En nuestro lenguaje tenemos una palabra que apunta a ciertas cuestiones muy arraigadas en

CQC Resumen "La Crisis Financiera" Programa "caiga quien caiga" emitido por "la SEXTA" TV. Visitar Vídeo

nuestra vida, esta es "economía".

Economía: - Arte de administrar los ingresos y los gastos de la forma más provechosa y estructura que presenta.

Ejemplos: Una adecuada economía contribuye a la estabilidad política. Economía Capitalista. Economía de mercado.

- Estudio sistemático de las relaciones sociales relativas a la producción y distribución de bienes materiales.

Ejemplos: En la clase de ecomía tratamos del concepto de producto nacional bruto.

- Buena distribución del tiempo y de algo inmaterial.

Ejemplos: La economía de esfuerzos a lo largo de la carrera permitió al atleta llegar a la meta.

- Reducción de gasto.

Ejemplos: Hizo economía de palabras, reduciendo el sermón a una breve lectura evangélica. Es un motor adecuado para la economía de combustible.

Henos aquí procurando poner de relieve el patológico espejismo de centricidad que padecemos los humanos, obligados a hacer un esfuerzo de economía: de tiempo, discurso y medios para ponerlo de relieve, para procurar que la conciencia tome realidad de él, y nos encontramos con una palabra que apunta a una de las más grandes abstracciones que hemos creado alrededor de las verdaderas necesidades que se precisan para mantener el flujo vivo. La economía, que precisamente es alrededor de ella que da vueltas nuestra vida. No sólo en el ámbito de lo físico, que hasta cierto punto tiene su parte de coherencia, sino que de forma muy marcada y quizá con mayor influencia, afecta claramente en nuestro aspecto psicológico. Pero es obvio, el ego-céntrico se está de continuo midiendo comparado con los otros. En esa medida divisoria viene marcado con una influencia muy potente su radio de poder sobre los demás precisamente por cuestiones "económicas".

Es evidente que tenemos el cerebro, las bibliotecas, y ahora más recientemente los discos duros, repletos de textos acerca no sólo de la economía, sino de casi cualquier tema que pudiéramos imaginar, puesto que podríamos hacernos

Graffiti urbano "CRISIS". Autor ¿? Foto C/. ABD EL-KADER, Barcelona, 3/6/2009.

la pregunta ¿de qué cosa no ha hablado nadie todavía? Y lo cierto es que desde aquí, con este trabajo que nos proponemos, que debe ajustarse a una cierta extensión pues inicialmente es sólo un apunte, nos vemos muy obligados a realizar un esfuerzo de economía para esbozarlo. Esto evidentemente hará que muchas cosas queden colgadas en espera de salir en otro momento, pero confiamos que de forma implícita puedan ir denotándose. La trascendencia que hay en el hecho de poner de relieve el espejismo de centricidad, de observarse uno a sí mismo y ver cómo opera, se ha de hacer atribuyendo a la observación un gran caudal de economía precisamente de todo lo que el cúmulo psíquico proyecta como auténtico, pues tanto el ego-céntrico como sus creencias no son auténticos, y observando a través de eso, ahí no está el ser humano que precisamente es la esencia.

El ego-céntrico dice: "yo soy el más grande, estoy arriba de todo. Bueno, no soy el único, hay otros pocos, pero tengo gente por debajo, que me miran con envidia, temor y miedo. También la mayor parte del tiempo esos sentimientos se convierten en adoración, que en el fondo es lo que me gusta, que me adoren." Desde ese sentimiento, disfrazado de diversas asunciones de que es precisamente "ser tan grande"

¿Paz en la tensión? RECURSOS

lo que le permite organizar a los demás, organizar la vida desde su perspectiva, el ego-céntrico lo disemina a través de las subclases sociales aplicando sistemas y métodos que van desde la fuerza bruta hasta las sugestiones más sutiles para que los otros lo acepten, de tal forma que la mayoría termina por sentir que eso es la verdad, y de ahí todos los escalafones graduados que llegan desde ese nivel "supremo" hasta el nivel del ser humano más abandonado. Cuanto más uno escala en esa posición de poder sobre los otros, y/o de imaginada libertad resultante de la posesión económica, mayor es la realización que consigue, el placer de sí mismo. Pero es un estado de fingida seguridad pues el miedo está ahí latente. Lo que el cúmulo psíquico adhiere de continuo en sí mismo, que a su vez está embebido de lo que proyecta, no le deja ver que él mismo es una ilusión,

¿Inteligencia Animal?

un espejismo, que cree "poseer", pero únicamente porque otros "carecen".

