Acerca de la política |
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La
Política: cosa de "adultos".
La
política es una actividad que realizan los adultos,
los llamados políticos, en su mayoría hombres,
y más recientemente se le van sumando mujeres. Ellos/ellas
heredan un sistema preestablecido, o en situaciones excepcionales
crean uno de similar en base a nuevos acuerdos, pero la estructura
es prácticamente la misma, la jerarquía psíquica.
En la medida que avanzamos históricamente, se van produciendo
ciertos cambios de perspectiva, y nuevas estructuras sociales
que puedan paliar los errores cometidos en anteriores órdenes
hasta cierto punto, y se procura que la desproporción
de propiedad y recursos, no constriña a los escalonados
grupos más bajos, hasta el punto de que la situación
pudiera convertirse en conflicto bélico, pues entonces
pierden todos, las altas élites y los multisubgrupos descendentes.
Los jóvenes son educados
en y para este concierto-desconcierto, de tal forma que la
mayoría terminan por tomar partido en un sentido u
en otro, produciendo mayor número de subagrupaciones.
Entonces continúan con lo mismo, o
peor aún, pues añaden mayor división
a todo el asunto. Cuando estos movimientos subdivididos hacen
tambalear el orden que establece el grupo dividido que organiza
y se esfuerza por articular todas las demás subdivisiones
sujetas al orden que ese mismo grupo promulga y se esfuerza
por coaccionar, en esa medida de "descontrol", es
cuando la fuerza bruta organizada hace su presencia. La jerarquía
psíquica no educa a la libertad del ser humano, como
es evidente por sí mismo, sino que fuerza al acatamiento
conformista e incuestionado, o a la doblegación por
la ley y la fuerza. Más recientemente, ha aparecido
eso que llaman el cuarto poder, los medios de comunicación
son utilizados para sugestionar, en cierta forma hipnotizar,
para que todas esas subdivisiones en las que se organiza la
jerarquía psíquica, el individuo las sienta
como realidades de las que no puede deshacerse, sino que más
bien les ha de extraer el jugo, su placer de ellas.
Los jóvenes son el resultado de a lo que se les ha educado. Los adultos son el resultado de cómo se les educó
cuando eran jóvenes. En cualquier caso, con la niñez
empezó todo. Y eso es lo curioso, pues cuando uno es
niño no es "partidario" de nada. Eso va viniendo
luego, a medida que el cúmulo psíquico se va
fortaleciendo, él persigue encontrarse en un escalafón
determinado en la jerarquía psíquica que él
mismo es en esencia.
Fotos portal
de entrada "Casal Popular de Gracia",
Barcelona. (26/1/2005).
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RICO PAR (Julio 17, 2009)
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La Organización |
Interlocutor: He pertenecido a muchas organizaciones: religiosas, de
negocios y políticas. Es obvio que debemos tener
alguna clase de organización porque sin ella
la vida no podría continuar, y por eso he estado
preguntándome, después de escucharlo,
qué
relación existe entre la libertad y la organización.
¿Dónde comienza la libertad y termina
la organización? ¿Cuál es la relación
entre las organizaciones religiosas y «Moks-sa»,
o la liberación? Krishnamurti: Como seres humanos que vivimos en una sociedad compleja,
necesitamos las organizaciones para comunicarnos, para
viajar, para proveer comida, ropa y albergue, y para
llevar a cabo todas las actividades del vivir cotidiano,
bien sea en ciudades o en el campo. Pero ellas deben
ser organizadas con eficiencia, y humanamente; no sólo
para el beneficio de unos pocos, sino para todos sin
distingos de nacionalidad, raza o clase. Este mundo
es nuestro, no suyo o mío. Para vivir feliz,
físicamente, tiene que haber organizaciones sanas,
racionales, eficientes. Pero hay desorden porque existe
la división. Millones pasan hambre a pesar de
la enorme prosperidad. Hay guerras, conflictos y toda
clase de brutalidad. Luego existe la creencia organizada,
las religiones organizadas, que también engendran
la desunión y la guerra. La moralidad que el
hombre ha puesto en práctica ha conducido a ese
desorden y caos. Es el estado real del mundo. Y cuando
usted pregunta cuál es la relación entre
la organización y la libertad, ¿no está
separando la libertad de la vida cotidiana? Cuando la
separa en esa forma, como si fuera algo totalmente diferente
de la vida, ¿no es eso, en sí, conflicto
y desorden? Así, pues, la pregunta es realmente
esta: ¿es posible vivir en libertad y organizar
la vida conforme a esa libertad?
