EL ESPEJISMO |
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Artículo 2 de 6 |
El cerebro, polaridad e infinito. |
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Cerebro:
flexibilidad en la polaridad y el infinito.
Acción
y Cerebro
Ciertamente es un tema muy
extenso desde casi innumerables perspectivas. Tal como
venimos haciendo, procuraremos no "idealizar" mucho
previamente lo que procuramos reunir en este apunte, y nos
dejaremos llevar, como hasta ahora, por la pura creatividad
que "por sí sola" ella conduce las cosas.
Lógicamente partimos de ciertos criterios para "arrancar"
en esta página, incluso un texto más abajo escrito
previamente, y algunos enlaces y referencias que han surgido
de igual manera de forma espontánea, casi, como si
"algo" los estuviera proporcionando. En decidido
paso, aún con arduo trabajo y muchas horas, pero los
apuntes se van recolectando. Sin un cerebro no podríamos
estar haciendo esto. Y por otro lado lo estamos haciendo puesto
que somos un cerebro.
Flexibilidad
Neuronal
La primera cosa que se manifiesta
de manera relevante en el ser humano es la cabeza, aunque
esto también
Cráneo, cabeza ósea.
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El esqueleto
de la cabeza, o macizo esquelético cráneo-facial,
es el conjunto de los huesos del cráneo
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ocurre con la mayoría de animales. Es el nodo del que
se extiende el resto del organismo. Inicialmente la arquitectura
corporal se sostiene a través de los huesos que forman
el esqueleto, y los sistemas muscular y nervioso, desde luego.
Muchos de los huesos no tienen como función contener
o proteger algún otro órgano importante, pero
otros es precisamente su especialidad. Es lo que ocurre con
el cráneo, que es un relativamente sencillo conjunto
de huesos, "piezas", que se han coordinado por un
lado para contener, pero por otro para proteger el órgano
fundamental del cuerpo, el cerebro. El "diseño"
del cráneo tiene como función principal evitarle
colisiones al cerebro. Si no existiera
este riesgo, podríamos vivir sin cráneo y con
el cerebro al aire, pero como sabemos por el crudo medio en
el que vivimos, es preciso que él esté protegido.
Se hace evidente que esto es a causa de que el cerebro es
una materia blanda, pero muy blanda, y cualquier "fuerza"
puede afectarlo. El cerebro se caracteriza por ser un órgano
sin dureza, flexible, y es precisamente esta flexibilidad
la que le permite las extraordinarias capacidades que revela,
pero más hondamente, sintonizar con la mente que es
el propio Universo. Es posible que al lector se le haga extraño
la manera aquí de referirnos a la mente, este asunto
lo trataremos con más detalle en las secciones "educación"
y "conciencia", tal vez en "la fuente",
pero sirva como adelanto, y medite usted acerca de esto, aquí
el orden que nosotros sentimos es el siguiente, "mente-universo-cerebro".
Conscientes de que se hará raro escucharlo, consecuencia
directa de sentir el mundo a través de un ego-céntrico,
pero la mejor manera de expresarlo es diciendo: "la mente
lo abriga todo". Es la flexibilidad neuronal del cerebro
que contribuye a poder comprender esta totalidad que es la
mente y lo que en ella discurre, el Universo.
Conexiones en paralelo y cruzadas El
cerebro se compone de dos "mitades", dos cerebros
en lo superficial aparentemente iguales, que denominamos
hemisferios, derecho e izquierdo respectivamente. Todos los
mamíferos tienen un cerebro doble, que asocia cada uno
de sus hemisferios al lado opuesto del cuerpo, con una serie
de sistemas motores y sensoriales para ese lado. Pero en las
regiones profundas del cerebro los hemisferios se unen en una
base cerebral común que conecta con la medula
espinal. La masa de fibras nerviosas más prominente que
conexiona ambos hemisferios la denominamos el "cuerpo calloso",
millones de fibras que conectan las dos mitades. Es a través
de esa masa fibrosa que los hemisferios intercambian la información
que reciben de los sentidos así
como la que ellos mismos producen. Pero aún tenemos otro
punto de "intrigante" interrelación entre estas
dos mitades, lo que llamamos el "quiasma óptico".
