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Educación, Ciencia
y Religiosidad
Nos podemos plantear la educación
como un tándem de ciencia y religiosidad. Aprender
y descubrir el universo creacional que somos, y el sentido
de amor por y en él. A este sentimiento de unisonidad
lo podríamos definir como "religiosidad",
el estado de la mente que se encuentra en un constante
aprender, enfocando la verdad, de la que la belleza
es inevitable, En ese sentido de verdad y belleza que
no puede ser apresado, discurrir en la creatividad,
la cual, a su vez, no queda retenida en la memoria,
pues la creatividad es una acción, y lo que se
mueve no puede ser capturado por lo que se ha quedado
quieto. Situando entonces estas premisas imprescindibles
en el contexto que nos incumbe, el ser humano, que es
a su vez un nuevo tándem individuo-sociedad inseparable,
se hace evidente que en lo primero que nos hemos de
fijar, es en lo que ahora lo impide, ya que nadie negará,
incluso teniendo una incipiente vislumbre de lo que
el flujo creacional significa, que en la mayoría
ahora lo que se pone de manifiesto de nuestra "actuación"
es desorden interior, e interminables problemas colectivos
que asumimos no se resolverán jamás. Los
propios estados organizadores, en su actitud de mantener
y engrandecer lo bélico, el ancestro heredado,
están reafirmando esta situación de imposibilitud.
Así, la situación es: ¿Quiénes
son los que no quieren comprender? Aquellos que tenemos
un incapturable sentimiento de lo que la armonía
creacional libre es, y sentimos que el sentido del ser
humano es fluir en ella, ¿qué no sabemos
hacer para impregnar esa "beatitud" creacional
que da significación a la realidad? Es verdad
que no se trata ni de convencer ni de incentivar, etc.
Pero el río se está pudriendo, las ballenas
ya no pueden oír sus cantos, y los rayos ultravioleta
están enfermando la biosfera. Etc. etc. etc.
Un ciclo de degeneración y miopía supina
que únicamente tiene una fuente, el espejismo
de centricidad en el cerebro humano. El ego-céntrico
que se enquista en sí mismo dejando de ver la
auténtica realidad, que haciéndose el
tonto consigo mismo la está afectando descuartizándola.
La Racionalidad a la Organización,
Educación.
Encontramos un artículo
titulado "Fundamentos para una formación
de los profesionales en la época de la técnica".
Una aproximación crítica, por Luis
Alberto Tarazana Sepúlveda. Visite el lector el artículo online. Se trata de
un riguroso enfoque acerca de la actual situación
de la formación, y aunque sugiriera quedar el
ser humano relativamente de lado al centrar el discurso
en ciencia y técnica desde la perspectiva de
la racionalidad científica, el texto se puede
también paralelamente aplicar igualmente al comportamiento
humano en un sentido general a la vez que de individual.
(1/1/10).
un
desarrollo pleno de la personalidad humana
una
de las cualidades que se debe cultivar y
desarrollar hoy en día por parte
de hombres y mujeres es la flexibilidad
mental para poder adaptarse a los cambios
fundamentales, no sólo en el conocimiento
sino también en el ambiente de trabajo
y en las mismas situaciones del contexto
social, económico, político
y cultural.
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La "FLEXIBILIDAD MENTAL".
¡Qué bella expresión!
Por lo que verdaderamente apunta, por un lado, pero
por otro, porque en ello está implícita
la libertad. No sólo flexibilidad mental para
adaptarse a los cambios que se producen en el siempre
nuevo flujo creacional, sino que flexibilidad mental
que proviene de un cerebro que no se queda quieto, parapetado,
en patrones psíquicos tanto como sociales, patrones
estos últimos que también son psíquicos.
Sin embargo una cosa es teorizar, y otra muy distinta
vivenciar. Ahora el énfasis está puesto
en ceñirse a dos o tres "fórmulas"
estandarizadas en las que la persona se ajusta por bastantes
años en su vida sino en toda ella. Prepararse
técnicamente para poder desempeñar un
trabajo determinado. Formar un núcleo familiar,
bien agregando nuevos miembros al ya existente o formando
un grupo nuevo disociado de sus antecesores. Escalar
hacia la posición más elevada dentro del
formato económico-social. Poderse proporcionar
todo el mayor placer posible por los bienes conseguidos
a través de la propiedad y el entretenimiento.
Y como colofón final poder acceder a una vejez
con todo tipo de cuidados, ya en domicilio propio o
en una moderna residencia de ancianos. La orden: "envejecer
es enfermar" está muy intensamente asumida
y poco se sabe del envejecimiento sano. Este es el cuadro
mental abreviado por el que el cerebro discurre generalmente
durante toda su vida; obviamente, no hay flexibilidad.