Nuestras escalas sociales, que se basan en la jerarquía psíquica, pues el poder va paralelo con la posesión. El poder y la posesión se articulan de forma gradual en función de los recursos materiales a los que uno tiene acceso. "Tanto tienes, tanto vales" es más consistente en cualquier relación humana incluso frente al "tanto sabes, tanto eres". Ambas igualmente falsas, pero operando como si fueran verdaderas. Es un proceso sin economía, únicamente existe la acumulación continua y sin límite. Casi pareciera que se persigue el infinito de poder, posesión y logro. La igualdad "tanto-tienes = tanto-vales" la encuentras en cualquier ámbito en la sociedad cotidiana, el "tanto-sabes = tanto-eres" sólo surge como producto vendible, que produce dinero. Puestas así las cosas, por un lado el encierro del ego, que es separativo, mira para sí mismo, y por otro el "favor" que uno recibe de la vida en función del "grado", del estrato psico-socio-económico en el que se encuentra, ambas cosas son el motor que impulsa nuestra vida psicológica: escalar por los estratos sociales de forma ascendente. En la medida que avanzamos hacia arriba ganamos en comodidad física, pero de forma más significativa para nosotros, en proyectada seguridad psicológica de la que extrapolamos un sentimiento de libertad, aún cuando no nos cuestionamos si somos verdaderamente libres.

Cuando en la vida cotidiana cuestionas este estado de cosas son muchos los que te miran como un bicho raro. Ya que es tan fuerte el sentimiento de que no es posible de otra manera, el espejismo es tan potente, que cualquier nueva sugerencia queda totalmente apartada mucho antes incluso de haberla podido escuchar alguien. Uno ve la gigantesca, la descomunal máquina de industrialización y consumo, manifestándose en distintos órdenes, que "tira para adelante" el mundo, y en ningún momento se le ocurre cuestionar la cosa, pues las explicaciones que se da a sí mismo, en función del estrato social que ocupa, siempre justifican que se siga haciendo de esta manera. Desde luego es obvio que precisamos de organización económica, no es lo que se pone en duda. Lo que estamos señalando es que mientras exista el espejismo de centricidad estaremos viviendo en lo falso, y de ahí la organización económica desaparece. Entonces lo que realmente impera proyectado por el ego-céntrico es: –cuánto más pueda coger del "pastel" prescindiendo de la parte que requieren otros…. Esto está ocurriendo de esta manera. Así, "lo más provechoso" está girando en torno del ego-céntrico y su grupo, que en aras del progreso, de un mañana mejor para todos, lo que en realidad se está haciendo es esquilmar el planeta y un tremendo despilfarro de energía que muchos padecemos por carecer de ella.

Nos impacienta aquí la falta de tiempo y espacio, no poder dejar de improvisar en los textos y tomarnos tiempo para expresarlo y ordenarlo con su máxima coherencia, pudiendo extendernos e ir manifestando todo el sentir a este respecto de manera mucho más concisa, todo lo que hay implícito, pero haremos un esfuerzo de economía para poder sintetizarlo lo mejor posible, y seguiremos escribiendo sin volver atrás para hacer correcciones. Cualquiera puede ver lo desbordante que es poder interconexionar toda la información disponible que tenemos acerca de lo que está ocurriendo en el mundo, de las fuerzas visibles y ocultas que lo mueven, todas ellas surgiendo del cúmulo psíquico, y que hacen de la vida esto por lo que pasamos. Pero podemos hacer cuadros sinópticos que nos apunten a "totalidades" mayores, valga expresarlo de esta manera. Los estratos sociales en los que se ordenan la mayoría de comunidades en el planeta, lo que generalmente se llaman naciones, se ciñen a un patrón común en todas ellas. Podemos hacer diferentes subdivisiones desde los que "están arriba" hasta los que se encuentran por "debajo del todo", y en cada una de ellas poner de manifiesto con qué potencia está el espejismo de centricidad operando. Esto se podría revelar de forma científica, pero es fácil verlo a simple vista.

Un primer cuadro podría estar constituido por tres estratos, dentro de cada uno de ellos es obvio que con sus subdivisiones generando nuevos niveles, pero todos ellos en una escala graduada de poder y reafirmación descendente, la jerarquía psíquica manifiesta. El estrato superior que contiene los cúmulos psíquicos que manejan los imperios, políticos, económicos, religiosos etc. y en contraposición pero con similar fuerza en el mismo estrato, las mafias, los grupos subversivos, etc. O sea un primer y más elevado nivel con los grupos sociales que ostentan el poder y son los que organizan a los estratos inferiores, pero en paralelo con aquellos que se resisten, se oponen, llegando a las armas para articular la resistencia. Seguidamente nos encontramos con un nivel intermedio, que podemos definir la "clase productora", son los que verdaderamente hacen que las cosas se muevan, pues son los que producen de forma directa. Esto es fácil entenderlo. Por último tenemos la clase que siempre vive en lo mínimo y produce poco o nada, incluso más bien supone un gasto para las dos anteriores, cuando éstas lo asumen. Queda claro que matizando más subdivisiones interiores a éstas revelaríamos más significación de cómo esta jerarquía psíquica, que se manifiesta también en lo físico, se articula y se despliega, mas es fácil para cualquiera poder sentir este sintético cuadro como verdadero, y tener en cuenta los estratos aquí no explicados que son consecuencia de los esbozados.