La información recogida por cada ojo es enviada al hemisferio
del lado opuesto en el que el ojo se encuentra, y el cerebro
utiliza el cuerpo calloso para intercambiar la información
visual que ha recibido de cada ojo, mas el quiasma óptico,
que es un "cruce" de los nervios ópticos, también
envía a cada hemisferio información del ojo de
su propio lado. A esto lo podemos denominar "polaridad
paralela" y "polaridad cruzada". ¿A dónde
nos lleva esto? Utilizaremos una analogía que representa
lo que queremos aquí significar. Existe un cuerpo físico
utilizado en matemática, aunque es inspirador para otras
especialidades, denominado la Cinta o Banda de Möbius,
segundo apellido del astrónomo y matemático que
la descubrió. La cinta de Möbius parte de
una sección de una superficie cilíndrica, que
cortada en su altura y dándole un giro a uno cualquiera
de sus extremos, y de nuevo unida, nos lleva de la polaridad
dentro-fuera "separados", a la polaridad dentro-fuera
"unidos" vertiéndose en el infinito. Hemisferios;
polaridad e infinito. Vemos
un cierto paralelismo entre el quiasma óptico y el cuerpo
calloso por un lado, con la "vuelta", el "salto"
que le damos a la cinta polar para convertirla en una cinta
Möbius. De alguna manera en ello está implícito
el hecho de que de lo polar saltamos a lo infinito, y viceversa,
pues en el
caso del cerebro, esos dos estados se encuentran "imbricados"
al mismo tiempo, vertiendo sus efectos conjuntamente. Esta
es, entre otras características, lo que pone de manifiesto
la polaridad que ocurre en todo lo configurado, y a su vez
todo lo configurado está tendiendo al infinito. Sin
embargo la polaridad y lo infinito deben estar "unidos"
en cierta manera para que una pueda saltar a la otra, no sólo
a nivel físico del cerebro como sugiere su configuración,
también a nivel de sus contenidos y de la percepción
que el tiene de la realidad que lo conforma y lo envuelve.
Esto demuestra que para las cuestiones cotidianas podemos
discurrir perfectamente ajustándonos a lo polar, pero
que para cuestiones más profundas, comprender qué
es la atención y la percepción, la relación
humana, debamos atender a ese "salto" que lo polar
hace al infinito, ya que el propio cerebro lo tiene como base
en su configuración física. Lo polar, que a
nivel epistemológico podemos denominarlo la "dualidad",
evidentemente manifiesta en las cosas físicas, tiene
un sentido funcional, pero a nivel "mental" en cuanto
a la sintonía con la totalidad a la que el cerebro
tiene acceso, y de la que venimos insistiendo en estos apuntes,
lo polar, lo dual, no tienen significación ninguna,
y es lo o el infinito que toma relevancia. Este paralelismo
entre el cerebro y la analogía de la cinta de Möbius,
aquí menguamente expuesto, revela que el cerebro, al
surgir precisamente de la polaridad que está saltando
al infinito, o del infinito que se convierte en polaridad,
que la completa creación manifiesta, deba estar implícito
en el cerebro poder percibirlo, "vibrar" en él,
de hecho, darse cuenta el cerebro de que él es "ello"
mismo. Así, cuando el cerebro "discurre"
en la totalidad lo que ocurre es que se pone de manifiesto
este salto, "lazo" de unión infinito que
es a todos los niveles el Universo. Obsérvese que el
símbolo del infinito, ,
(el símbolo del número ocho volteado 45 grados),
expresa en un carácter bidimensional lo que la cinta Möbius representa en un espacio tridimensional. A su vez el cerebro,
no sólo lo representa en sus características
configuracionales, sino que él está al mismo
tiempo sintonizado con el hecho real al que esos símbolos
apuntan. Obviamente, si al cerebro se le instruye de continuo
a que únicamente perciba lo polar, y esto se consigue
con la fijación "ego-céntrico", no
pueda darse cuenta de este infinito que discurre de manera
substancial en el ahora vivo.
RICO PAR
(Septiembre 7, 2009)
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Somos el Infinito
Alan Watts:
"¿Cuántos de nosotros comprendemos
ahora mismo que el espacio es idéntico
a nuestra mente, a la conciencia? ¿Que
cuando miras el infinito te estás mirando
por dentro? ¿que tu interior está
unido a tu exterior, como tu frente a tu nuca?
¿que esta galaxia y todas las otras forman
parte de ti, igual que tu corazón y tu
cerebro? ¿que tus idas y venidas, tu vigilia
y tu sueño, tu nacimiento y tu muerte,
son fenómenos rítmicos, del mismo
tipo que las estrellas y la oscuridad que las
rodea? Temer la vida es temerse a sí mismo."