Fragmento
procedente del libro de J. Krishnamurti
"URGE UN CAMBIO PSICOLÓGICO".
© Krishnamurti Foundation, London 1973.
© De la edición española, EDHASA,
Editora y Distribuidora Hispano Americana, S.
A. Barcelona 1973.
Foto portada interior del libro: Krishnamurti
en California, 1972.
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La falacia de
la política
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¿Comprendemos
o sólo imitamos? Son
muchos los que creen que cuanto más extenso
es un discurso con su implícita argumentación
acerca de algo, también es mayor su comprensión
y el objetivo de que otros se adhieran a ello. Esto
también se cree de conseguir que otros
piensen como a uno le interesa, a través
de repetir y repetir la cosa, sin ánimo de
molestar,
/
según la etimología de la lengua latina
/
el líder es un curador de personas
y de cosas que no funcionan bien, ya que puede
vislumbrar en las mismas lo que les impide progresar,
y les ayuda a removerlo, no sin cierto dolor
que puede producir quejas.
Procede de
"ETIMOLOGÍA DE LA PALABRA LÍDER",
por Hugo Landolfi.
| como por ejemplo se hace para que los loros aprendan
a pronunciar palabras, en la mayoría de casos
sin que ellos sepan lo que están diciendo.
También, cuando ningún método
"pacífico" lo consigue,
"el inculcar ideas", si el que lo
hace dispone de poder, medios, y apoyo de otros que
también tienen poder y medios, intereses conjuntos,
se coacciona a través de sutiles pero casi
obligatorios sistemas y medios, llegando a la fuerza
en la medida en la que se está impedido de
conseguirlo, como ejemplo extremo de esa fuerza tenemos
la guerra. La imitación, la
mera captación intelectual de las cosas, aceptar
que uno hace lo que la mayoría hace únicamente
porque es lo que todos hacen, no es la comprensión
del evento vivo con y en el que hemos de discurrir
en la acción del vivir. La comprensión
es un acto interior que uno debe descubrir, como el
hambre y el dolor, como el Sol acariciando la piel,
nadie nos la puede dar. Entonces, cuando se produce
ese primigenio sentir que debe nacer en uno, es cuando
la propaganda y la coacción, la hipnosis
colectiva y la inconsciencia, dejan de ejercer
su nefasto influjo, ya que el descubrimiento
surge de la responsabilidad interior de uno, y la
obediencia es mera imitación y conformismo
sin discernimiento alguno.
Las palabras no contienen
la verdad
Una
verdad sencilla, con toda su potencia y magnitud
implícitas, que se puede emitir con una sola
frase, pero que el caudal de significado que arroja
y transmite es tan extraordinario y auténtico
que no es preciso aditamentarlo con más explicaciones,
lo que hacemos por regla general es desecharlo, por
menguo. Ya que creemos que para transmitir algo extraordinariamente
importante, enorme, (siento expresarlo de esta manera),
"la verdad absoluta", hemos de ser
importantes el que lo transmite, y nos hemos de valer
de largos razonamientos para que nuestro interés
personal haga que nuestras ideas cuajen en el cerebro
de nuestros semejantes. De ahí que los que
no son importantes
Líder
significa, según la etimología
de la lengua inglesa, el acto de guiar para
avanzar e ir para adelante
/
El
guía es el que contempla y conoce en
profundidad el camino, lo muestra, y ayuda a
recorrerlo.
Procede de
"ETIMOLOGÍA DE LA PALABRA LÍDER",
por Hugo Landolfi.
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no son escuchados, o se les ha de reunir en colectivos
para poder otorgarles algún significado y un
lugar en la escala de estratos sociales. Ellos deberán
responder a través de todo lo que se les haya
inculcado, pues no han tenido oportunidad de
descubrir el aprender por y de sí mismos. Entonces
andamos cojeando por la carencia de la verdad,
aunque en ocasiones tengamos fugaces sintonías
con ella. Cuando ese sentimiento de verdad y autenticidad
de las cosas lo reducimos a una frase hecha, que repetimos
para reafirmar
nos, entonces la grandeza y plenitud
del sentimiento de ello se pierde, quedando presos en
las fijas ideas, y dejando de lado la verdadera vida.