Lo que se pone de manifiesto, cuando uno apunta a ello para verlo, es que el ego-céntrico se revela en cada uno de esos niveles, tanto si es para gratificarse, para justificarse o para condolerse por el estrato en el que se encuentra. Todos los seres humanos que componemos la humanidad, somos eso, seres humanos, pero a través de esas construcciones psicológicas de "valores" y "auto-deseos" nos separamos, de la separación surge el odio y todo lo demás que ya conocemos, a pesar de que muchos no quieran verlo. Pareciera que las palabras nos cansen y requiriéramos de una nueva, pero "ser humano" define muy bien lo que somos, quizá no tenemos que buscar otra, mas sí descubrir lo que realmente significa. "Ser humano" define muy bien lo que somos y que ahora no percibimos, pues no hemos despertado al sentimiento de humanidad que en el hecho de ser un "ser humano" está implícito.

Un Círculo Vicioso …un sistema que ahora parece estar algo mareado. No por el horror ético en el que se basa, no por las profundas injusticias que lo sostienen, sino porque… …devolverle a nuestra civilización un cierto horizonte de cordura… por Aurelio del Portillo Visitar Artículo

El sentimiento que tenemos de que somos algo diferente, más grande o más pequeño por lo que poseemos o sabemos, por la fuerza que podemos imponer para manejar a los otros, por la adoración que impulsamos nos tengan aquellos que precisan adorar a otro, etc. etc. Todo ese caudal de mitología egocéntrica y egolátrica proviene del espejismo de centricidad. La revolución que requiere la mente, el ser humano a nivel planetario, es precisamente la disolución de este cúmulo psíquico, de ese centro, que abriga toda la ristra de valores sociales, religiosos, etc. que son ideas almacenadas en la memoria y proyectadas como algo real en el flujo vivo. Adhiriéndoles a la postre todo el caudal emocional del pasado almacenado. Sentirse mayor o menor por el título, la posesión, la sapiencia o la proeza psicológicamente es a todas luces una creencia, no es algo real como el universo o la vida. Uno no cree en el universo o la vida, no puede creerse un hecho. Los hechos pueden captarse y comprenderse, o quedarse uno ajeno a ellos, pero no pueden creerse. Sólo se cree en lo que no es un hecho. Es un hecho que el espejismo de centricidad existe, pero lo que ese espejismo revela es falso. Es como ese fenómeno natural que los italianos denominan fatamorgana, y que ha sido inspirador de múltiples imaginaciones, pero que provienen de algo que en realidad es sólo una apariencia, una sombra, algo que es imaginado pues no existe. Es el engaño de los sentidos. Es así que no puede ser de otra manera, que mientras el cerebro humano se encuentre ocupado, prisionero por el espejismo de centricidad, toda su actividad estará generando disturbio, y aún su esfuerzo por controlarlo, siempre se encontrará al borde del precipicio sin darse cuenta de que en cualquier momento puede derrumbarse. De hecho esto ya está ocurriendo, pues determinadas crisis por las que estamos pasando, conjuntamente dudamos en demasía de que puedan solucionarse, no sabemos si ya hemos entrado en la zona de lo irreversible. Lo crítico de la situación parece evidente, pero lo que hemos de poner de relieve para poder "darle la vuelta", llevarlo por el camino coherente, inteligente, nos resistimos a todas luces, justificándonos con nosotros mismos y con los que nos rodean. ¿Hasta dónde quiere uno verse a sí mismo para dilucidar el problema humano?

El ego jamás sabrá cómo puede hacerse para desarrollar una sociedad plural, equitativa, cooperativa y participativa, pues el ego lo único que sabe hacer por antonomasia es divisivo, crea el "yo mismo" y lo ajeno. Una auténtica economía, sana y consistente para la sociedad completa, únicamente puede dilucidarla un cerebro sin espejismos. La centricidad es el síntoma de un ser humano no maduro, de hecho "mal criado" por sí mismo. Desde cualquier perspectiva, el espejismo de centricidad es el problema humano. Nuestro problema.