Figura
derecha: Cubierta del libro de ALAN WATS
"El futuro del éxtasis y otras
meditaciones".
De la meditación "Encantamiento
de las Estrellas", Julio de 1971.
Título original: Cloud-hidden, Whereabouts
Unknown. Traducción: Rolando Hanglin.
Portada: Juan Batallé. © 1971
by Murray Bookchin. © Editorial Kairós,
S.A. 1974.
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"Intelecto" Alan
Watts: "El modo analítico de
percepción nos oculta el hecho de que las
cosas y los acontecimientos no existen de forma
independiente los unos de los otros. El mundo es
una totalidad superior a la suma de sus partes por
la misma razón que sus partes no se adicionan
sino que son una correlación. La totalidad
es una estructura que subsiste, mientras que van
y vienen las partes, al igual que el cuerpo humano
es una estructura dinámica dotada de permanencia,
a pesar de la rapidez con la cual nacen y mueren
las células." "Las palabras y moldes
de pensamiento analítico son impotentes e
insuficientes para abarcar este mundo de relaciones,
salvo para las analogías que no son nunca
jamás satisfechas. Admitir que los elementos
fundamentales de la naturaleza son "relaciones"
en vez de "cosas" puede parecer terriblemente
sutil y abstracto tanto es así que no se
ha percibido que las relaciones son eso mismo que
tocamos y sentimos, y que no hay algo más
concreto."
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Nota RICO PAR : La manera corriente de entender
el infinito es utilizando el ejemplo de la secuencia
de los números naturales, también,
al mirar por un telescopio la desbordante cantidad
de galaxias, tenemos un atisbo del infinito. Nos
ocurre igual cuando apuntamos hacia el espacio que
hay entre partículas elementales, incluso
cuando hablamos de energía cero. Aunque estas
últimas formas sean más sofisticadas.
Cantor, matemático que axiomatizó
la teoría de conjuntos, demostró que
existían muchos infinitos. Existen horizontes
que nos ocultan lo que hay más allá,
sin embargo nosotros tenemos cierta "revelación", en ocasiones relativamente constatable, de que las
cosas continúan tras ellos, a pesar de que
se nos haga imposible rebasarlos. Imaginemos un
infinito en nuestro universo un poco más
allá de lo
que se nos hace visible, y supongamos que allí,
en un planeta cualquiera viven unos seres que igualmente
a nosotros quieren aprender cómo funciona
la creación. Para ellos nosotros estamos
en el infinito, igual que ellos para nosotros. Pero
esto es únicamente un paso inicial en el
razonamiento, ya que si tanto ellos como nosotros
estamos en el infinito, es más sencillo pensar
que el infinito se encuentra "impregnado"
en toda cosa o espacio al que apuntemos. Por otro
lado, desde distintas perspectivas, existen muchos
indicios de que es así. Entonces, ¿cómo
es que el infinito no forma parte evidente de nuestra
manera de sentir la creación y de relacionarnos?
08/10/09.
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De la Madre Naturaleza
al Infinito |
Recurrimos, (y no todos y siempre), a cierto contacto
con la Naturaleza. Ella por sí sola, los campos
energéticos en los que discurre, liberan al cerebro
de tensiones, de ansiedades. Cualquiera puede comprobar
esto. Incluso como ejemplo nos sirve el hecho de que muchas
enfermedades curan más rápidamente y con
mayor facilidad en contacto directo con la Naturaleza.
Se hace curioso que los hospitales carezcan de este contacto
ser "humano-naturaleza". Y esto no es de extrañar,
ya que al observar nuestra actividad mental cuando nos
dirigimos a ella para complacernos, vemos que arrastramos
las fijaciones que mantenemos en lo cotidiano.
RICO PAR
(Septiembre
11, 2009)
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La
Dimensión Cósmica David Bohm: Podríamos decir que el vínculo
que nos conectaba con el cosmos se ha roto. Se ha dicho,
de muchos modos diferentes, que nos enfrentamos «al
fin de la naturaleza». Originalmente pensábamos
que la naturaleza era inmensa y trascendía completamente
a los seres humanos, pero hoy en día es evidente
que podemos llegar a destruirla. Las culturas tribales
dijeron «la Tierra es nuestra madre y tenemos que
cuidar de ella», pero hoy en día, sin embargo,
decimos «no, las cosas no son así. Tenemos
derecho a explotar la Tierra». Y este cambio en
la relación con la naturaleza, esta ruptura del
vínculo que nos unía con ella, tiene sus
efectos. La gente solía decir: «Muy bien.