De esta forma la verdad no "cuaja"
y permanecemos en la confusión. Y también
nos ocurre con los grandes discursos. Pues las palabras
y el conocimiento únicamente pueden apuntar a
la verdad, pero comprenderla, vivenciarla es un acto
del discernimiento que ocurre en el acto de ser,
en el acto de estar fluyendo. Cuando uno sintoniza
con la verdad, comprende que no puede "darla"
a otros, pues la verdad no puede poseerse, es uno mismo
en su interior que se "concuerda" con ella
vivenciándola, y la vivencia no puede de ninguna
manera guardarse o poseerse.
¿Libertad?
Así tenemos en principio,
los que se consideran a sí mismos "obligados"
o "elegidos" a organizar la vida social,
la vida religiosa, la educacional, la tecnológica
y la económica
etc. En definitiva organizar
todos los fragmentos previamente producidos. Y los que
creen, en el fondo por que piensan que tienen incapacidad
propia, es eso lo que se les ha enseñado,
que la vida a ellos se la deben organizar otros. No
discutiremos que se requieren ciertas especializaciones,
y no estamos cuestionando que la organización
social es necesaria, pero en el
Club Bilderberg,
los amos del mundo.
¿Conoce usted
la realidad oculta de la economía y de
la política en el mundo? ¿Sabe
usted en qué planeta vive?
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acto de vivir y descubrir el estado de flujo, ¿paraíso?,
que jamás hemos alcanzado, el inteligente
orden que subyace al hecho creacional, que los gobiernos
y los intermediarios con Dios presumen alcanzar pero
que jamás consiguen, por cierto que se precisa
de una mente y un corazón sin especialización
ninguna. No se puede gobernar la inteligencia, y
sólo ella es la que produce el auténtico
orden. La especialización, que es un cúmulo
de conocimiento en una determinada área, se pone
al servicio del auténtico movimiento de la inteligencia
cuando esta fluye, que es el acto de estar comprendiendo
en su totalidad el evento que está sucediendo
en el ahora con todas sus inmensas implicaciones. En
síntesis, la vida en su totalidad, pues
la vida no puede dividirse más que en las ideas,
que es lo que realmente nos divide como humanos:
ideologías y creencias, con las que justificamos
nuestro interés propio, el negocio, el intercambio
desde cualquier nivel psicológico al que apuntemos,
el cual directa o indirectamente por regla general se
encuentra en detrimento de otros, aunque no queramos
darnos cuenta. Entonces la perdemos de vista, perdemos
el contacto con ello, con el auténtico fondo
de la vida, pues la vida en sí misma no está
dividida en absoluto. Así tenemos la propaganda,
la publicidad, la imitación, el convencimiento,
la coacción y la imposición en todas las
áreas de la vida que organizamos, en todas nuestras
relaciones, que no es más que traer a nuestro
redil particular, ingentes cantidades de gentes, o un
grupo determinado de personas, o una sola, esto se encuentra
relacionado con el poder que cada uno puede radiar,
pero de cualquier modo para beneficiarnos de ello.
Lo que aquí se está señalando no
es algo banal, ni tampoco reproche o culpa, ni optimista
ni pesimista, es un desbordante hecho real que cualquier
ser humano puede sentir y comprender, pues es lo que
está ocurriendo en nosotros los humanos. A todas
luces, lo puede sentir y comprender si
esta paciente a mirar, a ver y a aprender.
¿Vemos nuestro interior y el mundo como están?
En
el mundo hablamos de "buena intención",
decimos que lo que hacemos, además de estar
en ello nuestro interés particular, también
es porque nos interesa el mundo, su orden y legitimidad,
la humanidad. Pero las buenas intenciones nos tienen
con la guerra al cuello, (perdón
por como lo voy a escribir), y viviendo "con
el petardo en el
recto". (Siento haberlo
expresado así, pero las prisas,
el ansia, y la perpetua lucha por c orrer
hacia un futuro imaginado, dan noción
de referirlo de esta manera).
Fragmento del informe EGOLATRÍA
por Santiago Alba Rico.
Hace unos meses un informe oficial estadounidense
revelaba que el 50% de los ciudadanos de los EE.UU.
sufre "trastornos psicológicos",
dato que, a escala quizás más modesta,
es extrapolable al conjunto de Europa, incluida
España, donde el número de
personas actualmente en tratamiento psiquiátrico,
de formar una coalición electoral, constituirían
sin duda el principal partido de la oposición.
