidden,
Whereabouts Unknown. Traducción:
Rolando Hanglin. Portada: Juan Batallé.
© 1971 by Murray Bookchin. ©
Editorial Kairós, S.A. 1974.
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Educación sin educador ni educando
La ilusión
y el espejismo, incluso la alucinación,
guardan importantes relaciones en cohesionada
imbricación con la poesía
y las artes, y quizá de forma más
específica con la psicología,
que es la ciencia que precisamente procura
estudiar la psique. Pero de forma más
creativa, esas ramas de estudio se relacionan
con la "educación". Entendiendo
por ésta la acción de aprender
lo que es la vida en el ahora siempre nuevo
para cualquiera, reuniendo en una "unidad"
el conjunto de personas que se encuentran
involucradas en el momento sea cual fuere
el contexto. Todas ellas están aprendiendo,
aún cuando algunas puedan estar más
versadas en el tema de conocimiento que
se pudiera estar tratando. El momento vivo,
nuevo, que acontece por primera vez, es
desconocido para todos. El énfasis
debe estar puesto en esta "actitud"
de descubrimiento, aceptando si se quiere
cierto aspecto poético, indudablemente
una alta corriente creativa, "el arte
de
Espejismos
desde mí
por
MJVIPRA
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hacer las cosas", pero de forma indiscutible,
y poniéndolo en continuo de relieve,
el movimiento de la psique, participando
con él en el movimiento psíquico
"cooperativo". En definitiva,
descubriendo las relaciones humanas implicadas,
en un estado de completa igualdad anímica.
Eso libera al cerebro de cargas pre-inoculadas,
y hace que el que en ello discurre, tenga
la oportunidad de estar aprendiendo de continuo
y hasta la muerte; el abandonar lo acontecido,
y encontrarse expectante de lo emergente,
del ahora.
A tenor de este curioso
enlace, "Espejismos desde mí",
nos surgen dos cuestiones. En primer lugar
comprobar cómo la poesía fácilmente
nos puede dirigir de un sentimiento muy
claro y real, a confundirnos prácticamente
llevándonos a la irrealidad. Esa
irrealidad incapturable es en ocasiones
su belleza. Quizá pudiera ser que
ese cierto atractivo que la poesía
tiene se debe precisamente a que explicando
cosas de la realidad nos conduce hacia lo
desconocido. En segundo lugar los contenidos
en este enlace hacen pensar, sin ánimo
de "enjuiciar" a nadie en ningún
sentido, que si nos reunimos simplemente
para "opinar", es movernos en
el campo de lo particular, cuando precisamente
la poesía busca poner de relieve
lo que es común, de lo contrario
no hace "vibrar", y es por cierto,
discutiendo, reflexionando conjuntamente,
acerca de lo que denominamos "común",
que podemos averiguar si nos encontramos
en la verdad o en lo falso. Y esta averiguación,
desde cualquier punto de vista, se hace
imprescindible en el "campo" de
la psique. El cerebro precisa tener certidumbre
de que está sintonizado con la realidad,
aunque quizá no la pueda explicar
completamente. Y de lo que no puede prescindir,
es de estar sintonizado con la verdad. Indudablemente
a través de una comprensión
total de sí mismo y de lo que en
su interior está ocurriendo.
Los dos siguientes
enlaces, el Artículo de Cristina
C.G. y la referencia a Gaetano Kanizsa,
son densos de comentar, y no es nuestra
intención ahora hacerlo de manera
extensiva, y procuraremos mantener el "ritmo"
que aquí se ha dado de simplemente
apuntarlos por su interés, acompañándolos
con el texto más abreviado posible.
Atienda el lector a las relaciones que aquí
se están desplegando entre los mecanismos
y leyes que gobiernan la visión ocular
y la información que a través
de ella recibe el cerebro, y cómo
la psique afectada al mismo tiempo por los
contenidos anteriormente almacenados en
el cerebro, proyecta una conclusión
de todo el conjunto que la persona siente
como real.
Se hace evidente
que el conocimiento requiere de "axiomatización".
Es una manera de hacernos sentir seguros
en un campo tan infinito como precisamente
él lo es. Pero lo más relevante
es la educación, el aprender a aprehender,
y el aprender a estar aprehendiendo siempre.
Ya que la vida es eso. Ahora bien, hay dos
tipos de aprender. Está el aprender
del conocimiento, y está el aprehender
de uno mismo en el discurrir de los acontecimientos
siempre nuevos. Cuando el aprender del flujo
vivo fluye sin dificultad, el aprender conocimiento
no significa problema alguno. Los problemas
comienzan cuando uno no sabe discurrir en
lo nuevo, y se ciñe exclusivamente
a una pauta prediseñada. El descubrimiento
anímico es más importante
que el descubrimiento del conocimiento.
La evaluación, tanto para niños
Percibir,
Mirar, ver. Poder contar,
no tener miedo.
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como para adultos, es algo terrorífico,
pues implica comparación. Y si lo
dejáramos en lo funcional, la asignatura
o profesión que estamos estudiando
o desarrollando, tal vez eso no crearía
problemas, mas lo extendemos a lo psicológico,
y ahí comienza la esclavitud de la
imitación. El sentimiento de "independencia
psicológica" es fundamental
e imprescindible, y todo niño debe
despertarla. Y todo adolescente hacerse
consciente de ella. De ello surgen adultos
libres, responsables, sanos y racionales.
Cuando era niño,
el señor Nogués, que era el
profesor de plástica, (muy enamorado
de su trabajo), planteó elegir entre
toda la clase un dibujo de un niño
y realizarlo en un formato mucho mayor conjuntamente.