Este esquema se refiere a las sociedades organizadas
en la producción industrial, pero en aquellas
que todavía padecen las calamidades de la falta
de recursos, resulta que sueñan con conseguir
lo mismo, ya bien lográndolo en sus propios países
o emigrando a los que hasta cierto punto presumen de
haberlo conseguido. De cualquier forma todos anclados
en el mismo patrón.
Un mundo libre; ¿en
la imaginación o en la verdad?
un
mundo libre
la
profesora Blanca Inés Prada,
filósofa de la ciencia, en su texto
'Ensayos en torno al pensamiento de Karl
Popper' dice: "El hombre del siglo
XX debe, según Popper, aprender a
vivir en un mundo libre, sin padres, sin
tutores, gobernado sólo por nuestras
conciencias individuales, en donde el respeto
por la verdad objetiva, impersonal, nos
obligue a escuchamos unos a otros mutuamente,
porque sabemos que nadie tiene el monopolio
de la verdad, pero que con el esfuerzo crítico
podremos acercarnos a ella".
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La belleza no está ni en
las palabras ni en los sueños. La belleza está
en los hechos. Podemos soñar ya no un mundo libre,
sino un ser humano libre, y obviamente sólo lo
haremos mientras estemos encadenados. Ya que uno jamás
se plantea conseguir aquello en lo que ya se encuentra.
Es la carencia lo que hace soñar y teorizar.
Un mundo libre, que significa una mente
Fundamentos para una
formación de los profesionales en la
época de la técnica
Una aproximación
crítica
Luis
Alberto Tarazana Sepúlveda
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humana discurriendo en la libertad, no se puede imaginar,
únicamente se puede vivir. Y para llegar a que
algo así pueda producirse, es imprescindible
verdaderamente anhelar que ocurra, pues sin este auténtico
requerimiento de dar con ello, no se reunirá
la energía y la inteligencia necesarias que se
requieren para tal dilucidación. Mientras uno,
cualquiera, no se de cuenta de que su codicia, por disimulada
o justificada, es la que está impidiendo la libertad,
y peor todavía la inteligencia, no sólo
en uno mismo, sino que como una onda se va extendiendo
en la completa sociedad, es lo único que se conseguirá,
remodelar el parche y la justificación, pero
no se vivirá en la libertad. Es el ego-céntrico
y su codicia el quiere un mundo "gobernado",
y viviendo en esta espeluznante condición ¿cómo
se puede llegar a comprender, ni siquiera tener un ligero
atisbo, de lo que Popper está ahí diciendo:
"sin padres, sin tutores". Lo cual no significa
desmantelar la familia ni carecer de profesores. En
el párrafo anterior entendemos y compartimos
muy bien lo que se apunta, sólo dos palabras
nos suenan a contradicción. Nuestra conciencia
no nos gobierna, pues siendo uno mismo la conciencia,
cuando hay libertad lo único que acontece es
acción, no así cuando hay gobierno que
implica una división, lo dirigido y el director.
La conciencia libre, ahora desconocida, no tiene nada
que ver con la conciencia atrapada, ahora la cultivada.
Y sí, la verdad a través de la mente crítica
y en la total humildad, participativamente, sí.
Pero sin "esfuerzo" ninguno, pues en el acto
de comprender hay energía libre, no así
en el acto de confusión, donde la energía
está en estado de contradicción y retenida.
El "patrón"
ocultando la interrelacionalidad
En la realidad nada está
separado, y todo fluye de manera unísona. Aún
así, podemos jugar en un determinado momento,
para aprender, para intentar comprender la partes que
forman las cosas. Si atendemos a la psique humana, podemos
plantearnos tres campos interrelacionados y no separables
pero con ciertas diferencias:
la realidad física, que describimos a través
de la ciencia y los paradigmas que ella elabora. la realidad social, que describimos a través
del concierto-desconcierto político-económico-cultural. la realidad interior.
Ésta última, la
describimos en base a las anteriores, en un proceso
de autoacomodación entre ellas y el cúmulo
psíquico determinado en cada individuo. La psique,
así entonces, se compone de dos aspectos diferenciados,
el impulso ego-céntrico por un lado, adherido,
heredado, y más adelante cultivado, y la necesidad
innata de sentir la interrelacionalidad creacional,
por otro. Del primero se extrae placer y se oculta el
desorden que provoca. Del segundo, condicionado por
el primero, se crean mitos que se veneran de manera
igualmente inconsciente, pues al cuadricular la interrelacionalidad
ésta desaparece y emerge el "patrón".