La psiquiatrización masiva e ininterrumpida
de la vida social (estrés post-traumático,
depresión post-vacacional, síndrome
post-divorcio, etc.) demuestra palmariamente la
fuerza patógena del capitalismo, pero ilumina
asimismo una práctica psiquiátrica
orientada menos a resolver que a bloquear la experiencia
sociobiográfica del conflicto individual.
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Sufriendo por llegar a ser, realizar, o por no llegar
a ser, por poseer o perder, en definitiva con el descalabro
interior, poniendo todo el énfasis en amagarlo
solapado con la realización personal a cualquier
nivel. Esto le ocurre a todo ser humano que nos encontramos
presos en el espejismo de centricidad, y a
pesar de aparentar ahora lo contrario por lo profundamente
amagado que está, no existe imagen propia,
posición social, título o saber que
puedan negarlo u ocultarlo, ya que todo ello y más
es lo que precisamente es el espejismo de centricidad.
Desde luego cuando uno se para a mirar en el interior,
que es en suma de donde surgen todos nuestros problemas,
donde el espejismo está ocurriendo. Y lo señalamos,
pues ahora la educación y el quehacer cotidiano
se encuentran centrados en ocultar el interior llenándolo
con inventados placeres y escapes de lo que realmente
es el interior. Ya que es en síntesis que toda
nuestra buena intención, si
es que de verdad existe pues aquí es lo que
estamos poniendo en duda, nos lleva a tener el mundo
y nuestra vida cotidiana como está. ¿Ve
y siente uno, como ser humano que es, más allá
del aditamento, de verdad y en su completo ser el
mundo como está? Si el interior del ser humano
es un movimiento centrípeto de inducción exclusiva hacia él mismo, ego-céntrico,
asumiendo que debe "utilizar"
en alguna forma a los otros egos-céntricos
para su propio beneficio, ¿cómo
es posible atisbar la "comunión social"?
El comportamiento a nivel mundial de los seres humanos,
fragmentación, no es más
que una representación en grande de lo que
se mueve en su interior, división,
el cual ahora se encuentra "magnetizado"
por el espejismo de centricidad.
Organización
social fragmentaria
Una
de las ideas que hemos inventado en procura de trascender
estos errores que cometemos en nuestra relación
humana, que nos llevan a hacer de la vida esto que
ahora hacemos, es la Democracia, que viene
a significar algo como "la ley de y para el
pueblo". Pero quizá nos servirá
más prestar atención a lo que estamos
explorando con la propia observación de cómo
discurre ello, la democracia, en nuestra vida cotidiana.
Podemos ver lo que de verdad significa democracia
observando cómo eso que así denominamos
se manifiesta en nuestras relaciones cotidianas y
a nivel planetario, y prescindir de la teoría
implícita en la palabra. Y denotaremos, que
cualquiera admitirá que eso es una fastuosa
guerra de competencias, que implican poder
y utilización, pues nos dividimos
en una serie de ideas e ideales, "económicos"
pero a su vez mitológicos, que
veneramos como ideología, "raíces
y patrias", solapando con ellas los auténticos
problemas de administración de recursos y auténtica
educación, y nos contraponemos los unos a los
otros en función de la exigencia que de ellos
consideramos merecemos cada uno al margen del otro.
El eje central que articula este caudal de fuerzas
opuestas es la jerarquía psíquica
justificándose a sí misma con el beneficio
propio, y viceversa. Pensamos aquí,
que no es necesario describir todo el delirante galimatías
competitivo, agresivo y en consecuencia cruel, que
ponemos en movimiento al organizarnos, o mejor expresado,
al estructurarnos socialmente sostenidos en la jerarquía psíquica, de la que para conseguir
cierto orden inventamos la democracia. A través
de ella, asumimos la premisa de que nos encontramos
separados, es obvio, el grande, el mediano y
el pequeño, etc. y a tenor de nuestra
hipnosis en la creencia y en el beneficio propio esa
separación se manifiesta como real, cuando
en la base no existe, pues el ser humano no es algo
que está dividido, es un continuo en
su totalidad. Esta es la primera engañosa contradicción, pretendemos unir lo que en su esencia ya lo está.
Colectivo Juvenil
"Casal Popular de Gracia",
Antifascista Reivindicando la Libertad y el movimiento
ocupa.