Sé que las cosas están mal pero la naturaleza
está "ahí" y todavía está
bien». Hoy en día, si embargo, ese lujo ha
terminado y ya no podemos seguir pensando en la naturaleza
como algo inagotable.
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No debemos olvidar que el papel que desempeñamos en
este asunto es cada vez mayor. Tenemos que comprender que la naturaleza tiene una importancia casi religiosa en nuestro psiquismo y
que asumir esta nueva actitud conlleva profundas
implicaciones para el ser humano. De modo que gran parte
de la dimensión cósmica radica en nuestra
actitud hacia la naturaleza. Pero hay algo que trasciende
todo eso, algo que va más allá del hecho
de ver el cosmos a través del telescopio o el firmamento
en una noche estrellada, algo que está más
allá de todo límite, algo infinito.
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Fragmento del capítulo 7, El
Pensamiento Participativo y lo Ilimitado.
Título original: ON DIALOGUE.
SOBRE EL DIÁLOGO, David Bohm
1996. Edición a cargo de Lee Nichol.
Edición española:: Editorial Kairós
S.A. 1997 |
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Cerebro
y Psique; indisociables. |
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La
vida, culminación creacional No vamos en este apunte a hacer un despliegue de todo
el conocimiento que disponemos acerca del cerebro
y sus sentidos. Con los enlaces y sus contenidos a
los que apuntamos cubrimos esta necesidad. En la medida
que uno no sea especialista en alguno de los temas
involucrados, (que por cierto son extensos), y se
vea necesitado de ir estudiándolos, irá
descubriendo la fantástica complejidad que
a través de ellos se revela acerca del cerebro.
Desplegamos aquí una visión muy general
pero procurando poner de relieve esa extraordinaria
organización creacional que "aprendiendo"
de ella misma ha llegado hasta este amplísimo
nivel
Feto humano de dos
meses. Procede
de la "Biblioteca de los Conocimientos
4" de PLAZA & JANES,S.A. Editores,
1973
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de creación, la vida, y en ella, el
cerebro humano. Obsérvese aquí que
es precisamente este órgano el que consideramos,
ya que incluso la naturaleza sugiere que así
es, la "glándula" con mayor complejidad
de las que conocemos. No en vano es por él
que el universo se torna consciente. Haciendo
esta declaración teniendo patente que desconocemos
a este respecto cómo sienten otros animales
que también disponen de un cerebro muy desarrollado.
Pero sin embargo en nuestro caso, es de donde surge
todo el "doloroso galimatías"
psíquico que hemos hecho de la vida.
De la soberbia al miedo
Cabe
destacar para comenzar este texto, que si uno lo observa,
los humanos nos comportamos y nos sentimos como si
todo este despliegue de inteligencia creacional
lo hubiéramos puesto nosotros mismos en marcha,
y lo hubiéramos encauzado hasta llegar al complejísimo momento actual de desarrollo cosmológico y
biológico. La soberbia que arrojamos
con nuestra inconsciente actitud frente a la vida
da noción de esto. Aunque cuando nos tomamos
el tiempo para escuchar al universo, entonces vemos
y sentimos que "somos nada", un "super-micro-infinitesimal" puntito en la vastedad incapturable, es entonces
cuando caemos en la trampa de creer que podemos con
una explicación, que por muy extensa siempre
será una limitación, comprender y dar
razón, dar sentido a este misterioso y colosal
acontecimiento, la creación. Esta es
la causa de que nuestra arrogancia egocéntrica
nos haga temer al Misterio, cuando Él
es el sostén de la totalidad manifiesta tanto
en lo oculto como en lo emergente, lo implicado y
lo manifiesto.
Cerebro; resultado del tiempo
infinito.