¿Libertad en el engaño?
Denominaremos aquí la realidad
física como la naturaleza, su completo campo.
La realidad social, como las relaciones entre grandes
masas humanas y entre individuos, las relaciones sociales.
Y la realidad interior, el completo campo de envuelto-envolvente
que experimenta el "nodo anímico" que
es un ser humano. Cuando enfocamos los dos primeros
aspectos del ser humano, realidad física y/o
social, por lo general no se tiene en cuenta la realidad
interior, pues meramente o es eludida, como hace la ciencia,
o se ordena en ciertos grupos de gran amplitud, como
hacen las ciencias sociales, desatendiendo a su vez
los grupos que no encajan en los modelos trazados, evidenciando
la omisión de una y las clasificaciones de la
otra, la desatención de la realidad interior.
Cuando entonces ponemos el énfasis en la realidad
interna, todo es una barahúnda de diferencias
comparativas entre unos y otros. No existen dos cúmulos
psíquicos iguales, pues el propio hecho de que
el espacio-temporal en el que se sucede un nodo-anímico,
sólo pueda estar formado por él mismo,
hace que ciertos impactos en la psique retenidos en
el cerebro sean en igual manera diferentes a los producidos
en cualquier otro. Sin embargo, la "clasificación"
introduce en el interior los patrones de homogeneidad,
con los que el ego-céntrico se identifica. Si
bien en realidad discurrimos en la diversidad de la
complejidad multidimensional, todavía preferimos
lo lineal que es la memoria del ego-céntrico
que cultivamos, que se ciñe a determinados esquemas.
Teniendo muy claro cómo uno es en su configuración
egocéntrica únicamente hay que seguir
el cauce trazado por el ego-céntrico, repetición
en el sueño, el deseo y el devenir siempre a
algo mejor que nunca llega. "Jamás te engañes
a ti mismo", en la educación actual, sugiere
mutar a su contrario, "engáñate todo
lo que puedas". (3/11/09 -
21/1/10).
Fundamentos
para una formación de los profesionales
en la época de la técnica. Una aproximación
crítica,
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En busca de la trascendentalidad
educacional
Como resultado de una búsqueda
Google con el término "educación
liberadora", uno de los ítems
PAULO FREIRE
Educación
Liberadora del Oprimido
por
nodo50
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propuestos despierta nuestro interés:
Paulo Freire
Ítem 9 de la búsqueda:
Educación liberadora: "La que
toma en cuenta al hombre verdadero y real, que parte
de él y busca llevarlo a su plena humanización"
Texto que pertenece al artículo
Paulo Freire, "Educación liberadora
del oprimido", en la Web NODO50, del que no se menciona autor, por lo cual, escrito por nodo50 que es el nombre de la web.
En un sentido muy profundo, la
intuición cognitiva que tuvo este señor,
Paulo Freire, sugiere encontrarse en la misma línea
general que en estos apuntes venimos reuniendo con diferentes
autores. Aunque cada cual utilice en muchas ocasiones
sus propias palabras y manera de expresarlo, y los "niveles" de profundidad pudieran en principio parecer diferenciados,
hay una conexión más allá de ellas
con aquello de lo que estamos hablando: el ser humano
como organismo unísono en el que confluyen "individuos", y viceversa, el organismo completo, la sociedad conjunta,
que penetra en cada individuo, en un ciclo de "restimulación" indivisa continuo. Una de las formas con que Paulo
Freire lo expresa es diciendo: "
"el hombre no
se libera sólo sino en comunión
con los demás"
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El atisbo de totalidad cambiante. Aunque sí quisiéramos
aquí matizar algo. El hecho de que esa
percepción de unisonidad del ser humano en el
descubrimiento de sí mismo debe saltar fuera
del campo de la teoría si en realidad es un pensamiento-sentimiento resultado de haber discernido, ya que de lo contrario
nos quedaremos anclados en el tiempo, y tendremos que
cargar con él como si de un fardo viejo a cuestas
se tratara, quedándonos atorados. El énfasis
está en el vivir, y la funcionalidad es secundaria,
no como ahora hacemos, que invertimos el orden. Esta
continua reformulación que precisamos estar llevando
a cabo, precisamente acerca de cómo nos descubrimos
en el acto vivo y las relaciones que en él se
están moviendo, debe precisamente estar incluyendo
en la formulación aquello que en un siguiente
paso será reformulado. Lo cual implica dotar
a todo pensamiento de su auténtico sentido provisional.