Gracia, Barcelona. Foto: fachada del Casal, (26/1/2005) |
Aquí somos conscientes de que por desgracia son muy pocos
los que esto lo ven con claridad, pero el hecho de
que a la mayoría les pase desapercibido y sostengan
la vida en no comprenderlo, no reduce ni un ápice
la extraordinaria verdad que en ello hay. El ser
humano es un continuo indivisible, pues no
existe la centricidad, sólo
es una ilusión tomada como real. Y esta profunda
a la vez que sutil y clara verdad, el espejismo
de centricidad operante, no se puede captar
mientras el cúmulo psíquico se encuentre
en su infinito bucle de reestimulación. Esta
es la ardua tarea que todo ser humano debemos realizar,
desvanecer el espejismo de centricidad, en nosotros
mismos, en los que nos rodean y no inducirlo a través
de la herencia. Sin él operando, la jerarquía
psíquica desaparece. Es esta patología
psíquica, que nos conduce a la espeluznante
engañosa contradicción, que es pretender
organizar esos fragmentos en base a pesos de mera
opinión, fuerzas que únicamente derivan
de la capacidad socioeconómica de influir y
sugestionar, con el fin de conseguir las motivaciones
propias. ¿Cómo puede organizarse una
sociedad compuesta por innumerables centros, que sólo
miran para sí mismos, y su valor de los otros
centros pasa por el tamiz de en qué medida
a uno le pueden beneficiar o los puede utilizar?
Organización
física, desorden psicológico
Siempre me ha parecido que no hemos entendido bien este término,
democracia, puesto que nuestro problema central
es que estamos divididos, y tal como ahora la realizamos
precisamente todo su énfasis está puesto
en la división. Estamos divididos interiormente,
pues el cúmulo psíquico
que cultivamos se compone de fragmentos, lo cual se
proyecta como división en lo social. La
"Bio-Jerarquía
Humana" Graffiti urbano. Autor ¿?.
Calle D'ABD EL-KADER, Barcelona.
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sociedad está fragmentada; estamos "partidos".
Nuestros principales intereses a nivel personal y como
grupo, están en contraposición con los
intereses de los otros grupos, y pensamos que son ellos
que están en el error y se han de "amoldar",
y nosotros en lo cierto y hemos de "imponer".
Centramos el sentido de la vida en nosotros mismos y
de ahí surge la aceptación de que eso
conlleva en alguna forma utilizar, explotar a los demás.
Y esto aún cuando no aceptamos que lo hacemos
así por interés meramente propio, para
coordinar la sociedad con nuestras creencias y así
aparentemente sentirnos más tranquilos, y como
se hace evidente lo solapamos esforzadamente con la
apariencia del "interés común".
Entonces pretendemos convencer a todo el mundo de nuestros
intereses. Así nos regodeamos aún más
en la división, con todo lo que de ella surge:
insulto, desprecio,
descalificación, opresión,
miedo, violencia, etc.
Jerarquía psíquica que
denominamos "buena intención".
No sé si se está viendo la verdadera envergadura
de lo que aquí estamos descubriendo. O sea, que
no solucionamos el problema central, pues vivimos en
la batalla, en la guerra
y la matanza. La utilización
y explotación del otro cultivando con
ello el malestar y el odio, soterrándolos
bajo una proyectada apariencia de dignidad,
civilización y suntuoso
orden mental. Aceptamos la vida como un caldo
de competencia y sufrimiento, esfuerzo, que pretendemos
paliar con el placer, la propiedad y el logro. Soñando
que llegaremos a determinada cosa que consideramos substancial
a la vida, procurando en todo ello no ver el hecho real
de la muerte, la transitoriedad, que precisamente a
todo y a todos es lo que nos hace ser ahora el flujo
vivo. Los seres humanos que componen los gobiernos,
así como los que forman los partidos, que es
evidente son los que están llevando en
EndGame - Blueprint For
Global Ensiavement
Subtítulos en Español
Innumerable cantidad de gente odiará el Nuevo
Orden Mundial y morirá protestando contra eso.
- H.G. Wells. El Nuevo Orden Mundial
(1939).
Jim Tucker, investigador del Grupo
Bilderberg.
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muy buena medida a cabo la organización mundial
y por extensión la cotidiana, tienen el énfasis
puesto en lo físico, construir, mejorar la tecnología,
entrenar buenos especialistas, etc. en lo psicológico
únicamente procuran el amoldamiento,
el cultivo del cúmulo psíquico,
la fijación egocéntrica, el interés
personal, que en definitiva es el que acepta y padece
esta situación humana de conflicto social e interno.