La mente científica proporciona certidumbre hasta
cierto punto, al menos en cuanto a como la creación
se comporta en lo físico, el movimiento y los
órdenes de la Naturaleza. Centra su
sostenimiento en la verificación y corroboración
de los hechos, procurando no caer en lo imaginativo
e intangible. Y ella nos ha enseñado que, para
llegar hasta este punto en el que el cerebro humano
acontece, con toda su inmensa complejidad implícita
y explícita, la Naturaleza ha tenido
que desplegar un largo caudal de aprendizaje y
descubrimiento de sí misma para ir configurándose
como ahora se encuentra. Hay mucha vida física
y biológica por detrás hasta llegar
al cerebro humano. Una enorme cantidad de tiempo y
grandes destrucciones masivas, hasta que el ser humano
ocurriera. Uno ha de tener una captación directa
de todo el abismal tiempo físico y herencia
biológica que hay implícito en el propio
organismo. Un inmenso acontecer de cambios y organización
cada vez en mayor medida aumentado la complejidad
configuracional, interrelacional, que se pierde en
un infinito inalcanzable, pero que a su vez
está surgiendo del propio infinito.
La substancial falacia del
ser humano
La mente científica procura ceñirse
a la factualidad, a los hechos. Sin
embargo, siendo la mente científica
que puede acceder a la "mente libre",
podemos constatar que la mayoría de científicos
aceptan la egolatría, que es
mito y creencia, de ahí
el conflicto interno de una mente que pretende coordinar
los hechos con lo mitológico. La mente
no puede dividirse en áreas, pero mucho menos
en cuestiones que se contraponen, que se invalidan
mutuamente. Esta es la razón de que la mente
científica no nos esté sacando del
atolladero en forma de "embudo"
en el que vamos penetrando como especie. Ya que una
cuestión que surge de forma muy sencilla cuando
uno, cualquiera, sea especialista o no, percibe la
extraordinaria inteligencia que hay en el hecho
creacional, y esto la ciencia en ocasiones lo
pone muy de relieve, es preguntarse: ¿tanta
magistralidad de filigrana creativa, tantos
Imagen del Hubble.
Muestra el cúmulo de galaxias Abell
1689, situado a 2.300.000.000 años
luz de la Tierra.
Procede de:Galería Astronómica El PAÍS
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rodeos, aprendizajes, mutaciones, desechos
infinitos
ciclos de la Naturaleza en su despertar a la
vida y a la inteligencia para culminar
en un ser que la ha de experimentar como un trance
de ansia, de temor, de persecución y de sueños, con miedo a la muerte
y obligado a vivir en el mito? ¿Tanta
superlativa belleza para cimentarla en un ser
que únicamente padece? Verdaderamente,
un absoluto contrasentido, de hecho, un absurdo. La resistencia a los hechos Desde
diferentes perspectivas, la ciencia nos lo está
diciendo, "andamos equivocados" en
la manera en como utilizamos el cerebro. La
forma en como adiestramos a la psique dentro de patrones, que por muy adecuados que pudieran ser habiéndose
desecho de todo mito, siempre son resultado
del conocimiento, de lo registrado, y la psique es
el propio flujo de la vida. La psique es el movimiento
de la mente a través del cerebro,
y ella precisa estar en sintonía con el propio
flujo creacional. Es cuando se la impide hacer
esto, fluir, ajustándola a una cuadrícula, que surge todo el galimatías circundante al
que ahora nos forzamos. Y si nos preguntamos por qué
es que la veridicidad de la ciencia no nos soluciona
este problema interno que todos arrastramos
y padecemos, es cuando, si queremos verlo, descubriremos
que el ego-céntrico con su egolatría es lo que lo impide. Porque otra cuestión que
se hace inevitable es preguntarse: ¿conocemos
un cerebro que haya sido "educado", "formado"
en el continuo cuestionamiento y la perpetua
duda, en el descubrimiento de sí mismo?