Hacer esto requiere discurrir en la inteligencia, que
es la única que puede permitir el ciclo que abriéndose
en espiral está liberando la mente del pasado
y desplegándola en el campo de lo nuevo, del
descubrimiento, en el que lo provisorio, (el propio
pensamiento) siempre se está cediendo a sí
mismo, en aras de que la conciencia tenga acceso al
discernimiento. (5/11/09).
Paulo
Freire: "Como un ser inconcluso
y consciente de su inconclusión,
el hombre es un ser de la búsqueda
permanente. No podría existir el
hombre sin la búsqueda, como tampoco
existiría la búsqueda sin
el hombre".
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Programa sin devenir
Para construir una casa todo el
conocimiento de física y mecánica además
de elaborar los planos etc. nos va muy bien, de hecho
quizá, no habría otra manera de hacerlo.
Pero para vivir, para abrirse de continuo al acto creacional
"trascendental" que es el ahora, no se puede
hacer con ningún programa previo, pues entonces
lo que hacemos es "representar" un modelo
prefijado y así evidentemente no viviendo el
ahora nuevo y vivo. Por ello, si bien es preciso que
para efectos prácticos diseñemos pautas
de acción a las que debamos ajustarnos, en el
propio hacer hemos de tener muy claro a partir de qué
punto la mente debe encontrarse libre de ellas. Este
descubrimiento del vivir en el propio acto del vivir
debe estar completamente ausente de sentido de devenir,
de estar dirigiéndonos a algo nuevo que ha partido
de algo previo, pues el foco del pasado persiguiendo
el futuro no deja ver los auténticos significados
que en el ahora se están moviendo, de hecho,
lo que está fluyendo. No en vano, estamos hablando
de un despertar de la conciencia, que a todas luces
debe ser algo auténticamente nuevo, pues de lo
contrario continuamos con los viejos lastres por mucho
que los parcheemos o los remodelemos. (21-22/01/10).
¿Educación
Trascendental?
nodo50:
Paulo Freire es consciente de que la
sociedad que le toca vivir posee una dinámica
estructural que conduce a la dominación
de las conciencias, lo que se traduce en
una pedagogía que responde a los
intereses de las clases dominantes. Los
métodos que esta pedagogía
utiliza no pueden servir a la liberación
de los oprimidos, sino que más bien
pretenden impartir entre éstos, la
ley del temor.
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Esta nueva "educación
trascendental" que precisamos, que denominamos
con este apelativo tan rotundo para manifestar la urgencia
que requiere, no puede provenir de la reacción
a lo existente, pues entonces la educación dejará
de ser "trascendental" al ser resultado precisamente
de lo que la impide, pues toda reacción es una
polaridad de lo que ha impulsado la propia reacción.
Esta nueva "educación trascendental"
debe surgir a causa de una conciencia clara en la libertad
total de la mente, en la que discurre una psique que
ha trascendido el miedo y por ello el tiempo. Y es precisamente
en esta extraordinaria cualidad de la mente, ahora terriblemente
dormida, la libertad total, en la que aprender y educación,
constantes en todo período de la vida del ser
humano, tienen oportunidad de abrirse y desarrollarse
discurriendo en la inteligencia natural, que ahora desconocemos,
que nos corresponde como seres humanos en esta indescriptible
creación que somos. (22/01/10).
Paulo
Freire: "Ahí radica la gran
tarea humanista e histórica de los
oprimidos: liberarse a sí mismos
y liberar a los opresores. sólo
el poder que renace de la debilidad de los
oprimidos será lo suficientemente
fuerte para liberar a ambos".
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RICO PAR
(fechas dentro texto).
|
Paulo
Freire
Búsqueda
en Web
|
Paulo
Freire
Búsqueda de imágenes |
Paulo
Freire
por
Luis Carlos Cappellano
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Los siete saberes de Morin
No podemos dejar pasar apuntar
desde aquí a Edgar Morin y sus estudios
en relación al ser humano. Seguro es que deberemos
dejar de comentar muchas cuestiones relevantes de su
trabajo, y ciertamente muy significativas para las diferentes
perspectivas que en este compendio de apuntes estamos
desplegando. Si el lector se imbuye en estudiar a este
autor, descubrirá un fondo común en variados
temas de los que requerimos aprender los humanos para
cambiar nuestra actual situación de confusión
interna, desperdicio de energía y enclaustración
en las ancestrales contraposiciones entre el dominador
y el dominado que nos acucian.