La importante y única cuestión del movimiento
psicológico interno, que desde cualquier perspectiva
es de donde surgen todas las relaciones humanas, lo
dejan pasar desapercibido, lo dejan como una cuestión
de especialistas, en ellos y en las gentes a las que
se proponen organizar. Y les parece muy claro que pueden
ajustar el "interior vivo" de las personas
a una "limitada cuadrícula"
muerta. Dicho de otra manera, se procura mucha sanidad
física, hasta cierto punto, pero la sanidad mental
se tiene completamente abandonada. No se cuestionan
el espejismo de centricidad que es una
patología mental generando las graves crisis
humanas que de continuo manifiestan ir creciendo.
Afecto,
orden e inteligencia
Lo resumiré con un ejemplo:
Tú lo ves rojo y yo amarillo, bien, es esencial
que uno sienta por sí mismo, no hay nada de malo
en eso. Pero ambos deberemos ver que hemos de ir más
allá de las ideas y razonar con hechos.
Tu rojo anhela y pretende el bien común, el bien
ajeno, social, y resulta que yo con mi amarillo pretendo
lo mismo. Pero pensamos y sentimos diferente puesto
que nos contraponemos. ¿Cómo
puede explicarse esto si ambos somos seres humanos?
Pero ambos hemos de tener afecto uno por el otro si
hemos de entendernos, puesto que si hay rechazo no nos
comprenderemos nunca. Entonces nos odiamos simplemente
porque pensamos diferente. Bien, admitamos nuestra
ignorancia, de la creación, de la vida, admitámoslo
uno junto al otro, y como ese sentimiento de bondad
hacia los otros, asumimos que los dos lo compartimos,
entonces juntos vamos a dialogarlo y a través
de prestar atención al otro, vamos a hacer
las cosas juntos. Pero no nos reunimos negociando, o
llegando a acuerdos que en su base sólo son mercantiles,
sino comprendiéndonos como seres humanos
que somos, y llegando juntos a la verdad de las cosas,
de la creación, de la vida, de los problemas
cotidianos, que es lo que precisamos. Esa relación
conjunta y unísona con la verdad solucionará
cualquier problema. Pues en esencia es lo que ambos
somos, creación, y no verlo es lo que nos conduce
a la irracionalidad en la que ahora vivimos. Ya que
nuestro sentimiento
/
una de las características
esenciales del líder es ponerse al servicio
de sus liderados.
El liderazgo, entonces, no es una actividad que
ha de imponer conductas desde el exterior de las
personas sino que, conociendo en detalle a las
mismas, ha de estimularlos a quitar y cambiar
desde dentro de sí, todo lo que le impida
desarrollarse como ser humano.
Procede de
"ETIMOLOGÍA DE LA PALABRA LÍDER",
por Hugo Landolfi.
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de que queremos lo bueno para todos es verdadero, claro,
pues si sólo es una pose para ocultar nuestro
interés propio continuaremos con lo mismo, y
desde luego empeorándolo. Deseamos el bien común
sin excepción ninguna, no sólo para un
grupo que se separa, ¿es verdad esto?
Entonces, no nos intercambiaremos la responsabilidad
de hacer de la vida algo bueno, cada cierto período,
sino que de continuo lo haremos juntos, cooperando
sin competición ninguna, lo haremos juntos
en el momento vivo, ya que hemos visto claro que tenemos
que entendernos y hacer las cosas unidos, siendo uno,
afectuosamente y sin interés propio, con la
conveniencia indivisible y conjunta de ambos. Puesto
que si así no lo hacemos creamos jerarquía
y disturbio, miedo y una mecánica vida sin significado.