No en cuanto a las necesidades físicas imprescindibles,
sino en relación al propio hecho de vivir,
que es estar muriendo. ¿Un cerebro absolutamente
independiente en lo psicológico, que es la
única psique que puede sintonizar participativamente
con "las otras psiques", con los otros cerebros? La programación del cerebro
Si lo observamos cuidadosamente,
veremos que la inteligencia es una mera manifestación
de lo natural. El organismo tiene su propia inteligencia,
que si se la deja fluir libre y en sintonía con
sus sanas interrelaciones con lo que lo envuelve, rara
vez enferma o crea problemas. El organismo sabe que
está muriendo, pero no sufre por ello. Y el cerebro
y los sentidos son el organismo. Cuando percibimos esto,
se debería hacer curioso para cualquiera, que
si bien el organismo discurre en el flujo al margen
de nuestro acto volitivo, ¿por
qué nosotros psíquicamente nos resistimos
a los acontecimientos y nos esforzamos por estar y ser
"delimitados"? Es cuando uno,
cualquiera, ha de darse cuenta de que ahora siente el
mundo y se siente a sí mismo como le han enseñado
a hacerlo. El espejismo de centricidad
es un arduo trabajo de programación psicosomática,
desde luego durante los nueve meses de formación
del cuerpo, por herencia "vibracional" recibida
por cohesión directa con la madre, pero de manera
más insistente y continua, condicionante,
a partir de que uno viaja fuera de la madre para ser
abrigado directamente por la biosfera. Así, si
uno, cualquiera, no se da cuenta de esa ristra
de órdenes que se le han inoculado, no
sólo no puede deshacerse de ellas, sino que a
su vez las estará induciendo en su entorno, perpetuando
la egolatría. Precisamente el problema
substancial del cerebro humano. El mundo, la relación
humana, es lo que uno mismo, cualquiera, hace en y con
ellos.
RICO PAR
(3 de Septiembre
del 2008)
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Más
allá del patrón ego-céntrico:
el Orden. Fragmento
conversación mantenida entre J.
Krishnamurti, D. Bohm y G.
Narayan.
Narayan:
Está el orden matemático,
la más elevada categoría
de orden conocido en cualquier disciplina.
Krishnamurti: ¿Estarían
los matemáticos de acuerdo en
que la matemática es el orden
completo?
N: Sí, la matemática
en sí es orden.
David Bohm: Pienso que ello depende
del matemático. Pero hay un matemático
muy conocido, llamado von Neumann,
quien definió a la matemática
como la relación de las
relaciones. De hecho, él
entendía por relación,
el orden. Es el orden trabajando dentro
del campo del orden
mismo, antes que trabajando sobre algún
objeto.
K: Sí, a eso estoy tratando
de llegar.
DB: De modo que los matemáticos
más creativos tienen una percepción
de este orden, que puede ser llamado
el orden puro; pero, desde luego, es
limitado porque tiene que ser expresado
matemáticamente en términos
de fórmulas y ecuaciones.
K: Por supuesto. El orden, ¿es
parte del desorden tal como lo conocemos?
DB: Lo que entendemos por desorden
es otra cuestión. No es posible
dar una definición coherente
del desorden, porque éste viola
el orden. Todo lo que ocurre realmente,
tiene un orden; pero uno puede, si gusta,
llamar desorden a ciertas cosas.
K: ¿Esta usted diciendo
que todo lo que ocurre es orden?
DB: Tiene un orden. Si el cuerpo
no está funcionando apropiadamente,
aun si un cáncer se está
desarrollando, hay un cierto orden en
la célula cancerosa; sólo
está creciendo según un
patrón diferente que tiende a
quebrar la resistencia del cuerpo. Sin
embargo, la cosa total tiene cierta
clase de orden.
K: Sí, sí.
DB: No ha violado las leyes de
la naturaleza, aunque en relación
con algún contexto particular,
podría decirse que eso es desorden,
porque, si hablamos de la salud del
cuerpo, entonces el cáncer es
llamado desorden. Pero en sí
mismo
K: El cáncer tiene su
orden propio.
DB: Sí, pero no es compatible
con el orden que implica el desarrollo
del cuerpo.
K: De acuerdo. ¿Qué
entendemos, entonces, por orden? ¿Existe
algo que pudiera llamarse orden?
DB: El orden es una percepción;
no podemos apoderarnos del orden.
N: Yo pienso que, generalmente,
cuando nos referimos al orden, lo es
con respecto a una estructura, o en
relación con un campo determinado.
El orden tiene siempre esa connotación.
Pero cuando usted dice 'el orden del
orden', como en el estudio de la matemática,
nos estamos alejando de esta limitada
manera de abordar el orden.
DB: La mayoría de los
matemáticos comienzan con el
orden de los números 1-2-3-4,
y sobre eso establecen una jerarquía.
Pero uno puede ver qué se entiende
por el orden de los números.
Hay, por ejemplo, una serie de relaciones
que son constantes. En el orden de los
números, tenemos el ejemplo más
simple de orden.
N: ¡Y con el descubrimiento
del cero, se creó un orden nuevo!
El orden matemático y el orden
de la naturaleza, ¿forman parte
de un campo más vasto? ¿O
son formas localizadas?