En el año 1999 se publico
una obra-estudio en coautoría entre Edgar
Morin y la UNESCO, acerca de un proyecto interdisciplinario
de Educación para un futuro sostenible,
dirigido por Gustavo López Ospina perteneciente
a dicha organización, bajo el título "Los
siete saberes necesarios a la educación del futuro",
en el que Nelson Vallejo-Gómez aportó,
encargado por la UNESCO, sus propias propuestas y formulaciones
aprobadas por el propio Edgar Morin.
Los siete saberes,
necesarios a la educación del futuro.
Edgar Morin
Traducción Mercedes Vallejo Gómez
Con la colaboración de Nelson
Vallejo Gómez y Françoise
Girard
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¿Por qué para
el futuro?
En el prefacio de esta obra se
encuentra un texto escrito por el Director General de
la UNESCO Federico Mayor verdaderamente alentador,
por las propuestas de futuro que plantea que son las
Los
siete saberes
necesarios a la educación del futuro
por
EDGAR MORIN
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que le llevan a la UNESCO a encargar a Edgar Morin
reúna sus ideas de la educación del futuro
dentro del contexto de su visión del "Pensamiento
Complejo". Esto ocurrió hace ahora cerca
de algo más de una década; ¿es
éste un intervalo de tiempo suficiente para considerar
nuestro ahora el futuro de aquel entonces? Esta cuestión
es muy sutil, puesto que si se observa de cerca y con
atención, en relación a la cuestión
de la mente del ser humano, nuestra mente, "el
futuro es hoy", como insistía Jiddu
Krishnamurti. Este hecho no lo es porque J. Krishnamurti
lo subrayara tan enfáticamente, sino porque en
sí mismo es un hecho, al margen de que él
lo señalara poniéndolo de relieve. Aunque
quizá ha sido el primero en nuestra historia
en desplegarlo. Podemos atisbar cómo será
el futuro en cuanto a lo tecnológico, lo material,
y tener cierta vislumbre, y hasta cierto punto. Pero
en cuanto al cambio fundamental que debe acontecer en
el cerebro humano para que la "mente libre"
suceda, la única que puede producir la "educación
trascendental" que requerimos los humanos, sino
ocurre en el ahora, no se producirá jamás.
Somos conscientes de que esta declaración puede
parecer dogmática y absolutista para aquel que
no la haya meditado, pero en absoluto lo es. Es en el
ahora vivo que la "educación trascendental"
debe discurrir, tanto en jóvenes como en adultos,
pues en el descubrimiento ambos deben dilucidar, de
otra manera, continuaremos con muchas propuestas, y
seguramente muchas de ellas con muy alta racionalidad,
pero no "operarán", puesto que el futuro
siempre está allí, en el futuro, y lo
único que de él se puede "traer"
al presente, al ahora,
es una proyección imaginada
de él en el cerebro. Proyección al mismo
tiempo construida utilizando material del pasado, igualmente
muerto. Hemos desarrollado esto en el apartado "memoria"
de este compendio, aún
cuando también ha ido pululando a través
de variadas reflexiones. ¿Por qué no,
educación para un presente sostenible?
Si en el ahora las cosas funcionan bien, las relaciones
humanas y el interior del individuo, el tándem
persona-sociedad, discurre en la total carencia de conflicto
y hostilidad, ahí ya tenemos la puerta abierta
de la creatividad, y es ésta precisamente
la única que puede hacer que en el ahora vivo
nos encontremos fluyendo en la "sostenibilidad",
que entonces se mantendrá en el propio flujo.
Será algo vivo, no una proposición. Estamos
hablando de la mente del ser humano, de nuestra mente,
que es la que debe verdaderamente cambiar. Obsérvese
aquí, que son muchas las generaciones que esperan
el futuro. Nosotros somos el futuro de todas ellas,
y se puede fácilmente ver lo enredados en la
madeja que nos encontramos. Así, no hemos de
trabajar ni para el futuro, ni para el ayer, hemos de
trabajar para el ahora. Esto, como bien señala
la enseñanza que Jiddu Krishnamurti desplegó,
requiere una revolución psicológica
en el cerebro humano, ya que de estar ahora anclado
en el tiempo y en el miedo, trasciende a la libertad
total, y de ello a la auténtica creacionalidad
que le, "nos", corresponde. De hecho, matizar,
tanto el futuro como el pasado son conocimiento, y es
lo vivo lo que debemos "aprehender".
De la sección
1. EL TALÓN DE AQUILES DEL CONOCIMIENTO
La educación
debe mostrar que no hay conocimiento que
no esté, en algún grado, amenazado
por el error y por la ilusión. La
teoría de la información muestra
que hay un riesgo de error bajo el efecto
de perturbaciones aleatorias o ruidos (noise),
en cualquier transmisión de información,
en cualquier comunicación de mensajes.
