El acto de retener información, de forma que podamos recurrir a ella en cualquier arbitrario momento, lo podemos llevar a cabo de tres maneras algo diferenciadas. Generalmente, esa acción a la que se la denomina "hacer codos", enfrascado uno frente al libro con sus manos "apresando" la cabeza, como queriendo desconectar del

El hombre que sabe desintegrar el átomo, pero no tiene amor en su corazón, se convierte en un monstruo. Jiddu Krishnamurti Nota RICO PAR: El conocimiento es bello cuando nos unifica, pues contribuye a despertar la esencia de ser humano. Pero se convierte en lacerante ignorancia y sufrimiento cuando se lo utiliza en beneficio propio. Figura: "El primate desintegrador", (composición). Autor: RICO PAR (4 de Noviembre del 2009).

completo mundo envolvente, es un acto de memorización en bruto; se pretende retener la información por mera repetición. Hay en esta acción una muy buena dosis de energía que se pierde por el propio esfuerzo en la actitud, que resta atención y comprensión al tema que se esté tratando. Si a esto se le suma la "desgana" que se pueda experimentar, procedente de habérnoslas con un aprender impuesto, el desperdicio de energía aumenta. No se puede aprender por imposición, lo cual implica que lo primero que uno debe aprender, es el propio agrado, el afecto por el hecho de descubrir. Descubrir y comprender deben ir a la par, entonces memorizar es una función natural sin esfuerzo del descubrimiento y la comprensión, así el aprender fluye sin atoramiento.

Otra forma mejor, en la que se desperdicia menos energía, es memorizar por comprensión. En esta modalidad, el énfasis se pone en entender, y para ello el cerebro se coloca en modo de atención, imprescindible para comprender. De lo comprendido, con pocas "anclas" de memoria que se dispongan de ello, al cerebro le será relativamente sencillo reconstruir el tema completo. Aprender por comprensión requiere menos desperdicio de energía que aprender por imposición. De la comprensión se produce la aprehensión, del aprender mera memorización. No en vano, para el cerebro es mucho más importante comprender que recordar, en especial cuando ha evolucionado saliendo de la jungla, y esto aún cuando para comprender es precisa la memoria en cierto grado, pero ésta se convierte en algo meramente funcional en el acto de comprender. No así en el aprender impuesto que meramente es una cuestión de memoria al margen de la comprensión. En la comprensión hay libertad, en el aprender impuesto, coacción y desentendimiento.

Y un tercer modo de aprender, será un modo de atención completa al proceso total. Desarrollar una actitud en la que se está atento, además del tema tratado, a la comprensión del mismo por un lado, por otro a la propia actividad cerebral que está "trabajando" para construir la redes neuronales precisas para no olvidar la comprensión y sus contenidos, pero de manera igualmente relevante, atención al propio sentir de uno como ser anímico, y al sentir conjunto de todos los que participan en el acto de la educación. Es como una luz piloto en la atención que nos hace ser conscientes a la par de todo el proceso completo del aprehender. Se hace obvio aquí, que se precisa de un muy alto clímax de tranquilidad anímica y participación para poder llevar esto a cabo, pues si en el interior "visceral" se están devaneando energías procedentes de otros aspectos del ser que no son comprendidos, se hará muchísimo más peliagudo proporcionar esa imprescindible calma y sosiego que se precisan para estudiar y aprehender, pero sobre todo para comprender, la aprehensión de lo estudiado. Lo comprendido siempre es aprehendido, es lo no comprendido que evade nuestra aprehensión, a pesar de que de una forma u otra, consciente o inconscientemente siempre nos estará persiguiendo aquello que no hemos comprendido. Ya que lo aprendido sin comprensión confunde la mente.

Cuando uno encuentra cordura en los razonamientos de otros, incluso despierta el sentimiento de que lo hubiera expresado de la misma manera, al margen del estilo léxico y capacidad particular de cada uno, pero que la esencia de la cuestión que se está desplegando en la observación es experimentada como una verdad "correlacionada", entonces algo "tintinea" por dentro, pues se sienten todos los "canales abiertos", discurriendo en el cerebro una energía mayor individida que está fluyendo por todos los cerebros humanos, aunque muy pocos se aperciban de ello pues su atención está puesta en apaciguar las necesidades que el ego-céntrico que suponen que son les está exigiendo. Esto nos parece queda claro en muchos de estos apuntes en los que hemos recurrido a otros seres humanos interesados por dilucidar la verdad de lo que estamos haciendo precisamente como seres humanos. En esta ocasión, y prácticamente sin haber pensado nunca en tal frase, se nos ocurre la búsqueda "educación versus adiestramiento". En los resultados encontramos el mismo titular, pero algo variado, "La educación vs el adiestramiento", posteado por Eriwen. Artículo escueto, pero directo y sobre todo "verdadero", esto es lo que le da la mayor importancia, en el que se plantean algunos de los aspectos más relevantes en relación a esta "extraña" acción a la que denominamos "EDUCACIÓN", y que procuramos poner en esta sección de relieve. A tenor de que no podemos reproducirlo completo, ya que de él de ningún párrafo puede prescindirse, resaltaremos algunas frases, pues con ellas tal como el autor las expresa, contribuye y aquí nos ayuda a ir ordenando lo que sentimos sobre esta ineludible cuestión, la EDUCACIÓN: (Pero no deje el lector de Visitar el Artículo).