Si no lo recuerdo mal no conseguimos concluir
el proyecto. Con el tiempo tuve la oportunidad
de desarrollar el experimento con algunos
niños, a nivel informal y en un ambiente
de amigos y juego. Comprobé que se
podía "trabajar" reuniendo
dibujos de distintos niños en un
solo soporte, de gran formato claro. Aunque
yo, mucho más mayor que ellos, me
sumé también a dibujar y pintar
sin poderme resistir. La riqueza de expresividad,
de ideas para la coordinación de
los distintos elementos, con las diferentes
"personalidades" implícitas
en las imágenes, fueron de lo más
revelador. Realizamos un collage mixto multiparticipativo.
Pero a su vez, lo significativo, era poner
la atención en cómo se comportaba
el cerebro al hacer las "evaluaciones"
de lo que cada uno exponía y creía
debía de hacerse. Este punto es vital,
los niños deben aprender a darse
cuenta del comportamiento interior, de continuo,
y si no se está hablando de ello,
si no se está manifestándolo
en el conjunto exterior, si los adultos
que están a su cargo no saben hacerlo
ellos mismos, entonces lo que ocurre es
que toda la atención está
desde "la línea de los ojos
hacia fuera", y el interior queda amagado.
No podemos darnos cuenta de nosotros mismos
si estamos "escondidos". Es el
movimiento interior el más significativo
y del que verdaderamente se puede aprender
de uno mismo.
Deberíamos
matizar aquí, y lo haremos recordando
más que de forma literal, lo que
refería Krishnamurti en este
sentido: El conocimiento de los libros es
acumulativo, siempre le podemos añadir
más. El conocimiento de uno mismo,
es siempre nuevo, como el movimiento de
la vida, y no se puede acumular. Lo descubrimos
mientras estamos viviendo.
RICO PAR
(Septiembre
3, 2009)
|
El
cerebro y la Visión
Apuntamos para concluir
este "difuso" apunte, a una bella
obra de investigación, "GRAMÁTICA
DE LA VISIÓN" de Gaetano
Kanizsa profesor de psicología.
En este estudio se manifiesta lo diferente
que es el mundo tal como nos entra por los
ojos a como el cerebro "lo reconstruye".
El cerebro no realiza una copia exacta de
lo que recibe a través de la visión,
sino que más bien "lo interpreta".
Ciertamente esta obra es muy específica,
pero sirve desde muchos aspectos como principio
de descubrimientos más hondos del
completo ser, aunque inicialmente no lo
pudiera parecer. Sus contenidos se ciñen
al estudio e investigación de la
fase final de la percepción visual,
cuando se organiza la experiencia fenoménica
como un todo en el cerebro, una vez reunidos
los diversos procesos que denominamos visión.
Pero atendiendo a ello en "cámara
lenta", que es lo que hace Kanizsa
en esta obra, podemos comprender más
claramente las diferencias entre lo que
vemos y lo que pensamos.
«A este
nivel se mueven las investigaciones de Kanizsa,
profesor de la universidad de Trieste desde
hace más de treinta años,
que, con el método de la fenomenología
experimental, intenta una formulación
precisa de las principales "leyes de
la visión" y pone de relieve
los elementos de una gramática, es
decir las reglas según las cuales
el mundo visual queda constituido en sus
parámetros cromáticos, dimensionales,
formales y fisonómicos»
(Texto procedente de la contraportada del
libro).
Con la referencia
a este trabajo de Kanizsa, aquí
queremos poner de relieve que si atendiendo
exclusivamente a la visión, podemos
demostrar que el cerebro crea imágenes
fenoménicas que no tienen correspondencia
con la realidad, como muestra el dibujo
adjunto, (el triángulo blanco no
existe físicamente en la página,
es creado en el interior del cerebro), ¿qué
ocurrirá tomando todos los sentidos
juntos, o sea, la completa experiencia
psicofisiológica que el cerebro experimenta?
Nosotros apuntamos a que la experiencia
de ser un ego-céntrico, es análoga
al ejemplo del triángulo blanco.
Las impresiones que el cerebro recibe, acumula,
y mantiene en activo como substanciales
en el aspecto anímico, psíquicamente
hablando, el cerebro las siente tan reales
como el triángulo blanco nos puede
parecer. Sin embargo, al no existir, es
meramente una ilusión que el cerebro
crea, en el caso del triángulo en
base a una organización física
de los objetos reales que contribuyen a
propiciarle el engaño, y en el caso
de la psique, un pasado "emocional"
archivado, "mitológico",
proyectándose como real. Se pone
de manifiesto como de lo real "saltamos"
a lo irreal que tomamos como realidad. Las
cargas psicológicas "registradas"
de placer-dolor, el cúmulo psíquico,
son las que se encargan de proyectar en
el cerebro la sensación de ser un
ego, sensación en la cual está
implícita la centricidad. Es en este
sentido que la analogía del dibujo
es perfecta para ilustrar lo que nos ocurre
psicológicamente en un contexto completo
del "ser".
Figura arriba izquierda: "Gramática
de la visión" Percepción
y pensamiento. Gaetano Kanizsa.
Diseño cubierta: Mario
Eskenazi. Ediciones Paidós
Ibérica, S.A. Barcelona,
1986.
Figura medio derecha, procedente
del mismo libro.
Figura abajo izquierda: Búsqueda imágenes Google, Gaetano Kanizsa.
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RICO PAR
(Septiembre
4, 2009)
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Responsabilidad
de los adultos. |
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Espejismo
e ilusión,
Contexto Inicial.
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El cerebro,
polaridad e infinito.
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