Visitar
Documento
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La onda confusión-claridad
Nos hemos venido refiriendo aquí
a la onda "confusión-claridad", que
precisamente proviene de este ruido que se menciona
en la precedente declaración. Ahora bien, este
ruido que produce error además de provenir de las perturbaciones
aleatorias que en sí mismas forman parte del
propio flujo creacional, en relación a nuestros
problemas y paradojas, ahora están principalmente
surgiendo de la "sombra" que tiene nublado
al cerebro, el espejismo de centricidad que se manifiesta
con el ego-céntrico que cada cerebro cree que
es. Siendo este movimiento en el cerebro una distorsión
del ahora, se hace obvio que se prolonguen sus efectos
fuera de él, y así tengamos las crisis
que nos acucian, producidas irrefutablemente por nuestro
comportamiento, nuestra manera de sentir. Si bien la
aleatoriedad en el flujo creacional natural imprime
su carácter de novedad contribuyendo a la creacionalidad,
adquiriendo una muy buena dosis de significación,
no ocurre así con el espejismo de centricidad,
pues éste desde cualquier nivel es desorden,
"ruido", más aún, enfermedad.
Es en esencia de esta perturbación "crónica"
por siglos, que no damos el salto a nuestro auténtico
sentido creacional. Y lo espeluznante, aún los
seres humanos que derrochan energía para aclarar
la mente, es la resistencia que hay en afrontar de cara
el auténtico problema que tenemos, diagnosticado
aquí, como el espejismo de centricidad.
Edgar
Morin: Existe una relación estrecha
entre la inteligencia y la afectividad:
la facultad de razonamiento puede ser disminuida
y hasta destruida por un déficit
de emoción; el debilitamiento de
la capacidad para reaccionar emocionalmente
puede llegar a ser la causa de comportamientos
irracionales. Visitar
Documento
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Más allá de
la emoción, la sensibilidad.
Ciertamente que no podemos prescindir
de la emoción. Pero ésta hay que entenderla
muy bien. La emoción es una cualidad que se produce
en la psique en estado de flujo. Hay una total concordancia
entre la emoción y el estado vivo del ahora.
Y el cerebro debe ser "consciente", se debe
dar cuenta, de esta emoción que brota en el ahora,
culmina y siempre termina por morir, como un flujo vivo.
Esta emoción sin tiempo es sana, pues es el propio
flujo. Los problemas surgen por un lado como bien señala
Edgar Morin cuando hay carencia de ella, obviamente,
pues ésta carencia por lo general proviene de
la represión. Pero existe el mismo problema o
quizás peor, cuando esta emoción es una
mera restimulación de un pasado emocional almacenado.
La mayor parte de barbaridades cometidas por los humanos,
provienen de este tipo de emoción, aquella que
se alimenta del pasado muerto. En este universo, en
esta creación, a mayor complejidad, mayor sensibilidad.
Obsérvese esto con mucho cuidado. La sensibilidad
no es emoción. Uno mismo lo debe averiguar, ¿existe
emoción sin tiempo? La sensibilidad si que se
hace evidente que es un acto en el ahora. Uno no puede
ser sensible en el pasado o en el futuro. Es el sentir
del que toda cosa viva no puede eximirse. Sin embargo,
la emoción
los bélicos se emocionan
y siguen siendo bélicos. No podemos confundir
el sentimentalismo que cultiva el ego-céntrico,
con la sensibilidad de una psique en estado de flujo.
El error: cegueras e ilusiones.
Edgar
Morin: La educación debe entonces
dedicarse a la identificación de
los orígenes de errores, de ilusiones
y de cegueras. Visitar
Documento
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Una educación en la atención,
en el darse cuenta cómo está funcionando
el cerebro. Cómo utiliza la imaginación
para la representación. Cómo el cerebro-organismo
siente el acto vivo directamente, y cómo a su
vez siente cuando recupera pasado registrado. El cerebro
ha de comprender clara y profundamente esta desbordante
diferenciación. Esta "actitud" crítica
frente al acto vivo para percibirlo nítidamente,
es imprescindible en la educación. El estudio
de lo "técnico", del conocimiento a
retener acerca de las cosas materiales, debe estar supeditado
a este acto intemporal de una "dimensión"
mayor en la que no hay limitación. Esto implica
el "borrado" del ego-céntrico en los
adultos y la no generación del mismo en los niños
y jóvenes. Discurriendo entonces en la creatividad.