Hemos de comprender que si no nos comprendemos, o sea,
que vivimos dividiéndonos, la vida
continuará siendo una lucha con muy poco sentido
y sin acceso ninguno a la creatividad que en
ella hay implícita. Y para que ambos podamos
comprendernos y compartir el afecto, hemos de comprendernos
interiormente, cada uno a sí mismo, de otra
manera es imposible. Si no hay comprensión interna
¿cómo podemos comprendernos ambos? Éste
es el sentimiento de Democracia que aquí
entendemos. Y si este sentido de ser auténticamente
amigos se encuentra completamente bien dilucidado, fácilmente
se impregna en la completa sociedad, dejando de haber
partidos, ya que el triunfo de la verdad y el entendimiento
entonces es del ser humano completo. Mas esto no es
una lista de buenas intenciones, y propuestas de futuro,
es uno, cualquiera, que debe descubrirlo por sí
mismo en su interior, en su corazón y en la mente,
y de ahí compartirlo con los otros. Descubrir
la inteligencia que une las cosas y las hace
discurrir la vida en el completo orden y belleza. Para
ello, se precisa primero comprender hondamente por qué
ahora aceptamos que debamos separarnos en partidos contrapuestos,
y medirnos entre ellos en base a la competencia del
negocio, como si fuera un hecho real inamovible, cuando
únicamente es un espejismo mayor,
conjunto, proyectado por la suma de todos los espejismos
de centricidad individuales que ahora hacen
funcionar los cerebros de los seres humanos reunidos
en lo que llamamos sociedad.
Sin amor no hay inteligencia
Si uno dice: "bueno, esto
es realmente difícil, esto no cambiará
nunca", "el mundo se encuentra en una situación
muy compleja en la que imperan los intereses particulares
y de grupo", "sólo el poderoso puede
hacer algo y él siente que esta es la única
manera de hacerlo", etc. etc. lo que está
haciendo es decir un buen montón de cosas, entre
ellas, que ya le está bien así el mundo,
con sus luchas, con sus desesperos,
con sus crecientes crisis
con su
angustia y dolor y su poco
sentido de gloria. Está diciendo que se conforma
con suceder esta vida así, preso en la ignorancia
de la centricidad proyectada, y que tiene suficiente
con el placer que eso le proporciona. Pero también
que no encuentra ningún reparo en morir sin
haber descubierto lo que en verdad es el amor,
pues sólo esta cualidad es la que puede hacer
que de un rojo y un amarillo seamos capaces de ver y
sentir toda la infinita serie de matices que el ser
humano podemos desplegar, y no quedarse en una mente
reducida al encierro en sí misma incapaz de
El nacionalismo:
¿Cómo nos libramos del nacionalismo?
Alguien le pregunta a Krishnamurti:
¿Qué es lo que viene cuando el nacionalismo
se va?
Visitar respuesta en BLOG "SALTRONIC"
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comprender esa maravillosa diversidad que es nuestra
mente, la mente del ser humano. Uno puede negarse
a descubrir la verdad del hecho de que mientras existe
la centricidad psicológica el amor
no puede manifestarse, no puede fluir, y a pesar de
eludirlo creer que ha encontrado el amor, sino el universal,
sí en determinadas personas, animales o cosas,
pero eso no es amor, solamente satisfacción,
consuelo propio, pues cuando el amor fluye lo abraza
todo. Uno como ser humano ha de cuestionarse que
si todo este extraordinario despliegue creacional del
universo completo, de esta inmensidad inimaginable y
sólo perceptible, culmina en un ser que ha de
existir en la angustia, en el dolor y en el sueño,
la competencia y la explotación, es difícil,
más bien imposible, encontrarle el sentido. Pareciera
una tomadura de pelo que así fuera. Sin embargo,
si uno toma en serio, con ganas y abierta disposición
averiguar cual es el verdadero sentido de la inteligencia,
que es la única cualidad que trae la comprensión,
entonces estará abierto a dilucidar la trampa
del espejismo, de la ilusión. Ocurriendo la disolución
del cúmulo psíquico. Por auténtica
comprensión de cómo se genera y se mantiene,
es obvio que la mente se libera, pues deja de estar
ocupada con él, y de esa manera abierta se percibe
lo eterno de donde el flujo creacional surge,
y desde ahí, puede atisbarse el amor sin
límite que cura todas las heridas y todos los
males. Pero esto, el cúmulo psíquico
únicamente lo entiende como un anhelo dorado
de futuro, su realidad no se le hace evidente,
porque él únicamente vive en su sueño.