K: Uno ve la mente, el cerebro
es tan contradictorio, está tan
golpeado, que no puede encontrar orden.
DB: sí, ¿pero qué
clase de orden quiere?
K: Quiere un orden en el que
esté seguro, en le que no sea
golpeado, ni sacudido, ni sienta dolor
físico o psicológico.
DB: Todo el sentido del orden
y de la matemática, es que no
haya contradicción.
K: Pero el cerebro está
en contradicción.
DB: Algo ha funcionado mal.
K: Sí, hemos dicho que
el cerebro tomó un rumbo equivocado.
DB: Vea, si el cuerpo se está
desarrollando mal, tenemos una célula
cancerosa, lo cual implica dos órdenes
contradictorios uno, el desarrollo
del cáncer, y el otro, el orden
del cuerpo.
K: Sí. Pero la mente,
el cerebro, ¿puede estar completamente
libre de todo orden organizado?
DB: Por orden organizado, ¿entiende
usted un patrón fijo o impuesto?
K: Sí, impuesto o auto-impuesto.
Estamos tratando de investigar si el
cerebro puede alguna vez estar libre
de todas las imposiciones, presiones,
heridas psicológicas, de todos
los golpes y trivialidades de la existencia
que lo empujan en direcciones diferentes.
Si no puede, la meditación no
tiene sentido.
DB: Podríamos ir más
lejos, y decir que probablemente la
vida no tenga sentido si uno no puede
liberarse de todo eso.
K: No, yo no diría que
la vida no tiene sentido.
DB: El patrón prosigue
indefinidamente.
K: Si prosigue como lo ha hecho,
indefinidamente, por milenios, la vida
no tiene sentido, y para descubrirlo
la mente debe estar libre por completo.
DB: ¿Cuál es el
origen de lo que llamamos desorden?
Es como un cáncer que
se desarrolla dentro del cerebro, progresando
de modo incompatible con la salud del
cerebro.
K: Sí.
DB Crece a medida que pasa el
tiempo, aumenta de una generación
a otra.
K: Cada generación repite
el mismo patrón.
DB: Que con las generaciones
tiende a acumularse a causa de la tradición.
K: ¿Cómo puede
terminar este patrón establecido,
acumulado en el tiempo? ¿Cómo
podemos abrirnos paso a través
de él?
DB: ¿Podemos formular
esta pregunta? ¿Por qué
el cerebro provee el suelo necesario
para que prosperen estas cosas?
K: Puede ser meramente tradición
o hábito.
DB: ¿Pero por qué
el cerebro permanece en eso?
K: Se siente seguro. Tiene miedo
de que ocurra algo nuevo, porque en
la vieja tradición encuentra
refugio.
DB: Entonces tenemos que preguntarnos
por qué el cerebro se engaña
a sí mismo. Este patrón
implica que el cerebro se engaña
a sí mismo con respecto al desorden.
No parece que sea capaz de ver esto
claramente.
N: En mi mente hay inteligencia
tras el orden, la cual hace uso de ese
orden. Tengo un determinado propósito
por el cual creo un orden, y cuando
el propósito ha desaparecido,
descarto ese orden o patrón.
Por lo tanto, el orden tiene una inteligencia
que resuelve eso. Ésa es la connotación
habitual. Pero usted se está
refiriendo a otra cosa.
K: Pregunto si este patrón
de generaciones puede ser quebrado,
y por qué el cerebro ha aceptado
ese patrón a pesar de todos sus
conflictos y desdichas. |
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Figura arriba
derecha: Cubierta del libro "MÁS
ALLÁ DEL TIEMPO". Trece
diálogos entre J. Krishnamurti
y David Bohm. Acontecidos en Inglaterra
durante los meses de Abril y Septiembre
de 1980.
Título original: The Ending of
Time. Thirteen Dialogues between
Traducción de Armando Clavier.
Publicado por Edhasa, 1986, Barcelona.
Fotos arriba izquierda: J. Krishnamurti,
de"Sea
una Luz para usted mismo".
Foto abajo derecha: David Bohm,
de Web
bbk.ac.uk. |
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El
Universo como
Holograma Multidimensional
y su Conexión con la Mente
por Raúl Corral Quintero
Visitar Artículo .pdf |
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Espejismo e Ilusión,
contexto inicial. |
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El cerebro
polaridad e infinito.
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Sentidos, sensores del
cerebro-organismo.
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