Véase esto, ¿cómo puede el cerebro
ver nada de la mente si psicológicamente se encuentra
circunscrito a un patrón emocional y conceptual
predeterminado? Todo estará impregnado por esa
sombra, y la realidad oculta, no vista, que es a todas
luces lo que nos ocurre a los humanos planetariamente.
Ahora en nuestro cerebro está parapetada la "jerarquía
psíquica", y nosotros la damos por buena.
De hecho, es lo que psicológicamente nos alimenta.
Cualquiera puede ver esto sencillamente si su interés
por el descubrimiento es suficientemente intenso. Entonces,
¿verdaderamente nos queremos convencer de que
a partir de la jerarquía psíquica realizaremos
un mundo de concordia, paz, interrelacionalidad indivisa,
y la completa equidad y justicia que del amor se desprenden?
La jerarquía psíquica, que es división
y exclusión, ¿puede de ninguna manera
generar un mundo en un nuevo orden de libertad y completa
cooperación incondicional? Lo cual pone en evidencia,
que lo primero que debemos hacer, si realmente estamos
de forma auténtica interesados en el despertar
de la mente humana, es dilucidar claramente la sombra,
el engaño, el espejismo que ahora se enquista
en el cerebro, confundiéndolo en su percepción
de la realidad y creando por ello miedo, dolor y sufrimiento.
Edgar
Morin: También existe en cada
mente una posibilidad de mentira a sí
mismo (self-deception) que es fuente permanente
de error y de ilusión. El egocentrismo,
la necesidad de auto-justificación,
la tendencia a proyectar sobre el otro la
causa del mal hacen que cada uno se mienta
a sí mismo sin detectar esa mentira
de la cual, no obstante, es el autor. Visitar
Documento
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Es en esta "posibilidad"
en la que ahora el cerebro se encuentra engañándose
a sí mismo. Está entrenado a identificarse
con los contenidos psicológicos almacenados,
de los que a su vez está igualmente entrenado
para retenerlos, extraer de ellos placer y dolor de
manera inseparable, y responder a todo reto desde ese
filtro de registros, el ego-céntrico que se pone
a circular en las pseudo-relaciones que la jerarquía
psíquica que el mismo ego-céntrico genera,
que configura el esquema y la articulación por
la que la sociedad nos movemos.
RICO PAR
(22-23 de Enero del 2010).
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Pensamiento Complejo
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Edgar
Morin
Biblioteca
de sus obras
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Edgar
Morin
con
Alfredo Gutiérrez
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Mi
encuentro con Krishnamurti
John E. Coleman
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El espía que buscó
la luz
¡No todo está perdido!
Es esta una historia reveladora, no sólo por
lo que el propio autor John E. Coleman relata
en su libro "The Quite Mind" (La Mente Quieta),
sino por lo que uno mismo, cualquiera, puede despertar
en sí mismo a través de prestarle atención
a su historia. Nuestro protagonista, John E. Coleman,
era un agente de espionaje de la CIA, lo que de por
sí ya nos dice a qué tipo de pensamiento
debía tener ajustada la mente. A unas capacidades
analíticas, observadoras y calculadoras, se le
deberían añadir otras de desconfianza,
secretismo y artimaña. Una mente altamente competitiva
y a su vez sujeta a una estricta jerarquía de
mando y cumplimiento. Iniciativa propia modelada por
la obediencia y la lealtad a la mitología nacionalista.
En estas condiciones, cierto día, visitando un
templo budista, tiene un atisbo de la profundidad creacional
y el impacto le lleva a dedicar su tiempo a estudiar
y comprender diferentes postulados religiosos y a encontrarse
con distintos líderes mundiales, en procura de
alcanzar a comprender lo inexplicable. Uno de sus encuentros
significativos, por cierto que absolutamente casual
y espontáneo, o sea, no dirigido, lo tuvo con
Krishnamurti:
John
E. Coleman: "No obstante, reconocí
que estaba en presencia de una notable personalidad,
un hombre cuya palabra me penetraba y tenía
algún significado. Mi búsqueda
de la Verdad, y de la "mente quieta",
por fin empezaba a mostrar un destello de
resultados. Mirando hacía atrás
me parece que el hecho de que yo no era
uno de sus admiradores, debe haber sido
precisamente lo que indujo a Krishnamurti
a hablar conmigo libremente.".