El
ser humano es uno Si
la democracia se basa en la división,
los políticos viven en una falacia, puesto
que es obvio y patente que de la división jamás
surgirá una sociedad pacífica,
buena. De la coacción y la oposición
no puede ocurrir que el vivir de la comunidad humana
sea un loar la vida, una verdadera culminación
de la creación. Por ello no son los políticos
que deben organizar la sociedad, pues ellos siempre
están en contraposición,
repeliéndose y haciéndose
daño, y predicando con ese ejemplo,
enseñando que la vida es eso, discordia, poder
y lucha, interés propio. Capacidad de coacción
y dominio. Es el ser humano el que conjuntamente,
con afecto y sin ningún miedo, ha de organizar
la sociedad que somos, el SER HUMANO, no una
especialidad sea del tipo que sea. Poniendo de relieve
que es capaz de entenderse a sí mismo y a su
vez de entender al otro, y de ello llegar a la organización conjunta incondicional. Esto, desde luego, averiguar
por qué no ocurre en uno mismo, lo ha de hacer
todo ser humano, pues por el hecho de serlo ya lleva
implícita esta responsabilidad. Haciéndolo
no sólo abandonaremos la ignorancia que ahora
nos confunde, sino que despertaremos al incomunicable
sentido profundo que es ser flujo creacional.
Hacer las cosas juntos por afecto, sin sentimiento
alguno de beneficio o pérdida, de negocio,
será una verdadera democracia, entonces seguro
que nuestra organización conjunta no la resumiremos
en una palabra, en una frase o en cualquier extenso
discurso, porque habremos trascendido las ideas, que
precisamente son la auténtica trampa que ahora
no nos dejan ser la gloria. Las ideas son funcionales
para organizar la materia, pero para la comprensión
que la psique precisa de si misma, son sombras
que impiden ver a través de ellas. Las ideas
no son la vida, de la misma forma que el ego-céntrico no es el ser humano. La
paz es inteligencia
Es
uno que se ha de preguntar a sí mismo si realmente
siente la auténtica necesidad de que seamos
verdaderos amigos. De que la libertad, su amor
y su inteligencia, cundan en nuestra vida. Las promesas
de futuro jamás han llegado a realizarse. A
través del conocimiento, de la tecnología,
pretendemos hacer una vida más confortable,
feliz, cuando en realidad vivimos en la lucha y la
competencia, la justificación y la culpa, el
logro y la pérdida. Movimientos psíquicos
que niegan cualquier atisbo de comprensión
y paz internas y socialmente, pues en ellos está
implícito el miedo. Después
de tantos siglos cometiendo los mismos errores, teniendo
en cuenta de hacia donde nos están conduciendo,
debería ser ya suficiente para que todos aquellos
que veneran y promulgan la jerarquía,
el escalafón, la división y las ideas,
percibieran el craso error al que nos llevan de continuo
en el acto vivo al cultivarlos como la base de todas
las cosas. No estamos haciendo grupos, los que ven
y los que están ciegos. El que verdaderamente
ve, se da cuenta de que mientras otros no vean, él
mismo no ve del todo, de ahí su impulso a contribuir
en la "visión conjunta". Es
a la mente común, en el sentido de la mente
en la que todos participamos, a la que hemos de abrirnos,
pues es de ella desde la que es posible darse cuenta
del completo mecanismo del espejismo de centricidad
operante. Cabría aquí preguntarnos
si existe una mente particular que pueda comprender
nada. ¿Cómo se puede hablar de libertad,
de fraternidad, de interés por el bien
ajeno o común, cuando en realidad lo que se
está haciendo es divisivo y en
el fondo en procura de uno mismo? De ahí que
todo se trate a través de los números,
del intelecto, dejando de lado el corazón,
que es el único que puede salvarnos del corrosivo
vivir que practicamos sin ápice de
cuestionamiento. Es obvio que no nos preguntamos por
el movimiento que el ego-céntrico
significa, las causas que lo generan, y esto precisamente
cuando nuestra completa vida está circunscrita
a él. Damos todo el valor a algo que no queremos
mirar directamente de cerca y ver sus auténticas
causas que lo generan, que es observar cómo
surge el ego-céntrico en el cerebro y cómo
la psique se identifica con él emulsionándose
por completo. Eludimos ver el espejismo de
centricidad operante. Es desde esta circunstancia
anquilosada en lo falso que se hace imprescindible
un nuevo e inimaginado enfoque en la mente humana,
en el interior de cada uno de nosotros. Y este nuevo
mirar, ver y comprender, no puede aflorar mientras
el ego-céntrico se encuentre
atenazando al cerebro en ese movimiento centrípeto
de órbitas que únicamente giran en torno
a él mismo.
RICO PAR
(20/9/08-16/7/09) |
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Respuestas
Krishnamurti a
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Introducción
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