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Son muchas las implicaciones, y aquí únicamente apuntamos a esta reseña,
pues lo que nosotros vemos en ella es la capacidad de
la mente humana para abrirse de forma definitiva a sintonizar
de manera directa con la fuente de donde la mente está
emanando. Si un ser humano que ha estado muy cerca,
de hecho empapado, de la cruel competencia y miedo en
forma de desconfianza que la mayoría de gobiernos
en el planeta practican entre ellos, pero de manera
inmanente en él se suscita la "necesidad"
de descubrir esa profundidad de la que estamos aconteciendo,
esto abre el caudal de gentes en las que esta misma
necesidad de interrelacionalidad holística puede
despertarse. Este impulso natural en el ser humano de
sentirse sintonizado con la totalidad creacional, ahora
dormido sino atrofiado, cuando emerge, contribuye a
traer la requerida atención, el estado de la
"mente quieta", que es la única capaz
de darse cuenta de la trampa que el espejismo de centricidad
con su resultante el ego-céntrico significa.
La atención es la única vía para
que el cerebro se dé cuenta de cómo el
ego-céntrico opera y a su vez cómo el
cerebro pierde la atención cuando por el espejismo
es dominado.
Conversaciones con Estudiantes,
libro de Jiddu Krishnamurti.
Interlocutor: ¿Qué
valor asigna usted a las ciencias sociales y a la comprensión
del hombre?
KRISHNAMURTI: Señor,
cuando usted tiene
La
relación sin conflicto
Jiddu Krishnamurti
"¿Es
posible vivir en relación con otro
sin que haya conflicto?"
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dentro de sí mismo todo el laboratorio, ¿por
qué quiere estudiar al hombre? Estúdiese
a sí mismo, al ser humano total, a usted, estudie
toda la complejidad, la belleza, la extraordinaria sensibilidad
que es usted mismo. ¿Por qué quiere estudiar
lo que algún otro dice acerca del hombre?
Toda la humanidad es usted. Y usted en su relación
con otro es la sociedad. Usted ha creado este mundo
feo, terrible, el cual se ha vuelto tan por completo
carente de sentido que los jóvenes se están
rebotando en todas partes. Para mí, ésta
es una vida muy insensata. La sociedad que el hombre
ha creado es el producto de sus propias exigencias,
de sus propias urgencias, de sus instintos, sus ambiciones,
su codicia y su envidia. Usted piensa que leyendo todos
los libros que se han escrito acerca del hombre y dedicándose
al estudio social, va a comprenderse a sí mismo.
¿No sería mucho más sencillo empezar
con usted mismo? Mírese, sin condenarse ni justificarse,
sólo mire, observe el modo como habla, como argumenta
y discute, mire todos sus prejuicios, sus ambiciones,
sólo mire. En lo profundo de sí mismo
tiene usted toda la historia del hombre y, sin conocerse
directamente a sí mismo, no puede crear un nuevo
orden social. No es que no deba estudiar a la sociedad
y lo que otras personas han escrito respecto del hombre
y todo lo demás. Yo, personalmente, no he estudiado
nada de esto. Uno lleva dentro de
Fundación
Krishnamurti
Latinoamericana
www.fkla.org
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sí mismo toda la cosa; mire, y sabrá muchísimo.
(Los siguientes dos párrafos
provienen de la contraportada del libro "Conversaciones
con Estudiantes")
Somos lo que nos rodea
Krishnamurti: CASI
TODOS NOSOTROS en este mundo confuso y brutal, tratamos
de labrarnos nuestra propia vida privada, una vida en
la que podamos ser felices y pacíficos y, no
obstante, vivir con las cosas de este mundo. Así
parece, pensamos que la vida cotidiana que llevamos,
la vida de lucha, conflicto, pena y dolor, es algo separado
del mundo exterior de desdicha y confusión, que
el individuo, el yo, es diferente del resto
de la humanidad. Cuando miremos un poco más detenidamente,
no sólo nuestra propia vida privada sino también
el mundo, veremos que lo que somos nuestra existencia
cotidiana, lo que pensamos, lo que sentimos es
el mundo exterior, el mundo que nos rodea. Cada uno
de nosotros es el mundo, es el ser humano que ha hecho
este mundo de completo desorden, el mundo que llora
impotentemente en medio de un gran dolor.
En busca del cambio genuino
En 1968, época en que las juventudes estaban
cuestionando intensamente los valores de la sociedad,
Krishnamurti ofreció varias series de pláticas
para estudiantes de Estados Unidos y Puerto Rico,
en las que exploró el verdadero significado
de la libertad y de la rebelión. Recogidas
en este libro, tales pláticas son quizá
más apremiantes aún en la actualidad,
cuando tanto los adultos como los jóvenes están
buscando la clave para un cambio genuino en nuestro
mundo.
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"Conversaciones
con Estudiantes", de Jiddu Krishnamurti. Pláticas
y discusiones en San Juan y Morcelo, Puerto Rico.
En California, y Nueva York, EE.UU. |
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